por Silvia Ribeiro
Un variopinto sector,
que abarca algunos científicos, grandes inversionistas, poderosos
gobiernos y algún ambientalista despistado, convergen en impulsar la
geoingeniería o manipulación del clima, alegando que
no se puedencambiar las causas de la crisis climática. Proponen entonces un
plan B: técnicas para manipular grandes trozos del planeta, desde oceános a la estratosfera, para contrarrestar los efectos del calentamiento global. Saben que implica enormes riesgos y por eso afirman que es sólo para
casos de emergencia–que ellos mismos definirán cuándo ocurre.
El pésimo resultado de las negociaciones sobre el clima en Copenhague el pasado diciembre alentó más a estos piratas globales, que cuentan con un reducido pero influyente sector científico que les teje el discurso de justificación. La geoingeniería, que era vista como un absurdo, ahora ocupa lugares en publicaciones científicas y grandes medios. Instituciones como la Sociedad Real del Reino Unido, la Academia de Ciencias de Estados Unidos y otras, han organizado reportes y seminarios que concluyen que se debe invertir recursos públicos (además de privados) en la investigación y experimentación de geoingeniería. Son informes parciales, con participación de geoingenieros y ninguna o escasa apreciación crítica e independiente, pero sirven de base para la acción de algunos gobiernos. En febrero 2010 los comités de ciencia y tecnología de Estados Unidos y Reino Unido convocaron audiencias con participación casi exclusiva de promotores de la geoingeniería. Luego anunciaron que están elaborando legislación para financiar y permitir estos experimentos.
Esto es muy grave, porque lo que se haga para manipular el clima –un sistema global e interdependiente– no es ni nunca será, competencia de unos o pocos países, es problema de todos. Hablar de
legislación nacionales simplemente una coartada para jusitificar experimentos que seguramente tendrán impactos dramáticos en otros países, incluso muy lejos de donde se inicien.
Para atajar la crítica, los impulsores de la geoingeniería convocan a una reunión en Asilomar, California, este marzo para crear
códigos de conducta voluntarios, imitando la reunión que en el mismo lugar hicieron los biotecnológos en 1975, para evitar la regulación y supervisión independiente.
Una de las propuestas que más se impulsan actualmente es
inyectar nanopartículas azufradas en la estratosfera, para crear
sombrillas gigantes que tapen los rayos solares. David Keith, entusiasta
de la geoingeniería, consiguió publicar recientemente un artículo
pretendidamente serio sobre el tema, en la revista Nature (28/1/2010).
Se inspira en la erupción del volcán Pinatubo en 1991 en Filipinas,
cuya nube volcánica bajó la temperatura global 0.5 grados mientras se
mantuvo. Claro que cualquiera que haya estado en el área de alcance de
una nube volcánica, sabe que su descenso tiene impactos: la ceniza
tóxica daña cultivos, flora, fauna y seres humanos. Provoca
acidificación de mares y bosques.
Los que propugnan este método –hecho público por el premio Nobel Paul
Crutzen en 2006– saben que las partículas inyectadas caerán
posteriormente, causando daños similares en mar y tierra, además de
muerte prematura de cientos de miles de personas (medio millón
estimado). Crutzen contestó que también el cambio climático amenaza la
vida de la gente. También se agravará el agujero en la capa de ozono,
que ya tiene impactos serios en varios países del mundo: aumento notable
de cáncer de piel en humanos y ceguera en ganado comprobados.
Alan Robock, un eminente climatólogo, analizó la propuesta de crear
estos parasoles azufrados. Además de confirmar varios de los impactos
nombrados, indicó que aunque los experimentos se hicieran en el Ártico
(con la idea de
enfriarlos países del Norte, que es el objetivo de sus promotores) tendrían impactos en los patrones de precipitación y vientos globales, alterando los monzones en Asia y aumentando la sequía en África. Robock señala que esto pondría directamente en riesgo las fuentes de agua y alimentos de unos 2 mil millones de personas (Science, 29/1/2010). Explica también que para saber que sucedería con la inyección de azufres, habría que hacerlos a una escala de tal magnitud que no serían
experimentos, sería despliegue de geoingenería, con efectos irreversibles, porque una vez colocadas en la estratosfera, las partículas no se pueden retirar a voluntad.
Esta es sólo una de las técnicas de geoingeniería que se impulsan,
que se suma a otras como las de fertilización oceánica (esas fueron
detenidas por una moratoria global de Naciones Unidas en 2008). La
geoingeniería es un plan de los mismos gobiernos y empresas que
provocaron el cambio climático, para convencernos que podrán resolver el
desastre con un
plan Bque traerá más y nuevos riesgos que lo anterior, pero les permitirá mantener sus privilegios.
