Según pronósticos de por lo menos 24 firmas consultoras y
bancos que evalúan la economía venezolana; la crisis actual que
atraviesa el país es una de las peores de su historia, pues el
decrecimiento, la inflación y el descontrol de las divisas no oficiales
acentuarán los problemas el último trimestre de 2015.
LatinFocus Consensus en su informe más reciente indica que tan solo
el Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula un descenso del producto
interno bruto de 7% al final de este año; mientras que de la Cepal
señala que estiman 5.5%; por su lado el banco Mundial maneja resultados
hasta junio pasado de 5,1% en PIB; lo que ubica a Venezuela con la
recesión más elevada del mundo, según reportaje publicado por el diario El Nacional.
El trabajo reseña que los precios de los mercados de divisas no
oficiales son una muestra del desequilibrio económico que existe en el
país -lo que consideran-profundizarán los problemas de desabastecimiento
durante los próximos meses; amén del constante incremento de los
precios por la inflación descontrolada.
El reportaje recoge las impresiones del economista de Barclays
Capital, Alejandro Grisanti, quien explica que “el 2015 ha sido el peor
año en la historia económica para Venezuela por la contracción y la
inflación”; sin contar, que dentro de sus pronósticos estima que la
“situación puede agravarse”.
“Con respecto a la inflación afirma que la previsión para el cierre
de año es de 188%. Sobre cómo calcular este indicador sin cifras
oficiales, señala que hay varias maneras: ver el comportamiento de los
billetes y monedas en circulación o a través del comportamiento del
impuesto al valor agregado, cuya recaudación aumentó 137% en un año”,
destaca la nota del diario.
El economista Francisco Rodríguez, de Bank of America Merrill Lynch,
es de los que piensa que la inflación puede cerrar en 2015 sobre el
179,8% debido a la “crisis tan severa que arroja el nivel de inflación
más alto de la historia”; mientras que Ben Ramsey, de JP Morgan,
asegura que la inflación cerrará en 200% y que la caída del PIB puede
estar por el orden de 8,9%.
24 consultoras consideran que económicamente Venezuela cerrará 2015 en estado crítico
Caracas.- La política económica que ha llevado
adelante el Gobierno nacional ha conducido a una crisis que puede hacer
que se cierre el año con récords en inflación y caída del crecimiento
económico, sin que aún se pongan sobre la mesa planes para detener esta
alza de cifras negativas. A esto debe sumarse la de escasez de
productos, lo que ha llevado a economistas venezolanos a proyectar el
segundo semestre del año como un período negro, tanto para el consumidor
como para el empresariado nacional.
En general, los economistas
consultados acerca del panorama vislumbrado para el segundo semestre del
2015 coincidieron en afirmar que el pronóstico es delicado para la
nación. La ruta hacia la hiperinflación es un diagnóstico común entre
estos e, incluso, algunas cifras apuntan a que podría presentarse una
maxi inflación.
La caída de los precios de las materias primas
(como el petróleo), el aumento del gasto, así como del endeudamiento, la
caída de la producción junto al alza de las importaciones, el irregular
control cambiario y la falta de planes son algunos de los factores que
han profundizado la actual fisura en la economía venezolana.
Cifras negras
Para
Asdrúbal Oliveros, director de la firma Econoalítica y profesor de las
universidades Católica Andrés Bello y Central de Venezuela, la inflación
cerrará este año en 198%, para dejar muy atrás el récord alcanzado en
1996 (durante el segundo gobierno de Rafael Caldera), de 103,2%. Estima,
además, que la caída de activos de la nación se situará por el orden de
8,6%.
En opinión de Oliveros la crisis se extenderá al 2016
cuando, “de continuar las tendencias”, podría darse una inflación
superior a 150% y una caída del Producto Interno Bruto (PIB) del 6%.
Este cálculo no sería de cifras superiores porque la firma considera que
en el primer trimestre del próximo año el Gobierno debería aplicar un
nuevo ajuste cambiario.
