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miércoles, 14 de enero de 2015

Jesús Soto : Cinetismo

"Angostura” fue uno de sus primeros lienzos. El color del río Orinoco serpenteando sobre la tierra y el movimiento continuo de sus aguas marcando tiempos, ritos y sueños… Tales son los elementos de un paisaje que siempre estuvo y estará en las piezas del legado de este artista venezolano.
Soto fue un creador que, amando el movimiento fue capaz de interpretarlo, hacerlo suyo, dominarlo con la magia que nace de lo más divino que habita las humanas pasiones.

Con esa militante rebeldía que nace de las búsquedas, de las preguntas con y sin respuestas, nos regó los ojos, las manos y la percepción, mediante el ir y venir de los colores y las formas.





Carlos Cruz-Diez Nacido en 1923 en Caracas, Cruz-Diez vive y trabaja en París desde 1960 y dirige además talleres en Panamá, Miami y Caracas. Surgió como artista a mediados de la década del 50 en París, en pleno apogeo del movimiento Arte Cinético. Sin bien fue amigo de varios de los artistas del grupo, nunca fue oficialmente incorporado a él. Ha dedicado toda su obra a mostrar cómo el color puede transformarse en un acontecimiento autónomo capaz de invadir el espacio.
En 1945, Cruz-Diez se graduó en artes manuales y aplicadas en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas de Caracas, y comenzó a trabajar en la agencia publicitaria internacional Mc Cann-Erickson. Para cuando cumplió 25 años, había ascendido al puesto de director artístico de la agencia, pero continuó trabajando como artista a tiempo completo y enseñando Historia de las Artes Aplicadas en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas entre 1953 y 1955. Luego, en 1957, abrió en Caracas el Estudio de Artes Visuales, un taller de diseño gráfico e industrial donde inició la serie Fisicromías. En 1958 regresó a la Escuela, donde se desempeñó como profesor y director asistente; luego en la Université d’Enseignement de Recherches entre 1972 y 1973; y como profesor y director del Art Unit of the Institute of Advanced Studies, IDEA, Caracas, desde 1986 hasta 1993.
Las obras de Cruz-Diez integran las colecciones permanentes de instituciones como el Museum of Modern Art (MoMA), Nueva York, la Tate Modern, Londres; el Centre Georges Pompidou, París; el Museum of Fine Arts, Houston; el Musée d’Art Contemporain de Montreal; el Wallraf-Richartz Museum, Colonia; y el Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris, entre otras.

Empezó a rasgar cuerdas y guitarras cuando tenía doce años, tiempo en el que también copiaba las reproducciones de cuadros, publicados en revistas, libros y almanaques.


De las cuerdas al pincel

A los dieciséis años consiguió un trabajo como pintor de afiches para los tres cines que funcionaban en Ciudad Bolívar por aquel tiempo. En esa ciudad obtuvo una beca para estudiar en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas de Caracas, en septiembre de 1942, continuó su formación participando en los Cursos de arte puro y de Formación Docente en Educación Artística e Historia del Arte. En esos andares conoció a Carlos Cruz-Diez y Alejandro Otero.

Desde 1943 y hasta 1949 Soto expuso cada año en el Salón Oficial de Arte en Caracas. Su pintura de esos tiempos estaba cruzada de influencias y búsquedas personales, la mirada de Cézanne fue decisiva a finales de la década.

En su primera exposición individual, a inicios de los añosl 50 del siglo pasado, presentó catorce cuadros entre paisajes, retratos, naturalezas muertas y algunos dibujos del Taller Libre de Arte de Caracas.

El 16 de septiembre de 1950 partió rumbo a Europa, donde además de encontrarse con Alejandro Otero, Mercedes Pardo, Rubén Núñez, Perán Erminy y otros artistas que ese año formaron la revista y el grupo Los disidentes, descubrió de la mano de Aimée Battistini, el arte moderno. En 1951, ya sin la beca que le permitía su estancia en París, volvió a las cuerdas con cierto éxito y deleite en la noche parisina.

A fines de ese año participó en la exposición Espacio-Luz y comenzó sus primeras obras basadas en la repetición y la progresión. Los años que siguieron estuvieron signados por la búsqueda que culminó con la creación definitiva del arte cinético, y el 30 de junio 1957 cuando expuso sus Estructuras cinéticas en el Museo de Bellas Artes de Caracas.

Esa muestra representó para el un punto de inflexión. Abandonó el plexiglas para construir sus primeras estructuras cinéticas en metal soldado. En 1960 le otorgaron el Premio Nacional de Pintura por una vibración blanca expuesta en el Salón Anual. Fue a principios de esa década cuando sus obras empezaron a hablar en un lenguaje geométrico elemental.

Entre otros premios recibió la Medalla de Picasso de la Unesco, 1981, designado Miembro Titular de la Academia Europea de las Ciencias, las Artes y las Letras, en París 1981; el Premio Pedro Ángel González, Gobernación del Distrito Federal Caracas, en 1995; el Gran Premio Nacional de Escultura de Francia, ese mismo año y además el Gran Cordón de la Orden del Libertador, en Venezuela, en 1996.

Uno de sus más importantes aportes fue procurar que el espectador se sintiera partícipe del arte. Tal vez por eso muchas de sus obras son esculturas integradas a la arquitectura. El arte de Soto, cinético en su más pura esencia, es además de participativo, lúdico. La obra lo es en la medida en que quien se acerca forme parte de ella.

Esto es posible constatarlo en el Museo de Arte Moderno Jesús Soto, en Ciudad Bolívar, creado por el arquitecto Carlos Raúl Villanueva en 1971, aunque abrió sus puertas dos años después.

En sus siete salas y en sus jardines se encuentra la muestra de arte constructivista más importante del país, muchas de las obras exhibidas pertenecían a su colección personal. Tres de las salas están dedicadas exclusivamente al artista. En los espacios exteriores están algunos de los penetrables, rodeados a menudo de niños y niñas que visitan diariamente el museo.

Como escribió una vez Carlos Servando García, Soto “siempre será Soto y único, un maestro del crear y el descubrir, (que) hoy duerme entre nosotros, pero vive como la luz y el viento en cada una de sus obras y solo descansará cuando su cuerpo repose cerca de su amado río”.

Falleció el 14 de enero de 2005.


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martes, 6 de enero de 2015

Ciudadano FaceBook

¿Puede Facebook influir en el resultado de unas elecciones?


Facebook politics 

El periodista John Naughton, del diario inglés The Guardian, se plantea esa pregunta: ¿hasta qué punto podría una red social  como Facebook influir en el resultado de unas elecciones?
Y la respuesta, claro, parece de entrada sumamente preocupante si hablamos de una empresa eminentemente norteamericana, con una penetración en algunos mercados que alcanza al 70 u 80% de los usuarios de Internet, y que ya ha dejado clara su vocación y su escasa prevención con respecto a la manipulación de estados de ánimo de esos usuarios: sí.
De hecho, esta hipótesis ya fue puesta a prueba en un artículo de Nature, y resultó ser positiva: la red social fue capaz de promover una tasa mayor de participación política en un conjunto objetivo de sesenta y un millones de norteamericanos.
Que la respuesta a esta hipótesis fuese positiva no debería de sorprendernos: durante siglos, nos hemos acostumbrado a que los medios de comunicación masiva alcancen una notable influencia sobre la agenda política: quien gestiona un medio de comunicación es capaz no solo de ganar dinero con su actividad suponiendo que sepa gestionarla en ese sentido, sino que es además susceptible de orientar la información comunicada a través de ese medio mediante eso que se ha dado en llamar “la línea editorial”, los sesgos que aplica a la composición y la orientación de las noticias.
La existencia de una línea editorial en un medio se supone una de las razones por las que un usuario lo elige, y está perfectamente amparada por la ley y hasta por la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos: recientemente, Google Inc. obtuvo un importante triunfo judicial cuando consiguió que un juez reconociese que tenía pleno derecho a manipular sus resultados de búsqueda, del mismo modo que si fueran una publicación editorializada.
Pero más allá de la posibilidad de redes sociales o motores de búsqueda de manipular las ideas políticas de sus usuarios haciendo determinadas noticias más o menos visibles, privilegiando cierta líneas de pensamiento frente a otra, etc., está la cuestión de los motivos: hablamos de empresas puramente comerciales, dedicadas básicamente a exponer a sus usuarios a aquellos contenidos a los que un tercero, el anunciante, desea que sean expuestos.

