Este 1º de septiembre próximo pasado se cumplieron 75 años del inicio de esta conflagración mundial: la Segunda Guerra Mundial, la cual ha dado origen a un sin número de películas. El nazismo fue algo tan espeluznante y causó tantas atrocidades, que será siempre recordado en la literatura y el séptimo arte, como un necesario testimonio de algo que no debe repetirse. Sobresalen tres magnas obras maestras del séptimo arte que retrataron desde distintas perpectivas los entresijos de este conflicto bélico que se desarrolló en Europa desde 1939 a 1945.
La Lista de Schindler es probablemente la mejor película acerca del Holocausto Judío jamás filmada y también la mas triste. Ninguna hasta el momento la ha superado en contundencia dramática y cinematográfica de la que es sin lugar a dudas la obra cumbre del director Steven Spielberg. El asco y la repulsión de algunas imágenes son de las que se quedan grabadas en la memoria para siempre. La formidable fotografia en B&N, de Janusz Kaminski le aporta una sólida entidad histórica, próxima en ocasiones al género documental, como en las escenas del gueto de Varsovia y el campo de concentración de Auschwitz ( Arbeit macht frei ) Una escena inolvidable es precisamente la única a color de la cinta: la niña que se pasea con un abrigo rojo por el gueto. Los ojos se quedan prendados de ese abrigo..., el cual reconocemos posteriormente en un mar de cadáveres.
El director alemán Oliver Hirshbeigel adaptó fielmente en 2004 el libro: El hundimiento, de su compatriota Joachim Fest, en el cual se narran meticulosamente los últimos días de Adolf Hitler en su bunker en la Cancillería de Berlin, capital del Tercer Reich, antes de su suicidio y el de su esposa Eva Braun, ante el asedio del Ejército Rojo de la URSS. La película recoge el asfixiante ambiente del refugio anti-bombas durante los días de abril de 1945, cuando reina ya la desesperación de quienes saben que el fin es inevitable. Realmente excepcional en la interpretación Bruno Ganz, soberbio en su rol del Führer.
Al estallido de la guerra y posterior invasión de Polonia por los nazis, sigue la persecución de los judíos, de la cual no escapa Wladyslaw Szpilman y su familia. Una narración clásica es la de este film, El pianista basado en rigurosos hechos reales. Su director Roman Polanski le imprime un aporte original a la historia, apelando al desapasionamiento, al esfuerzo por ofrecer puntos de vista de protagonista, sin aspavientos innecesarios.
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