Más alarmantes son los cálculos que el
economista Francisco Faraco apunta para el cierre del año. Afirma que el
2015 cerrará con un índice inflacionario ubicado entre 250 y 300%
(número este que se corresponde a la hiperinflación según algunas
teorías económicas), a la vez que pronostica una caída de la economía de
12%, aún superior a las proyecciones del Fondo Monetario Internacional
que la proyecta en 8% para Venezuela en su informe anual para Las
Américas, en la región sólo Venezuela y Argentina (con 1% de caída del
PIB) mostrarían resultados negativos.
Faraco destaca que el
período 2015 cerrará con un déficit en la balanza de pagos que se debe
ubicar entre 5 mil y 7 mil millones de dólares.
Y desde sectores
relacionados al proyecto revolucionario que impulsa la actual
administración la perspectiva tampoco es adelantadora. En tal sentido,
el economista, director de investigaciones de Marea Socialista y
articulista de la página web Aporrea, Carlos Carcione, también ofrece
cifras parecidas a los otros analistas del área. Afirma que la inflación
debería cerrar en 180% y no descarta que en el 2016 se llegue a la
hiperinflación.
Panorama desesperanzado
Al
lado de las cifras mostradas, los economistas consultados no guardan
mayores esperanzas en que el Gobierno le dé un giro a la realidad del
país y advierten que la crisis económica se profundizará aún más y que
hasta se puedan romper los topes en cifras que se han registrado este
año o que se originen al cierre.
Oliveros asevera que no hay
actualmente elementos que lleven a pensar que puede cambiar la situación
graficada por las proyecciones. “Incluso si se hacen ajustes no va a
cambiar la situación en demasía”, subraya Oliveros.
Para el director de Ecoanalítica, “por el training, el Gobierno tratará de surfear la crisis exacerbando el discurso político, la ‘guerra económica’ y el tema de la Guyana Esequiba (…) El deterioro es profundo, aumenta la escasez y disminuyen las divisas”.
Para el director de Ecoanalítica, “por el training, el Gobierno tratará de surfear la crisis exacerbando el discurso político, la ‘guerra económica’ y el tema de la Guyana Esequiba (…) El deterioro es profundo, aumenta la escasez y disminuyen las divisas”.
Sobre el tema de la hiperinflación
prefiere ser comedido y explica que es un tópico complicado. Considera
que la hiperinflación trastoca todo el sistema de un país, en el que el
área financiera sólo sobrevive, sin posibilidades de mayor expansión,
mientras a la mayoría de los consumidores sólo les alcanzarían los
recursos para comer. “Ojalá no lleguemos a estos desequilibrios”,
agrega.
Para Faraco, “actualmente atravesamos la crisis económica
más importante de la historia del país. El pasado es deprimente, el
presente insufrible y el futuro tenebroso”, resumió el economista sobre
los acontecimientos en la nación.
Descarta que esta situación sea
similar a la suscitada en la economía venezolana de 1989 (Carlos Andrés
Pérez, segundo gobierno) y en 1996 (Caldera, segúndo gobierno) cuando
se registraron los dos topes históricos de inflación. Refiere que en
esas ocasiones los picos contaron con ajustes cambiarios como elementos
disparadores. Hoy existe un control sobre las divisas, pero, a juicio
del analista, reina un descontrol generalizado en el manejo del país.
La
opinión del director de investigaciones de Marea Socialista sigue este
mismo rumbo y, además de subrayar lo complicada que está la realidad
venezolana, gira su mirada hacia el proceso electoral parlamentario que
se avecina y lanza una sentencia desafiante: “Por la situación electoral
no se tomarán acciones, pero lo que me preocupa es el día post
elecciones”.
Carcione observa que el rentismo exacerbado y la
inexistencia de planes para reactivar el aparato productivo producen una
combinación de factores que sólo acentúa el fracaso económico.
