viernes, 24 de octubre de 2014

Cero Absoluto: 0º KELVIN As cold as it gets

Si recuerdas tus clases de Química o recuerdas películas como Terminator o Demolition Man, recordaras la temperatura de 0º Kelvin, la temperatura a la que las materia detiene toda vibración o movimiento y se vuelve quebradiza.

El objeto más frío que conocemos está en la Tierra, y es obra del ser humano. Se trata de una masa de cobre de 400 kilos cuya temperatura se ha logrado rebajar hasta los -273,144 grados centígrados en el interior de un contenedor criostático durante dos semanas. Solo faltaron 0,006 grados para llegar al cero absoluto en la escala de kelvin, o sea, -273,15 grados Celsius. Este es el único objeto en el Universo conocido a esta temperatura.


Se llama Nebulosa Boomerang y es el lugar más frío conocido del Universo. Su temperatura es de -272 ºC

El experimento se llevó a cabo en el Observatorio Criogénico subterráneo para Eventos Raros (CUORE por sus siglas en inglés), en Italia. El grupo de científicos que lo desarrolló incluye expertos de Estados Unidos, China, España y Francia. En estas instalaciones cuentan con el contenedor criostático más grande del mundo, algo así como un refrigerador gigante que se enfría con helio.

Este contenedor necesita llegar a temperaturas muy frías para detectar un proceso llamado doble desintegración beta, que nunca se ha visto en práctica en el estudio de la física de partículas. Es un comienzo para intentar demostrar por primera vez la transformación de antineutrinos en neutrinos a nivel subatómico. Es decir, se podría explicar, por ejemplo, por qué existe más materia que antimateria en el universo.

Durante la doble desintegración beta, los átomos pierden dos electrones y cero neutrinos. Este evento genera una cantidad muy pequeña de energía que eleva la temperatura del contenedor. Cuanto más frío esté el entorno, mejor se puede detectar el cambio.


Científicos crean el objeto más frío del universo conocido


La estructura del contenedor es algo parecido a una muñeca rusa, es decir una matriusca--. Cada segmento hacia el interior del núcleo es más frío que el anterior. El último tiene casi un metro cúbico de volumen y es el que logró alcanzar la temperatura de -273,144 grados centígrados.

Gracias a este experimento, los científicos podrán comenzar a hacer pruebas de la doble desintegración beta y así, intentar resolver algunos de los misterios del universo. Por esta razón, el evento es único en el mundo y supone un importante avance en el estudio de la física de partículas. Se prevé que el CUORE mantenga este equipo en funcionamiento durante los próximos cinco años.




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I know what you did last summer

Sé lo que hicisteis el último verano: ocho cifras que te ayudarán a entender qué ocurrió en el mercado de trabajo en julio y septiembre.

Entre julio y septiembre --verano hemisferio norte-- la ocupación ha aumentó en 151.000 personas respecto al segundo, hasta un total de 17.504.000. y el número de parados bajó en 195.200 personas, hasta los 5,4 millones, con lo que la tasa de paro se sitúa en el 23,67%. ¿qué ha ocurrido en esta época del año? verano es un buen momento para encontrar empleo, sobre todo en la hostelería. además  con la fuerte crisis el perfil sociológico de los demandantes de trabajo ha cambiado mucho: padres e hijos se pelean por el mismo puesto de trabajo. otro dato característico es que más de 150.000 estudiantes decidieron aprovechar el parón estival para buscar trabajo.

1.- un buen verano para encontrar un empleo. el verano de 2014 se saldó con 151.000 ocupados más, unas cifras que no se veían desde los años de vino y rosas, desde 2007 en concreto. alrededor de una tercera parte de ellos tienen bastantes opciones de conservar su puesto de trabajo, ya que según el ine un tercio del empleo creado no tiene carácter estacional, sino directamente estructural.

2.- padres e hijos se pelean por los mismos puestos de trabajo. la extensión de la plaga del paro ha variado significativamente el perfil sociológico de los que demandan esos llamados empleos de temporada. si antes de la crisis el verano servía para que los jóvenes tuvieran sus primeros escarceos con el mercado laboral o para que parados de larga duración consiguieran una colocación, ahora son los cabezas de familia, padres o madres, los que persiguen en verano un salvador puesto de trabajo. un dato esclarecedor. del total de empleos creados en el tercer trimestre de 2007 apenas un 21% fue ocupado por una persona de referencia en su hogar, este año los cabezas de familia coparon el 43% del nuevo empleo estival.

3.- cerca de 10.000 hogares se sacuden el fantasma del paro. la tendencia anterior ha servido para que durante el verano de 2014 se reduzcan en 9.500 el número de hogares españoles en que todos sus miembros están en paro. el alivio desde el punto de vista sociológico ha sido mínimo. todavía hay 6,78 millones de hogares en los que ninguno de sus miembros trabaja, la mayoría de ellos hogares de jubilados, hay que decirlo.

4.- los jóvenes aparcan los libros…y se ponen a buscar un empleo. el verano pasado más de 150.000 estudiantes decidieron aprovechar el parón estival para buscar trabajo. lo sabemos porque antes estaban inactivos, es decir, no buscaban activamente un empleo, y empezaron a hacerlo durante el tercer trimestre del año. al menos, 46.500 chavales menores de 24 años tuvieron éxito y encontraron una colocación durante el periodo.

5.- los jóvenes se curten empezando desde abajo. la situación del mercado laboral no permite grandes alegrías. según la epa, 173.900 jóvenes menores de 24 años trabajaron durante el periodo estival en empleos inferiores a su cualificación. la situación afecta a uno de cada cinco ocupados menores de 24 años.

6.- la hostelería, la ocupación veraniega por excelencia. dos de cada tres nuevos ocupados encontraron acomodo en el sector de la hostelería, ya sea en el servicio de atención de hoteles u otros servicios de alojamiento o en bares, cafeterías, restaurantes y otro tipo de establecimientos. una de claves del buen dato de empleo del tercer trimestre de este año ha estado en la hostelería que ha generado 104.500 nuevos puestos de trabajo, el doble que en el mismo periodo de otros años de la crisis.

7.- los emprendedores son para el verano. uno de los datos más sorprendentes de este verano ha sido la espectacular creación de empleo por cuenta propia. nada menos que 58.500 personas se han puesto por su cuenta aprovechando el tirón de actividad de la temporada estival. para la profesora de esade, Ángels valls, el dato no es todo lo positivo que debiera. en primer lugar, porque se trata de un emprendimiento de oportunidad, que no crea un proyecto empresarial sino que simplemente persigue una ocupación puntual; en segundo lugar, porque conduce a sospechar que se han podido cubrir puestos de empleo asalariado con la contratación de trabajadores por cuenta propia, es decir, por la vía del fraude.

8.- un millón de residentes encontraron un empleo recientemente. con el asterisco de la precariedad y la temporalidad -- no faltaba mas--, lo cierto es que al calor del verano y de la campaña turística 1.173.800 españoles encontraron un puesto de trabajo en los tres meses anteriores a que los investigadores de estadística les preguntaran. semejante flujo de entrada en el mercado laboral no se veía en los últimos tres años, desde el amago de recuperación de finales de 2010, principios de 2011.

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Música actual tiende a sonar igual

La música actual es cada vez más previsible y tiende a ser cada vez más homogénea y con menos sonoridades, según concluye una investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que publica el último número de la revista Scientific Reports. Así, investigadores del CSIC han analizado, en uno de los apartados del estudio, 464.411 canciones de entre 1955 y 2010 y han detectado que las canciones compuestas en las décadas más recientes tienden a parecerse más entre ellas que las antiguas. Además, de acuerdo a los parámetros analizados, las transiciones entre los grupos de notas han disminuido de forma continua durante los últimos 55 años. Para el director del trabajo e investigador del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial del CSIC Joan Serrá, estos parámetros musicales en las canciones son como las palabras de un texto. En este sentido, añade que han observado que, cada vez hay menos palabras diferentes. 
 