Uno llega a Facebook y dice algo así como “quiero que un porcentaje así de personas con esta o aquellas características demográficas vean este anuncio. Los anunciantes llegan a Google y dicen “quiero que todo aquel que busque esto y tenga estas características sea expuesto a este mensaje publicitario”. Es decir, no hablamos de algo que podría ocurrir, sino de una cosa que se encuentra embebida en lo más profundo de su razón de ser, en la definición de su compañía.

Manipulación mediática en Internet.

¿Podría una red social o un buscador, mediante una mayor exposición o una mayor ocultación de un contenido determinado, dar lugar a la generación de un sesgo político determinado? ¿No es algo que todos los medios llevan intentando hacer durante décadas de historia? ¿No hablamos de que determinados personajes políticos y partidos fueron propulsados por determinadas apuestas mediáticas? Si una cadena de televisión o un grupo de medios puede dar lugar a un desplazamiento determinado del sentido del voto, ¿qué no podría hacer una plataforma que muchos consideran teóricamente neutral, en modo “me da los resultados de mi búsqueda” o “me enseña lo que han hecho mis amigos”, y con un alcance muchísimo más generalizado que cualquier medio? ¿Qué es lo que algunos partidos políticos intentan hacer mediante un determinado uso de las redes sociales estos días, más que generar un ambiente hostil ante la crítica, o intentar transmitir un estado de ánimo generalizado en un sentido o en otro?
Sí, las plataformas sociales pueden influenciar nuestro pensamiento político, sobre todo porque cada vez definen una parte más significativa de nuestro espacio, de nuestro entorno, del ambiente que nos influencia. Un pequeño sesgo en la forma de presentarnos la información, voluntario o involuntario, y podemos estar hablando de “ajustar” el mapa electoral en un sentido o en otro. Por un lado, nuestro entorno, nuestros amigos y lo que publican con contenido político de manera natural en estas redes es algo que indudablemente, puede influenciarnos. Por otro, la exposición de este contenido puede ser voluntariamente sesgada por la propia plataforma. Si se hace con el debido cuidado y la connivencia de la plataforma, no tendría siquiera por qué notarse.
Si no lo habías pensado, vete haciéndolo. Vete pasando revista a esos momentos, esas conversaciones, esos artículos que de una u otra manera tuvieron un peso en el sentido de tu voto. No se trata de volvernos todos paranóicos con la posibilidad de que nuestros votos estén teledirigidos como su fuésemos un montón de hamsters metidos en una jaula. Pero sí de tener meridianamente claro que esa posibilidad existe, es viable, técnicamente factible. 

Sobre todo, por lo que pueda pasar. No olvidar la supuesta Primavera Árabe creada , entre otros,  para matar a Ghadafi robar el oro de Libia y explotar su petróleo para pagar una supuesta recontrucción.

Los grandes magnates de la prensa amarilla.


William Randolph Hearst, el gran magnate norteamericano de los medios de comunicación, que en el s XIX controlaba los diarios «Examiner» y «Morning Journal», precipitó en 1898 la declaración de guerra a España por parte del gobierno estadounidense. Cuba llevaba ya años en su lucha independentista contra España y Hearst ya se había implicado fuertemente en el conflicto. Fue entonces –sin ninguna relación con la guerra- cuando en el acorazado «
USS Maine (1895-1898)» de la marina norteamericana, una fortuita explosión le hizo grandes desperfectos y se hundió en la bahía de La Habana. Hearst envió al lugar a su dibujante Frederick Remington, quien una vez allí constató que no había nada extraño de lo que dar noticia y que el hundimiento no se podía atribuir a la guerra y le envió un telegrama: «Todo está en calma. No habrá guerra. Quiero volver». Hearst contestó en otro telegrama: «Usted facilite las ilustraciones que yo pondré la guerra.»

Hearst quería que el pueblo, y el presidente norteamericano, se pusieran a favor de la insurgencia cubana contra la metrópoli, España. Estados Unidos declaró la guerra a España el 25 de abril de 1898, a raíz de la explosión del «USS Maine». Al día siguiente del incidente, a pesar de que más de cien años después no están claras las causas de la explosión, y de que otros  periódicos norteamericanos pedían a sus lectores que antes de sacar conclusiones esperaran a las pruebas,  el «Journal» publicaba el siguiente titular: «El USS Maine partido en dos en La Habana por un infernal artefacto del enemigo.»  Este periódico no dudó un instante en mostrar a España como culpable: «En opinión de los oficiales de la Armada, la destrucción ha sido provocada por una mina española». Cada mañana los americanos amanecían con un nuevo titular, en el que se dejaba claro, sin dudas, la barbarie española en el caribe. David Nasaw, en la biografía de William Randolph Hearst, publicada por Tusquets Editores, recoge esa misma idea del poder que tenía el magnate de la prensa, para quien la competencia daba noticias mientras que sus diarios las creaban. Por eso preguntaba orgulloso cuando España perdía Cuba y Puerto Rico «¿qué les parece la guerra del Journal?», convencido de que era el New York Journal quien había desencadenado las hostilidades bélicas entre Estados Unidos y España.


El telegrama de Hearst a Remington no solamente es paradigma del periodismo amarillo sino un símbolo del poder de los medios de comunicación, que pueden crear las guerras,  o por lo menos recrearlas, presentarlas y difundirlas a la hora y gusto de los lectores/espectadores, en horario de máxima audiencia y a su medida. Con tal de aumentar la tirada todo está permitido.



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sábado, 20 de diciembre de 2014

Homenaje a Carl Sagan

Carl Edward Sagan (Nueva York, NY. Estados Unidos, 9 de noviembre de 1934 – Seattle,Wa. Estados Unidos, 20 de diciembre de 1996). Astronomo, cosmologo, astrofísico, astrobiologo, autor de libros, divulgador científico, Trabajó en Jet Propulsion Laboratory (JPL). Recordado por su serie de TV COSMOS la cual solia ver por el año 1983, en Cosmos, Sagan viajaba por el Universo en una nave espacial en forma de Diente de León.

Recordado por su anécdota en la que relata que de niño visitaba bibliotecas buscando libros de estrellas y le buscaron un libro de Hollywood Stars.

Homenaje  a Carl Sagan


Conducía un Porsche 914 naranja con la matrícula “PHOBOS”. Nombre tomado de una de las lunas de Marte. Nunca le pregunté: “¿Por qué Phobos? ¿Por qué no la otra luna, Deimos?” como me hubiese gustado que fuese. De niño me fascinaba la mitología griega y conocía a Phobos como el semidiós del miedo. Es irónico, pues mi padre era la persona menos miedosa que he conocido. Aunque se preocupaba por el estado del mundo de vez en cuando, nunca le detuvo. Cuando hablábamos sobre cómo sería el mundo dentro de 25, 50 o quizás 100 años, decía que era consciente de que habría graves dificultades y retos por delante, pero también creía que todos estaríamos dispuestos a afrontar la tarea. Creía en el ingenio humano y en la compasión, en pensamientos a largo plazo y no a corto plazo, en poner nuestras numerosas diferencias a un lado. Creía en un mañana mejor.

