domingo, 8 de noviembre de 2015

Como hacer un Huerto Familiar

Si tienes la idea  establecer proyecto de  huerto familiar urbano, o simplemente un huerto familiar en casa, a continuación te ofrecemos algunos consejos útiles que se difundieron el pasado fin de semana en el Festival del Huerto Casero en Gurabo para preparar el terreno de cultivo.

¿Quién no se ha planteado alguna vez el cultivar un pequeño huerto que le provea de alimentos frescos y saludables?

Resultan innumerables las ventajas de cultivar nuestro propio huerto -sobre todo si lo hacemos con métodos ecológicos- ya que nos permite realizar regularmente un beneficioso ejercicio al aire libre, desarrolla la creatividad y la sensibilidad por la vida que nos rodea, brindándonos la posibilidad de colaborar con la naturaleza con técnicas de cultivo respetuosas con el medio y el reciclado de los residuos orgánicos de la casa. Aunque quizás la razón más imperiosa de nuestros días sea la de poder consumir alimentos sanos con garantía de calidad y sin los tóxicos residuos de los pesticidas y los agroquímicos que se emplean normalmente en la agricultura convencional -química-.
De hecho, cada día existen menos dudas sobre el importante papel que desempeña la alimentación en relación con la salud, sobre todo la alimentación desequilibrada -a base de productos de mala calidad nutricional o desvitalizados- como factor de numerosos trastornos de salud y diversas patologías, que suelen mejorar o simplemente desaparecer cuando nos alimentamos correctamente, dando prioridad al consumo de productos de buena calidad nutricional y exentos de restos de sustancias tóxicas, como restos de pesticidas, agroquímicos o aditivos de dudosa inocuidad.
Por suerte para la salud en general, en los últimos años se está potenciando considerablemente la producción ecológica de alimentos y su consumo se incrementa día a día en todo el planeta por parte de personas de todas las esferas sociales, convencidas la mayoría de la importancia de tal elección. Lástima que en nuestro país la conciencia de la relevancia para la salud personal y del medio ambiente de los alimentos de producción ecológica sea aún escasa, resultado de lo cual es que más del 90 % de la producción nacional se destina a la exportación.
A muchas personas la obtención y el consumo de alimentos sanos y ecológicos les resulta difícil, debido en ocasiones a la lejanía de su hogar de establecimientos en donde se comercialicen de forma regular y con garantías y en algunos casos son los precios de adquisición -algo más elevados- lo que los pone fuera del alcance del ajustado presupuesto doméstico. Aunque este factor es relativo y no debería analizarse aisladamente considerándolo restrictivo sin más, ya que la mayor calidad nutricional y el contenido más elevado de nutrientes por el mismo peso de producto adquirido equilibran en parte la balanza de lo pagado y lo obtenido -tengamos presente que en las prácticas habituales de la agricultura convencional se abusa de los abonos nitrogenados y de ciertas fitohormonas que obligan a la planta cultivada a acelerar su desarrollo absorbiendo grandes cantidades de agua y nitratos en detrimento del resto de macronutrientes y oligoelementos-. También debemos añadir los beneficios para la salud que suponen los menores gastos en medicación al evitar ciertos trastornos, lo cual rentabiliza la inversión.
Para quienes todavía no tienen claros los peligros del consumo de productos cultivados convencionalmente (con agroquímicos), quizás hiciese falta repasarles la lista de despropósitos de los más normales métodos de cultivo y procesado de alimentos. Una manzana golden suele recibir una media de 23 tratamientos químicos en el árbol, más dos o tres inmersiones en otras sustancias químicas para su conservación en cámaras frigoríficas, en donde permanecerán a la espera de su distribución, siendo gaseadas con etileno justo antes de su comercialización para forzar la maduración, ya que fueron cosechadas verdes. Cualquier lechuga convencional del mercado es cultivada a base de riegos con abonos nitrogenados y ácido giberélico -hormonas vegetales-, en menos de cincuenta días, cuando tradicionalmente y en los cultivos ecológicos permanece en la tierra de dos a tres meses (o más tiempo), absorbiendo sus muchos nutrientes y siendo bañada por la radiación solar que propicia la adecuada fotosíntesis, imprescindible para la elaboración de la clorofila.
