La ira se ha desatado después de que el presidente Blaise Compaoré anunciara su intención de prolongar sus más de 27 años de Presidencia. El Ejército asume el control de Burkina Faso e impone un gobierno de transición. Manifestantes asaltan al Parlamento de Burkina Faso. Los militares se han hecho con el poder en Burkina Faso, disolviendo el Parlamento y decretando el estado de emergencia en el país africano ante las violentas protestas que sacuden su capital. Se reportan al menos 30 muertos y más de 100 heridos.
El jefe del Ejército de Burkina Faso, Honoré Nabéré Traoré, ha anunciado la formación de un Gobierno de transición que durará un año. Los militares asumen el control del país después de disolver la Asamblea Nacional, asegurando que en el nuevo Ejecutivo estarán integradas todas «las fuerzas vivas de la nación», según ha informado la emisora local Radio Omega.
El presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, había decidido disolver el Gobierno y decretar el estado de emergencia. Además, confirmó que estaba dispuesto a iniciar conversaciones con la oposición, ante la presión de los manifestantes que exigen al jefe de Estado que dé marcha atrás en su plan para prolongar su mandato de 27 años.
Buscaba más años en el poder
Este país vive una nueva jornada de protestas masivas después de que Campaoré anunciara su intención de prolongar un mandato que se extiende por más de 27 años. Este jueves, centenares de miembros de la oposición se concentraban en las cercanías del Parlamento, donde se analiza una reforma constitucional para permitir a Compaoré su continuidad en el cargo. Según testigos, algunos manifestantes habrían accedido incluso al hemiciclo, incendiando parte de sus instalaciones.
Según informa Reuters, las fuerzas de seguridad han abierto fuego contra los manifestantes que intentaban irrumpir en la residencia del hermano del presidente del país, Blaise Campaoré. Testigos presenciales aseguran que han podido ver a tres personas inmóviles en el suelo y al menos un herido. El diario local 'Le Faso' también informa de disparos frente a la residencia de François Campaoré y apunta a que habría varios muertos, si bien este extremo no ha sido confirmado oficialmente. Los dramáticos acontecimientos han llevado al Ejecutivo a suspender finalmente la votación de la enmienda constitucional. En un comunicado difundido a través de los medios locales «se llama a la población a la calma y la contención», se añade en la declaración gubernamental.
Asistentes a las protestas con los que ABC ha contactado telefónicamente explicaron que algunos miembros del Ejército se han unido a los manifestantes. De igual modo, el general retirado Kwame Lougue habría asumido el liderazgo como nuevo Jefe de Estado. No obstante, la información no pudo ser verificada por fuentes independientes. Lo que sí se ha confirmado ha sido el arresto del hermano del presidente en el aeropuerto, cuando al parecer intentaba abandonar el país.
Desde el martes se vienen registrando en la capital, Uagadugú, una oleada de marchas bajo el lema «No toque el artículo 37», en referencia a la cláusula de la Constitución que ahora prohíbe la candidatura de Compaoré a las elecciones del próximo año. «La población ha decidido comenzar una movimiento de resistencia popular. La primera demanda es conseguir la retirada pura y simple de este proyecto», aseguraba el líder opositor Zephirin Diabre.
En la previa, la Union Europea había advertido que este cambio constitucional ponía «en peligro la estabilidad, el desarrollo equitativo y el progreso democrático» en Burkina Faso.
Compaoré accedió al poder en octubre de 1987, tras un golpe de Estado contra Thomas Sankara, considerado el «Ché Guevara de África» y, aún todavía, una de las figuras más reverenciadas de la política regional.
Crisis política y humana
Desde entonces, el mandatario burkinés se ha impuesto en cuatro elecciones presidenciales. En las últimas, en 2010, con el 80% de los votos. Un apoyo incondicional ciertamente extraño para un país situado en el puesto 181 de 187 en el índice de desarrollo humano y cuya renta per capita es de apenas 700 dólares anuales, una de las más bajas del mundo.
Precisamente, para evitar una posible reelección de Compaoré, en 2005, se introdujeron en la Constitución una serie de reformas que impedían su candidatura. Sin embargo, con el cambio propuesto, el mandatario podría volver a presentarse no solo una, sino hasta tres veces más.
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