miércoles, 3 de diciembre de 2014

Jefe Manipulador: Prácticas Comunes


El clásico jefe manipulador utiliza su poder para pedirte que realices ciertas cosas y nunca lo hace de manera educada. Puede ponerte en situaciones incómodas, enfrentarte a tus compañeros y confundir la oficina con determinadas políticas. Si bien este tipo de personas suelen ser difíciles de neutralizar, existen algunos consejos que puedes tener en cuenta para lidiar con un jefe manipulador sin temor a las represalias.


Conoce las prácticas de un jefe manipulador

La comunicación es un bien intangible que los negocios no deben excluir de sus gestiones; de lo contrario, se colocarán en una posición muy cercana al fracaso.


Cuando los expertos se refieren a la comunicación empresarial, hablan de interacciones abiertas, bidireccionales y efectivas, cuyo propósito es el establecimiento de acuerdos o pactos, que sinteticen los puntos de vista de todos los miembros de las organizaciones.

Sin embargo, de acuerdo con el sitio web managersmagazine.com, la manipulación es una de las perversiones comunicativas con mayor impacto en las empresas.

La página de Internet profundiza en el tema, y nos presenta algunos de los actos que ejecutan los jefes manipuladores para mantener el poder sobre su personal.

– Promesas irrealizables. Los líderes de área o departamento, e incluso, los directivos de las empresas, prometen falsamente crecimiento profesional e incentivos maravillosos, para ganarse la confianza de sus colaboradores, quienes entregan todo su espíritu al trabajo, con la finalidad de conseguir beneficios a los que nunca tendrán acceso.

– Deudas de gratitud. El jefe manipulador otorga concesiones extraordinarias a sus empleados, con la idea de mantenerlos a su entera disposición y, eventualmente, solicitarles favores de carácter extra profesional.

– Creación de dependencias. El líder manipulador destruye la convicción y la iniciativa de sus colaboradores, y los hace dependientes de su opinión. Mónica Venegas, especialista en independencia emocional, asegura que este tipo de dinámica afecta la productividad de las empresas, porque genera inmovilidad y limita la exposición de nuevas ideas.

– Asignación de etiquetas. El jefe manipulador crea estereotipos alrededor de sus trabajadores, bajo la premisa de desalentar prácticas éticas y neutralizar quejas.

– La trampa. El líder controlador introduce a su personal en escenarios complejos, que él debería atender, para librarse de culpas y responsabilidades si algo sale mal.

– El soborno y la amenaza. El líder manipulador ofrece beneficios inapropiados a su equipo de trabajo, y, si éste no acepta, recurre a la amenaza.

– El fomento a la corrupción. El jefe manipulador implica a sus trabajadores en acciones poco éticas, con el objetivo de encubrir sus propios pasos. Utiliza frases como: “Todo mundo lo hace” o “nadie se dará cuenta”, para convencer a sus subordinados y hacerlos cómplices de sus fechorías.

– Seducción. Este tipo de líderes presume sus logros y cualidades para cautivar a su personal y ganar su entera confianza.

– Acercamiento emocional. El jefe manipulador utiliza aspectos de la vida personal de sus empleados en beneficio de sus planes o tretas.


Jefes, Supervisores, Gerentes: ¿Te hacen sentir mal?


La manipulación es el arte de manejar a las personas sin que se den cuenta y se comporten en contra de su propio beneficio, y está oculta detrás de expresiones que suelen escucharse en el trabajo como: “Esto no es lo que esperábamos de ti”. “No creo que seas capaz de emprender esta tarea”. “En esta oficina hay muchas personas deseosas de ocupar tu puesto”. “Con todo lo que la compañía ha hecho por ti y ahora nos pagas de esta manera”. Todo para hacerte sentir: ¡¡¡CULPABLE!!!!!
Quienes te manipulan también te devalúan a un nivel inferior, porque te hacen sentir que no te toman en cuenta, que no mereces su atención o que te desprecian. También te intimidan y te inhiben, porque mediante sus amenazas de castigo demuestran poder sobre ti y te convencen de que son más fuertes. También exigen que tu conducta esté a la altura de sus expectativas y si no los satisfaces, te critican, remarcan tus defectos y te hacen sentir culpable.
Son como las Agencias de Calificación de Riesgo: te evaluan por debajo te tus competencias, te subvaolran, para aprovechar para sí el valor desdeñado, alienado y así te privan de tu beneficio: Alienación en el Trabajo.


10 características del jefe psicópata: Por sus frutos les conocereís.