Las plantas seleccionadas a través del tiempo por los campesinos, en función de sus características gustativas y nutricionales combinadas con su mayor adaptación a las condiciones del clima y el suelo donde se cultivan, han sido sustituidas por variedades híbridas de mayor producción, ávidas de abonos químicos y, la mayoría de veces, frágiles ante las inclemencias climáticas, lo que las hace vulnerables a plagas y parásitos, forzando al agricultor al empleo masivo de plaguicidas y tratamientos químicos, muchos de los cuales son residuales y serán consumidos junto a los alimentos o pasarán a contaminar la tierra o las capas freáticas, llegando a casa por las cañerías de agua potable.
La obsesión por abaratar costes de producción también lleva al abuso de herbicidas que controlen las hierbas silvestres sin necesidad de recurrir al desherbado manual o mecánico. Los herbicidas dañan irremediablemente la frágil biología de la tierra y están siendo detectados en dosis alarmantes en la mayoría de acuíferos. Para colmo de males, varias multinacionales de la agroquímica intentan imponer el cultivo de plantas manipuladas genéticamente, de las que se desconoce por completo los posibles efectos negativos para la salud a corto o largo plazo.
Algunas de estas razones y una lista que se haría interminable justifican el que apoyemos la producción ecológica de alimentos y, si ello es posible, incluso el que cultivemos nosotros mismos, con nuestras propias manos, gran parte de los alimentos que consumimos cada día, siendo el huerto familiar ecológico una de las más saludables e interesantes opciones a nuestro alcance.
Siempre es posible cultivar nuestros propios alimentos de forma sana y ecológica, aunque tan sólo sea de forma testimonial, ante la falta de espacio o de tiempo disponibles. Quienes no dispongan de una parcela en donde cultivar sanamente pueden comenzar con algunas verduras en el balcón o la terraza de casa; existen varias propuestas con el sugerente título de El balcón comestible que pueden orientarnos. Incluso cuando esto resulta complejo, siempre nos queda la opción de los germinados, alimento de primer orden, sano y nutritivo, que podemos elaborar fácilmente en un rincón de la cocina con la ayuda de un germinador -usaremos semillas de procedencia ecológica, ya que las semillas convencionales suelen estar tratadas o rebozadas con productos tóxicos antiparasitarios-.
Quienes disfrutan de una casa con jardín o con una pequeña parcela son quienes lo tienen más fácil para iniciarse en el cultivo del huerto familiar ecológico -aunque para ello haya que renunciar a una parte del estético pero antiecológico (en nuestro país) césped-. Para su creación y mantenimiento serán precisos un mínimo de herramientas, tiempo y motivación, procurando buscar el máximo de información y asesoramiento que permitan su correcto diseño y la planificación de siembras, cultivos, cosechas y rotaciones que posibiliten la máxima producción con el mínimo de problemas y manteniendo la vitalidad y fertilidad de la tierra.
A partir de una parcela de 40 m2 bien gestionada podemos obtener la mayoría de hortalizas frescas que consume normalmente una familia media.
Gracias a las asociaciones beneficiosas y al cultivo denso obtendremos el máximo de producción en el mínimo espacio disponible.
Con un buen abono orgánico o con el compost elaborado con los restos orgánicos domésticos, las hierbas del huerto y los restos de cosechas, césped o podas trituradas, daremos vida a la tierra, restituyendo los elementos que le arrancamos con las cosechas y activando la vida microbiana y la acción de las lombrices -verdaderas factorías de nutrientes asimilables por las plantas-.
Una tierra fértil y sana, unida a la diversificación de los cultivos y sus correctas rotaciones, permite el desarrollo de plantas sanas y vitales, por lo que la presencia de enfermedades o plagas devastadoras es improbable, dándose tan sólo en épocas de mal tiempo o cuando cometemos ciertos errores. Pero cuando nuestras plantas enferman o son atacadas por parásitos, no tenemos por qué recurrir a los tóxicos productos químicos, pudiendo hacer uso de plantas medicinales de efectos reforzantes que también podemos cultivar en el huerto o a insecticidas vegetales inocuos para el ser humano y sin efectos residuales.
Los acolchados del suelo con paja u otras materias orgánicas evitarán la proliferación de malas hierbas y mantendrán la tierra protegida de la radiación solar, ahorrándonos riegos.