Grupos como Pink Floyd experimentaban mas.

 
Según la investigación, dada una nota musical, es "relativamente más fácil" predecir cuál será la siguiente en una canción actual y las composiciones musicales más recientes también presentan una menor diversidad de timbres y tienden a interpretarse con los mismos instrumentos. "En la década de los años 60, por ejemplo, grupos como Pink Floyd experimentaban mucho más con la sonoridad que ahora", ha destacado. Asimismo, ha añadido que otra de las tendencias es el aumento paulatino del volumen intrínseco al que se graban las canciones. El volumen es independiente del que cada usuario puede seleccionar para reproducirlas posteriormente. De este modo, Serrá subraya que hasta ahora este efecto "largamente comentado" no se había podido comprobar empíricamente a gran escala y añade que los resultados de la investigación ofrecen, por tanto "una receta teórica para crear canciones que suenen modernas y actuales". "Los cambios de acordes sencillos, los instrumentos comunes y el volumen fuerte son los ingredientes de la música actual, realizar estos cambios sobre canciones antiguas puede hacer que suenen a nuevas", ha agregado. El investigador valora que este proceso de homogeneización podría deberse a las modas, ya que se observa una tendencia a engancharse a la música de la corriente dominante. Para la investigación se han analizado cerca de medio millón de piezas musicales procedentes de una base de datos pública que incluye más de un millón de canciones publicadas entre 1955 y 2010, elaborada por la Universidad de Columbia (EE UU). Estas obras son de distintos estilos como rock, pop, hip hop, metal y electrónica. Por otro lado, Serrá ha explicado que puesto que una canción dura de media unos cuatro minutos y un experto, si quiere anotar los parámetros del interés para el estudio, necesita de un mínimo de cuatro escuchas, la investigación hubiera requerido 16 años de escucha, 365 días al año, 24 horas al día. Sin embargo los ordenadores han permitido escuchar música de una manera que los humanos "simplemente" no pueden. El trabajo ha contado con la colaboración de investigadores del Centro de Estudios Matemáticos de Bellaterra, y de las universidades de Barcelona y Pompeu Fabra.