Asegura
que solicitar aumentos, tal como lo propuso recientemente el gobernador
de Miranda, Henrique Capriles, es una estafa porque no ofrecería
solución alguna al verdadero problema del trabajador venezolano.
Consumidores contra la pared
Ante
la escalada de los precios en todos los rubros de la economía nacional y
con la espada de Damocles de la posible continuidad de tales alzas, el
cliente final, el consumidor, es quien puede verse más afectado.
Esta
idea la esboza el presidente de la Alianza Nacional de Usuarios y
Consumidores (Anauco), Roberto León Parilli, quien estima que los
elevados niveles de inflación ya alcanzaron la escala de hiperinflación
en las calles de Venezuela, aunque oficialmente no esté decretada por
los índices que llevan los economistas.
Carcione refuerza la
visión de León Parilli sobre la afección generalizada al consumidor. “El
único precio de la economía que está realmente congelado es el
salario”, y acota que los precios están signados por una relación entre
el costo del dólar Simadi y el paralelo.
Asevera que se deben
aplicar regulaciones para que el salario pueda cubrir en primer orden la
cesta alimentaria y luego sirva para adquirir la cesta básica.
Al
respecto, León Parilli señala que esos índices de 150 ó 180% de
inflación general corresponden a una estimación global, pero advierte
que en rubros como los relacionados al sector automotriz, la tecnología o
vestido, ya el 200 o 300% de incremento de precios fue alcanzado y
rebasado.
Para el presidente de Anauco, el sector de la telefonía
móvil celular es otro ejemplo de cómo se han disparado los precios.
Recuerda que a final del año 2014 un dispositivo de nueva data podía
costar hasta 80 mil bolívares, pero ahora los precios sobrepasan los 400
mil bolívares por un teléfono recién salido al mercado. “Éramos el país
con mejor penetración de telefonía y ahora es imposible comprar uno”,
resalta.
“Cada día renunciamos a algo”
Parilli
alerta que el aumento de inflación no viene sólo en el paquete
anticonsumidor que se observa en el país. El directivo de la Alianza
apunta que la escasez de productos y la disminución de la capacidad de
compra son otros martillos que golpean a los venezolanos.
“Actualmente
no hay capacidad para pagar, tampoco hay estabilidad de precios”,
destaca Parilli, quien añade que tampoco existe diversidad de productos
ni seguridad alimenticia.
“Cada día debemos renunciar a algo”,
aduce el presidente de Anauco. “Por ejemplo la gente podía viajar
continuamente a cualquier sitio interno o al exterior en todos los
sectores de la población, pero ahora es demasiado complicado hacerlo y
para el exterior demasiado costoso (…) Igual ya no se puede comer en la
calle porque los precios están muy altos, por lo que tenemos que dejar
de hacer cosas para poder rendir el dinero”.
Apunta que todos los
sectores económicos toman como referencia montos paralelos del dólar
para su mercancía “y se hace imposible adquirirlos”.
“Ahorita
viene la época escolar, esas compras se verán afectadas por esta
escalada de precios”, subraya. A Parilli le parece paradójico que en una
nación donde el Gobierno se llama socialista, anticapitalista y
antigobierno. estadounidense la dependencia del dólar sea tan enorme.
“No
hay producción y los tres tipos de control de cambio de las divisas no
aplican, entonces el importar se hace más rentable que producir, pero
esto afecta a los empleos y los precios”, remarca.
Decisiones que cuestan
Los economistas consultados comparten la necesidad de aplicar medidas de inmediato. Para Carcione se debe impulsar la producción (en lo que coinciden todos los entrevistados) y asegura que debe tomarse la decisión de suspender los pagos internacionales, “si no, el default será forzoso”.
Para Faraco se impone promover un cambio de política económica total. “Se debe ir a un programa de ajuste general como se realizó en 1989 o el que empezó a desarrollarse en 1996, pero aquí no hay voluntad para cambiar… Vamos a pasar necesidades”.
