Día Mundial de la Alimentación. Los hombres de maíz.
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (Food and Agricultural Organisation FAO)
Día de celebración 16 de octubre
El 16 de octubre de cada año, se celebra el Día Mundial de la Alimentación, proclamado en 1979 por la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Su finalidad es concientizar a los pueblos del mundo sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza. El día coincide con la fecha de fundación de la FAO en 1945.
El Día Mundial de la Alimentación (DMA) fue establecido por países miembros de la FAO en la Reunión General de la Organización Número 20, en noviembre de 1979. La delegación Húngara, encabezada por el Ministro Húngaro de Agricultura y Alimentación Dr. Pál Romány actuó un activo rol en la Sesión Número 20 de la Conferencia de la FAO, sugiriendo la idea de celebrar mundialmente el DMA. Desde entonces se ha desarrollado cada año en más de 150 países, dando a conocer los problemas detrás de la pobreza y el hambre.
Los Hombres de Maíz
En su libro Hombres de maíz, Miguel
Ángel Asturias describe una cultura en caos porque los ladinos de
Guatemala hacen negocio del maíz y agotan la tierra. En el pasado, los
mayas cultivaban suficiente maíz sólo para el consumo local, pero el
comercio ladino produce más maíz que el necesario. Asturias nos muestra
el peligro de la manera occidental de relacionarse con la tierra y
propone resolver esa violencia con un regreso a las antiguas tradiciones
mayas, por medio de la recuperación de las memorias arquetípicas de su
cultura para recrear su mundo en tiempo cíclico. Empezamos con dos
separaciones catastróficas para la vida maya.
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Somos lo que comemos |
Los hombres en la novela están enajenados de sus
esposas y las buscan para reestablecer la armonía. Asturias asocia los
hombres mayas con el sol que ilumina el maíz y las mujeres con la luna y
el agua que riega la milpa, pero al principio de la novela el sol y la
luna están separados. La enajenación maya de su pasado produce esa
separación y al brillar el sol sin descanso de lluvia, la sequía mata el
maíz. Simbólicamente, la búsqueda de los hombres por sus mujeres es una
búsqueda por el agua, la cual es encontrada a través de una ceremonia
que regresa al hombre a la memoria del inconsciente y entonces recuerda
donde está la mujer y se reunifican el sol con la lluvia. A través del Popol vuh entenderemos mejor este proceso.
El Popol vuh presenta la creación del mundo
maya. Antes de todo, existían dos dioses, Tepeu y Gucamatz, la madre y
el padre de la creación. Ellos formaron la Tierra, el mar y los
animales; sin embargo deseaban que hubiese un ser para adorarlos y así
empiezan las cuatro etapas de la creación. Los dioses destruyeron el
primer ser que crearon por ser muy débil y los otros dos por no
alabarlos. El proceso de crear en el Popol vuh hace hincapié en la necesidad de adorar a los creadores y por eso el ciclo de crear y destruir seres seguía. En Hombres de maíz, aunque el maíz dé vida a la gente, no respetan el maíz y negocian con él. Al describir las etapas, el Popol vuh intercala la historia de los gemelos heroicos, quienes hicieron posible la creación de la gente maya.
El ruido del juego de pelota les molestaba a los
dioses de Xibalba, quienes invitaron a los hermanos ahí para un partido.
Los dioses pierden e inventan otro juego de hoguera para matar a los
chicos, pero ellos saltan en el fuego y se suicidan; esa acción muestra
la muerte como un sacrificio escogido en lugar de un castigo forzado.
Luego el Popol vuh muestra la muerte como una etapa temporaria
cuando los dioses echan los huesos quemados en el río y después de cinco
días los chicos reviven y entonces vencen la muerte al matar a dos
dioses de Xibalba que simbolizan la muerte, Hun-Came y Vucub-Came.
Triunfantes los gemelos reconstruyen a su padre y
mandan a todos honrarlo; así cumplen la alabanza que los tres primeros
seres creados no podían: adorar a su creador. En el Popol vuh,
las repeticiones continúan hasta que se alcance una perfección. Después
de vencer la permanencia de la muerte, los dioses abuelos crean el
cuarto mundo de los hombres de maíz.
Al irse de Xibalba los gemelos dejaron harina de maíz
que Tepeu y Gucumatz usaron para formar a los mayas que adoran a sus
creadores y el maíz que les alimenta. Es necesario honrar a los
creadores y su regalo de maíz; pero negociar con el maíz es despreciar
el obsequio y no respetar a los dioses que se lo dieron. Entonces los
gemelos subieron al cielo donde Ixbalanqué se volvió la luna y Hunahpú
el sol. El sol y la luna están desarmonizados en la novela y la milpa
sufre. A la vez hombres y mujeres están separados y la sociedad maya
sufre. En ambos casos la falta de fertilidad amenaza de muerte. Aunque
en el Popol vuh deje de contar más ciclos, la muerte continúa y
deja la repetición de morir y renacer. Los gemelos se murieron y
renacieron del río y luego en el cielo contribuyeron a la germinación
del maíz. El Popol vuh no habla mucho sobre la muerte y su
relación con la vida, pero eso se interpreta bien a través del ejemplo
de los gemelos heroicos: la muerte es un auto-sacrificio; al morir la
persona beneficia a los seres del futuro y su vida continúa en ellos.
