Carolina Gómez Ávila: "Puedo ser ácida, pero no tanto"
Carolina Gómez Ávila debutó como actriz en "Sonrisas y carcajadas"
Entrevista con Carolina Gómez Ávila
¿Escondida? No, Carolina Gómez Ávila dice que no. Que tras su abrupta
salida de Televen bastante que intentó recuperar un espacio para su show
televisivo. Que llamó primero a Carlos González Junior de RCTV, y nada.
Que se comunicó con Joaquín Riviera, y tampoco. Que después se
inscribió como productora independiente y hasta hizo cursos de guiones y
producción en el Ministerio de Comunicación.
Ahora se desquita, aunque ya no como animadora de un talk show televisivo, sino como actriz y de humorista en Son risas y carcajadas, el programa que TVes ha propuesto como alternativa de La Rochela.
-Es prematuro establecer comparaciones entre y . Sobre todo porque apenas vimos dos o tres sketchs. Pero uno supone que Ud. debe tener una opinión propia.La RochelaSon risas y carcajadas
-Establecer una comparación entre aquel y este programa es una labor imposible. Yo no siento que estoy compitiendo con lo que había. Tú dirás: "Bueno, pero es que lo transmitieron el mismo día y a la misma hora". Pero yo estoy ajena a todo eso. Soy solamente la actriz. Lo que sí puedo decir es que este es un programa con otra propuesta, con un humor distinto. Ahora, el resultado que va a tener este programa no lo puedo prever.
-¿Cómo fue que decidió arriesgarse?
-Aquí hay un equipo de actores que tiene mucha experiencia: está Perucho Conde, Pedro Soto, Nelson Paredes, Malena Alvarado, y un elenco de jóvenes formados en el teatro. Aquí hay además un equipo de escritores, algunos de ellos noveles escritores que están coordinados por Yahaira González. Pero cuando un programa comienza hay que darle un timing para que todo engrane.
-¿Qué le dejó ?El show de Carolina GómezÁvila
-Yo me siento muy orgullosa de El show de Carolina Gómez Ávila, porque lo hice con seriedad, dignidad y, desde el fondo de mi conciencia moral, estoy convencida de que hice algo bueno para cambiar los cánones de belleza en la televisión.
-Usted es guapa...
-Yo soy bonita, pero soy una mujer con sobrepeso y eso no lo habías visto en un show como el que yo hice. El hecho de que una mujer con sobrepeso fuera la animadora o desanimadora, marcó un hito. Creo que eso me lo llevo para donde me vaya.
-Lo que sí es cierto es que usted no era tan sencillita. Más bien era un ajicito...
-Yo puedo ser ácida, pero no tanto, por ejemplo, como Rosie O'Donnell, que sí se metía con el público. Para mí el público era sacrosanto, así que yo era incapaz de decirle ni "ñ". Yo sabía que estaba haciendo un show impertinente, pero creo que logré una tropicalización del programa de Rosie O'Donnell con cierta ética. Para que tengas una idea, yo recibía en las mañanas a todos los invitados con un discurso que tenía más o menos preparado. "Allá adentro yo soy una niña tremenda e impertinente, pero ustedes también tienen el derecho de expresar lo que quieran", les decía. Entonces se iniciaba un enfrentamiento entre iguales, entre comillado, por supuesto, porque yo, siendo la dueña de la casa, obviamente tenía muchas cartas a mi favor.
-¿Qué tal es como actriz? ¿Acaso se ha sorprendido?
-No, yo no soy tan pedante como para responderte eso. Prefiero que lo diga la gente.
-Se lo decía porque saltar de la animación a la actuación no debe ser muy fácil.
-Como anécdota te puedo decir que me aprendí todo mi libreto, pero cuando llegó la hora de grabar el primer sketch se me olvidó todo. Luego arranqué y ya al tercer o cuarto sketch simplemente me vacilé mis pequeños parlamentos, porque no vayas a creer que soy la diva del programa, no. Mis parlamentos son todavía pequeñitos.
-Ahora que está en , Luis Chataing la volverá a convertir seguramente en uno de sus blancos. ¿Está preparada? Son risas y carcajadas
-Uhmmmm, no tengo nada que decir al respecto.
Ahora se desquita, aunque ya no como animadora de un talk show televisivo, sino como actriz y de humorista en Son risas y carcajadas, el programa que TVes ha propuesto como alternativa de La Rochela.