Creía en nosotros.


Es el testimonio de la persona que probablemente mejor le conoció. Su propio hijo, Dorion Sagan. Dorion es también hijo de Lynn Margullis, famosísima bióloga por, entre otras cosas, haber presentado, defendido a ultranza y desarrollado la teoría endosimbiótica. En otras palabras, sostuvo y, creo que ya ha demostrado a estas alturas, que asociaciones permanentes de bacterias dieron lugar a las células eucariotas o células con núcleos diferenciados. Células como las que conforman nuestro organismo humano, células que a su vez se organizan y colaboran entre sí para crear nuestros cuerpos.
¡Esa casa tuvo que ser alucinante! Por una parte, Dorion es hijo de una bióloga que dio al traste con una teoría evolutiva que pintaba a los organismos terrestres como unos desalmados, compitiendo unos contra otros como único mecanismo de la selección natural, para reemplazarla por una teoría bien distinta que dicta que los organismos complejos aparecen por pura colaboración.

Como en la economía real: El comercio y la cooperación proporcionan mucha más riqueza que el sometimiento.

Y por otro lado, está el protagonista de este artículo, el padre de Dorion. El sabio contemporáneo que, probablemente, tiene más millones de homenajes dedicados en todo internet.

Aquí va mi homenaje particular a modo de regalo de Navidad, uno más de entre millones, pero no pierdan de vista que  el legado de Sagan  no sólo tiene utilidad para astrónomos, astrofísicos o científicos en general, sino sobre todo para mantener la cordura y el sentido común. Carl Sagan es sinónimo de Ciencia, pero sobre todo de sentido común aplicado a todos los campos de la Ciencia.
Incluida la ciencia económica.
Sí amigos, el legado de Carl Sagan puede también enseñarte a invertir, utilizando el escepticismo, el sentido común, el método científico y el amor al desarrollo humano. Si buceas en sus mensajes como yo lo he hecho verás que son una magnífica herramienta para distinguir entre las buenas y las malas inversiones.


*** Carl Sagan ***

El sabio que te enseñó que tú también eres hermano de las estrellas
Cuando se describe a Carl Sagan se dice que se hizo famoso por ser astrónomo, astrofísico, cosmólogo y divulgador científico. Pero no fue sólo eso sino que, como buen sabio, se atrevió a escribir sobre campos muy dispares y aparentemente no conectados entre sí. Áreas del conocimiento tan diversas como la evolución, la psicología, la antropología, la biología, la genética... y hasta sobre los efectos de la marihuana.
Sí, Carl Sagan investigó científicamente el uso y consecuencias de fumar marihuana y lo registró todo bajo el pseudónimo de Mr X.
Sin embargo, Sagan no es especialmente famoso por el ingente conocimiento que aportó. En realidad no era un "minero del conocimiento", sino que es mucho más recordado por el entusiasmo que despertó, y sigue aún despertando cada día desde que murió en 1996, en millones de personas en todo el mundo por su forma de estudiar el cosmos y por el sentido común que desprende los métodos con los que se acercaba a su estudio.
¿Qué es el Cosmos? ¿El Universo? ¿El Espacio? ¿Las galaxias con sus estrellas?
No, para Sagan el Cosmos era mucho más:


El cosmos es todo lo que es, todo lo que fue y todo lo que será. Nuestras más ligeras contemplaciones del cosmos nos hacen estremecer: sentimos como un cosquilleo nos llena los nervios, una voz muda, una ligera sensación como de un recuerdo lejano o como si cayéramos desde gran altura. Sabemos que nos aproximamos al más grande de los misterios.

Sagan es sinónimo de entusiasmo por el saber, por desentrañar la naturaleza de la propia Naturaleza, de amor a la vida, de rigor científico, de autoconocimiento y exploración espacial y microscópica, de buceo excitante en la psicología humana, de respeto extremo al medio ambiente y a la dignidad de la especie humana. El nombre de Sagan tiene reminiscencias a polvo de estrellas, ese polvo del que estamos hechos todos en este planeta, la materia de la que forman parte todos los cuerpos del Sistema Solar. Silicatos, aluminio, hierro, oxígeno... y hasta el mismísimo carbono sin el que no existiría ser alguno en la Tierra, se formaron en el interior de una estrella anterior al Sol que, posteriormente, explotó para dar lugar a la estrella que hoy nos alumbra. TODOS SOMOS HIJOS DE LAS ESTRELLAS. Del Corazón de una Supernova Venimos, es Viaje a la Estrellas.



Somos polvo de estrellas.



Sagan nos enseñó que la especie humana, como especie inteligente, no es sino la forma que tiene el Universo de autoexplorarse y conocerse a sí mismo. Como única muestra conocida inteligente de todo el cosmos, aunque él creía que muy probablemente hay vida inteligente ahí fuera, Sagan asigna a los humanos la increíble y titánica tarea de ampliar los límites del conocimiento del Universo a la vez de conservarlo, para que siga siendo posible la vida, inteligente o no, en él.

Como le ocurre a millones de personas de Ciencia, Carl Sagan es mi fuente de inspiración más potente, mi sabio de cabecera y mi guía personal en los momentos de incertidumbre. Ocupa el lugar que para otros podría llenar quizás un dios, a modo meramente de guía espiritual, con la diferencia de que yo sé que Carl es mi padre intelectual, pero ni era perfecto, ni inmortal ni podré reunirme con él cuando muera. Sólo me queda su legado, es lo que le hace inmortal; su memoria y su palabra viviendo en cada uno de nosotros. Sus ganas placenteras de abrirse al conocimiento del mundo con sentido común, pero con sano escepticismo, su incansable lucha contra todo tipo de teorías pseudocientíficas que socavan los principios más básicos de la Ciencia.
Si tuviéramos la enorme suerte de tener a Carl hoy entre nosotros, no me cabe duda de que habría aportado una impagable labor contra la magufería que se extiende por internet como una mancha de aceite, contra los negacionismos de todo tipo (del virus del VIH, del cambio climático, de la imposibilidad de romper el Segundo Principio de la Termodinámica con coches de agua y máquinas de movimiento perpetuo, de las vacunas, etc.) que se basan en un retorcimiento torticero de argumentos pseudocientíficos y en un desprecio total al consenso científico.


Si quieres salvar a tu hijo de la polio puedes rezar o puedes vacunarlo... Aplica la ciencia.


www.ploff.net

Hey, no nos pongamos excesivamente serios. Sagan, como buen sabio, tenía un excelente sentido del humor.

Porque necesitamos a Carl Sagan a diario, y hoy más que nunca, necesitamos más Ciencia.
Cuando flaquean las fuerzas porque se impone el oscurantismo, la sinrazón y se desprecia el método científico para premiar las creencias, supersticiones, magufadas, teorías pobremente sustentadas y fundamentadas y todo tipo de miserias humanas que se acumulan en torno a la sinrazón, siempre me viene a la mente una cita adecuada de Carl. En ese momento todo empieza a cambiar y mi ánimo se incrementa,sSus palabras me reconfortan y motivan y su aliento me impulsa a seguir investigando, comparando, dudando, a ser escéptico pero con amplitud de miras, tal y como él era.
Escéptico, dudando de todo. Pero abierto al mundo, abierto siempre a la posibilidad de aprender. Con la mente abierta... pero no tanto que se te pueda caer el cerebro, ¿verdad?