Cuando disponemos de suficiente espacio -a partir de los 100 m2- podemos plantearnos el cultivo de árboles frutales -un pequeño vergel- que completen la dieta sana y natural. Los amantes de los huevos pueden construirse un gallinero que albergue cuatro o cinco gallinas; los gallineros móviles permiten su emplazamiento sobre los bancales al finalizar los cultivos, limpiándolos de los restos de cosechas, hierbas e insectos allí presentes.

Los más audaces pueden incluso procurarse una o dos colmenas cuyas abejas se ocuparán de la correcta polinización de los frutos y, con algo de experiencia, obtendrán alguna cosecha de deliciosa y nutritiva miel.
Bueno, las posibilidades y los aspectos beneficiosos que nos aporta el huerto familiar ecológico son infinitos y casi siempre positivos, además de permitirnos un necesario contacto regular con la naturaleza y la práctica de saludable ejercicio al aire libre. Por todo lo referido, vale la pena su práctica -si aún no se lleva a cabo-, especialmente por parte de quienes se preocupan por la calidad de lo que comen, por su salud y por la salud del planeta.

Libro: El Huerto Familiar Ecológico la gran guia práctica del cultivo Natural autor: Mariano Bueno


Factores que debes tomar en cuenta:

1. Prepara un plano del terreno disponible.

2. Determina el número de bancos o eras. El tamaño debe ser cuatro pies de ancho y entre cada banco dejar un pasillo de un pie de ancho para facilitar el desyerbo, cultivo y consecha.


3. Determina la hortaliza a sembrar en cada banco.


4. Localiza las hortalizas de este a oeste según su tamaño al alcanzar la madurez. Las hortalizas rastreras se siembran en las orillas o al lado de las cercas para que éstas le sirvan de sostén.


5. Siembra hortalizas que ofrezcan variedad nutricional y que sean del agrado de la familia.


6. Practica la rotación de cultivo.


7. Cuando haya espacio disponible, puedes incluir algunos árboles frutales.






Para el huerto familiar se recomienda cultivar cebolla Granex 
 
 
Huerto Familiar ¿Tamaño recomendado? Dimensiones.

Dimensiones. • Asigna al huerto una superficie del jardín. Te doy unos datos orientativos:  12 m2 (una parcelita de 3 x 4 metros) es un mínimo para tener un Huerto Familiar.


Huerto familiar paso a paso. Selección y preparación del terreno




1. El terreno es el medio donde se encuentran los nutrientes que utilizan las plantas para crecer y es el lugar donde se desarrollan las raíces. Las hortalizas requieren un terreno fertil y bien acondicionado. Un terreno ideal es el que tiene partes iguales de arena, arcilla y limo.

2. El cultivo de hortalizas requiere una preparación esmerada del terreno.


3. Debemos comenzar la preparación del terreno eliminando las malezas, rocas, escombros y cualquier otro material extraño.


4. Con el tenedor o la azada se pica el terreno a una profundidad de nueve pulgadas ( 23 cm ).


5. Luego con el rastrillo se desmenuzan los terrones que hayan quedado en el terreno.


6. Luego que el terreno está bien desmenuzado se preparan los bancos de siembra y el ahoyado dependiendo del cultivo que se vaya a sembrar.