Los economistas consultados comparten la necesidad de aplicar medidas de inmediato. Para Carcione se debe impulsar la producción (en lo que coinciden todos los entrevistados) y asegura que debe tomarse la decisión de suspender los pagos internacionales, “si no, el default será forzoso”.
Para Faraco se impone promover un cambio de política económica total. “Se debe ir a un programa de ajuste general como se realizó en 1989 o el que empezó a desarrollarse en 1996, pero aquí no hay voluntad para cambiar… Vamos a pasar necesidades”.
Corrupción incide en la inflación
Diversos
economistas venezolanos coinciden en que el elemento corrupción ha sido
un detonante del alza desmedida de la inflación y la escasez.
Sostienen que este componente impulsa, entre otros aspectos, el incremento del precio del dólar así como la fuga de capitales.
El
investigador de Marea Socialista, Carlos Carcione, opina que se debe
revisar la alta corrupción existente en los diversos niveles del
Gobierno, y a la vez plantea la necesidad de controlar el gasto del
Estado.
Al respecto señala que existen demasiadas distorsiones en
el país. Aunado a la falta de producción, indica que existe “un
mecanismo de desfalco de la nación” que se expande. “Hay especulaciones
financieras y un contrabando descontrolado”, resalta.
Añade sobre
el contrabando, que esto no se debe observar sólo en el “pequeño
‘bachaquero’ sino atacar al gran contrabandista que opera, sobre todo,
en las zonas fronterizas, con grandes capitales”.
Para el
economista Francisco Faraco “en Venezuela todos nos ajustamos el
cinturón, menos el fisco”, critica que actualmente la “caída brutal de
la producción” y los malos manejos de la hacienda pública han llevado a
consolidar el quiebre económico.
Para Faraco “no hay nada en el
horizonte que indique que habrá cambios. Esta gente (el gobierno
nacional) tiene el poder para disfrutarlo y enriquecerse sin importarle
los demás”.
Otros analistas, como el director de Econométrica,
Ángel García Banchs, aseguran que el incremento del precio del dólar
paralelo que incide en el alza inflacionaria se debe a artilugios de
grupos mafiosos que empujan el alza del dólar a Bs. 700, cuando la
divisa estadounidense sólo debería costar cerca de Bs. 130.
Otro
elemento que remarca es que sólo por una acción de mafias el valor de la
moneda estadounidense en Venezuela sea determinado desde Cúcuta,
Colombia.
Para el profesor y director de Capital Market Finance,
Jesús Casique, el que se continúe con una tasa oficial del dólar a Bs.
6,30 sólo genera “infinita corrupción, arbitraje cambiario, cazadores de
renta y mafias cambiarias”.
Aumento de sueldo: pañito de agua caliente
Sobre
un posible aumento de sueldos y salarios, tal como sugirió el
gobernador Capriles, Parilli considera que es una medida que casi no
contribuiría a cambiar la situación. “Aumentar los sueldos es un pañito
de agua caliente, porque mañana se suben los sueldos y luego aumentan
los precios y así se seguiría el juego de la inflación”.
Para el
presidente de Anauco es preferible que se apliquen políticas económicas
de fondo para que el usuario y consumidor pueda acceder a los productos y
servicios. “Se debe ir a la libre competencia, a inundar los mercados
de productos, a concertar con los empresarios, aplicar la estabilidad de
las leyes, unificar el control cambiario”, acotó. “Tampoco la política
de precios justos ha funcionado, por lo que se debe cambiar ese modelo”.
Afirma
que “todavía Venezuela cuenta con mucho margen de acción”, pero todo
pasaría por evitar en este segundo semestre del año seguir las acciones
ejercidas durante los primeros seis meses del 2015. “O se hacen cambios o
el deterioro va a ser progresivamente peor a lo visto en los últimos
cinco años, ya este primer semestre ha sido terrible (…) El país pide a
gritos modificaciones”, sentenció.
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