Encontrar el equilibrio entre no creerse nada y creérselo todo puede ser más sencillo de lo que crees. Combina escepticismo, sentido común y método científico. Te asombrarás del resultado.
¿Acaso no se sienten así muchos inversores y especuladores tras dejarse llevar por los cantos de sirena de, por ejemplo, ciertas compañías cotizadas? ¿Por qué no trasladar sus enseñanzas al mundo de la inversión bursátil?


Aplicar el Método Socrático

La ciencia es más que un simple conjunto de conocimientos: es una manera de pensar

Aplicar el método científico es bastante sencillo. No hace falta ser físico, ni científico, ni siquiera haber cursado la secundaria. Incluso el más analfabeto puede recorrer el proceso de ver un hecho, plantear una hipótesis para explicarlo y chequear si es realmente así. Hasta el inversor menos experimentado puede recurrir al escepticismo para preguntarse a sí mismo si esa inversión en la que quiere entrar es una buena empresa o, si por el contrario, nuestros deseos nos hacen confundir realidad y fantasía.


La primera gran virtud del hombre fue la duda, y el primer gran defecto la fe.

Aquí Sagan se refiere tanto a la fe religiosa como a cualquier otra convicción no soportada por evidencias o por el mero sentido común.
La duda, bien administrada, nos libra de necesitar la fe. Invertir con fe en lugar de con cabeza es un craso error que incluso los científicos más inteligentes pueden cometer. El coeficiente intelectual de Sir Isaac Newton ha debido ser uno de los más elevados de la especie. Sin embargo, al dejarse contagiar por el entusiasmo bursátil de la gente se portó como un estúpido (como nos hemos portado otros muchos sin tener su extraordinaria cabeza, por cierto). Entre la sabiduría y la necedad hay un corto paso que muy pocos son capaces de no dar.


El coeficiente intelectual de Sir Isaac Newton ha debido ser uno de los más elevados de la especie. Sin embargo, al dejarse contagiar del entusiasmo bursátil de la gente se portó como un estúpido. Entre la sabiduría y la necedad hay un corto paso que muy pocos son capaces de no dar. - See more at: http://efrueda.com/newton-y-la-bolsa#sthash.N8FvyT5o.dpuf
Puedo calcular el movimiento de los cuerpos celestes, pero no la locura de la gente.
Sir Isaac Newton tras perder 20.000 libras en la Compañía de los Mares del Sur.

Carl Sagan fue probablemente la persona que llevó la técnica del escepticismo a su más alto nivel. Porque ser completamente escéptico es fácil, muy fácil, sólo consiste en dudar y renegar de todo lo que uno no tiene por cierto. Desgraciadamente, las personas que dudan de todo son las primeras que se suelen enrocar en posiciones inamovibles ajenas a la Ciencia, ¿verdad?


La pseudociencia difiere de la ciencia errónea. La ciencia crece sobre los errores, arrancándolos uno por uno. Conclusiones falsas se obtienen todo el tiempo, pero son hechas tentativamente. Las hipótesis se hacen de modo que sean capaces de ser refutadas. Una sucesión de hipótesis alternativas es confrontada por el experimento y la observación. La ciencia vaga y se tambalea hacia un entendimiento mejorado. Los sentimientos propios desde luego son ofendidos cuando una hipótesis científica es rechazada, pero esos rechazos son reconocidos como centrales para la empresa científica.
La pseudociencia es lo opuesto. Las hipótesis frecuentemente son hechas precisamente para que sean invulnerables a cualquier experimento que ofrezca un prospecto de refutación, así que en principio no pueden ser invalidadas. Los practicantes son defensivos y cautelosos. El escrutinio escéptico tiene oposición. Cuando las hipótesis pseudocientíficas fallan en cautivar a los científicos, se deducen conspiraciones para suprimirlas. [...]
Carl Sagan, El mundo y sus demonios.  Vía La Corte de los Milagros.

Conspiraciones para justificar las bases de la pseudociencia. Estoy seguro de que muchos estáis recordando en silencio multitud de ejemplos modernos en muchos ámbitos del conocimiento que internet ha amplificado de forma extraordinaria.


Quizás la más nítida distinción entre ciencia y pseudociencia es que la ciencia tiene una apreciación más fina de las imperfecciones y falibilidad humanas que la pseudociencia (o la revelación "inerrante"). Si nos negamos a reconocer dónde estamos en riesgo de caer en el error, entonces podemos esperar con confianza que el error —incluso el error serio, equivocaciones profundas— será nuestro compañero para siempre. Pero si somos capaces de una pequeña autoevaluación valerosa, sin importar las lastimeras reflexiones que puedan engendrar, nuestras oportunidades mejoran enormemente.
Carl Sagan, El mundo y sus demonios.  Vía La Corte de los Milagros.

Pero él iba más allá al acercarse a las nuevas cuestiones planteadas, siempre con escepticismo, pero a la vez con amplitud de miras. "Voy a estudiar este fenómeno, esta mera posibilidad, a ver si es posible, pero tengo que encontrar (y contrastar) todas las razones por las que quizás no es posible. Una vez lo haga, lo presentaré como un caso digno de consideración".


¿Qué es el escepticismo? No es nada esotérico. Nos lo encontramos a diario. Cuando compramos un coche usado, si tenemos el mínimo de sensatez, emplearemos algunas habilidades escépticas residuales (las que nos haya dejado nuestra educación). Podrías decir: "Este tipo es de apariencia honesta. Aceptaré lo que me ofrezca." O podrías decir: "Bueno, he oído que de vez en cuando hay pequeños engaños relacionados con la venta de coches usados, quizá involuntarios por parte del vendedor", y luego hacer algo. Le das unas pataditas a los neumáticos, abres las puertas, miras debajo del capó. (Podrías valorar cómo anda el coche aunque no supieses lo que se supone que tendría que haber debajo del capó, o podrías traerte a un amigo aficionado a la mecánica.) Sabes que se requiere algo de escepticismo, y comprendes por qué. Es desagradable que tengas que estar en desacuerdo con el vendedor de coches usados, o que tengas que hacerle algunas preguntas a las que es reacio a contestar. Hay al menos un pequeño grado de confrontación personal relacionado con la compra de un coche usado y nadie afirma que sea especialmente agradable. Pero existe un buen motivo para ello, porque si no empleas un mínimo de escepticismo, si posees una credulidad absolutamente destrabada, probablemente tendrás que pagar un precio tarde o temprano. Entonces desearás haber hecho una pequeña inversión de escepticismo con anterioridad.
Carl Sagan. La carga del escepticismo.

Es curioso como Sagan emplea las palabras "inversión" y "pagar un precio". Aunque os siga sonando extraño, mantengo la hipótesis, (no falsable, eso sí, lo reconozco) de que Sagan habría sido un gran inversor en bolsa.
Desde luego, mostrarse escéptico, con flexibilidad y altura de miras, es más que rentable. Y, ¿podría hacerlo todo el mundo? ¡Claro que sí!, no es cuestión de ser más o menos inteligente, ni de haber estudiado en tu juventud. Se trata en realidad tan sólo de ser curioso y tener capacidad de dudar hasta de uno mismo.


Ahora bien, esto no es algo en lo que tengas que emplear cuatro años de carrera para comprenderlo. Todo el mundo lo comprende. El problema es que los coches usados son una cosa, y los anuncios de televisión y los discursos de presidentes y líderes políticos son otra. Somos escépticos en algunas cosas, pero, desafortunadamente, no en otras.
Carl Sagan. La carga del escepticismo.


