viernes, 2 de enero de 2015

La Abundancia de Recursos

Las oligarquías siguen gobernando el mundo, digamos Bankia. Intentan imponer su fórmula de casinos, explotación y vicio ( digamos EuroVegas ) al sistema. Las multinacionales siguen gobernando el planeta. Algunos las confunden incluso con países (digamos Repsol=España). Pero la nueva era está haciendo tambalearse todo. La pluriarquía irá sustituyendo a la oligarquía (y hasta a la monarquía). La filé, una comunidad transnacional, trasladará a la multinacional.Término usado por primera vez por los ensayistas suecos Alexander Bard y Jan Soderqvist para definir el sistema de decisión colectiva de la Netocracia. Según estos autores en Plurarquía.

Pluriarquía. 


Término usado por primera vez por los ensayistas suecos Alexander Bard y Jan Soderqvist para definir el sistema de decisión colectiva de la Netocracia. Según estos autores en todo actor individual decide sobre sí mismo, pero carece de la capacidad y de la oportunidad para decidir sobre cualquiera de los demás actores

Por ello

hace imposible manterner la noción fundamental de democracia, donde la mayoría decide sobre la minoría cuando se producen diferencias de opinión.

En un sistema pluriárquico la toma de decisiones no es binaria. No es sí o no. Es en mayor o menor medida. Alguien propone y se suma quien quiere. La dimensión de la acción dependerá de las simpatías y grado de acuerdo que suscite la propuesta. Aunque la mayoría no sólo no simpatizara sino que se manifestara en contra, no podría evitar su realización.

Teorías de la Plurarquía


Pero para los creadores del concepto, tenía un sentido negativo, dado que su mirada se orienta hacia lo político como proceso nacional, no hacia el análisis de la red social. Para ellos, la Plurarquía no sería el gobierno de las redes, sino el colapso de la democracia a manos de una minoría ciberactivista que consigue evitar la disciplina democrática creando entornos paralelos. 

La Plurarquía en nuestra tradición


La Plurarquía aparece espontáneamente en las redes sociales distribuidas y se hace posible en estas redes al imperar en ellas lo que Juan Urrutia llamó Lógica de la Abundancia: la opción de cada uno no merma las posibilidades de los demás. En Democracia sin embargo, la escasez impone la decisión colectiva a la individual. 

La Lógica de la Abundancia: La opción de cada uno no merma las posibilidades de los demás.


La Lógica de la Abundancia aparece cuando la estructura de producción y costes vuelve innecesario dirimir colectivamente -via mercado o decisión autoritaria o democrática- qué se produce y qué no.
Parte de los tópicos de la Economía de la Información para imaginar unos mercados que evolucionan hacia un situación de subóptimo paretiano ( Ley de Pareto ) de forma indefinida como producto de la extensión del efecto red. En el límite la consecuencia serían las equivalentes a las que se producirían al alcanzar un Mercado de Competencia Perfecta en los modelos neoclásicos. Es decir el precio se equivaldría al coste marginal… pero el coste marginal de difundir una unidad más de información en la red es cero.

La Lógica de la Abundancia permite una aproximación a los orígenes económicos de la Pluriarquía. El ejemplo clásico es la comparación entre los periódicos y la blogsfera. En un periódico con su superficie de papel limitada publicar una línea más de un artículo implica reducirlo en otro, como en un Juego de Suma Cero ( Ver Teoría de Juegos Von Neumann y Economía ). En cambio en la blogósfera, un espacio donde el coste social de un post extra es cero, el que cualquier bloggero publique su información no merma las posibilidades de publicación de otro. El coste marginal es cero. Desaparece simplemente por tanto la necesidad de dirimir colectivamente qué se publica y qué no.
Frente a la escasez que genera la necesidad de la decisión democrática, la lógica de la abundancia abre la oportunidad de la pluriarquía. Por eso autores como Enrique Gómez rechazan la generación de espacios masivos de edición democrática en la red como Wikipedia o menéame por basarse en el principio de generación  artificial de escasez.



Netocracia.


Las redes distribuidas se organizan pluriárquicamente, es decir no existe dirección en el sentido tradicional. Sin embargo surgen en el interior de estas redes grupos cuyo principal objetivo es dar fluidez al funcionamiento y los flujos de la red. Son grupos especializados en proponer acciones de conjunto y facilitarlas. No suelen estar orientados hacia fuera sino hacia el interior, aunque inevitablemente acaben siendo tomados, desde fuera, por la representación del conjunto de la red o cuando menos como la materialización de la identidad que les define. 