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La música actual es cada vez más previsible y tiende a ser cada vez más homogénea y con menos sonoridades, según concluye una investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que publica el último número de la revista Scientific Reports. Así, investigadores del CSIC han analizado, en uno de los apartados del estudio, 464.411 canciones de entre 1955 y 2010 y han detectado que las canciones compuestas en las décadas más recientes tienden a parecerse más entre ellas que las antiguas. Además, de acuerdo a los parámetros analizados, las transiciones entre los grupos de notas han disminuido de forma continua durante los últimos 55 años. Para el director del trabajo e investigador del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial del CSIC Joan Serrá, estos parámetros musicales en las canciones son como las palabras de un texto. En este sentido, añade que han observado que, cada vez hay menos palabras diferentes. En los 60, grupos como Pink Floyd experimentaban mucho más con la sonoridad que ahora Según la investigación, dada una nota musical, es "relativamente más fácil" predecir cuál será la siguiente en una canción actual y las composiciones musicales más recientes también presentan una menor diversidad de timbres y tienden a interpretarse con los mismos instrumentos. "En la década de los 60, por ejemplo, grupos como Pink Floyd experimentaban mucho más con la sonoridad que ahora", ha destacado. Asimismo, ha añadido que otra de las tendencias es el aumento paulatino del volumen intrínseco al que se graban las canciones. El volumen es independiente del que cada usuario puede seleccionar para reproducirlas posteriormente. De este modo, Serrá subraya que hasta ahora este efecto "largamente comentado" no se había podido comprobar empíricamente a gran escala y añade que los resultados de la investigación ofrecen, por tanto "una receta teórica para crear canciones que suenen modernas y actuales". "Los cambios de acordes sencillos, los instrumentos comunes y el volumen fuerte son los ingredientes de la música actual, realizar estos cambios sobre canciones antiguas puede hacer que suenen a nuevas", ha agregado. El investigador valora que este proceso de homogeneización podría deberse a las modas, ya que se observa una tendencia a engancharse a la música de la corriente dominante. Para la investigación se han analizado cerca de medio millón de piezas musicales procedentes de una base de datos pública que incluye más de un millón de canciones publicadas entre 1955 y 2010, elaborada por la Universidad de Columbia (EE UU). Estas obras son de distintos estilos como rock, pop, hip hop, metal y electrónica. Por otro lado, Serrá ha explicado que puesto que una canción dura de media unos cuatro minutos y un experto, si quiere anotar los parámetros del interés para el estudio, necesita de un mínimo de cuatro escuchas, la investigación hubiera requerido 16 años de escucha, 365 días al año, 24 horas al día. Sin embargo los ordenadores han permitido escuchar música de una manera que los humanos "simplemente" no pueden. El trabajo ha contado con la colaboración de investigadores del Centro de Estudios Matemáticos de Bellaterra, y de las universidades de Barcelona y Pompeu Fabra.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1550475/0/musica-pop/csic/sonido/#x
La música actual es cada vez más previsible y tiende a ser cada vez más homogénea y con menos sonoridades, según concluye una investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que publica el último número de la revista Scientific Reports. Así, investigadores del CSIC han analizado, en uno de los apartados del estudio, 464.411 canciones de entre 1955 y 2010 y han detectado que las canciones compuestas en las décadas más recientes tienden a parecerse más entre ellas que las antiguas. Además, de acuerdo a los parámetros analizados, las transiciones entre los grupos de notas han disminuido de forma continua durante los últimos 55 años. Para el director del trabajo e investigador del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial del CSIC Joan Serrá, estos parámetros musicales en las canciones son como las palabras de un texto. En este sentido, añade que han observado que, cada vez hay menos palabras diferentes. En los 60, grupos como Pink Floyd experimentaban mucho más con la sonoridad que ahora Según la investigación, dada una nota musical, es "relativamente más fácil" predecir cuál será la siguiente en una canción actual y las composiciones musicales más recientes también presentan una menor diversidad de timbres y tienden a interpretarse con los mismos instrumentos. "En la década de los 60, por ejemplo, grupos como Pink Floyd experimentaban mucho más con la sonoridad que ahora", ha destacado. Asimismo, ha añadido que otra de las tendencias es el aumento paulatino del volumen intrínseco al que se graban las canciones. El volumen es independiente del que cada usuario puede seleccionar para reproducirlas posteriormente. De este modo, Serrá subraya que hasta ahora este efecto "largamente comentado" no se había podido comprobar empíricamente a gran escala y añade que los resultados de la investigación ofrecen, por tanto "una receta teórica para crear canciones que suenen modernas y actuales". "Los cambios de acordes sencillos, los instrumentos comunes y el volumen fuerte son los ingredientes de la música actual, realizar estos cambios sobre canciones antiguas puede hacer que suenen a nuevas", ha agregado. El investigador valora que este proceso de homogeneización podría deberse a las modas, ya que se observa una tendencia a engancharse a la música de la corriente dominante. Para la investigación se han analizado cerca de medio millón de piezas musicales procedentes de una base de datos pública que incluye más de un millón de canciones publicadas entre 1955 y 2010, elaborada por la Universidad de Columbia (EE UU). Estas obras son de distintos estilos como rock, pop, hip hop, metal y electrónica. Por otro lado, Serrá ha explicado que puesto que una canción dura de media unos cuatro minutos y un experto, si quiere anotar los parámetros del interés para el estudio, necesita de un mínimo de cuatro escuchas, la investigación hubiera requerido 16 años de escucha, 365 días al año, 24 horas al día. Sin embargo los ordenadores han permitido escuchar música de una manera que los humanos "simplemente" no pueden. El trabajo ha contado con la colaboración de investigadores del Centro de Estudios Matemáticos de Bellaterra, y de las universidades de Barcelona y Pompeu Fabra.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1550475/0/musica-pop/csic/sonido/#xtor=AD-15&xts=467263
La música actual es cada vez más previsible y tiende a ser cada vez más homogénea y con menos sonoridades, según concluye una investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que publica el último número de la revista Scientific Reports. Así, investigadores del CSIC han analizado, en uno de los apartados del estudio, 464.411 canciones de entre 1955 y 2010 y han detectado que las canciones compuestas en las décadas más recientes tienden a parecerse más entre ellas que las antiguas. Además, de acuerdo a los parámetros analizados, las transiciones entre los grupos de notas han disminuido de forma continua durante los últimos 55 años. Para el director del trabajo e investigador del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial del CSIC Joan Serrá, estos parámetros musicales en las canciones son como las palabras de un texto. En este sentido, añade que han observado que, cada vez hay menos palabras diferentes. En los 60, grupos como Pink Floyd experimentaban mucho más con la sonoridad que ahora Según la investigación, dada una nota musical, es "relativamente más fácil" predecir cuál será la siguiente en una canción actual y las composiciones musicales más recientes también presentan una menor diversidad de timbres y tienden a interpretarse con los mismos instrumentos. "En la década de los 60, por ejemplo, grupos como Pink Floyd experimentaban mucho más con la sonoridad que ahora", ha destacado. Asimismo, ha añadido que otra de las tendencias es el aumento paulatino del volumen intrínseco al que se graban las canciones. El volumen es independiente del que cada usuario puede seleccionar para reproducirlas posteriormente. De este modo, Serrá subraya que hasta ahora este efecto "largamente comentado" no se había podido comprobar empíricamente a gran escala y añade que los resultados de la investigación ofrecen, por tanto "una receta teórica para crear canciones que suenen modernas y actuales". "Los cambios de acordes sencillos, los instrumentos comunes y el volumen fuerte son los ingredientes de la música actual, realizar estos cambios sobre canciones antiguas puede hacer que suenen a nuevas", ha agregado. El investigador valora que este proceso de homogeneización podría deberse a las modas, ya que se observa una tendencia a engancharse a la música de la corriente dominante. Para la investigación se han analizado cerca de medio millón de piezas musicales procedentes de una base de datos pública que incluye más de un millón de canciones publicadas entre 1955 y 2010, elaborada por la Universidad de Columbia (EE UU). Estas obras son de distintos estilos como rock, pop, hip hop, metal y electrónica. Por otro lado, Serrá ha explicado que puesto que una canción dura de media unos cuatro minutos y un experto, si quiere anotar los parámetros del interés para el estudio, necesita de un mínimo de cuatro escuchas, la investigación hubiera requerido 16 años de escucha, 365 días al año, 24 horas al día. Sin embargo los ordenadores han permitido escuchar música de una manera que los humanos "simplemente" no pueden. El trabajo ha contado con la colaboración de investigadores del Centro de Estudios Matemáticos de Bellaterra, y de las universidades de Barcelona y Pompeu Fabra.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/1550475/0/musica-pop/csic/sonido/#xtor=AD-15&xts=467263
La música actual es cada vez más previsible y tiende a ser cada vez más homogénea y con menos sonoridades, según concluye una investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que publica el último número de la revista Scientific Reports. Así, investigadores del CSIC han analizado, en uno de los apartados del estudio, 464.411 canciones de entre 1955 y 2010 y han detectado que las canciones compuestas en las décadas más recientes tienden a parecerse más entre ellas que las antiguas. Además, de acuerdo a los parámetros analizados, las transiciones entre los grupos de notas han disminuido de forma continua durante los últimos 55 años. Para el director del trabajo e investigador del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial del CSIC Joan Serrá, estos parámetros musicales en las canciones son como las palabras de un texto. En este sentido, añade que han observado que, cada vez hay menos palabras diferentes. En los 60, grupos como Pink Floyd experimentaban mucho más con la sonoridad que ahora Según la investigación, dada una nota musical, es "relativamente más fácil" predecir cuál será la siguiente en una canción actual y las composiciones musicales más recientes también presentan una menor diversidad de timbres y tienden a interpretarse con los mismos instrumentos. "En la década de los 60, por ejemplo, grupos como Pink Floyd experimentaban mucho más con la sonoridad que ahora", ha destacado. Asimismo, ha añadido que otra de las tendencias es el aumento paulatino del volumen intrínseco al que se graban las canciones. El volumen es independiente del que cada usuario puede seleccionar para reproducirlas posteriormente. De este modo, Serrá subraya que hasta ahora este efecto "largamente comentado" no se había podido comprobar empíricamente a gran escala y añade que los resultados de la investigación ofrecen, por tanto "una receta teórica para crear canciones que suenen modernas y actuales". "Los cambios de acordes sencillos, los instrumentos comunes y el volumen fuerte son los ingredientes de la música actual, realizar estos cambios sobre canciones antiguas puede hacer que suenen a nuevas", ha agregado. El investigador valora que este proceso de homogeneización podría deberse a las modas, ya que se observa una tendencia a engancharse a la música de la corriente dominante. Para la investigación se han analizado cerca de medio millón de piezas musicales procedentes de una base de datos pública que incluye más de un millón de canciones publicadas entre 1955 y 2010, elaborada por la Universidad de Columbia (EE UU). Estas obras son de distintos estilos como rock, pop, hip hop, metal y electrónica. Por otro lado, Serrá ha explicado que puesto que una canción dura de media unos cuatro minutos y un experto, si quiere anotar los parámetros del interés para el estudio, necesita de un mínimo de cuatro escuchas, la investigación hubiera requerido 16 años de escucha, 365 días al año, 24 horas al día. Sin embargo los ordenadores han permitido escuchar música de una manera que los humanos "simplemente" no pueden. El trabajo ha contado con la colaboración de investigadores del Centro de Estudios Matemáticos de Bellaterra, y de las universidades de Barcelona y Pompeu Fabra.

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La Espiral Descendente





Apreciados lectores, durante las últimas semanas se ha producido un fuerte descenso en el precio del petróleo, el cual llevaba más de dos años moviéndose en una franja relativamente estrecha de precios bastante altos.

Este post   lo he organizado por secciones: Introducción; Volatilidad y Recesión; Los eventos de 2008 y 2011; Fundamentales; Consecuencias; y Conclusión.

Introducción


Si nos fijamos en el precio del crudo Brent (el de referencia en Europa) vemos que desde principios de 2011 se cotizaba por encima de los US $100 , con un par de picos por encima de los US $120 a principios de 2011 y 2012 , y un par de coqueteos con la línea de los 100 dólares, que actuó como precio de referencia o línea a no traspasar hacia abajo. Hasta ahora: el viernes pasado el barril de Brent cotizaba a 86$, y aún había estado unos dólares más abajo los días anteriores.

La fuerte volatilidad de los precios del petróleo es uno de los síntomas de problemas de suministro de esta fundamental materia prima. Lo hemos explicado multitud de veces en este blog: cuando la actividad económica es vigorosa, la demanda sube pero la producción no puede seguir el ritmo, con lo que el precio sube hasta que los altos precios dañan la actividad económica. Entonces, se cierran empresas y se deja a gente en el paro, la demanda baja, el precio cae bruscamente y eso permite que poco más tarde comience la recuperación económica, vuelve a subir la demanda y volvemos al punto de partida. Mientras la producción de petróleo suba lentamente o incluso se estanque es de esperar que se reproduzcan periódicamente estos ciclos de recuperación y caída; sin embargo, a medida que la producción de petróleo baje (cosa que aún no ha pasado si consideramos todos los hidrocarburos líquidos, lo cual ya es discutible per se) lo esperable es que la secuencia de subidas y bajadas se acelere, a veces con cambios de enorme brusquedad que empujan el precio hacia arriba o hacia abajo a medida que países enteros colapsan (hacia arriba si el que colapsa es un país productor o hacia abajo si el país colapsante es consumidor).

