domingo, 13 de septiembre de 2015

Palmas: Jardín Botánico UCV Caracas

Imperdibles del Jardín Botánico de Caracas

17 de febrero de 2015

El Jardín Botánico de Caracas es una joya única con más de 200 familias botánicas de Suramérica, África, Asia y La India 

Por Arlynne Hernández| -  Aunque el sonido de los carros se acerque a los caminos del Jardín Botánico de Caracas nunca puede debilitar la tranquilidad del santuario que junto a Ciudad Universitaria de Caracas fue nombrado Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Este parque de 70 hectáreas constituye una verdadera joya que alberga unas 200 familias botánicas de Suramérica, África, Asia y La India. Tal es su diversidad que la Unesco sumó un reconocimiento extra a su lista de lauros, al declararlo como jardín único en su tipo.

Su creación estuvo a cargo del doctor Tobías Lasser, el horticultor suizo, August Braun y el jardinero venezolano Pedro Naspe, quienes se dieron a la tarea de reforestar y plantar los árboles exóticos que hoy forman parte de  su colección exclusiva de familias botánicas.
Acá te dejamos los secretos y lugares ¡IMPERDIBLES! que debes conocer en tu próxima visita a este oasis natural.

1. Árbol sagrado de La India  
Buda alcanzó el nirvana luego de estar sentado a la sombra de una Ficus religiosa, una especie del género Ficus nativa de Nepal (India) sudoeste de China, Indochina y este de Vietnam. Este árbol considerado por el budismo, el hinduismo y el yainismo como “sagrado” se encuentra en  el Arboretum del jardín. Si quieres más sabiduría en tu camino solo debes dar tres vueltas en silencio alrededor del robusto árbol. Podrás reconocerlo por sus hojas en forma de cara de Buda, ramas frondosas y por su gran tamaño.



ArbolSagradoDeLaIndia











2. Indio Desnudo 

 

Es un árbol mediano de la especie Bursera simaruba, nativo de la regiones tropicales de América. Se caracteriza por su tronco enteramente liso y de color rojizo y púrpura. Se encuentra en el Arboretum. 



arbolresdeosa.blogspot.com













3. Colección de plantas acuáticas

 


El Jardín Botánico tiene la colección de plantas acuáticas más importantes del mundo con más de 150 especies. El loto indio (flor roja) y la rosa del Nilo (flor blanca) son parte de las maravillas del seriado.

www.fotoswiki.net














4. Palma gigante de Ceilán


Otro dato curioso que quizá no sabías del jardín y, que data de hace más de 20 años, fue la floración de la Palma gigante de Ceilán. Cuando el horticultor suizo, August Braun, se integró al grupo multidisciplinario que dio vida al edén que reposa en los terrenos de la hacienda Ibarra cuidó con esmero una palma gigante de la República de Ceilán (hoy República de Sri Lanka). Braun y su equipo dedicaron largas horas de cuidado a la corypha umbraculifera (nombre científico) para ayudarla a completar su período de floración, el cual ocurre  cada 60 años.  Finalmente, de la palma brotó una exótica flor (hace 20 años) ante la mirada del viejo Braun y un grupo de botánicos del mundo entero. Luego de este evento la planta terminó su ciclo de vida vital. A los meses, también murió Braun. Los recuerdos de aquella mata especial que robó los suspiros del botánico se mantienen vivos en los retoños de la corypha umbraculifera que habitan entre las 200 especies de palmas del jardín. Reconocerás a sus hijos por los troncos altos cubiertos por las bases de las hojas.



www.noticierodigital.com

















 5. Bosque seco tropical


En las colinas del jardín hay una representación del bosque seco tropical del Valle de Caracas. Desde que se inició el parque se plantaron familias típicas de las comunidades indígenas que hacían vida en la capital. La famosa pira o hierba de Caracas yace en este lugar.

www.inspirulina.com














6. Laguna Venezuela


Una gran laguna te espera al final del recorrido. En el estanque con forma de mapa de Venezuela habitan varias de las especies que conforman la colección de plantas acuáticas del parque. Las más llamativas son: los lotos y las victorias amazónicas.


www.venezuelatuya.com













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Para  mayor  información
http://jardinbotanicodecaracas.blogspot.com/ prensa@fibv.org.ve
Teléfonos: (0212) 6053973 / 6053994
Twitter: @jbcaracas.
Facebook: JBCaracas Jardín Botánico.