Variedad de hortalizas recomendadas


Hortalizas -Variedades -Epoca de siembra

Acelga– Fordhook Giant -todo el año

Berenjena -Rosita -todo el año

Cebolla– Granex 33, Texas Grano- septiembre a noviembre

Cilantro– Nativo-todo el año

Habichuelas tiernas-Bountiful, Astro, Wade-todo el año

Lechuga-Black Seeded Sampson-todo el año

Maíz dulce– P.R. 50, U.S.D.A. 34- todo el año

Nabo-Shogoin- todo el año

Pepinillo-Ashley, Gemini, Dasher, Pointsett- septiembre a marzo

Pimiento de cocinar-Cubanelle, blanco del país-todo el año

Pimientos morrones-Yolo Y, Florida Giant-todo el año

Rábano-Red Boy -todo el año

Remolacha-Crosby Green Top-todo el año

Tomate– Manalucie, Manapal, Floradel- septiembre a febrero

Zanahoria– Oxheart- todo el año

Quimbombó– Clemson, Spineless- todo el año

Repollo– Market Price, Headstart- sept. a feb.

Ají dulce– Chato- todo el año







Como huerto familiar se define a una parte del terreno de la casa, bien sea en el solar o jardín, que puede ser habilitado para la siembra de hortalizas de consumo diario para la familia.

 
Las hortalizas son plantas pequeñas, delicadas y suculentas, de rápido crecimiento. La mayoría de ellas se cosechan entre uno (1) y cinco (5) meses. Estas plantas son muy importantes en la alimentación, debido a su alto valor nutritivo, principalmente en vitaminas; de aquí la importancia de tener un huerto familiar que permita obtener productos frescos y de mejor calidad que los adquiridos en el mercado, además de contribuir con el ahorro familiar. 




Como Construir un Huerto




Se debe seleccionar el lote de terreno donde va a estar ubicado el huerto, cuyo tamaño debe ser adecuado para satisfacer la demanda de la casa y que pueda ser manejado por las personas de la misma. Después de escoger el terreno debemos proceder a limpiarlo y desmenuzarlo; es decir, retirados todos los desperdicios tales como pedazos de madera, hierros, piedras y malezas, a fin de que no interfieran en el desarrollo de las plantas. Para desmenuzar hay que picar la tierra hasta que esté completamente suelta. En esta labor se utilizan todos los instrumentos de jardinería de fácil obtención en las ferreterías entre ellas: pico, palas, rastrillos, etc. 

Si el suelo es muy pesado (alto contenido de arcilla) se debe añadir materia orgánica como aserrín, paja picada, etc., con la finalidad de hacer el suelo más suelto y mejor estructurado. También se le debe agregar pequeñas cantidades de fertilizantes químicos, de fácil obtención en cualquier casa agrícola.

Cuando se dispone de animales en la casa es necesario proteger al huerto con alambre, tela de gallinero o cualquier otro material. 

Las plantas del huerto necesitan de suplencia regulara de agua (riego) cada 2 a 3 días, para lo cual debe tenerse una fuente cercana de la misma. 




TIPOS DE HORTALIZAS Y SU UBICACIÓN EN EL HUERTO.




En un huerto familiar se pueden sembrar: 

-Cebollín, cebolla, ajo y lechuga:
se deben colocar separadas de las hortalizas más altas (tomate, berenjena, pimentón), con el objeto de que no le proporcionen sombra.
-Rábano, cilantro, zanahoria, acelga: deben estar en la parte central de la huerta, ya que son de ciclos cortos.
-El quinchoncho, ají dulce, berenjena, tomate: son de ciclo largo y deben sembrarse hacia la parte más exterior del huerto.







COMO SEMBRAR


Las plantas de huerta generalmente son muy delicadas y de semillas pequeñas. Encontramos que algunas de ellas se deben sembrar en un semillero o almácigo para luego trasplantarlas (el trasplante consiste en llevar al campo plantas pequeñas que previamente hemos criado o germinado en un semillero o almácigo). Los semilleros o almácigos se hacen utilizando cartones de leche, cajón de madera, latas de aceite, vasos plásticos, cáscaras de naranja o huevo, etc. El huerto se divide en surcos y canteros (pequeños lomos de tierra). Esto va a depender de la forma como se vaya a regar; así, los canteros se riegan en forma de aspersión (con manguera o regadora de mano) y los surcos por gravedad (llenando el surco de agua). Nunca debemos sembrar en canteros plantas de porte alto como tomate, pimentón, berenjena, etc., ya que exigen mayor cantidad de agua. Las plantas de trasplante (tomate, pimentón, berenjena, cebolla, etc.), se llevarán al campo cuando alcancen de 12 a 15 cms. de altura.