App Airbnb


Hacer la planificación de viajes como su Teléfono Móvil ( SmartPhone ) como lo es con el iPhone App de Airbnb. Airbnb abre la puerta a los lugares más interesantes del mundo para quedarse y es la forma más sencilla de ganar dinero desde su espacio extra en casa (Ganan Ambos Oferente y Demandante: Estrategía Ganar-Ganar). Con más de 600.000 propiedades en más de 34.000 ciudades, Airbnb le conecta con la experiencia que sea adecuada para Usted.

La Abundancia de Recursos.

Recordará de varias entradas anteriores de este mismo blog: Blog del Ing. Ernesto Ibáñez, la Economía ( Ciencia que estudia los recursos escasos ), Juegos Suma Cero, Teoría del Juegos, Demostración Teorema de la Mano Invisible de Adam Smith, la Información Perfecta y los Mercados Perfectos.

Necesitamos Información Perfecta para tener Mercados Perfectos, allí entra la Tecnología de la Información e Internet.

Una de las visiones más claras que he visto de lo que realmente representa la llamada “Lógica de la abundancia”, y del efecto que una plataforma On-Line como:  Airbnb puede generar sobre la oferta turística de una ciudad: una nube enormemente densa de puntos por los que, al pasar el ratón, se despliega información de características y precio, y que claramente rellena con enorme eficiencia el espacio disponible bajo la curva de oferta y demanda, de una manera muchísimo más completa de lo que lo hacía la oferta hotelera tradicional. Si no lo has visto en interactivo, te recomiendo que lo hagas, es sencillamente impresionante: en esa nube hay de todo: habitaciones en pisos compartidos por pocas decenas de euros, hasta apartamentos de lujo en la zona más céntrica de la ciudad por varios miles.

Podríamos pensar que la oferta hotelera de la ciudad París no es en absoluto escasa, pero decididamente, no se parecía en nada a una impresionante nube naranja. ¿De qué estamos hablando? Obviamente, de un problema de primera magnitud para quienes, en el sistema anterior, administraban esas propiedades en un régimen de relativa escasez: las variables económicas de un sistema post-escasez no les gustan en absoluto, y tratarán de oponerse a ese sistema todo lo que puedan, objetando con todos los argumentos posibles, reales o ficticios.
Para tratar de evitar esa situación harán lobby ante las autoridades nacionales o municipales, tratarán de crear opinión, recurrirán a los tribunales, manipularán, difamarán, y harán lo que haga falta, porque esta situación significa de manera automática un reparto del mercado turístico entre muchísimas más partes y, por tanto, una porción mucho menor para cada uno de ellos. Hablarán de competencia desleal derivada de las infinitas normativas que regulan su actividad y que los nuevos entrantes no están obligados a cumplir, dirán que los propietarios de esas habitaciones y pisos no pagan impuestos, que se trata de economía sumergida, o que son potenciales focos de infección. Salvo algunos competidores especialmente visionarios, todos se unirán para luchar contra esta terrible amenaza que se cierne sobre su industria, presionando al gobierno para que se invente restricciones que dificulten, impidan o hasta prohiban la actividad de Airbnb. Pero será inútil: al final, que una persona quiera, en lugar de alojarse en un hotel, disfrutar de una habitación o un piso particular cuyo dueño decide listar en Airbnb y al que en muchos casos añade una atención exquisita y personalizada para así crear vínculos personales con sus huéspedes y que estos traten mejor su propiedad, es algo completamente inevitable. Si el regulador impone restricciones artificiales, estará actuando contra natura, y muchos se lo recriminarán – y además, con razón.