-Es prematuro establecer comparaciones entre y . Sobre todo porque apenas vimos dos o tres sketchs. Pero uno supone que Ud. debe tener una opinión propia.La RochelaSon risas y carcajadas
-Establecer una comparación entre aquel y este programa es una labor imposible. Yo no siento que estoy compitiendo con lo que había. Tú dirás: "Bueno, pero es que lo transmitieron el mismo día y a la misma hora". Pero yo estoy ajena a todo eso. Soy solamente la actriz. Lo que sí puedo decir es que este es un programa con otra propuesta, con un humor distinto. Ahora, el resultado que va a tener este programa no lo puedo prever.
-¿Cómo fue que decidió arriesgarse?
-Aquí hay un equipo de actores que tiene mucha experiencia: está Perucho Conde, Pedro Soto, Nelson Paredes, Malena Alvarado, y un elenco de jóvenes formados en el teatro. Aquí hay además un equipo de escritores, algunos de ellos noveles escritores que están coordinados por Yahaira González. Pero cuando un programa comienza hay que darle un timing para que todo engrane.
-¿Qué le dejó ?El show de Carolina GómezÁvila
-Yo me siento muy orgullosa de El show de Carolina Gómez Ávila, porque lo hice con seriedad, dignidad y, desde el fondo de mi conciencia moral, estoy convencida de que hice algo bueno para cambiar los cánones de belleza en la televisión.
-Usted es guapa...
-Yo soy bonita, pero soy una mujer con sobrepeso y eso no lo habías visto en un show como el que yo hice. El hecho de que una mujer con sobrepeso fuera la animadora o desanimadora, marcó un hito. Creo que eso me lo llevo para donde me vaya.
-Lo que sí es cierto es que usted no era tan sencillita. Más bien era un ajicito...
-Yo puedo ser ácida, pero no tanto, por ejemplo, como Rosie O'Donnell, que sí se metía con el público. Para mí el público era sacrosanto, así que yo era incapaz de decirle ni "ñ". Yo sabía que estaba haciendo un show impertinente, pero creo que logré una tropicalización del programa de Rosie O'Donnell con cierta ética. Para que tengas una idea, yo recibía en las mañanas a todos los invitados con un discurso que tenía más o menos preparado. "Allá adentro yo soy una niña tremenda e impertinente, pero ustedes también tienen el derecho de expresar lo que quieran", les decía. Entonces se iniciaba un enfrentamiento entre iguales, entre comillado, por supuesto, porque yo, siendo la dueña de la casa, obviamente tenía muchas cartas a mi favor.
-¿Qué tal es como actriz? ¿Acaso se ha sorprendido?
-No, yo no soy tan pedante como para responderte eso. Prefiero que lo diga la gente.
-Se lo decía porque saltar de la animación a la actuación no debe ser muy fácil.
-Como anécdota te puedo decir que me aprendí todo mi libreto, pero cuando llegó la hora de grabar el primer sketch se me olvidó todo. Luego arranqué y ya al tercer o cuarto sketch simplemente me vacilé mis pequeños parlamentos, porque no vayas a creer que soy la diva del programa, no. Mis parlamentos son todavía pequeñitos.
-Ahora que está en , Luis Chataing la volverá a convertir seguramente en uno de sus blancos. ¿Está preparada? Son risas y carcajadas
-Uhmmmm, no tengo nada que decir al respecto.
El show de Carolina Gómez Avila y La animadora que devora las mañanas
Al llegar al estudio de El show de Carolina Gómez Avila, la orquesta es
lo primero que se ve y escucha entre las pruebas de cámara y micrófonos.
Con entusiasmo mañanero, Andy Durán, el director de orquesta, ensaya
con sus pupilos. Todo transcurre en calma. El coordinador gira las
últimas instrucciones mientras los productores, algo presurosos, hablan
con la estrella del programa, Carolina Gómez Avila antes de su entrada
triunfal al estudio.
Trajeada con un conjunto azul, saluda de besitos al
público. "¡Hola a todos! ¿Cómo están? ¿Por qué están tan serios?", dice
con amplia y dulce sonrisa, disipando los rumores de que es una persona
agresiva con el público y con sus invitados.
Los técnicos, productores y animadora detallan los
últimos aspectos con el director del programa. "Listo cámara uno",
chequean, mientras Gómez Avila detecta un pequeño feedback y comanda las
próximas acciones desde el escritorio donde se sienta día a día.
A las once de la mañana comienza el show en vivo y ella
sale por una puerta bailando frente el público, con el sonido de la
orquesta de fondo, y animando con aplausos. Toma asiento y comienza con
su editorial, para luego pasar a la sección de respuestas a los correos.
Por último, entre chistes y una presentación sobre su invitado, lo
llama y lo convida a bailar hasta que se sientan a conversar.
El show de Carolina Gómez Avila ha roto con algunos estándares impuestos en televisión. El que una mujer voluminosa aparezca liderando un programa matutino no es común, y eso ha levantado polvo, suspicacias y comentarios de todo género.