Como explicaré en este post, la actual bajada de precios es un síntoma ominoso de graves e inminentes problemas económicos y en la producción de petróleo, consecuencia de muchas tensiones acumuladas durante años de huida hacia adelante. Y por ello resultaría bastante cómico, si no fuera tan triste y tan sintomático de nuestra ceguera como sociedad, ver que delante de un momento tan preocupante y crítico como el actual han surgido voces diciendo que "eso del oil crash" no es cierto debido a esta bajada de precios; incluso hay quien dice que esto no lo habíamos visto venir y que todos los análisis que hacemos en este y otros foros son pura basura, porque para estas personas el único síntoma de los problemas de suministro son los altos precios del petróleo, y cada bajada de precios representa un aumento de suministro, por lo que en realidad el peak oil está cada vez más lejos (incluso he llegado a leer un tweet de un conocido gestor de activos relacionados con el petróleo en el que se afirmaba que la caída del precio del petróleo era signo de abundancia de suministro).

Volatilidad y recesión


Nada más lejos de la realidad, por supuesto. Fijarse exclusivamente en el precio del petróleo para describir el peak oil es un error, y aún más pensarse que los problemas de suministro de petróleo simplemente generan precios persistentemente más altos: en realidad, el peak oil lo que genera es una enorme volatilidad (subidas y bajadas del precio salvajes). Y hemos insistido en esa idea desde el principio, en realidad; justamente una de las cosas que me empujó a hacer divulgación del problema del pico del petróleo fue el hecho de ver que después de la clara señal de 2008 (el mismo año el barril valió 147$ en Julio y 36$ en Diciembre) no se produjo una reacción racional a los problemas que ya eran evidentes. Miente quien diga que no lo llevamos diciendo desde hace años, y en mi caso desde el principio: el quinto post que publiqué en este blog, el 3 de Febrero de 2010, se llamaba "Pronóstico de los precios del petróleo para los próximos diez años" e ilustraba el problema de la hipervolatilidad del precio con un croquis que hace años dibujó Dave Cohen:


Un año más tarde, me preguntaba si la repentina subida de precios, ya no lejos de los 130 dólares por barril, indicaba que estábamos en otro de esos picos de volatilidad y si ésta estaba ocasionando la oleada recesiva de 2011. Y ahora en 2014 estamos a punto de otra recesión mundial, según parece. Permítanme que les entresaque dos párrafos de mi post "Pronóstico de los precios del petróleo para los próximos diez años", publicado hace cuatro años y medio:

"Predecir el valor del pico es más o menos imposible, pero sí que podemos adelantar que la economía debilitada no podrá aguantar precios crecientes hasta valores tan altos como 150$, con lo que probablemente el próximo pico será bien menor. Mientras dure la situación de plateau oil, lo único que podemos aventurar es la cadencia de los picos, asumiendo que tras el pico el precio se estabiliza en un valor de unos 40$."

y también

"De aquí también se concluye que los tiempos de recurrencia de los shocks petrolíferos serán cada 3 años, siempre en Julio: 2008, 2011, 2014, 2017, 2020,... Es decir, en esta década nos esperan 4 shocks petrolíferos, siempre y cuando asumamos que estamos en el plateau oil."

El modelo que usé en aquel post era de una banalidad insultante, y la realidad ha sido por supuesto mucho más compleja (yo mismo ya afirmaba en el propio post que las cosas serían bastante más complicadas). Es, sin embargo, curioso ver que, efectivamente, los siguientes picos de precios no han sido tan altos como los casi 150$ de Julio de 2008 y que las fechas esperadas para la mayor volatilidad del precio del petróleo (2008, 2011, 2014...) no han ido tan desencaminadas y parecen marcar las fechas de las sucesivas "Grandes Recesiones", ahora que empieza a reconocerse que podríamos estar en puertas de la Tercera de ellas.

Pero ciertamente la dinámica del precio y la del suministro de petróleo está siendo bastante más complicada. Por la parte de los precios, justamente hace unos meses alguien me echaba en cara que no se cumpliera con la volatilidad que siempre he defendido como síntoma de los problemas de suministro de petróleo, delante de lo cual yo escribí un post en que se tocaba diversos temas y en cuanto a éste, enseñé la siguiente gráfica, superponiendo el croquis de Cohen sobre la evolución real del precio del barril de petróleo:



El bosquejo de Dave Cohen es eso, un bosquejo, pero a pesar de su simplicidad sí que se diría que está captando algo de lo que pasa, y máxime si ahora a finales de 2014 el precio se está desplomando. Antes de entrar a analizar en mayor profundidad qué explica estas desviaciones observadas respecto al modelo simple para el comportamiento del precio, déjenme decirles que esta visión de que los problemas del petróleo implican no simplemente precios altos sino volatilidad no es mía particular, sino compartida por prácticamente toda la comunidad peakoiler. En particular, les recomiendo un excelente artículo de Gail Tverberg para que puedan hacerse una idea más certera de qué está pasando. Así que aquellos que critican a los peakoilers por la bajada repentina del precio del barril de crudo, que se abrochen los cinturones porque ahora vienen curvas y muy peligrosas; y lean por ejemplo lo que se dice en ASPO sobre el fenómeno.

Los eventos de 2008 y 2011




Mirando una gráfica con atención  ha habido dos acelerones en la producción de "todos los líquidos del petróleo" (petróleo crudo convencional + crudos no convencionales + diversos sucedáneos más o menos asimilables) justo después de dos mesetas en la producción. El primer acelerón se produce tras la crisis del 2008 y se sustenta con biocombustibles. Lamentablemente, los biocombustibles no aportan en realidad energía neta, con lo que de manera real la cosa no coge momento. Los Gobiernos americano y europeos, que obligaron a que parte de la mezcla de sus gasolinas y diéseles tuvieran parte de biocombustibles han perdido el interés en estos combustibles, al comprobar que no reducen la dependencia exterior, y han empezado a retirar los subsidios a su consumo, lo que ha llevado al estancamiento de su producción:



De manera práctica, lo que ha pasado es que el precio del petróleo no ha subido porque la falta de suficiente petróleo en el mercado se rellenó con biocombustibles, que además de causar revueltas del hambre no eran ni energética ni comercialmente rentables y que por tanto se subsidiaron con más deuda de los Estados. Es decir, para mantener la maquinaria mundial en marcha se ha explotado un recurso que no se debía haber producido y que básicamente convierte austeridad y penalidades de la población propia y de otros países en hidrocarburos líquidos.

Pero ya en 2011, siendo ya obvio el fiasco de los biocombustibles, y con una nueva recesión en marcha, hizo falta buscar algo más con lo que impulsar la producción de petróleo, y aquí es donde emerge con fuerza el fracking, como evidencia la franja de color lila del gráfico de Telecomunista más arriba. Sin el aporte de los condensados y el petróleo ligero de roca compacta (light tight oil) americano la producción total de hidrocarburos líquidos habría decaído unos 3 millones de barriles diarios. Lamentablemente, pasa aquí una cosa parecida a la de los biocombustibles: las compañías que explotan estos recursos se están arruinando (como evidencian los cada vez más numerosos artículos que alertan de ello en la prensa económica) y esa montaña de deuda inevitablemente explotará más pronto que tarde. Y tardará menos en reventar si el precio del barril cae demasiado durante un tiempo suficiente. Al final, dado lo crítico y estratégico del petróleo los Estados rescatarán estas compañías, endosando una vez más el coste a los ciudadanos, y de nuevo habiendo convertido sufrimiento social en hidrocarburos líquidos. No es ninguna bagatela precisamente.