Ellos habrán diseñado su plan B, pero no existe un planeta B. Es
imperativo cambiar las causas, no los síntomas, del cambio climático. La
única regulación necesaria sobre geoingeniería es una prohibición
global de cualquier experimento o despliegue en el mundo real.
´No hay plan B porque no hay planeta B´: Figueres
EEUU, Rusia, Japón y Canadá no ratificarán
la extensión del Protocolo de Kyoto para reducir la emisión de gases de
efecto invernadero.
06/10/2011 - En la
Conferencia de Cambio Climático que se desarrolla en Panamá hay
diferencias por la extensión a un segundo período de compromisos del
Protocolo de Kyoto.
La secretaria ejecutiva de Cambio Climático de las Naciones Unidas,
Christiana Figueres, explicó que hay dos posiciones al respecto. Por un
lado está el grupo de países en vías de desarrollo, y China, que están
de acuerdo con la extensión del Protocolo. También la Unión Europea
apoyaría esta postura siempre y cuando vea el compromiso de otras
naciones desarrolladas.
Por el otro lado están Rusia, Estados Unidos (EU), Japón y Canadá,
que ya informaron que no ratificarán un segundo período del Protocolo.
Cabe recordar que EU tampoco ratificó el primer período de compromisos
de ese acuerdo.
Ante este panorama, Figueres dice que “hay que llegar a un acuerdo”
para extender el Protocolo, ya que según ella no hay plan B. “No hay
plan B porque no hay un planeta B, y los países deben comprometerse en
ratificar el segundo período, porque de eso dependerá el futuro del
planeta”, agregó.
Cabe destacar que el Protocolo de Kyoto, cuyo primer período de
compromisos vence en el año 2012, es el único acuerdo internacional
vinculante para reducir las emisiones de gases.
Los representantes ambientales del Sistema de la Integración
Centroamericana (SICA) que sesionan en la Conferencia de Cambio
Climático, están indignados por la posición de países como Estados
Unidos y Rusia en este tema.
Los ministros de Ambiente que integran el SICA resaltaron que
Centroamérica y el Caribe son las regiones más golpeadas por el cambio
climático. “Hemos gastado millones por desastres que ocasiona el cambio
climático”, dijo el presidente de la Comisión Centroamericana de
Ambiente y Desarrollo del SICA, Herman Rosa Chávez.
Agregó que en las últimas dos décadas la frecuencia de inundaciones
se duplicó, y la frecuencia de tormentas tropicales y huracanes se
cuadruplicó respecto al período de 1970 a 1989.
Para Chávez es “preocupante” que Estados Unidos no haya ratificado el
primer período de compromisos del Protocolo de Kyoto y que tampoco
quiera ratificar el segundo período, porque son los países desarrollados
los que más originan los gases de efecto invernadero en todo el mundo.
Además, los funcionarios reconocieron durante la conferencia de
prensa que el próximo reto como región es la inclusión más activa de la
sociedad civil en la discusión de temas que tengan que ver con el cambio
climático, ya que ahora no es así.
Durante el quinto día de reuniones en la Conferencia de Cambio
Climático se presentaron dos protestas en las inmediaciones del Centro
de Convenciones Atlapa, donde se lleva a cabo el encuentro. La primera, a
las 9:00 a.m., fue protagonizada por moradores de Chepo afectados por
las inundaciones de diciembre de 2010, y la otra en horas del mediodía
por el Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y
Sociales.
Ambos grupos criticaron lo que denominan el “doble discurso del
gobierno”, ya que por un lado las autoridades dan permisos para la
explotación de recursos naturales, y por la otra quieren hacer ver ante
el mundo que son defensores del medio ambiente.
Puedes COMPARTIR esta entrada en tus redes sociales: Twitter; Facebook; Google+
Conoces la Moringa fuente de proteinas de la India
Día Mundial de la Alimentación
Eva Andressa Vieira Fitness Brasil
¿Sabes que son los Transgénicos?
Es un ERROR abrir a transnacionales el combate al hambre
Puedes COMPARTIR esta entrada en tus redes sociales: Twitter; Facebook; Google+
Con solo presionar un botón. ¡ gracias por compartir!
Sígueme en Twitter
Sígueme en FaceBook
Lecturas Relacionadas
Conoces la Moringa fuente de proteinas de la India
Día Mundial de la Alimentación
Eva Andressa Vieira Fitness Brasil
¿Sabes que son los Transgénicos?
Es un ERROR abrir a transnacionales el combate al hambre
No hay comentarios:
Publicar un comentario