10 características del jefe psicópata. Hay psicópatas por todas partes. Tu jefe puede ser uno de ellos. ¿Existen maneras de determinar si lo es? El poder les enloquece, se los traga.

Las características de la personalidad del psicópata pueden ser muchas: manipulador, persuasivo, carismático, egocéntrico, impulsivo y sobre todo la ausencia de conciencia y empatía. Pero no necesariamente todas estas características tienen que estar presentes ni en los mismos grados. Además que vale recalcar que un psicópata no es necesariamente un asesino en serie. Así que si tu jefe llena estas características no te asustes pero quizás sea buena idea que empieces a pensar en cambiar de jefe o de trabajo!

1. Manipulación emocional

Los psicópatas son camaleones sociales. Pueden modificar su actitud y comportamiento en menos de un segundo si piensan que pueden beneficiarse con ello. Una de sus armas favoritas es el buscar las simpatías y la comprensión de los otros.

No se equivoquen: Los psicópatas son personas seguras de sí mismas, extrovertidos y fuertes, nunca sienten lástima de sí mismos, sin embargo son expertos manipuladores y no tienen empacho en jugar con nuestros afectos y emociones si ello les conviene. Son expertos en provocar sentimientos de compasión en los otros.

Señal de alarma: El mostrarse tratado injustamente, en desventaja y apelar al apoyo y la comprensión de los otros es una de las marcas de fábrica del psicópata, tanto en el ambiente corporativo como en la vida diaria.

2. Controlador obsesivo

Los jefes psicópatas son como jugadores de ajedrez que perciben a sus empleados como meras piezas de un tablero psicológico invisible: desechables, prescindibles y redundantes.

A los psicópatas les encanta zarandear a la gente a su antojo solo por el placer que les causa. Cambios innecesarios en el área de trabajo, horas de trabajo fuera de las normales, la promesa de algún beneficio adicional por sacarle los trapitos sucios a un colega, son solo algunos de los manejos favoritos de los jefes psicópatas.

Señal de alarma: Si no dejas de rascarte la cabeza intentando comprender las razones detrás de las demandas de tu jefe no busques mas, la respuesta puede ser mas sencilla de lo que supones.

3. Encantadores de serpiente

Los psicópatas son expertos en causar maravillosas primeras impresiones en los otros. Poseen un talento innato para hacerte sentir como si fueras la única persona presente.

Son brillantes conocedores de la naturaleza humana. Saben que el proceso evolutivo demuestra que para nuestros cerebros las primeras impresiones son fundamentales, de ahí que ya desde el comienzo de una relación intenten ganar terreno poniendo a funcionar sus encantos.

Un psicópata a quién entrevisté lo dijo de esta manera: “El carisma es la habilidad de arrojar una alfombra roja a los pies de aquellos que no soportas para llevarlos lo más dócil y eficazmente posible en la dirección que quieres que vayan”.

Señal de alarma: Si de repente encuentras que la alfombra roja está recogida y que el encanto desaparece al poco tiempo, dejándote esto confundido y vulnerable, seguramente que tu jefe es un psicópata

4. Son oportunistas y parásitos

Independientemente de que sean carismáticos, manipuladores o jueguen a ganar tus simpatías, los psicópatas son vampiros corporativos y son mejores que nadie en ganar tu confianza y apropiarse de tus mejores ideas.

Una típica estrategia es el uso de la reciprocidad, una poderosa arma de influencia. Un psicópata puede abrirse y confiar en ti ofreciéndote alguna idea propia de bajo nivel para que tu hagas lo mismo y le ofrezcas algo mejor. Una vez que ya tiene en su poder lo que quería la idea es confiscada y se convierte de repente en “su” idea.

Señal de alarma: Si tu jefe tiene la manía de tomar el crédito por el trabajo de otros, es hora de que empieces a buscar otro trabajo.

5. Falsos y engañosos

Los psicópatas sencillamente no viven bajo el mismo código moral que el resto de nosotros. Sienten  muy poca culpa o ansiedad al decir mentiras, sea para hacerse ver mas grandes y importantes o para dejar de lado a otros o ambos.

Es justamente esa consumada falta de remordimiento para enredar los hechos el principal elemento de soporte a su tremenda habilidad para inventar historias. Estas se presentan como perfectamente lógicas y razonables aunque sus fabricaciones siempre contengan un mínimo de verdad como mecanismo de seguridad para evitar ser puestos en evidencia.

Señal de alarma: si tu relación con tu jefe esta plagada de “malos entendidos” y “falsas suposiciones”, ya es hora de que enfrentes la verdad: TU JEFE ES UN PSICÓPATA.