Fundamentales


Los movimientos con los biocombustibles y con los hidrocarburos líquidos derivados del fracking explican por qué el precio se ha mantenido alto sin grandes altibajos (excepto el momento en que se renuncia a seguir impulsando los biocombustibles como gran solución en 2011, que se acopla perfectamente con el pequeño pico de precios de ese año y la consiguiente oleada recesiva). Pero, ¿qué está pasando ahora? El precio se ha mantenido estable por encima los 100$ los últimos 3 años, y de golpe ha comenzado a caer, incluso por debajo de esa barrera de los 100 dólares el barril. Si uno estudia los fundamentales del mercado, se encuentra tres posibles factores en la oferta y uno en la demanda.

Los tres factores en la oferta son:


    El shale Oil de los EE.UU. --esto es el petróleo de lutita--se encuentra en máximos históricos de producción:  desde el punto de vista técnico no se espera que la producción de estos hidrocarburos, explotados mediante la técnica del fracking --es decir fractura hidraílica--, lleguen a su máximo productivo hasta 2015 como pronto y hasta 2017 como tarde. Por tanto su producción sigue aumentando (quizá ya no tan rápidamente) aunque sea a costa del mayor endeudamiento de las compañías.
    La producción se está recuperando en Libia: Ésta parece ser la razón fundamental del aumento de oferta de petróleo en los últimos meses --y la razón de bombardear el país y matar a M. Gadafi-- (700 de los casi 900 mil barriles diarios que ha subido la producción en los últimos tres meses). El Departamento de Energía de los EE.UU. lo considera la causa principal en cuanto a la oferta. En todo caso, falta ver si el proceso es duradero o sólo un espejismo.
    Irak ha mejorado sus exportaciones, posiblemente con mucho esfuerzo pero es una tarea esencial para poder financiar la guerra contra el Estado Islámico --creado por los EEUU para sus ocultos fines--.

Solo China crece y solo China demanda energía.


En cuando a la demanda, hay un único factor que aparece en todos los análisis: la demanda mundial está débil. Desde hace meses se acumulan los indicios negativos en muchos países (caída de las exportaciones alemanas, escasa creación de empleo en los EE.UU., malestar en Francia y decepción con el presidente Hollande, Italia que no levanta cabeza a pesar de la elección como presidente del pretendidamente reformista Renzi...), pero son particularmente importantes los que llegan de China pues es hoy en día la factoría del mundo y su evolución está muy marcada por la evolución de la demanda, sobre todo en Occidente. Y de China no vienen buenos datos: el índice PMI está bastante bajo y muchos indicadores van a la baja (por ejemplo, la fuerte caída de la demanda de acero en ese país). En suma: se anticipa una recesión global, lo cual cuadra bien con la caída concomitante de las bolsas mundiales.

Una manera de tratar de entender qué es lo que está pasando es mirar los informes sobre coyuntura del mercado del petróleo que mensualmente publica la Agencia Internacional de  la Energía (AIE), los Oil Market Report.


Hasta 2002 se observa un claro patrón estacional, con más demanda de petróleo en invierno y otoño y menos en primera y verano; la oferta se intenta ajustar a la demanda de forma ligeramente anticíclica: se produce por debajo de la demanda en los meses de mayor demanda pero se compensa con una oferta superior a demanda en los meses de menor demanda. Por eso vemos múltiples cruces de las dos curvas, y los inventarios que guarda la industria en sus depósitos sirven para compensar los vaivenes (se compra demás en los momentos de menor consumo y se compra de menos en los de mayor). A partir de 2003  empieza una carrera entre oferta y demanda, que van más ajustadas, y queda menos espacio entre las dos curvas.

¿Qué pasa a partir de 2005? De todo.



En 2005 y 2006 la curva de oferta está superando la mayoría del tiempo, y ampliamente, la de demanda. Eso debería querer decir que el mercado está más que bien abastecido, pero no olviden que una parte cada vez mayor de lo producido son líquidos del gas natural, que substituyen al petróleo sólo para ciertas funciones (por ejemplo, para la síntesis del propileno). Así que probablemente, en términos de lo que el mercado realmente demandaba (gasolina, diésel, keroseno) la oferta estaba siendo bastante ajustada y eso explicaría por qué durante esos años el precio subió meteóricamente; lamentablemente, la introducción de la notación "todos los líquidos del petróleo" por parte de la AIE hace que esos detalles no puedan ser percibidos en las gráficas.

Llega 2008 y el consumo, que generalmente oscilaba unos 2 Mb/d cada año, baja de casi 4 Mb/d. El precio se desploma durante ese año, y la oferta intenta seguir a la demanda, estando siempre por encima todo ese año. De nuevo, la inclusión en el mismo cesto de "todos los líquidos del petróleo" hace incomprensible la evolución del precio del petróleo, ya que según esta gráfica la oferta fue siempre superior a la demanda durante todo 2008, incluso en Julio cuando el precio llegó a casi 150$ por barril.

Hacia 2009 la demanda se empieza a recuperar, aunque no recupera sus oscilaciones anuales características hasta 2010. Y a finales de 2011 volvemos a ver la paradoja de tener una oferta que excede en mucho a la demanda y aún así el precio sube. Presumiblemente, porque es el momento en que empieza a verse que los biocombustibles no disminuyen la dependencia energética del mundo; por supuesto los economistas no entienden el por qué, que no es otro que su baja TRE, o sea, que no están produciendo energía neta aprovechable. Y en este momento emerge con fuerza el petróleo ligero de roca compacta y los condensado de algunas plataformas de shale gas de los EE.UU., todos ellos explotados por el fracking. El petróleo ligero de roca compacta sí que es petróleo, aunque al ser ligero no vale para destilar diésel, pero sí que proporciona un alivio a la demanda de combustibles fósiles líquidos del planeta y por tanto la situación comienza a normalizarse en 2012 y 2013... hasta ahora.

Los gráficos acaban en el segundo trimestre de 2014; las líneas delgadas que vienen después son las proyecciones que se deducen del último Oil Market Report (por cierto, corregido un error tonto en las tablas). Como ven, la AIE está haciendo un pronóstico basado en algo muy simple: simplemente apuesta a que volvemos a empezar un ciclo normal, en el que la oferta se va cruzando con la demanda a lo largo del año: ahora toca que la demanda empiece a subir y que la oferta lo haga más moderadamente durante el invierno, y lógicamente se espera que ya pasará lo contrario durante la primavera y el verano.

Pero, ¿qué está pasando en realidad? Como ven, no hay nada espectacular en la oferta prevista, y el último aumento de la producción no es nada completamente disparatado, sobre todo si se tiene en cuenta que Libia aún produce sólo la mitad del petróleo que llegó a producir diariamente, y que los problemas con el Estado Islámico hacen que cualquier proyección sobre las exportaciones iraquíes sea muy especulativa. Parece más bien que el problema principal se está originando con la demanda, que no está siguiendo el patrón previsto de repunte en esta época del año; al contrario, está bajando con fuerza. Estamos repitiendo el patrón de 2008 y 2011, donde la oferta superó a la demanda en momentos que debería suceder lo contrario. El problema es que incluir todo lo que asimilamos a petróleo en el mismo gráfico impide distinguir con claridad qué de todo ello es realmente lo que demanda el mercado. La AIE tendría que considerar seriamente separar el mercado del crudo del resto de mercados de hidrocarburos líquidos en sus análisis, puesto que no son absolutamente fungibles y equivalentes (como discutimos al hablar del pico del diésel).

Consecuencias


Es aún pronto para saber si la caída de la demanda continuará durante los próximos meses, consecuencia de un posible parón de la actividad global. Incluso aunque realmente estemos entrando en un proceso recesivo, los Gobiernos pueden tomar muchas medidas para atenuar el problema, y de hecho parece que el Gobierno norteamericano ha emprendido una nueva campaña de imprimir más dinero para intentar conjurar este peligro. La eficacia de tal medida se comprobará durante las próximas semanas.

