China Primera Potencia del Mundo.
El contexto mundial actual hace que algunas personas se pregunten con duda y otras con preocupación
acerca de
las consecuencias que pudiera tener, -para el funcionamiento del
sistema internacional en general o para el transcurrir de su país y del
propio individuo- la transformación de
China en primera potencia del orbe.
El desconocimiento de un país que se encuentra geográficamente muy
distante y que está construyendo un Estado y una sociedad con
particularidades propias en el planeta, coadyuvan en la creación de
fábulas y mitos al respecto.
La aseveración más socorrida es aquella que dice relación a que no
tiene sentido salir del dominio estadounidense para caer bajo el de
China. La historia de nuestra región ayuda a alimentar dicha
preocupación. Pasamos del control absoluto de los imperios
español y portugués
durante tres siglos para caer bajo la égida neocolonial británica al
finalizar las luchas por la independencia y posteriormente a vivir bajo
hegemonía estadounidense cuando este país se transformó en primera
potencia mundial y entró en su etapa imperialista a finales del siglo
XIX.
China New World Order (NWO).
Vale entonces, exponer algunos elementos que coadyuvan a conocer mejor la política exterior de
la República
Popular China (RPCh). Los sustentos del comportamiento chino en el
escenario internacional se basan en una opinión independiente respecto
de los problemas internacionales. Su objetivo diplomático radica en
defender la
paz mundial y crear
un ambiente pacífico que le permita su desarrollo. Se opone a la
hegemonía de un país o alianza de países y a la aplicación de acciones
de fuerza. Su política exterior se propone desarrollar relaciones con
todos los países independientemente de cuál sea la orientación
ideológica de su gobierno o el sistema social imperante. Prioriza las
relaciones con los países en vías de desarrollo y con sus vecinos, lo
cual constituye la piedra angular de su quehacer en el ámbito exterior.
El fin primordial de sus relaciones internacionales es construir un
nuevo orden económico-político internacional.
La política exterior de China está sustentada en los cinco principios
de coexistencia pacífica que regulan sus relaciones con otros países.
Son ellos: respeto mutuo a la soberanía y la integridad territorial, no
agresión, no intervención en los asuntos internos, igualdad y beneficio recíproco y coexistencia pacífica.
Aquí se comienzan a marcar algunas diferencias respecto de la
política exterior de Estados Unidos. Consecuente con los principios
enunciados, la República Popular China ha desarrollado su potencial
militar con carácter estrictamente defensivo. No posee bases militares
en el extranjero, salvo
pequeñas estaciones
de control y protección de la ruta marítima que deben seguir sus buques
petroleros desde el Golfo Pérsico hasta su territorio. Desde el año
1979 cuando China invadió Vietnam durante dos meses, soldados de este
país no han salido de su territorio para hacer la guerra en otra nación.
Desde 1949, además de esta ocasión, solo durante la guerra de Corea, el
ejército chino ha realizado operaciones bélicas fuera de sus fronteras.
En ambos casos, al finalizar las guerras, todo el contingente militar
chino regresó a su territorio.
China Cultura Milenaria.
Así, el énfasis de la política exterior de la RPCh se ha puesto en la
cooperación en materia económica, financiera y tecnológica y en la
diversificación de sus relaciones. En ese sentido, China basa su
crecimiento económico en dos motores: la exportación y la inversión.
Particular importancia ha tenido el manejo de sus vínculos con otros
centros de poder mundial. La apertura que inició Deng Xiaoping fue
continuada por los presidentes Jiang Zemin, Hu Jintao hasta el actual
mandatario Xi Jinping. Según éste “China es un león dormido. Hoy, el
león se ha despertado. “Pero es agradable, pacífico y civilizado” y
añadió que “China no creará problemas, pero tampoco tiene miedo a los
problemas”.
En una reciente visita a Alemania a finales del mes de marzo pasado,
el presidente chino fue extremadamente cuidadoso al referirse al tema de
Crimea. Explicó que como es tradicional en la política exterior china,
su país no tiene que elegir ningún bando respecto de este conflicto. Sin
embargo, durante un discurso en el Colegio de Europa en Bruselas, al
referirse al tema, Xi dijo que ” Para cualquier país en el mundo, el
pasado siempre es la clave para el presente y el presente siempre está
enraizado en el pasado. Sólo cuando sabemos de dónde ha venido un país,
podríamos posiblemente entender por qué ese país es lo que es hoy, y
sólo entonces podríamos darnos cuenta en qué dirección se dirige”.
Wang Yiwei, director del Instituto de
Relaciones Internacionales
y profesor de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad
Renmin de China explicando las diferencias entre el comportamiento ruso y
el de su país en materia internacional expone que China creció
mirándose hacia adentro y valorando la riqueza de su cultura, a
diferencia de Rusia que creció permanentemente más allá de sus fronteras
originales.