El escepticismo constituye una forma de evitar los errores, o al menos de disminuir las posibilidades de cometerlos. Se ponen a prueba las ideas, se las verifica empleando rigurosos criterios de comprobación. Yo no creo en la existencia de una única verdad, pero cuando se permite la discusión de las distintas opiniones, cuando cualquier escéptico puede practicar un experimento para verificar su teoría allí tiende a surgir la verdad. Esto lo ha experimentado la ciencia en toda su historia. No es un método perfecto, pero sí el único que parece dar resultado.
Carl Sagan. La carga del escepticismo.

Por encima de todo, Carl Sagan fue un sabio. Y como buen sabio, explicaba cosas complejas de forma sencilla y cautivadora. Millones de personas saben de él gracias a la legendaria serie Cosmos, un delicioso viaje por el universo, la historia, la filosofía y el conocimiento humano. Ver los capítulos de Cosmos debería ser obligatorio en la escuela. Te hace reconciliarte con el mundo, adquirir conciencia de lo pequeño que eres y a la vez de lo potente que es el ser humano cuando aplica la mejor herramienta de la que dispone: La Ciencia.
Cuarenta años después, Cosmos sigue siendo un documental fresco y rico en profecías, varias de las cuales ya se han cumplido.
Cosmos está disponible de forma gratuita en Youtube. Por favor, atiende el mensaje de Ann Druyan, tercera esposa de Sagan y la valedora de su mensaje desde su muerte en 1996 a través del Portal Carl Sagan y la Fundación Carl Sagan. Deléitate viéndola con tus hijos, enséñales a pensar, provéeles de la mochila de entusiasmo y espíritu crítico que debería acompañarles durante toda la vida.



De entre la prolífica lista de artículos, libros, ensayos y hasta documentales que nos legó Sagan, es difícil escoger una cita o una obra de referencia que les pueda transmitir en poco tiempo la síntesis de su filosofía. Quizás el pasaje en el que habla de la Biblioteca de Alejandría en el último capítulo de la serie Cosmos, el número 13 (tomad del frasco, supersticiosos), es el que más me gusta. En este pasaje, Sagan resume como todo el conocimiento humano acumulado en la antigüedad, que era mucho más completo de lo que solemos pensar, cae en el olvido gracias al fanatismo, la superstición y el miedo a lo desconocido.



Sin embargo, Sagan hace una concesión a la autocrítica. Por encima del fanatismo religioso o de la turba enfurecida, echa la culpa del desastre del saqueo de la biblioteca a la falta de comunicación entre los científicos y la población y al escaso espíritu crítico (falta de escepticismo al fin y al cabo) de la sociedad consigo misma, empezando por los propios sabios de la biblioteca. Los científicos vivían de espaldas al pueblo en una especie de despotismo ilustrado Ptolemaico, por ejemplo, obviando la injusticia de la esclavitud.


La ciencia y el saber en general estaban reservados a unos cuantos privilegiados, la vasta población de esta ciudad no tenía la mas vaga noción de los grandes descubrimientos que se estaban realizando dentro de estas paredes. ¿Cómo podían saberlo? Los nuevos hallazgos no eran explicados o popularizados, el progreso realizado aquí les beneficiaba poco, la ciencia no formaba parte de sus vidas.
Carl Sagan. Cosmos, cap.13.

A pesar de que se tienen pruebas de que ya existían primigenias máquinas de vapor y otros inventos que, todos hemos visto, han tenido una aplicación brutal a la hora de liberar a la población de las tareas y trabajos más peligrosos y exigentes desde hace ni dos siglos escasos, ese conocimiento se guardaba celosamente en la biblioteca en lugar de ser compartido con los demás para que todos pudieran beneficiarse.


Se cuestionó la permanencia de las estrellas, pero no si la esclavitud era justa o no.
Los científicos jamás captaron el enorme potencial de las máquinas para liberar al pueblo.[...] La ciencia nunca capturó la imaginación de la gente.
No existía contrapeso alguno contra el estancamiento, el pesimismo ni la más abyecta entrega al misticismo. Así que, cuando el populacho vino a quemar esta biblioteca, no había nadie que pudiera detenerlo.
Carl Sagan. Cosmos, cap.13.


Después de todo, cuando estás enamorado, quieres contarlo a todo el mundo. Por eso, la idea de que los científicos no hablen al público de la ciencia me parece aberrante.

Hoy no hay excusa. Internet hace posible que accedas a una gran parte del conocimiento del mundo. Usa tu escepticismo para filtrar la morralla del saber.

La serie Cosmos tiene un remake muy reciente, con grandes medios, imágenes espectaculares y un narrador de lujo, Neil de Grasse Thyson, otro científico marcado directamente y de por vida por la influencia de Sagan, tal y como él mismo lo explica:


Que te envíe una carta personal el científico y divulgador más famoso del mundo no es algo que pase todos los días. Sin embargo, para Carl era muy normal dedicar el tiempo necesario a cualquier persona que quiera saber más sobre Ciencia y el Cosmos, era parte de su tarea en el mundo.



Sagan nunca rechazaba la oportunidad de despertar la llama de la vocación temprana en los niños o ayudar a desarrollar las prometedoras carreras de los jóvenes.


Es por ello que Carl Sagan dedicó una buena parte de su vida a hacer llegar el mensaje de la Ciencia a la población, a divulgar Ciencia de una forma absolutamente deliciosa para todo el mundo. Creo poder decir, sin temor a equivocarme, que la mayoría de los astrónomos y astrofísicos del mundo, y una muy buena parte de las decenas de millones de científicos que deben existir sobre la faz de la Tierra, deben el despertar de su vocación, y las energías para no hundirse en los momentos duros, al aliento de Carl Sagan.

Hace ya 20 años que pensé en dedicarme al estudio de la energía, lo cual no quiere decir que viva de ello. Existen muy buenas razones para haber tomado esa decisión, desde caer en la cuenta de que somos muy brutos en la forma de como generamos esa energía, hasta la sospecha inical de que los residuos que generamos y emitimos al medio ambiente tras usarla no tienen más que efectos perjudiciales en todos los ecosistemas del planeta.

Un buen día, leí sobre la sospecha, hoy constatación, de que el ser humano está modificando el clima de su único planeta. El consumo desaforado de energía fósil, carbón, gas y petróleo, es el responsable, con gran diferencia sobre el resto de los factores, de que nuestra atmósfera esté sufriendo un cambio irreversible que tendrá profundas implicaciones en toda la Naturaleza y en el sustento de todas las especies. Tan profundas que apenas somos capaces de imaginar que pasará realmente, pero sí sabemos que el proceso se ha iniciado y las consecuencias no están siendo nada buenas.
El clima no es una ciencia de efectos lineales y, realmente, no sabemos como se puede comportar un sistema complejo en el que interaccionan atmósfera, biosfera, criosfera, ciclo del carbono, ciclo del agua, efecto de las nubes, radiación solar, erupciones volcánicas etc. Existen siempre dudas al respecto, dudas razonables que se intentan acotar de la mejor manera. Pero sí tenemos constancia de varios hechos:
  • Estamos emitiendo gases de efecto invernadero a la atmósfera a un ritmo mucho más elevado de lo que el planeta puede absorber.
  • La concentración de gases es creciente; y el calor retenido también.
  • Es el cambio no violento más rápido experimentado nunca en la historia.
  • Una de las especies más perjudicadas por los efectos, debido a su amplia distribución y economía especializada, será el homo sapiens sapiens.