Sin embargo, lo que sí que ha evidenciado la fuerte bajada del precio del petróleo es un gran nerviosismo en muchos de los países productores. Algunos analistas se han apresurado en declarar que, en realidad, esta caída de precios es el resultado de una sucia artimaña de Arabia Saudita, a quien el consenso de los autoproclamados expertos le atribuye la capacidad eterna de controlar el mercado; según ellos, Arabia Saudita  estaría inundando el mercado con petróleo para hacer bajar los precios. En lo que estos expertos no se ponen de acuerdo es con qué fin hace esto el reino saudí: algunos opinan que lo hacen para favorecer el hundimiento de la díscola Rusia, otros que pretende destruir el negocio del shale en los EE.UU., algunos más creen que Arabia Saudita está intentando estrangular económicamente al Estado Islámico en Irak...

Pero, como hemos visto, no es Arabia Saudita la que ha incrementado su producción, sino principalmente Libia, y los incrementos observados no se salen de las cantidades más o menos habituales para esta época del año. Más aún: como comentábamos hace algunos meses, todo apunta a que la producción de crudo ha empezado ya su declive. Y en cuanto a Arabia Saudita no parece posible que pueda aumentar sensiblemente su producción de petróleo; más bien ésta comenzará pronto a disminuir.

Así pues, se puede negar la mayor: no se están poniendo grandes cantidades de petróleo extra en el mercado con el fin de hundir los precios, y menos que nadie es Arabia Saudita la que está provocando esa imaginaria abundancia. Lo que sí que está pasando con toda probabilidad es que la Tercera Recesión ya está avanzando y la demanda cae, y con ella el precio.


Deutsche Bank --un nido de corruptos banqueros alemanes-- publicaba recientemente un análisis sobre el precio mínimo al que necesitan vender cada país el barril de petróleo, so pena de entrar en graves déficits fiscales que podrían comprometer su estabilidad:

Como se ve la Oferta.


Como ven, los grandes productores (Rusia y Arabia Saudita) estarían en déficit ahora mismo, en tanto que otros países que arrastran problemas desde hace tiempo resulta que ya estaban en situación de déficit fiscal. No es nada nuevo. El problema es mucho más serio de lo que algunos "expertos" proclaman; no se trata, no, de garantizar un pisito y un trabajo a cada parejita o de atar perros con longanizas: se trata de mantener la paz social en países que sufren graves desequilibrios. Arabia Saudita tiene ciertamente suficiente dinero como para aguantar esta situación durante bastantes meses, pero la mayoría de los otros productores se verían en graves problemas en sólo cuestión de semanas. El sistema global está apuntalado precariamente y podría desmoronarse con una rapidez inusitada si no se reacciona en breve.

No sólo los países están en riesgo. Ya vimos que las 127 mayores compañías de gas y petróleo del mundo se han endeudado irracionalmente para mantener la ficción de un mundo en expansión (llegando al absurdo de solicitar crédito para arrojar dividendo, cosa que por cierto también ha hecho en España la eléctrica Endesa). Estas compañías se han empantanado en proyectos de petróleo y gas no convencionales que han demostrado tener nula o negativa rentabilidad; esto incluye los biocombustibles, las arenas bituminosas de Canadá y resto de petróleos extrapesados, las aguas ultraprofundas y, por supuesto, los hidrocarburos extraídos mediante fracking. Como ya explicamos, desde principios de este año las compañías más grandes han empezado a desinvertir fuertemente en los yacimientos menos rentables, centrándose en un volumen de negocio inferior pero de mayor rendimiento, y la presión para aumentar esa desinversión va en aumento. Si la actual bajada de precios se profundiza y es lo suficientemente duradera, se abandonarán más proyectos y eso hará que a la vuelta de un par de años ese petróleo que se tenía que haber empezado a poner en producción ahora simplemente no estará allí.

Los nervios de los productores están a flor de piel, mientras que sus consumidores habituales están exangües. Prácticamente no hay tiempo para reaccionar. Sin duda la OPEP restringirá ligeramente la producción para intentar contener la bajada del precio del crudo, pero esta estrategia tiene un corto recorrido: si se recorta mucho la exportación, el precio por barril que necesita cada país sube, con lo que deberían recortar aún más la exportación y el precio necesario para equilibrar las cuentas subiría aún más. Realmente no hay mucho margen por ahí. Tarde o temprano los países productores se darán cuenta de que lo que les interesa es que alguno de ellos se hunda para que los otros puedan sobrevivir. En ese juego de locos, en esa huida absurda hacia adelante, Irak es de los que tienen las peores cartas, juntamente con otros países como Siria o Yemen.

Conclusión


Aparentemente, estamos ya a las puertas de la Tercera Gran Recesión. Hace meses que se tiene indicios de la llegada de la misma, y la caída en poco tiempo de los índices bursátiles y de los precios de muchas materias primas son el resultado esperable de la caída de la demanda asociada al parón económico.

La bajada del precio del petróleo en particular es muy peligrosa, pues compromete la viabilidad financiera de muchas empresas, empeñadas de manera completamente irracional en la explotación de hidrocarburos no convencionales más allá de su rentabilidad real. También pone en peligro la estabilidad de muchos países que dependen de los ingresos de sus exportaciones petroleras para garantizar la paz social.

En el nivel de los 85$ por barril en el que los precios se han estabilizado ahora mismo, los riesgos son menores y sería soportable si este nivel de precios no dura demasiado tiempo. Sin embargo, si la caída de precios se profundiza se puede desencadenar todo un alud de consecuencias muy desagradables: la quiebra de petroleras --¿las 7 hermanas?-- o el abandono masivo de yacimientos y explotaciones menos rentables obligará a los Estados (particularmente, los EE.UU.) a intervenir, detrayendo recursos para otras cosas y probablemente agravando sus propios problemas económicos y sociales--recuérdese su colosal e impagable deuda federal--; por otro lado, en los países productores más débiles son esperables revueltas y guerras civiles. Todo ello redundaría en una abrupta caída de la producción de petróleo, la cual desencadenaría problemas de suministro y llevaría inmediatamente a precios del petróleo y otras materias primas extremadamente altos que hundirían las economías occidentales en una recesión aún más profunda, y ésta a un hundimiento aún mayor de la demanda, reiniciando todo el ciclo en una espiral tenebrosa: recesión - destrucción de la demanda y consecuente bajada del precio - caída de la producción por quiebras, revueltas y guerras, y consecuentemente precios altos - de nuevo recesión, etc. La inestabilidad acumulada en el sistema económico y productivo global es tal que una vez se inicie la espiral será difícil detenerla, y cuando por fin pare podríamos encontrarnos mucho más abajo que cuando la comenzamos.

Estamos de pie delante de un abismo que en nuestra irresponsabilidad colectiva, en nuestra irrefrenable huida hacia adelante, hemos contribuido a ahondar. Y ahora estamos extendiendo nuestra pierna, alegremente, hacia el vacío que tenemos delante.

¿Estará el Diablo detrás de todo esto? o solo los vendedores de armas y por ende vendedores de guerras.


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Estrategia de Arabia Saudí: Acabar con el Shale Oil

El Paro en cifras y mentiras

"Contratos de risa", "58 euros al mes", "horas extras en negro": la otra cara de la subida del empleo. Contratos precarios para bajar el paro --es decir maquillar las cifras para que pasen en los diarios de circulación nacional --  y rellenar espacios. El número de parados baja a costa de los contratos temporales (barrer la basura debajo de la alfombra ). Los sindicatos califican el descenso del desempleo como "estacional y precario". La contratación temporal del verano facilita la caída récord del paro.

Precariedad laboral por doquier...