¿Qué ha pasado? Simplemente, que antes era complicado, farragoso y arriesgado no solo poner una propiedad en alquiler a corto plazo, sino también tratar de alquilarla, y ahora, en cambio, ha surgido una plataforma riquísima en información que permite a ambas partes tomar decisiones de manera mucho más sencilla y hasta protegerse con un seguro. Una plataforma, además, que ha experimentado un fuerte proceso de adopción masiva, lo que la ha dotado de masa crítica suficiente como para que utilizarla sea un auténtico gusto tanto por parte de los propietarios como de los usuarios. Llegados a este punto, el fenómeno es ya imparable, y quien se interponga en su camino, terminará arrollado por él.
Y la pregunta fundamental, claro, ¿cuál es? A quién o a quiénes beneficia esta nueva situación. En este caso, los propietarios de inmuebles están más contentos (y son obviamente muchos, como podemos ver en el mapa), los turistas están inmensamente más felices con una variedad de opciones muchísimo más amplia, y los únicos aparentemente perjudicados son los hoteles. Si nos atenemos a una simple consideración de justicia social, esto es lo que hay. Los propietarios de hoteles podrán protestar, podrán decir que ellos tuvieron que invertir mucho para cumplir con la regulación, que se sienten perjudicados, etc., etc., etc… pero es lo que hay. Lo normal es que termine por prevalecer el interés general.

App para conseguir Taxi: App Easy Taxi

Los taxistas se quejan de la abundancia de oferentes de éste servicio. ¿De qué hablamos? Exactamente de lo mismo. De una industria que antes operaba en régimen de escasez, regulada en forma de Monopolio que restringía la Oferta, y que ahora ve cómo la aparición de una plataforma On-Line  permite que cualquiera pueda llevar a cabo la actividad que antes solo ellos desarrollaban. Por supuesto, que “la ciudad se inunde de coches” es algo que no les interesa, que claramente perjudica sus intereses económicos y amenaza su status quo. En este caso, además, la situación tiene mucho de drama: en España, no así en otros países, hablamos en la mayoría de los casos de pequeños propietarios, autónomos, que se endeudaron hasta las cejas para adquirir una licencia de taxista a precios anormalmente elevados en una situación completamente absurda, y que podrían terminar por tener serios problemas de subsistencia o verse abocados a cambiar de actividad.
Sin embargo, lo de que “la ciudad se inunde de coches” no es del todo cierto: en realidad,hablamos de un uso mucho más eficiente de los recursos, de aprovechar más la capacidad de unos automóviles que, de otra manera, permanecían aparcados sin uso, y de posibilitar formas mucho más eficientes de moverse por la ciudad, hasta el punto de que a muchas personas incluso podría dejar de interesarles poseer un automóvil. Hablamos, precisamente, de cambiar la movilidad de las ciudades mediante un sistema de economía de la abundancia en el que casi cualquiera, en el momento en que le da la real gana, se convierte en taxista.

Prácticamente todo lo escrito sobre Airbnb actúa aquí de idéntica manera. Los que antes vivían en la economía de la escasez litigarán, protestarán, difamarán y harán todo lo que esté en sus manos – incluyendo en este caso actos violentos – para evitar que el nuevo entrante llegue a funcionar. Jugarán con su marca comercial tildándolo de “mugre” pretendiendo que sus coches están sucios, cuando en realidad ocurre justamente lo contrario. Hablarán de economía sumergida o de impago de impuestos, cuando eso son problemas completamente no relacionados que simplemente habría, como toda nueva actividad económica, que monitorizar adecuadamente. Argumentarán que la empresa actúa desde un paraíso fiscal, cuando la realidad es que un 58% de las empresas de Fortune 500, las más grandes del mundo, tienen sede en ese mismo estado norteamericano e incurren en las mismas prácticas de optimización fiscal cumpliendo estrictamente la ley. Y es que la verdad es que todas esas cuestiones, por importantes que puedan llegar a ser, no tienen estrictamente nada que ver con el hecho en sí: ha surgido una plataforma que posibilita que esa actividad que antes se llevaba a cabo en régimen de escasez ahora se pueda desarrollar en situación de abundancia, y además, ha experimentado una adopción masiva.
La realidad, de nuevo, es tozuda: ¿quiénes son los beneficiados por la nueva situación? Cualquier propietario de un coche, que puede ahora decidir utilizarlo para obtener unos ingresos; los usuarios, que tienen ahora más opciones de transporte; y hasta los los turistas, que encuentran en su ciudad de destino un medio de transporte que les reduce su incertidumbre y que en muchos casos conocen de su ciudad de origen. ¿Los perjudicados? Los que antes disfrutaban de la escasez: los taxistas.

Te podrá gustar más o menos, según de qué lado de la ecuación te pille. Pero es lo que hay. Para mí, Airbnb o Uber representan únicamente impresionantes oportunidades de estudiar precisamente lo que llevo toda mi vida profesional estudiando, la disrupción tecnológica, en el marco de casos reales y contemporáneos en los que, además, puedo disponer de amplísima información.




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