Cuando Gómez Avila aplicó para el casting en Televen,
estaba segura de que la rechazarían. Y acertó. Lo que no atinó
siquiera a imaginar era que productores del canal la tomarían en cuenta
para realizar otro tipo de programa, algo más parecido a ella, una
suerte de show como el de Rosie O'Donnell, pero tropicalizado.
"Cuando realicé el casting, no era este show lo que se
tenía en mente sino otro tipo de programa donde había varias
animadoras", recuerda. "Yo no creía que los canales de televisión
comenzarían a abrirse a personas con una apariencia física distinta a lo
que se espera por los cánones de belleza de la moda".
Pues todo lo contrario ha sucedido, al menos en el
canal de Horizonte y entre los televidentes que se han abocado a
seguirla diariamente. Aunque es imposible desarraigar de súbito la idea
de que la televisión está hecha sólo para gente súper delgada y
despampanante, este show ha logrado traspasar las barreras de lo
políticamente permitido en la pantalla chica.
¿Este programa será el punto de quiebra de algunos
paradigmas de la televisión? "No lo sé", dice la robusta animadora.
"Pero tengo esa parte idealista que quiere creer que está haciendo algo
de trascendencia. La gente se dio cuenta que el planeta es igual para
todos, que no solamente unos tienen derecho. Quiero romper con ese
metamensaje publicitario, que es la creencia de que sólo las personas
que responden a los cánones de la moda tienen derecho a recibir regalos
de la vida como el éxito, la fama, el dinero y el amor.
Si bien el programa lleva su nombre, Carolina aclara que no es "su show", sino "de Televen", pero es ella la que manda en la parte conceptual del programa. Esta injerencia es notable entre los cortes del show, que generalmente son cuatro, cuando toma los audífonos y se comunica con su director. "Converso mucho con él en cada negro y debatimos entre las cosas que van y no van. Lo que hay es una comunicación en función de un objetivo común", dice.
La realización de este show es ardua, su animadora
maneja las entrevistas y situaciones picarescas con cómoda habilidad. A
las doce culmina la transmisión y los invitados son convidados a grabar
la promoción para el próximo programa. Gómez Avila se despide de sus
invitados y se prepara para el episodio de su show de mañana.
"Me siento bien conmigo misma"
-Dicen que las gordas son felices pero tienen complejos muy fuertes. ¿Usted se siente bella?
-La valoración belleza es subjetiva. Si me siento o no
me siento bella no es lo mismo que me sienta o no me sienta sana o con
alegría de vivir, que forma parte de lo que se refleja como belleza. Me
siento bien. La mujer que estás viendo tiene 40 kilos menos que hace
siete años e intento adelgazar en la medida en que ello no signifique
restarme vida.
-No está casada...
-No estoy casada, ni lo estuve. Probablemente ese sea
el punto de mi vida que más requiera de mi atención. Hace siete años
tenía 40 kilos de más y 30 años. De modo que conquistar fue siempre una
labor muy difícil. Nunca me gustaron los hombres que se me acercaron
porque hubo la suma de dos cosas: no soy precisamente una mujer
atractiva y además era exigente. Ahora, dentro de mi soledad, te aseguro
que hay momentos en que me doy cuenta que lo bueno es no estar mal
acompañada.
-¿Y qué de la ironía con sus invitados?
-Para hacer un show yo debo provocar efectos. Creo que a
veces los cortes de cámara ayudan a remarcar ese efecto. A la hora de
tirar la punta entro a corte y nadie se da cuenta de que me reí y que no
hubo tensión sino una pequeña dosis de actuación para subrayar
intenciones. Parte del show está en esa pequeña dosis del escándalo
sutil que pueda sentir algún televidente, porque le estoy diciendo algo
en su cara al invitado. Pero el invitado sabe a lo que vino, el show
tiene seis meses al aire.
-¿Qué hay de cierto en el impasse que tuvo con Lila Morillo?
-No solamente no tuve una discusión con Lila Morillo,
sino que salimos en excelentes relaciones. Sí supe que una columna de
farándula había publicado que ella me había dicho algo al aire. No es
verdad, soy muy respetuosa con mis invitados, aunque no lo parezca. Es
más, con Lila se grabó otro programa.
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Puta gorda super odsiosa era , se la tiraba de una gran verga, jamas vi ni un programa de ella
ResponderEliminarNo la conozco y me da asco
Eliminar"Sepulcro abierto es su garganta;
ResponderEliminarCon su lengua engañan.
Veneno de áspides hay debajo de sus labios;"
--Romanos 3:13
Hablemos siempre de forma edificante
no es para nada necesario epítetos viscerales para expresar lo que pensamos o sentimos.