La gente le cree más a Google que a los medios de comunicación
Según un estudio de la firma Edelman, las personas creen más en lo que ven dentro del buscador que en los contenidos entregados por los medios tradicionales.
El panorama parece desolador para los periodistas, ya que según una encuesta mundial levantada por Edelman - Management Consulting, la firma de relaciones públicas más importante del mundo, la gente cree más en los contenidos provistos por los buscadores de Internet que los entregados por los medios de comunicación tradicionales.
Edelmman tiene mas de 5000 employees en 65 ciudades, tanto como afiliados en mas de 35 ciudades.
El cuestionario fue contestado por más de 33.000 personas de 27
países alrededor del mundo, y arrojó resultados que, si bien sorprenden,
tampoco son tan terribles, sino más bien algo confusos.
En la primera gráfica se observa que la diferencia entre el
porcentaje de confianza de los medios de comunicación tradicionales (en
azul ) y el de los motores de búsqueda (en rojo) es de sólo 2%, sin
embargo es la primera vez que Internet sobrepasa a la televisión, radio y
prensa escrita en niveles de credibilidad, lo cual preocupa a los
encuestadores, quienes llevarán los resultados ante el Foro Económico Mundial esta semana.
Algo que llama la atención dentro del estudio, es que si bien la gente confía en los buscadores ―liderados obviamente por Google―, no
lo hace tanto con los sitios que albergan la información, aún cuando la
empresa no provea contenido informativo alguno por cuenta propia.
Y sólo por si se preguntaban dónde quedan las redes sociales en todo esto, según el estudio, Facebook y Twitter (en especial el primero) son los replicadores oficiales de los contenidos entregados por los medios de comunicación tradicionales en formato web, por lo que sólo nos queda preguntar ¿a quién le creemos finalmente?
“La desmentida del Papa aumenta el descrédito que tienen algunos medios de comunicación en la Argentina"
(Feb 10, 2014) El jefe de Gabinete, Jorge
Capitanich, pidió “no manipular y mancillar” el nombre del papa
Francisco y “no utilizar su nombre para una operación mediática o un
interés político determinado”. El jefe de Gabinete se sumó así a la desmentida que hizo el Papa
Francisco sobre una supuesta cumbre en el Vaticano con representantes de
sectores gremiales y empresarios de Argentina, y señaló que "preocupa"
que el nombre de su Santidad sea utilizado para "operaciones
mediáticas" en contra del Gobierno.
El arduo camino al descrédito transitado por los medios de comunicación
Los
medios de comunicación se han esforzado a lo largo de muchos años de
manera abnegada hasta alcanzar su descrédito. No lo consiguieron de la
noche a la mañana. Tuvieron que esmerarse, pero ya lo han conseguido. Ya nadie les cree.
Por eso, tras haberse empeñado con tanto denuedo, sorprende el lamento actual por el éxito.
Hay detalles increíbles. Algunos ejemplos recientes:
La campaña de un periódico para erosionar en plena campaña electoral
al partido al que las encuestas garantizaban la futura hegemonía en
Cataluña. (El Mundo acumula méritos en este sentido).
La conversión de numerosos medios subvencionados por el Gobierno
catalán en adalides de su estrategia electoral, alentando falacias que
se han instalado en el subconsciente de la propia sociedad catalana.
Aquí han participado periódicos, emisoras y cadenas con antigua
reputación. La Vanguardia es el primero de los símbolos. Lo de TV3 viene de largo.
El expresidente Aznar afirmando en la presentación de su primer tomo de Memorias: “Siempre
le he dicho (a Rajoy, presidente del Gobierno) que, excepto su mujer,
la persona que más le desea éxito soy yo. Su éxito será el éxito de
todos, será también de la alcaldesa de Madrid, de todos los presidentes,
de Rodrigo Rato… y de Carlos Herrera”. Reconocimiento expreso a los
méritos del periodista de cabecera, y no a su común afición a los puros.
(Hay declaraciones de parte que se tornan irrefutables).
Son tres ejemplos que estos días han asomado para volver sobre un
tema constatable a diario. En las últimas semanas, la crisis de El País,
el medio de prestigio y referencia en España desde su fundación, ha
simbolizado como ninguna otra el deterioro de los medios por obra y
gracia de sus máximos directivos:
- por fijar el afán diario en su reconocimiento como los nuevos Ciudadano Kane
- por someterse a intereses y socios espurios
- por priorizar el mercado frente al interés y al derecho de los ciudadanos
- por convertir a los periodistas en un medio de producción más
- por equiparar la calidad de sus contenidos al de sus promociones
- por anteponer la venta de loza al rigor informativo
- por obligar a los ciudadanos a desconfiar de los mediadores
- por vender la información
Todo un plan, del que ahora se quejan quienes lo implantaron.
Larga vida.
En
Venezuela, el Diario EL NACIONAL miente descaradamente los días 28 de
diciembre --día de los Santos Inocentes--, pero ya eso carece de novedad o rubor,
igual hace los 364 días restantes del año.
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