Debe tenerse presente que el sitio para la huerta se cultiva en forma intensiva y no debemos sembrar el mismo tipo de hortaliza por más de un ciclo en el mismo sitio, o sea, se deben rotar las siembras dentro del huerto a fin de prevenir enfermedades y plagas.

La zanahoria, remolacha, ajo, cilantro y rábano se deben sembrar directamente en el surco de siembra.




EL TRASPLANTE

Ya hemos dicho que no todas las hortalizas se siembran directamente en el terreno y se necesita colocarlas primero en un almácigo para luego trasplantarla al huerto. Este almácigo está listo cuando las plantas tienen cierto tamaño que le permitirá soportar las nuevas condiciones del huerto; así dependiendo de la hortaliza su duración en el almácigo será más o menos temprana:



Hortaliza
Días para transplantarla
Cebolla - Cebollín
40
Repollo
30
Berenjena
32
Ají dulce
32
Espinaca
25
Pimentón
32
Lechuga
17
Tomate
20




Una buena semilla es aquella que logra germinar rápido y desarrollar en forma vigorosa; se debe tener cuidado con la compra de la semilla evitando adquirir aquellos paquetes de papel que no estén hermética mente sellados o que el envoltorio se observa muy suave; busque aquellas bolsitas que sean de papel de aluminio o también pueden adquirirse pequeños envases o laticas de 2 onzas (56,7 grs), con lo cual podemos asegurar una buena germinación de la semilla sembrada. En promedio las semillas de hortalizas germinan entre los 5 y 7 días, siempre que le suministremos una buena humedad pero no demasiada que ocasione ahogamiento del embrión. 

Debemos recordar que la semilla no usada o que sobre de la siembra se puede guardar en un frasco color oscuro o ámbar, colocando la semilla en bolsitas de papel y cerrando el frasco en forma hermética para colocarlo en un sitio fresco. Así, se mantiene la semilla durante mucho tiempo. 




Otras  Labores del Huerto

Las  hortalizas  sembradas  en el huerto necesitan  se les preste cuidado y atención  a objeto de lograr mantenerlas sanas y  buenas condiciones vigor. Dentro de estas  labores y atenciones mencionamos.

-Cuando sembramos la hortaliza en forma directa en el huerto (zanahoria, remolacha, acelga, melón, patilla, etc.), debemos ralear o entresacar aquellas planticas muy juntas para así lograr buen espacio y aireación para el desarrollo y crecimiento oportuno. Normalmente esto se hace a los 12 ó 15 días de la germinación.

-Al estar la planta desarrollada es bueno arrimarle tierra a la base, con el objeto de proporcionarle soporte y que no esté muy cerca de la mucha humedad. Esto se conoce como aporque y se realiza a los 25 ó 30 días de la germinación. 

-Como estas plantas son delicadas debemos estar pendientes de la humedad del suelo con el objeto de que no le falte y se entorpezca su desarrollo. Así, los riegos deben ser frecuentes en la época de verano, principalmente cuando la semilla recién se ha sembrado. 

-Controle la maleza o monte que comience a salir en el huerto ya que ellas le quitan nutrientes yagua a las hortalizas, además de ser focos donde se albergan enfermedades e insectos. 

-Los nutrientes presentes en el suelo son muy importantes para lograr un desarrollo satisfactorio de las plantas. Existen suelos que son ricos en nutrientes y otros muy pobres en estos elementos minerales, a los cuales debemos ayudarlos incorporando al huerto, antes de sembrar, materia orgánica descompuesta (hojas, ceniza de madera, aserrín, brosa de árboles, desecho de comida, estiércoles, etc.), a objeto de mantener un equilibrio en el suelo del huerto. Evite usar fertilizantes excepto no disponer de los materiales antes mencionados. Las hortalizas sembradas en el huerto necesitan se les preste cuidado y atención a objeto de lograr mantenerlas sanas y en buenas condiciones de vigor. Dentro de estas labores y atenciones mencionamos: 