No se trata de una opinión, los hechos científicos no son opinables. Los hechos demostrados por la Ciencia no se tratan como cuando se habla sobre el futuro resultado del Madrid-Barça, sobre si te gusta más Rihanna o Miley Cyrus o los supuestos efectos de la independencia de Cataluña en la recaudación del Baix Ampordá. Los hechos comprobados y rebatidos miles de veces por el método científico no son objetos de discusión de sus fundamentos en la barra del bar.

Yo mismo he gastado cientos de horas, inútilmente, en tratar de hacer entender a muchas personas que no se trata de una religión ni de una imposición de un supuesto lobby climático ni de una mafia calentóloga, que el cambio climático existe y está mundial y universalmente comprobado y que cualquiera que tenga un mínimo de curiosidad, escepticismo y amor por la Naturaleza y el Cosmos puede llegar a constatarlo con su curiosidad como motor, el sentido común como moderador y la mera aplicación del método científico como herramienta.

Sin embargo, como Carl decía:
No puedes convencer a un creyente de nada porque sus creencias no están basadas en evidencia, están basadas en una enraizada necesidad de creer.

La realidad del cambio climático está sustentado por las miles de pruebas que han realizado cientos de miles de científicos en todo el mundo gracias a las herramientas más poderosa de la que dispone el ser humano: La Ciencia.  Es imposible que un ser humano que desprecia el método científico y que, por supuesto, jamás se dignará a leer nada mínimamente serio que no sea la editorial su periódico de cabecera, que normalmente es un periódico religioso o sectario para más inri, se atenga a contrastar sus ideas preconcebidas.
Pero también nos podemos encontrar con el efecto contrario, un exceso de ortodoxia científica para negar la mayor. Hace poco encontré un artículo de un médico científico que se declaró en su día cansadísimo de luchar contra los negacionistas del VIH y su relación con el SIDA. Susitúyanse los acrónimos VIH por "gases de efecto invernadero" y SIDA por "cambio climático" y comprenderán como me siento yo.
Cuando se dispone de un cuerpo de evidencias experimentales que han sido admitidas por la inmensa mayoría de los especialistas en el campo, se da por validada la teoría de que VIH existe y produce el SIDA. Siendo estricto eso no significa que lo validado sea una dogma, lo que significa es que ahora el peso de la prueba cae del otro lado, quien afirme que esos tubos no contienen el virus, o que lo que contienen es inocuo, son lo que deben demostrarlo. No vale ampararse en historias ni conspiraciones, los tubos están a disposición de quien quiera investigar con ellos. Basta con hacer unos experimentos y para validar/refutar su hipótesis.
Pero conforme iba escribiendo la historia con más detalle fui perdiendo interés. Por vez primera desde que he tratado este tema en el blog, me ha empezado a dar igual que haya gente que piense que el VIH no existe, o que es inocuo, allá ellos. He escrito suficiente información, tanto desde el punto de vista de la biología molecular, como desde el punto de vista social e histórico, como para sentirme tranquilo y satisfecho de haber cumplido con mi papel de divulgador. A partir de aquí cada uno debe empezar a ser responsable de lo que piensa y de las consecuencias que eso pueda acarrear.
Este nuevo “pasotismo” deriva del continuo martilleo de preguntas realizadas mil veces y contestadas otras tantas, y de la información que leo en ocasiones en foros donde se niega la existencia del VIH. Se ha generado en la red una serie de información que se repite una y otra vez en todos los foros anteriormente mencionados y que provienen de la magnificación de las lagunas de conocimiento que aún se tienen, de lecturas parciales o tergiversadas de artículos de investigación o de bulos directamente inventados por personas de desconocidas intenciones (al menos para mí).
Manuel, vía el excelente blog La Ciencia y sus Demonios, el mejor blog en español como cura contra los negacionismos pseudocientíficos y las teorías magufas, como la negación del VIH y el SIDA, el creacionismo y la homeopatía.

Curiosamente, Carl Sagan fue uno de los científicos que avisó, de forma temprana, de la que se nos venía encima cambiando la composición de la atmósfera. Eso sí, sesenta años después de Svante Arrhenius.
Corrían los últimos años de la década de los cincuenta. Sólo era un doctorando en astrofísica y astronomía que estudiaba la atmósfera de planetas cercanos, principalmente por análisis espectral de la radiación que reflejaban del Sol. Es decir, intentaba discernir la composición de la atmósfera leyendo el espectro electromagnético reflejado por el planeta. Dicho en otras palabras, estaba deduciendo de que estaba compuesto un cuerpo a más de 100 millones de kilómetros del Sol (caso de Venus) simplemente estudiando la luz que llegaba desde allí.
Las conclusiones de su trabajo de doctorado causaron sensación, pues cerró las puertas a que la especie humana se estableciera en Venus... pero abrió las de Marte como potencial hogar de la Humanidad en un futuro.

No podemos vivir en el Planeta Venus


Demostró que la vida, tal y como la conocemos, es imposible en Venus porque la espesa capa de nubes que cubría el planeta mantiene una altísima presión atmosférica y una temperatura global permanente que sobrepasa los 450º centígrados. Esto hace que Venus sea más caliente que Mercurio, a pesar de hallarse a más del doble de la distancia del Sol que éste y de recibir sólo el 25% de su radiación solar. Según cálculos teóricos fácilmente cuantificables, la temperatura de Venus no tendría por qué ser mayor, de media, a la temperatura de congelación del agua (0ºC), una temperatura muy similar a la que tendría teóricamente la Tierra. Sin embargo, según Sagan superaba esta cota en más de 450ºC nada menos, y todo ello debido a un efecto invernadero brutal causado por una atmósfera extremadamente rica en dióxido de carbono o CO2.
Estos resultados le dieron que pensar, cuando aún ni era doctor, sobre lo peligroso que era seguir incrementando las emisiones de este gas de efecto invernadero en la Tierra si no se encontraba la forma de volver a fijarlo de forma sólida para eliminarlo de la atmósfera.
La NASA quedó tan impactada por sus estudios que le llamó en el acto para formar parte del equipo que enviaría la sonda Mariner II a orbitar el planeta Venus. Tal y como lo predijo Sagan, la Mariner II constató que Venus es un planeta de extremos climáticos. Pudo detectar el lento movimiento de rotación retrógrada, la temperatura superficial extrema de en torno a 465ºC y las altas presiones en su superficie y, por supuesto, también pudo detectar la predominancia del dióxido de carbono en su atmósfera, en torno a un 96% del total de gases que la componen.
Desde entonces se aceptó este término acuñado por Sagan, "efecto invernadero", para dar explicación a las elevadas temperaturas del planeta Venus... y al fenómeno que hace posible que la Tierra esté 33ºC más caliente de lo que le corresponde y que puede ir más allá si no se le pone coto con las continuas emisiones de gases a la atmósfera por nuestra actividad industrial.

Pero Sagan fue más allá. Se fijó también en Marte y en como una escasez de atmósfera provoca justamente el efecto contrario. Sus observaciones y el ansia de colonizar otros mundos como modo de asegurar un salvoconducto para la humanidad debería llevarnos a reflexionar antes de intentarlo.


Hemos hecho un trabajo tan pésimo en lo que respecta a administrar nuestro planeta que deberíamos tener mucho cuidado antes de tratar de administrar otros.

Hacia el final de su vida, pocos meses antes de morir, la enfermedad puede estar afectándole. Su tradicional optimismo en la especie humana decae y muestra sus dudas sobre la trayectoria que ha emprendido el gobierno de su país. En esta corta entrevista  Sagan se lamenta de que vivimos en una sociedad basada en ciencia y tecnología, pero gobernada por ignorantes en ciencia y tecnología. No puedo evitar establecer paralelismos con la economía. Una sociedad que vive pendiente de la economía, una ciencia social en franco desarrollo al fin y al cabo, una sociedad gobernada por ignorantes en los fundamentos más básicos de esa ciencia económica.