Con respecto a Europa el reciente viaje del presidente chino a esa
región marcó una nueva etapa en las relaciones con la Unión Europea.
Dicho encuentro presentó tres oportunidades estratégicas para ambos. En
primer lugar permitió dar continuidad y profundizar la reforma de China,
Además, fue una posibilidad de desarrollo de los vínculos bilaterales y
finalmente consintió fortalecer la cooperación internacional en materia
de paz y seguridad. Al respecto Xi dijo que “Los sensatos buscan el
terreno común, mientras que los insensatos se aferran a las
diferencias”. Sobre el mismo tema, el Doctor Wang opinó que “China y
Europa deben respetarse mutuamente, tratarse como iguales, buscar
terreno común poniendo de lado las diferencias y mantener la cooperación
de beneficio mutuo. Al hacer todo esto, promoveremos nuestro diálogo y
compromiso, maximizaremos los intereses comunes, compartiremos
oportunidades y haremos frente a los retos de manera conjunta”.
Al participar en la III Cumbre de Seguridad Nuclear que se celebró en
La Haya del 24 al 25 de marzo de 2014 el presidente chino quiso dar
prueba del compromiso de su país para mejorar la seguridad universal.
Fue también una manifestación de la importancia que el gobierno chino
concede a la seguridad nuclear y a la seguridad internacional en su
conjunto. El país asiático se ha propuesto elevar su perfil de seguridad
nuclear entendiendo su creciente fuerza nacional e influencia
internacional sobre los principales temas de la agenda, sabiendo que
éste es uno de los más trascendentales.
China: Cooperar vs. Imponer.
En otro ámbito, el mandatario chino ha establecido ciertos parámetros
que fundamentan el comportamiento internacional de la potencia
asiática. En ese sentido, ha recalcado la diversidad de las
civilizaciones que componen el espectro planetario y ha destacado la
necesidad de “ los intercambios y el aprendizaje mutuo entre
civilizaciones”. Según Xi, estos no deben construirse sobre el elogio o
el menosprecio exclusivos de una civilización en particular. Enfatizó
que las civilizaciones son iguales y todas tienen fortalezas y defectos,
pero ninguna debe ser considerada superior a otra.
En un discurso pronunciado en la sede de la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en
París, a finales de marzo el presidente chino desmontó la hipótesis
occidental esbozada por el historiador británico Arnold J.Toynbee, y
desarrollada por el politólogo estadounidense Samuel Huntington quien en
1993 imaginó una idea de futuro basada en el choque de civilizaciones
como escenario de conflicto más probable para el siglo XXI. Xi expuso
que el elemento central de las relaciones entre civilizaciones debe ser
la inclusividad basada en el intercambio y el aprendizaje mutuo. Dijo
que “Si todas las civilizaciones pueden defender la inclusividad, el
llamado ‘choque de civilizaciones’ quedará descartado y la armonía de
las civilizaciones se convertirá en realidad”.
El Sueño Chino, the Chinese Dream.
En su primer año de gobierno el presidente chino ha trazado el rumbo
de lo que será su gestión encaminada a proyectar la “política exterior
como la locomotora de su ´Sueño Chino` o rejuvenecimiento nacional, que
pretende mejorar la calidad de vida de la gente, la prosperidad general,
construir una sociedad mejor y fortalecer las fuerzas armadas” como lo
señala Swaran Singh profesor de Diplomacia y Desarme en la Universidad
Jawaharlal Nehru de Nueva Delhi.
En este marco, la visita de Wang Yi Canciller de la RPCH a América
Latina se inscribe en el objetivo de fortalecer las relaciones de su
país con la región. La misma se propone vigorizar los intercambios de
alto nivel e impulsar la cooperación. Según estadísticas del Ministerio
de Comercio de China sus inversiones en América Latina subieron de 200
millones de dólares en 1975 a más de 100 mil millones en 2010. Así
mismo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU
(CEPALC) estima que en unos 5 años China desplazará a la Unión Europea
como segundo socio comercial de América Latina. Del 7,6% del total de
ventas a la región en 2009, pasará a 19,3% en 2020.
Tal vez a eso se refirió el presidente Xi cuando en París, -al pensar
en la necesidad del intercambio y el aprendizaje mutuo entre
civilizaciones- expuso que lo que su país busca es “el Sueño Chino” que
según él, “puede lograrse a través del desarrollo equilibrado y el
refuerzo mutuo del progreso material y cultural”, por lo que “el pueblo
chino alentará cambios creativos y un desarrollo innovador de la
civilización china de conformidad con el progreso de la época”.