-Supervise constantemente la huerta para prevenir y controlar plagas, gusanos, coquitos, grillos, piojitos, etc., y enfermedades que puedan presentarse. Existen en el mercado ciertos aerosoles que podrían usarse en caso de presentarse problemas de plagas; también podría hacerse macerado de tabaco o cigarrillo} dejándolo en agua suficiente hasta cubrir el macerado y aplicarlo como un aerosol para el caso de gusanos de las hojas. No es tóxico para los animales. 




Cuando  Cosechar

La cosecha dependerá de lo que sembremos. Se recomienda hacer la siembra del huerto en forma tal de disponer de hortaliza durante todo el año, para lo cual se debe programar la siembra y la hortaliza que más se prefiera. Se recomienda hacer los cortes de cosecha en la mañana, evitando las horas más calientes del día. Procure recoger sólo lo que consumirá al momento, a objeto de no desperdiciar parte del material. Recuerde que lo cosechado proviene de su esfuerzo. 

Disfrútelo ya volver a sembrar...!!! 



Cuadro de siembra para algunas hortalizas en la región centro Occidental
Cultivo
Variedades
Tipo de Siembra
Dist. de Siembra
(cms)
Días a
cosecha
Cantidad de Semilla para sembrar
10 mts. lineal
Entre
Hileras
Entre
Plantas
Ajo
Criollo
Directa
20
5
105
210 dientes
Cebolla de (Cabeza)
Texas Grano 502 Valenciana
Transplante
70 - 80
10
140
12 gramos
Cebollín
Criollo
Transplante
40
10
110
12 gramos
Repollo
Bonanza
Gloria de Enkuizen
ventura
Transplante
70
40
110
02 gramos
Berenjena
New York - Blue
Black Beauty
Transplante
120
60
90
04 gramos
Remolacha
Crosby´s
Egiptian
Early Wonder
Directa
30
10
60
15 gramos
Ají dulce
Oriental
Transplante
50
30
80
03 gramos
Zanahoria
Chantenay
Royal Chantenay
Directa
150
30
50
48 gramos
Pepino
Palmetto
poinset
Directa
150
30
50
48 gramos
Cilantro
Criollo seleccionado
Directa
25
05
580
20 gramos
Melón
Edisto
Directa
160
30
60
48 semillas
Acelga
Large White Giant
Directa
40
20
60
15 gramos
Patilla
Charleston Grey
florida
Directa
200
30
70
48 gramos
Espinaca
New Zeland
Viroflay
Transplante
60
25
80
05 gramos
Pimentón
Cacique
Resistant Giant
Transplante
80
30
110
03 gramos
Lechuga
Blanck Simpson
Transplante
30
10
50
02 gramos
Tomate
Roma
Manzano
río grande
Transplante
110
30
100
05 gramos
Vainita
Contender
Provider
Directa
50
30
45
168 semillas
Auyama
Criolla
Directa
200
40
50
48 gramos





¿Qué puedes cultivar en un micro huerto?


Una buena alternativa para producir frutas y hortalizas frescas son las macetas, jardineras y todo tipo de contenedores en espacios reducidos de tu hogar, ya sea que vivas en una casa o un apartamento


 El éxito de un micro huerto depende, además de la ubicación en el lugar más adecuado, de una organización que permita cultivos programados. Para eso, es esencial garantizar el buen aprovechamiento de los cultivos.

Sin embargo, se puede tener una micro huerto aunque se viva en un apartamento. Claro está que debe tener en cuenta cuándo sembrar cada verdura para que de resultado. Cualquier superficie es válida para hacerlo, desde una maceta hasta un pequeño sector de su jardín. Todo depende del espacio con que cuente y de la cantidad de verduras que quiera cultivar.

Las características que hacen del jardín-huerta un lugar agradable están relacionadas con las formas, los colores y las fragancias que puede tener. Pero antes de la cosecha viene el tiempo de programación y diseño.