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¿Cómo llegar al Jardín Botánico? 
Avenida Salvador Allende  Cerca del metro de estacion Plaza Venezuela línea 1

Gran Palma de Ceylan, Jardin Botanico , Caracas Venezuela (08/2005)

Esta fotografia de Gran Palma de Ceylan, Jardin fue subida por Jordi Carbonell en Panoramio.







Ver  este interesantísimo enlace: Ing. Agr. Carlos Capisto ¿ Cómo hacer para germinar semillad de Palma ?


August Braun: jardinero de Dios

 


Esa maravilla verde caraqueña, que es el Jardín Botánico, era un terreno lleno de monte, chatarra y culebras, hasta que llegó August Braun, un suizo fascinado por el trópico.

  August Braun observa por la ventana y dice que estamos bien. El tiempo bello comienza ahorita con el verano. En el Jardín Botánico, refrescado por la sombra de los árboles, el calor no es tan violento como en el centro de la ciudad. Es agradable estar en la casa de este hombre, ubicada detrás de la garita de acceso al jardín, por los lados de la UCV. Allí vive desde 1951.


Braun había dejado la puerta abierta, y sus zapatos deportivos, el izquierdo y el derecho, estaban juntos, acomodaditos, sobre la alfombra roja a la pata del mueble. Las botas altas de goma también estaban junto a la pared, como esperando la orden del pie y salir a caminar por los senderos verdes del Botánico que Braun, cojeando, recorre todos los días de abajo hacia arriba, de arriba hacia abajo. Se levanta, sin excepción, a las cinco de la mañana.
Autor de quince libros sobre palmas, ha viajado por casi todos los ambientes naturales de la zona tropical americana, desde California hasta Bolivia, desde las zonas secas costeras hasta las selvas fluviales.'En su equipaje', se anota en el preámbulo de su libro El Chaguaramo, 'siempre llevaba su inseparable cámara y un saquito para guardar semillas, estacas y plantas para el Jardín Botánico.
August Braun es la mano que en Caracas ha sembrado y cuidado las miles de plantas, las 230 especies y más de cuatro mil ejemplares de palmas que hoy asombran a los visitantes del Jardín Botánico, fundado en 1945 por Tobías Lasser.
Soñando con el trópico
Nació en Suiza, país de pinos, el 13 de febrero de 1921 en Romanshorn, un pueblo hermoso en verano y primavera, pero horrible en el invierno por las bajas temperaturas, la neblina, la lluvia. En su casa había un jardín rodeado de árboles frutales. Su padre navegaba entre Suiza y Alemania como capitán de un barco. Eran cuatro hermanos.
Con su manos temblorosas, y la sordera que lo acompaña a esta edad de 75 años, Braun va sacando de su memoria las situaciones, hechos, las fechas capitales de su vida: el jardín que tenía en la casa paterna a los seis años de edad, la Escuela Superior de Jardinería, en Oeschberg, Berna, en donde se graduó como técnico paisajista y horticultor; su empleo en un jardín botánico en la zona sur suiza, las temporadas en los jardínes de Arenenberg, sitio rodeado por castillos y lagos; la fecha de mediados de mayo de 1951 cuando recibió, por cable, una oferta de empleo enviada por Tobías Lasser; el 18 de septiembre de 1951 cuando a las nueve de la mañana aterrizó en Maiquetía.
Desde pequeño, fascinado por los libros, y los cambures y las piñas que llegaban a Suiza, se sintió fascinado por el trópico. Soñaba con conocerlo. Tenía la imagen del trópico en la cabeza desde la mañana hasta la noche. Cuando recibió la oferta de empleo de Tobías Lasser para trabajar en un país llamado Venezuela, casi revienta de alegría. Fue a casa de un amigo para que la tradujera el español, y esa misma noche redactó la respuesta afirmativa.
Cuando llegó a Maiquetía (se ríe) un taxista 'pirata' le quitó cien dólares por traerlo a Caracas.
El Jardín Botánico en aquel año de 1951, era un montarral desde la entrada hasta el barrio San Agustín.
'Fue muy difícil y muy duro el comienzo. Me pareció que aquello era el asiento del Diablo por el monte y las culebras (mataban media docena diaria de cascabeles). Yo le insistí al doctor Lasser que la primera tarea consistía en eliminar la maleza, y la chatarra abandonada'.


Braun inició su trabajo con la preparación de un semillero de plantas tropicales. Los domingos, junto con un jardinero polaco, visitaba las casas de Altamira solicitando semillas de palma para el futuro Jardín Botánico. 'Cuando veía las palmeras me sentía como en el Paraíso, pero yo no conocía esas plantas. No sabía nada de palmeras. Yo me preguntaba: ¿quién va a clasificar esas palmeras algún día? No me imaginaba que sería la persona elegida para estudiar esas plantas y publicar libros'.