La ciencia es algo más que conocimiento. La ciencia es una forma de pensar, una forma de interrogar al universo desde el punto de vista escéptico, entendiendo plenamente que el ser humano puede equivocarse.
Si no somos capaces de ser escépticos, de hacer preguntas a la autoridad, entonces estamos a merced del próximo charlatán político o religioso que se presente.
Es algo que ya dijo Jefferson: La gente debería ser educada para practicar su escepticismo, de lo contrario nosotros no manejaríamos al gobierno, sino que el gobierno nos manejaría a nosotros.

Y no les quiero contar mucho más. Investiguen por su cuenta sobre el legado de este extraordinario hombre, compren sus libros, incluida su única y deliciosa novela, Contact. Abran su mente sin permitir que se caiga su cerebro. Disfruten del mundo, del Universo, saboreen la incomparable experiencia de estar vivos y de disfrutarlo admirando la grandeza del Cosmos, del lugar en el que estamos y del cual provenimos. Vivan en comunión con él.


Somos el medio para que el cosmos se conozca a sí mismo.

No quisiera irme sin compartir con vosotros la sensación de haberme sentido el ser más nimio, insignificante y pequeño elemento de todo el Cosmos. Probablemente habréis sentido algo comparable al observar el cielo estrellado en campo abierto, admirando su inmensidad comparado con vuestro pequeño cuerpo. Creo que esa es una de las mejores sensaciones que un humano puede experimentar, porque no sólo nos provee de humildad a raudales, sino que nos hace conscientes, a la vez, de lo especial que es este Universo del que formamos parte... y lo absurdo de malgastar las energías en luchas fratricidas, esfuerzos fútiles y sentimientos rencorosos que no llevan a ningún lado, salvo el caos y el odio.

Este es mi regalo de Navidad para toda Rankia. 

Sólo procurad vivir esta experiencia: la de sentirse como una miserable cagarruta de mosca comparado con la inmensidad del Universo. Despojaos de vuestra soberbia, percataos de lo insignificantes que sois, que somos todos. Dejad a un lado esas rencillas que os amargan, siembran el odio y nublan la mente. Abrid vuestro corazón al Cosmos y a cada ser humano que forma parte de él.
Disfrutad de la certeza de que vivimos en un punto azul pálido, dejaos llevar por ese impulso de reconciliación con todo el Universo que experimentaréis al saber que:
El Universo no fue hecho a medida del hombre; tampoco le es hóstil: es indiferente.

Earth Planet: The pale blue dot.

Tan así es que la sonda Voyager II envia a la Tierra sus datos despues de orientar su antena de alta ganancia hacia nuestro planeta usando un sensor  a bordo que busca un punto azul pálido.
El estudio del Universo es un viaje para autodescubrirnos.



Placa a bordo del Pionero 11


Post Data

Me gustó mucho descubrir que el Agente Smith de Matrix habla igual que Carl Sagan. ¿Un guiño de los guionistas para con el "pepito grillo" de la humanidad"?

VIDEO Cosmos Carl Sagan






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viernes, 19 de diciembre de 2014

Pintar como Andrew "Andy" Warhol

Andy Warhol ilustra perfectamente el estilo de la transferencia y fotocopia. La serigrafía, técnica moderna y su desarrollo para la imprenta a color, fue su herramienta pictórica. Con la serigrafía, Warhol revolucionó el concepto existente de autenticidad y cuestionó profundamente la importancia de la mano de obra del artista como ejecutora.
El estilo fotocopia consiste en mezclar los mismos elementos gráficos con  repeticiones, ampliaciones, alteraciones cromáticas, recortes, fusiones visuales, etc.
Warhol se apoderaba de una simple imagen y la revolucionaba. La clave del éxito de su estilo consiste en cómo Warhol es atraído por un elemento, objeto, imagen, que le llama la atención gracias a su especial sensibilidad y su capacidad de ver lo expresivo en los elementos de la realidad que nos rodea.

EL ESTILO WARHOL

El objeto, imagen o idea que captura y decide como tema del cuadro, pasa a ser “modernizado” o “vestido” con el estilo warhol que es:
- Tintas planas y juegos simples de textura visual.
- Juegos cromáticos de repetición y relaciones. (Aunque los colores puedan ser complementarios y estridentes se reparten de forma armónica y equilibran la imagen, no hay tensión final, sino belleza y armonía).
- La línea y os contornos remarcados (del estilo cómic y también cómo la línea sensible, que consiste en trazar las siluetas fiel a la forma)
- El arte de encajar la imagen correctamente, de modo que los elementos armonicen.
Warhol es parecido a Picasso en el aspecto juguetón del arte. Pero Picasso destruía y reconstuía mientras Warhol se apodera y transforma en bellezas cromáticas y de tintas planas. Para ambos la experimentación con las herramientas pictóricas era la forma de buscar y crear la belleza. Sin preocuparse demasiado por mensajes ni contenidos temáticos expresivos de las obras, transmiten otras ideas. Principalmente, ambos, cuestionando la realidad.







Ver estos enlaces:

http://inspirastic.com/como-hacer-un-retrato-pop-art-andy-warhol/

http://www.ehowenespaol.com/crear-retratos-arte-pop-como_103367/

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domingo, 14 de diciembre de 2014

Carolina Gómez Ávila : Fotografias

Carolina Gómez Ávila: "Puedo ser ácida, pero no tanto"
Carolina Gómez Ávila debutó como actriz en "Sonrisas y carcajadas"


Entrevista con Carolina Gómez Ávila


¿Escondida? No, Carolina Gómez Ávila dice que no. Que tras su abrupta salida de Televen bastante que intentó recuperar un espacio para su show televisivo. Que llamó primero a Carlos González Junior de RCTV, y nada. Que se comunicó con Joaquín Riviera, y tampoco. Que después se inscribió como productora independiente y hasta hizo cursos de guiones y producción en el Ministerio de Comunicación.

Ahora se desquita, aunque ya no como animadora de un talk show televisivo, sino como actriz y de humorista en Son risas y carcajadas, el programa que TVes ha propuesto como alternativa de La Rochela.

-Es prematuro establecer comparaciones entre y . Sobre todo porque apenas vimos dos o tres sketchs. Pero uno supone que Ud. debe tener una opinión propia.La RochelaSon risas y carcajadas

-Establecer una comparación entre aquel y este programa es una labor imposible. Yo no siento que estoy compitiendo con lo que había. Tú dirás: "Bueno, pero es que lo transmitieron el mismo día y a la misma hora". Pero yo estoy ajena a todo eso. Soy solamente la actriz. Lo que sí puedo decir es que este es un programa con otra propuesta, con un humor distinto. Ahora, el resultado que va a tener este programa no lo puedo prever.

-¿Cómo fue que decidió arriesgarse?

-Aquí hay un equipo de actores que tiene mucha experiencia: está Perucho Conde, Pedro Soto, Nelson Paredes, Malena Alvarado, y un elenco de jóvenes formados en el teatro. Aquí hay además un equipo de escritores, algunos de ellos noveles escritores que están coordinados por Yahaira González. Pero cuando un programa comienza hay que darle un timing para que todo engrane.

-¿Qué le dejó ?El show de Carolina GómezÁvila

-Yo me siento muy orgullosa de El show de Carolina Gómez Ávila, porque lo hice con seriedad, dignidad y, desde el fondo de mi conciencia moral, estoy convencida de que hice algo bueno para cambiar los cánones de belleza en la televisión.

-Usted es guapa...