Contratos temporales que se renuevan día a día, horas extras en negro, sueldos que no alcanzan los 60 euros mensuales... es la otra cara de la subida del empleo, la del trabajo precario y mal pagado que, eso sí, ha propiciado que las cifras de paro de la EPA del tercer trimestre del año hayan experimentado una bajada de 151.000 personas, situando la cifra de parados en 5.427.700 personas, el 23,67% de la población activa. Muchos son trabajos creados durante la temporada estival, pero los distintos testimonios de trabajadores con contratos temporales o a tiempo parcial recopilados por el portal web 20minutos indican que la precariedad no es una flor de verano, y que lleva mucho tiempo instalada en nuestro sistema económico: "El último trabajo que he encontrado es hasta fin de obra y me pagan a cuatro euros la hora. Es temporal y dependo de las horas extra que me conceda la empresa para llegar a fin de mes", indica una trabajadora de 37 años que evita ofrecer su identidad por miedo a represalias. "Llevo mes y medio, pero no me quejo. El anterior curro en el que estaba me pagaban más, pero era un catering del aeropuerto y no sabía si iba a currar hasta el mismo día en el que me llamaban, cuando me decían el horario. Firmaba un contrato cada jornada y los días libres no cobraba", asegura esta misma empleada. En toda mi carrera no he tenido nunca un contrato indefinidoOtro ejemplo es el de Juan Arias, diseñador web gijonés de 31 años (actualmente reside en Madrid): "Yo me incorporé al mercado laboral con la crisis, y como no encontraba trabajo hice un ciclo formativo más hace dos años. En Gijón trabajé seis meses. En Madrid he encontrado otro empleo, con un contrato de seis meses que se me acaba ahora. En toda mi carrera (13 años de vida laboral) no he tenido nunca un contrato indefinido, en mi vida", dice. Esta asturiano considera que se están maquillando las cifras de empleo "con contratos de risa": "Esta precariedad causa problemas en la vida, como que no puedo acceder a vivir yo solo en un piso (comparto con mi hermana y su marido). No tengo un contrato con el que avalar a un propietario y asegurarle que permaneceré allí pagando el tiempo acordado. ¿Recuperación? Estamos peor que hace cino años", asegura. Por su parte, Manuel, padre de familia de 51 años, es un exoficial de obra que encontró trabajo hace unos meses como camarero. Era lo único que encontraba. "En el contrato me aseguraban cuatro horas, pero trabajaba diez. Lo dejé el mes pasado, aunque me vi negro para que me pagaran la última mensualidad", dice. Y es que los contratos temporales han subido en 122.400 durante este penúltimo trimestre, mientras que los indefinidos han disminuido en 26.300. De hecho, las actividades laborales donde se crean más puestos de trabajo se caracterizan por su estacionalidad, como el turismo, la agricultura o la construcción. Así, UGT no ha dudado en calificar este descenso del desempleo como "estacional, temporal y precario". 

A 3,6 euros la hora

 Estacional, temporal y precario es precisamente el tipo de empleo que encontró Carlota E. Ramírez. Tal y como publica en un blog de Internet, esta joven universitaria empezó a trabajar este verano, recién llegada de Erasmus: "Se trataba de una tienda verde situada en lo mejor del barrio de Salamanca. Mi primer sueldo: 58 euros. A 3,6 euros la hora", explica. "Me contrataron para trabajar únicamente los domingos, con un sueldo de 104, 76 euros al mes, a 6,54 euros la hora, lo cual me pareció bien", explica. Sin embargo, al final de mes, con la deducción de los impuestos, el sueldo de Carlota se quedó a la mitad, lo que le daba para pagar el abono transporte y poco más. Carlota cuenta como llamó repetidas veces a su jefe por si había algún error en la nómina (la retenían casi la mitad de su salario bruto), sin que la contestaran. Al final, abandonó su puesto de trabajo: "Tuve ganas de llorar. Me sentí humillada y, sobre todo, me dio rabia". Tuve ganas de llorar. Me sentí humillada y, sobre todo, me dio rabia"La reforma laboral y las nefastas políticas de empleo siguen produciendo un incremento de la precariedad laboral y de la temporalidad, que ha aumentado en 0,6 puntos en la Comunidad de Madrid, con efectos perversos sobre todo en las mujeres", manifiesta Mª Cruz Elvira, secretaria de Empleo en CC OO de la Comunidad de Madrid. "Estos datos, lo único que ponen de manifiesto es que no existe recuperación económica real: el trabajo que se crea es cada vez más precario, de pocas horas, aumentando las desigualdades y la pobreza para la mayoría de la población", apostilla Elvira. La opinión del secretario ejecutivo federal de Economía y Empleo de IU, José Antonio García Rubio, apunta en la misma dirección:

"La precariedad laboral aumenta sin parar y, pese a las cifras, el número de contratos indefinidos baja en más de 26.000 personas".
Comentarios de profesionales afectados: 
"En toda mi carrera no he tenido nunca un contrato indefinido"
"Tuve ganas de llorar. Me sentí humillada y, sobre todo, me dio rabia"


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Ventas de prensa caen en septiembre: El País (-13%), El Mundo (-11%) y ABC (-10%)

El País (-13%), El Mundo (-11%) y ABC (-10%)


Las ventas de los diarios en papel nuevamente han sufrido un duro golpe en el comienzo del curso, agravando aún más una crisis que parece no tener fin. Los datos de la OJD (Periódicos no especializados en un tema, ejemplo deportes como  El As ) pendientes de certificar indican que los tres diarios de mayor tirada editados en Madrid sufrieron caídas en ventas superiores al 10%. El caso más grave lo tenemos en ‘El País’ que ha experimentado un retroceso del 13,4% frente a septiembre de 2013, hasta los 145.000 ejemplares, un nuevo mínimo histórico para el diario de Prisa.


El País (-13%)


La principal cabecera mantiene en mínimos sus registros impresos. Las cifras de venta de septiembre (145.510 ejemplares) son de las peores de su historia, lo que deja muy tocado el proyecto de Antonio Caño que asumió la dirección del diario antes del verano. En difusión las cosas no van mejor pero al menos mantienen el tipo en relación al acumulado anual. Han registrado 250.843 ejemplares, un 10,6% menos que en relación a septiembre del año pasado, pero en la línea de lo que va de año.

Esto seguro nada tiene que ver con que este diario -- cloaca como CNN-- solo resalta las miserias ajenas, las de ultramar claro, las miserias de presidentes populistas de otras latitudes y reseñas de pulpos pitonisos que nos esclarecen que el Mundial de Fútbol 2010 lo ganaría Ex-paña, mientras silencia las vergüenzas y miserias de Ex-paña, como la escapadita del Rey de Ex-paña a Botswana para matar elefantes y búfalos.



 

El Mundo (-11%)



‘El Mundo’  tampoco tiene nada que celebrar. Excluyendo sus cerca de 30.000 ejemplares de Orbyt que OJD no permite sumar a su edición impresa, el diario registra unas ventas de 110.159 números, un 11,9% menos que igual mes del año pasado. En difusión este dato llega a los 153.000 ejemplares, un 6,9% menos. En el caso de 'ABC' las ventas llegaron a los 92.557 ejemplares, un 10,3% menos mientras que la difusión cerró en 128.717 ejemplares, un 9,5% inferior.

El ABC (-10%)


En ventas 'ABC' vuelve a recortar terreno a 'El Mundo'. El mes de agosto estaba a una distancia de 22.000 ejemplares y en septiembre la distancia se ha recortado a 18.000. En cuanto a difusión las distancias han pasado de 31.000 ejemplares hasta los 25.000, siempre con 'El Mundo' por sobre el diario de Vocento.



‘La Razón’ es la cabecera que menos cae con 67.000 ejemplares de ventas y un retroceso del 2% frente a septiembre del año pasado, mientras que en difusión recupera terrero con un alza del 3,5% hasta los 100.628 ejemplares, su mejor dato desde marzo y a sólo 28.000 ejemplares del diario 'ABC'.


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Interés Negativo

Interés negativo significa en buen castellano desinterés o de otro decir, no me interesa o en este caso NO ME INTERESA TU DEPÓSITO, en Matemática este desdén se denota con un "-"  o guión o signo menos, desinterés es decir : ¿Hay demasiado dinero en el mundo?, ¿sobran ahorradores?