Sol abundante y una provisión cercana de agua para riego son dos condiciones indispensables para que el resultado sea el esperado. Otros factores, como el tipo de suelo, son modificables con nuestro trabajo y cuidados.

También es importante impedir el acceso de animales que puedan convertirse en transmisores de enfermedades. Para evitarlo, es conveniente hacer un cerco, que puede aprovecharse para enredar en él los cultivos en altura de hortalizas como los pepinos o los melones.

El tamaño de la huerta estará relacionado con la cantidad de personas que compongan el grupo familiar, y con el tiempo que pensemos y podamos dedicarle a su mantenimiento.

Diseño

Del diseño dependen tanto la estética, como el aprovechamiento del espacio para cultivar. Es aconsejable darles a los espacios de cultivo un ancho de 1,20 m y para los bordes 50 cm. Los caminos de circulación tendrán un ancho mínimo de 40 cm. Si el espacio disponible es grande, se puede acompañar la huerta con un área para melones y maíz, por ejemplo.

El trazado es muy fácil de hacer; lo único que se necesita es una cinta métrica, estacas e hilo. Luego, para realizar el trabajo diario, sólo serán necesarias una pala plana, rastrillo, escardillo y una carretilla.

Primero hay que quitar la capa superior de pasto y "esponjar" la tierra. Luego, es el momento de seleccionar las hortalizas y las flores que las acompañarán. También podemos incluir plantas aromáticas: no requieren demasiados cuidados, no ocupan mucho lugar y sirven para dar sabor a las comidas y perfumar los ambientes. Algunas, incluso, tienen propiedades medicinales. Entre las especies a considerar está la menta, el laurel, el estragón, la lavanda y la albahaca, entre otras.

Con respecto a las verduras, las elegiremos de acuerdo a los gustos del grupo familiar. Existe una gran variedad de lechugas moradas, verdes y crespas, pimientos, ajíes, acelga, rábanos y tomates en sus diversos tipos, entre otras, que podremos cosechar para llevarlas a la mesa.

A comenzar los cultivos

En el espacio que elegimos para empezar el huerto se deben colocar las semillas de las verduras que cultivaremos. Por una cuestión de practicidad es conveniente no escoger demasiadas variedades, debido a las diferencias en cuanto a la necesidad de sol, riego y nutrientes.

Una selección equilbrada puede estar integrada por lechuga, repollo, brócoli, zanahoria y tomate. Dentro de la huerta, en el rincón más soleado, es una buena idea sembrar las hierbas aromáticas de mayor uso en la casa: por ejemplo menta, salvia, romero, orégano y perejíl.

No hay que olvidar que los cultivos a partir de semillas tienen requerimientos especiales. En el caso de la lechuga, por ejemplo, es preciso hacer una resiembra permanente para asegurar las cantidades de semillas necesarias para lograr la germinación de varias plantas. Además, hay que tener la precaución de elegir las especies más resistentes al calor. Por último, es mejor sembrar cuando el tiempo es estable y no hay peligro olas de frío.

Algunas verduras y su fecha de siembra

Acelga: Pueden ser sembradas a fines de verano y hasta mayo, en agosto y septiembre.

Berenjena: Se siembran en el mes de agosto y se transplantan en septiembre y octubre.

Espinaca: Su siembra va desde marzo hasta julio y desde los 40 hasta los 60 días de sembrada ya se puede cosechar.
Papa: Se plantan los tubérculos o una papa cortada a la mitad. La siembra se realiza a fines de agosto y septiembre.

Pepino: El momento ideal de siembra es en los meses de septiembre y octubre.

Remolacha: Se siembra en abril, mayo.

Tomate: Conviene realizar la siembra desde fines de septiembre hasta fines de noviembre, transplantando luego los plantines.

Zanahoria: La siembra va desde fines de julio hasta octubre.

Estas son unas buenas alternativas para producir frutas y hortalizas en macetas, jardineras y todo tipo de contenedores de plantas. Merece la pena el esfuerzo porque el resultado es una cosecha tan fresca y buena como las de un huerto de mayor tamaño.



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