Se inscribió en la Sociedad Internacional de Palmas, de Estados Unidos, y junto con el doctor Lasser comenzó a enviar cartas a diferentes jardínes botánicos de la India, Ceilán, Tailandia, Calcuta, solicitándoles que le enviaran semillas de palma. Un amigo aviador que viajaba semanalmente a Miami recogía semillas en el jardín de la ciudad, las metía en un saco y se las traía.

Entonces, Braun en aquellos primeros años, de día se dedicaba a engrandecer el Jardín Botánico que hoy cuenta con diez hectáreas planas desarrolladas, más de 60 hectáreas de colinas con 150 mil árboles criollos, y unas cinco mil plantas sembradas. De noche estudiaba castellano e inglés para cartearse con los colegas del exterior.'Fue una tarea dura, ¿sabe usted? De noche elaboraba paqueticos para enviarlos a otros países solicitando semillas'.
La firma de Auguste Braun parece un alga flotante vista a ras de suelo, en línea con la superficie del agua. Dice que ha recorrido todo el país en excursiones para recolectar plantas, y que el cerro Avila lo conoce mejor que su propia casa. Para el mes de febrero de 1997 saldrá una nueva obra suya sobre la utilidad de las palmeras en Venezuela.


No hay otra planta tropical tan útil como las palmeras


-No hay otra planta tropical tan útil como las palmeras. Las hojas dan techo al indígena. Del almidón del moriche, extraído del tronco, los indígenas sacan el pan diario; la seje es antiasmática, y tiene un aceite excelente para cocinar; de la píritu se elaboran vino y helados; la pichiguao se cocina en agua salada y muy sabrosa; de la palma de coco se extrae aceite; el tronco de muchas palmeras se utiliza en la selva para construir y tender empalizadas.

-Sí es posible. Yo creo que sí. En mis momentos libres me dedico en mi vivero a hablar con las palmas. Su lenguaje hay que oírlo en el silencio. Ellas son influenciadas por los rayos positivos de la persona que se les acerca. Trabajar con ellas es agradable, interesantísimo.
-Un especialista que se ocupe del cuidado de las orquídeas y bromelias. Nos falta personal. Cuando comenzamos teniámos mucho espacio y pocas plantas. Hoy tenemos muchas plantas y poco terreno.

Buscando palmas
Su vida con las palmas, la cuenta el jardinero en este texto:
Visto a vuelo de pájaro, todo nuestro país es un palmar. Esto quiere decir que hay palmas en todos los estados venezolanos, de norte a sur y de este a oeste.

El trabajo de recorrer las selvas nubladas en busca de palmeras exige mucha perseverancia, pues hay que subir y bajar cerros, atravesar riachuelos y quebradas, trepar o rastrear en el suelo entre una vegetación muy rica y variada, pero en un ambiente de clima agradable.
En contraste, buscar palmas en las sabanas es muy distinto. Los miles de kilómetros cuadrados que las constituyen, en principio, son planos, pero no tienen fin. El clima es sofocante, cálido y húmedo; casi no es posible andar a pie y se debe usar caballo o un vehículo rústico.

En cuanto a las selvas de galería, en ellas reina una sombra parcial o absoluta, y es duro desplazarse por ellas, debido a la rica vegetación de plantas arbóreas y a los bejucos, que a veces forman una verdadera maraña impenetrable. Además, hay culebras, plagas (como jejenes y mosquitos) y, sobre todo, garrapatas.

Para trabajar en este mundo tropical, hay que tener verdadero entusiasmo, perseverancia y un interés a toda prueba. Recoger material vivo, tomar fotos, recolectar frutos y, por fin, calcular las dimensiones de las palmas, es, a veces, una verdadera hazaña, que se lleva a cabo en un clima agotador que provoca una sed persistente, mientras la excesiva transpiración empapa todo el cuerpo. Y luego, en la estación de lluvias, uno se encuentra en el centro de una tormenta tropical, como le sucedió al autor en varias oportunidades, eso equivale a un verdadero castigo.

La violencia de la lluvia en poco tiempo convierte el terreno en un lodazal o en un inmenso charco de agua, al tiempo que la ropa y las botas quedan como guiñapos informes, todos mojados, sucios y malolientes.




1 comentario:

  1. cual es el nombre del arbol que esta ahi con una fruta grande parece guanabana pero es grandisima si alguien sabe por favor me avisa yasneidymachado@gmail.com

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