Querido ahorrador. Imagínate que mañana vas a la sucursal más cercana de tu entidad financiera habitual. Quieres un depósito a plazo fijo, y como siempre, tratas de negociar el precio con la persona que te atiende. Pero, al contrario de lo que ocurre siempre, esta no te hace una buena oferta de esas que hacía antaño “por ser un cliente especial”. Lejos de eso, quiere cobrarte. Sí, cobrar. Esto es, en vez de ofrecer un 1%, un 0,5% o un determinado tipo de interés, pretende que tú, querido ahorrador, pagues por depositar tu dinero. ¿Una locura?

Quizá eso hayan pensado los clientes a los que les ha pasado ya. Sí, estás leyendo bien… Cobrar por depositar el dinero en una entidad financiera es hoy por hoy una realidad. Y no, no hay trampa ni cartón, no me refiero a que el dinero esté remunerado y se cobren comisiones por otros conceptos que inclinen la balanza a favor de la entidad financiera. No, nada de eso. Me refiero a que hoy por hoy, los mayores bancos del mundo han empezado a cobrar a los grandes depositantes de euros por custodiar su dinero. O, en otras palabras, en Euroland  ( UNIÓN EUROPEA ) los tipos de interés negativos son ya una realidad. No hay trampa ni cartón.

La tendencia apadrinada por los mayores bancos del mundo.

Véase la siguiente noticia del WSJ (“Big Banks Start Charging Clients for Euro Deposits” 17-10-2014), que es el medio que ha publicado el bombazo, o si lo prefieren pueden leer parte de la información en Reuters o Bloomberg. Entidades como BNY Mellon, el mayor custodio del mundo, Goldman Sachs, JP Morgan, Credit Suisse o HSBC están cobrando, o van a hacerlo de forma inmediata, a aquellos clientes que depositan grandes cantidades de saldos de pasivo en euros en sus cuentas.
Entidades como BNY Mellon, el mayor custodio del mundo, Goldman Sachs, JP Morgan, Credit Suisse o HSBC están cobrando, o van a hacerlo de forma inmediata, a aquellos clientes que depositan grandes cantidades de saldos de pasivo en euros en sus cuentas
Es cierto que no se menciona a entidades como Santander, BBVA o La Caixa, que sería lo que realmente le preocuparía al ahorrador español, pero por lo pronto las rentabilidades ofrecidas han bajado de forma notoria también en nuestro país. Y, si ha pasado esto, algo que hace tan solo unos meses era impensable, ¿por qué no valorar la posibilidad de que vaya a más? De hecho, véase cómo las noticias sobre los ‘tijeretazos’ a las rentabilidades son cada día más habituales en nuestros portales de noticias favoritos, incluyendo a los grandes bancos (de hecho quizá sean quienes lleven la delantera).

Desarrollo en Cascacada del BCE hacia abajo.

¿Por qué está pasando esto? Claramente, por la decisión del BCE de situar los tipos de interés de la facilidad de depósito en el -0,2%. Vamos, que el BCE ha decidido cobrar a los bancos por depositar su dinero en la institución y ahora las entidades financieras han empezado a repercutir dicho coste al cliente. Dicha medida no solo ha depreciado la divisa y minorado la rentabilidad en los bonos a corto plazo, sino que también ha provocado un cambio en la mentalidad de los diversos agentes económicos. Se intuye en el movimiento de los grandes bancos que no esperan que lo que vivimos sea coyuntural, sino que los tipos de interés en terreno negativo están aquí para quedarse, al menos por un tiempo. En caso contrario, ¿por qué molestar a sus mayores clientes?
Así, aparentes ‘locuras’ en la deuda pública de mayor calidad se entienden mejor. Por ejemplo en la yield curve AAA de la Eurozona podemos encontrar rendimientos negativos hasta vencimientos de 3 años, y en el caso de la deuda pública alemana se marcaron cifras a 5 años tan irrisorias como el 0,1%. Si los Estados catalogados como ‘refugio’ lo deseasen, podrían reducir el vencimiento medio de su deuda pública y financiarse literalmente gratis; es más, ¡podrían incluso cobrar dinero por endeudarse! Eso es una ‘locura’, al menos desde una perspectiva ‘precrisis’, pero a partir de ahora el debate puede ir más allá. ¿Por ejemplo, alguien se imagina un Euribor en territorio negativo?
Sin duda se trata de un escenario más debatible a nivel teórico que práctico, porque poca gente se imagina que pueda llegar a pasar. Pero, por otra parte, ¿quién se imaginaba que llegaríamos a pagar por depositar nuestro dinero? ¿Quién se imaginaba la deuda pública alemana a 5 años con rendimiento casi cero? No es extraño, por tanto, viendo la vertiginosa caída del indicador, que la gente se empiece a preguntar cosas como “¿cómo afectará a mi hipoteca un Euribor en negativo?” o “¿Euribor al 0%? Es posible a final de año”. Los tipos de interés en negativo, si se consolidan, pueden afectar tanto a depositantes como a la rentabilidad de la deuda y a indicadores como el Euribor.

Cuando el Futuro  nos alcance.


Si los tipos negativos se consolidan, se podría llegar a cobrar por depositar el dinero al ciudadano de a pie en un importe lo suficientemente bajo para que no compense guardarlo en casa
Y ese es otro motivo de preocupación para los ahorradores que deseen depositar su dinero en las entidades financieras. No solo el BCE ha establecido una facilidad de depósito en negativo, no solo aumentará de nuevo la liquidez en el sistema por medio de los TLTRO y la compra de activos (haciendo menos atractivo remunerar el dinero de los ahorradores y hundiendo las referencias a corto plazo), además, si indicadores como el Euribor se ven afectados, las entidades financieras seguirán bajando la rentabilidad de los depósitos más y más para defender sus márgenes. ¿Podría llegar todo ello a la calle? ¿Podríamos ver en algún momento depósitos con un tipo de interés negativo para el ciudadano de a pie?
Es difícil de imaginar, y operativamente complicado. Si los grandes bancos han elegido a las grandes cuentas para cobrar no es por gusto, es precisamente porque son estas cuentas las que no pueden prescindir de una entidad financiera. En otras palabras, si a un pequeño ahorrador le cobran una cantidad significativa por custodiar su dinero, lo sacará en efectivo y lo tendrá en casa, aun a riesgo de que se lo roben. Pero esto para un gran patrimonio es inviable. Un gran patrimonio puede invertirlo, puede moverlo, puede incluso meter una parte en su caja fuerte, pero si quiere liquidez no le quedará más remedio que pagar por ello. 

Tipos de interés negativos ¿ Y si se consolidan?


Aunque, dicho esto, también sacamos en conclusión que, si los tipos negativos se consolidan, se podría llegar a cobrar por depositar el dinero al ciudadano de a pie en un importe lo suficientemente bajo para que no compensara guardarlo en casa. Eso sí es posible; difícil, pero posible.
No sé si nuestros ojos llegarán a ver tal cosa, pero viendo el mundo en que vivimos probablemente el debate se irá incrementando en los próximos meses. Qué mejor ocasión que esta para empezar a planteárselo. Por otra parte, y relacionado con esto, ¿alguien se imagina un verdadero mercado bajista en la Eurozona con los miles de millones que saldrán de los depósitos a medida que las rentabilidades bajen? O mejor dicho, que están saliendo. Porque Manolo y Pepe probablemente no moverán el mercado, pero a quien están cobrando por depositar el dinero es a hedge funds, grandes empresas, grandes patrimonios…

De hecho, el mercado de deuda corporativa con grado de inversión, uno de los más importantes para juzgar el devenir de los mercados, no se ha enterado de las recientes turbulencias. ¿Será que conocían de antemano los rumores de que Mario Draghi ( Presidente del European Central Bank BCE, desde 1 Noviembre 2011) podría comprar? ¿Hay demasiado dinero en el mundo? ¿Nos habremos vuelto locos?

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