6. Narcisistas

Los psicópatas están completamente motivados por su interés propio. A pesar de que puedan disimular un genuino interés por los otros, mostrándose como personas consideradas y serviciales, este interés es meramente superficial y falso siendo su único propósito servir de antesala a próximos manejos.

Los patrones de las relaciones psicópatas, tanto a nivel personal como corporativo son intempestuosas y transitorias. La “amistades” se terminan frecuentemente sin previo aviso y los lazos se rompen irreversiblemente una vez que el individuo deja de aportarle algún beneficio. Añádele a esto un estilo interpersonal arrogante, grandioso y egocéntrico y ya tienes en tus manos una brutal maquinaria ambiciosa que nunca se “apaga”.

Señal de alarma: Si tu jefe es conocido por despedir gente sin razón aparente o por ostentar un estilo “objetivo” en el manejo de sus empleados, o tiene la costumbre de robarse el show, es tiempo de dejarlo.

7. Habilidad para liberarse de responsabilidades y culpa

Los psicópatas pueden ser expertos abogados defensores. Son súper talentosos en liberarse de acusaciones de incompetencia dirigidas hacia ellos. Las adjudican a sus subordinados.

No solo que nunca aceptan la responsabilidad que tienen en los hechos en cuestión sino que son extremadamente eficaces en producir evidencias que demuestren que la culpa la tienen otros y no ellos.

Lo jefes psicópatas no tienen empacho de ningún tipo en utilizar a  sus empleados como “escudos de reputación” para así salvaguardar su propio status dentro de la compañía.

Señal de alarma: Si tu jefe te ha culpado de algo sin tu tener culpa alguna, comienza a hacer preguntas.

8. Nominados al Oscar

El cerebro del psicópata esta conectado de manera diferente al resto de nosotros. Particularmente la “amígdala” que es la parte del cerebro responsable de las emociones, esta disminuida, lo que significa que los psicópatas no experimentan las sensaciones normales de temor, remordimiento y disgusto que nos son tan familiares a nosotros los mortales. Es decir carecen de SUPERYO.

Pero eso no impide que el psicópata actúe como asustado, apenado o sorprendido para manipular a otros. Ellos están perfectamente preparados para montar un espectáculo emocional si van a sacar un beneficio de ello. Son los artistas, directores y escritores de las PUESTAS EN ESCENA.

Un ejemplo común es la rabia exagerada en respuesta a un insulto, una traición, o la falta de respeto a su autoridad. Pero estas demostraciones fríamente calculadas están dirigidas a minimizar las posibilidades de una futura “trasgresión”.

Señal de alarma: Si tu jefe es propenso a demostraciones emocionales exageradas y luego regresa a la normalidad como si nada hubiese pasado deberías comenzar a preguntarte si en realidad es capaz de sentir algo.

9. Aversión al riesgo

Imagínate a alguien que por alguna extraña jugada de la naturaleza percibe las cosas sucediéndose a un ritmo mucho mas lento de cómo se suceden en realidad.

No te quisieras montar en un carro con ellos, no es cierto? Pues bien, esto es exactamente lo que sucede con los psicópatas, pero en lugar de velocidad, piensa en el peligro.

La manera como están estructuradas las conexiones neurales en la zona del miedo en los cerebros de los psicópatas significa que las cosas que normalmente nos atemorizarían a la mayoría de nosotros no tienen el mismo impacto en los psicópatas.

Esto por cierto le da a los psicópatas su envidiable “sangre fría” y explica porque a ellos les va tan bien en profesiones tan intensas como los medios, las finanzas y lo militar.

Señal de alarma: Inversiones riesgosas, alianzas imprudentes, comportamientos inapropiados, comentarios riesgosos… si esto te recuerda a tu jefe ya deberías estar buscando otro.

10. Sedientos de poder

A los psicópatas les atraen las posiciones  de influencia en la que ellos pueden satisfacer su necesidad de control y manipular a otros.

En el Reino Unido se llevó a cabo un cuestionario para determinar cual es la profesión en donde se encuentra el mayor número de psicópatas.

Los resultados fueron interesantes: CEOs de compañías importantes, gente de los medios, abogados, cirujanos, policías, el clero… cualquier línea de trabajo que se vanaglorie de poseer una infraestructura jerárquica que le de poder a unos sobre otros resulta idealmente atractiva a la personalidad psicopática.

Señal de alarma: Si tu jefe tiene tendencia a pisar a los que están por debajo de él pero a impresionar a los que están arriba, es tiempo de mudarse a otro departamento o a otra compañía.

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