-Yo soy bonita, pero soy una mujer con sobrepeso y eso no lo habías visto en un show como el que yo hice. El hecho de que una mujer con sobrepeso fuera la animadora o desanimadora, marcó un hito. Creo que eso me lo llevo para donde me vaya.

-Lo que sí es cierto es que usted no era tan sencillita. Más bien era un ajicito...

-Yo puedo ser ácida, pero no tanto, por ejemplo, como Rosie O'Donnell, que sí se metía con el público. Para mí el público era sacrosanto, así que yo era incapaz de decirle ni "ñ". Yo sabía que estaba haciendo un show impertinente, pero creo que logré una tropicalización del programa de Rosie O'Donnell con cierta ética. Para que tengas una idea, yo recibía en las mañanas a todos los invitados con un discurso que tenía más o menos preparado. "Allá adentro yo soy una niña tremenda e impertinente, pero ustedes también tienen el derecho de expresar lo que quieran", les decía. Entonces se iniciaba un enfrentamiento entre iguales, entre comillado, por supuesto, porque yo, siendo la dueña de la casa, obviamente tenía muchas cartas a mi favor.

-¿Qué tal es como actriz? ¿Acaso se ha sorprendido?

-No, yo no soy tan pedante como para responderte eso. Prefiero que lo diga la gente.

-Se lo decía porque saltar de la animación a la actuación no debe ser muy fácil.

-Como anécdota te puedo decir que me aprendí todo mi libreto, pero cuando llegó la hora de grabar el primer sketch se me olvidó todo. Luego arranqué y ya al tercer o cuarto sketch simplemente me vacilé mis pequeños parlamentos, porque no vayas a creer que soy la diva del programa, no. Mis parlamentos son todavía pequeñitos.

-Ahora que está en , Luis Chataing la volverá a convertir seguramente en uno de sus blancos. ¿Está preparada? Son risas y carcajadas

-Uhmmmm, no tengo nada que decir al respecto.




El show de Carolina Gómez Avila y La animadora que devora las mañanas


 
Al llegar al estudio de El show de Carolina Gómez Avila, la orquesta es lo primero que se ve y escucha entre las pruebas de cámara y micrófonos. Con entusiasmo mañanero, Andy Durán, el director de orquesta, ensaya con sus pupilos. Todo transcurre en calma. El coordinador gira las últimas instrucciones mientras los productores, algo presurosos, hablan con la estrella del programa, Carolina Gómez Avila antes de su entrada triunfal al estudio.
Trajeada con un conjunto azul, saluda de besitos al público. "¡Hola a todos! ¿Cómo están? ¿Por qué están tan serios?", dice con amplia y dulce sonrisa, disipando los rumores de que es una persona agresiva con el público y con sus invitados.
Los técnicos, productores y animadora detallan los últimos aspectos con el director del programa. "Listo cámara uno", chequean, mientras Gómez Avila detecta un pequeño feedback y comanda las próximas acciones desde el escritorio donde se sienta día a día.
A las once de la mañana comienza el show en vivo y ella sale por una puerta bailando frente el público, con el sonido de la orquesta de fondo, y animando con aplausos. Toma asiento y comienza con su editorial, para luego pasar a la sección de respuestas a los correos. Por último, entre chistes y una presentación sobre su invitado, lo llama y lo convida a bailar hasta que se sientan a conversar.

Su parte idealista
El show de Carolina Gómez Avila ha roto con algunos estándares impuestos en televisión. El que una mujer voluminosa aparezca liderando un programa matutino no es común, y eso ha levantado polvo, suspicacias y comentarios de todo género.
Cuando Gómez Avila aplicó para el casting en Televen, estaba segura de que la rechazarían. Y acertó. Lo que no atinó siquiera a imaginar era que productores del canal la tomarían en cuenta para realizar otro tipo de programa, algo más parecido a ella, una suerte de show como el de Rosie O'Donnell, pero tropicalizado.
"Cuando realicé el casting, no era este show lo que se tenía en mente sino otro tipo de programa donde había varias animadoras", recuerda. "Yo no creía que los canales de televisión comenzarían a abrirse a personas con una apariencia física distinta a lo que se espera por los cánones de belleza de la moda".
Pues todo lo contrario ha sucedido, al menos en el canal de Horizonte y entre los televidentes que se han abocado a seguirla diariamente. Aunque es imposible desarraigar de súbito la idea de que la televisión está hecha sólo para gente súper delgada y despampanante, este show ha logrado traspasar las barreras de lo políticamente permitido en la pantalla chica.
¿Este programa será el punto de quiebra de algunos paradigmas de la televisión? "No lo sé", dice la robusta animadora. "Pero tengo esa parte idealista que quiere creer que está haciendo algo de trascendencia. La gente se dio cuenta que el planeta es igual para todos, que no solamente unos tienen derecho. Quiero romper con ese metamensaje publicitario, que es la creencia de que sólo las personas que responden a los cánones de la moda tienen derecho a recibir regalos de la vida como el éxito, la fama, el dinero y el amor.

Gorda entre negros
Si bien el programa lleva su nombre, Carolina aclara que no es "su show", sino "de Televen", pero es ella la que manda en la parte conceptual del programa. Esta injerencia es notable entre los cortes del show, que generalmente son cuatro, cuando toma los audífonos y se comunica con su director. "Converso mucho con él en cada negro y debatimos entre las cosas que van y no van. Lo que hay es una comunicación en función de un objetivo común", dice.
La realización de este show es ardua, su animadora maneja las entrevistas y situaciones picarescas con cómoda habilidad. A las doce culmina la transmisión y los invitados son convidados a grabar la promoción para el próximo programa. Gómez Avila se despide de sus invitados y se prepara para el episodio de su show de mañana.

"Me siento bien conmigo misma"

-Dicen que las gordas son felices pero tienen complejos muy fuertes. ¿Usted se siente bella?
-La valoración belleza es subjetiva. Si me siento o no me siento bella no es lo mismo que me sienta o no me sienta sana o con alegría de vivir, que forma parte de lo que se refleja como belleza. Me siento bien. La mujer que estás viendo tiene 40 kilos menos que hace siete años e intento adelgazar en la medida en que ello no signifique restarme vida.
-No está casada...
-No estoy casada, ni lo estuve. Probablemente ese sea el punto de mi vida que más requiera de mi atención. Hace siete años tenía 40 kilos de más y 30 años. De modo que conquistar fue siempre una labor muy difícil. Nunca me gustaron los hombres que se me acercaron porque hubo la suma de dos cosas: no soy precisamente una mujer atractiva y además era exigente. Ahora, dentro de mi soledad, te aseguro que hay momentos en que me doy cuenta que lo bueno es no estar mal acompañada.
-¿Y qué de la ironía con sus invitados?
-Para hacer un show yo debo provocar efectos. Creo que a veces los cortes de cámara ayudan a remarcar ese efecto. A la hora de tirar la punta entro a corte y nadie se da cuenta de que me reí y que no hubo tensión sino una pequeña dosis de actuación para subrayar intenciones. Parte del show está en esa pequeña dosis del escándalo sutil que pueda sentir algún televidente, porque le estoy diciendo algo en su cara al invitado. Pero el invitado sabe a lo que vino, el show tiene seis meses al aire.

-¿Qué hay de cierto en el impasse que tuvo con Lila Morillo?
-No solamente no tuve una discusión con Lila Morillo, sino que salimos en excelentes relaciones. Sí supe que una columna de farándula había publicado que ella me había dicho algo al aire. No es verdad, soy muy respetuosa con mis invitados, aunque no lo parezca. Es más, con Lila se grabó otro programa.


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