El tiempo en el Popol vuh sigue un círculo, pero cada etapa es
diferente. Para entender mejor regresamos a los estudios de la cultura
maya y su relación con la tierra.
En The Sexual Woman in Latin American Literature,
Diane Marting describe una “vegetation metaphor” en la cual “death is
extremely important for the community, a requirement for its own
perpetuation, in fact; one must die (or be “cut down” - sacrificed) in
order to grow again” . Sembrar, cultivar y cosechar el maíz
forman un círculo que se repite, y el maíz tiene que morir para que sus
semillas crezcan. En el Popol vuh, la muerte ya no es un castigo
sino un auto-sacrificio indispensable del cual nueva vida emerge.
Miguel León-Portilla explica que los mayas conceptualizan el tiempo en
términos de épocas cíclicas. “Kinh, sun-day time, is a primary reality, divine and limitless. Kinh embraces all cycles and all the cosmic ages… Also because of this, texts such as the Popol vuh speak of the “suns” or ages, past and present” . Así en el Popol vuh, las etapas se repiten hasta que se terminen y otra etapa semejante comience. También “Since kinh
is essentially cyclic, it is most important to know the past in order
to understand the present and predict the future” .
Los ciclos se repitan y dan una mirada al futuro. El Popol vuh
deja los ciclos de morir y nacer, continuar sin final. Al describir el
círculo en la cultura maya-trixano de Guatemala, Kay Warren dice, “The
agricultural metaphor likens the planting and harvesting of the
agricultural cycle to the creation and destruction as well as to birth
and death” . Morir y nacer son parte del ciclo natural. El Popol vuh cuenta la creación del mundo, no su historia eterna, y así no muestra específicamente lo que Mircea Eliade llama el retorno eterno
en el cual el tiempo cíclico recrea un mundo en caos. No obstante
morir y volver presentan esa posibilidad pero no es un trato hecho el
que los muertos regresan como veíamos con los dioses de Xibalba. En Hombres de maíz, la vida entre nacer y morir instiga la continuación del ciclo y mezcla la creación en el Popol vuh con el retorno eterno para contar una etapa peligrosa en la vida maya.
La novela empieza al presentar muerte y destrucción
en la sociedad maya. Gaspar Ilóm se harta de la opresión ladina y
organiza una resistencia, pero los ejércitos ladinos queman los campos
de maíz, matan a los soldados de Gaspar y lo envenenan. Como Kay García
propone, los ladinos no solamente se parecen a los hombres de madera en
el Popol vuh que no adoraban a sus creadores, sino que también
se parecen a los dioses de Xibalba que deseaban matar a Hunaphu e
Ixbalanqué . Como los dioses de Xibalba, los ladinos que atacaron a
Gaspar fueron castigados permanentemente: “Los Zacatón fueron
decapitados por ser hijos y nietos del farmacéutico que vendió y preparó
a sabiendas el veneno que paralizó la guerra del invencible Gaspar
Ilóm” . Al repetir esos acontecimientos del Popol vuh, la
muerte de Gaspar no es forzada, ya que revive después del envenenamieto,
sino que escoge la muerte cuando se da cuenta de sus compañeros muertos
y se tira al río. Eso parece el auto-sacrificio de los gemelos y si el
ciclo continúa, como para los gemelos, Gaspar revivirá en el maíz.
Marting comenta que en la cultura maya se cree que alguien continúa en
las semillas del maíz, y por lo tanto Gaspar no se murió . Al
final de la novela, Asturias se refiere al maíz como el hijo de Gaspar . Su vida continúa y como los gemelos, Gaspar deja maíz para
alimentar los futuros mayas. En el Epílogo, Goyo Yic cosecha el maíz y
aunque Warren y Marting asocien la cosecha con la muerte, debemos
recordar que la cosecha de los gemelos proporcionó la harina de maíz con
que se formaron los mayas. Así morir uno es nacer otro, y el final y
el principio se juntan dentro del maíz como la lluvia y el sol. Sin
embargo, inmediatamente después de la muerte de Gaspar no vemos su
renacer ni el renacimiento del maíz y parece haber una interrupción en
el ciclo. Para reconectar morir y nacer empezamos con la conexión entre
Gaspar y el agua.
Rene Prieto asocia a Gaspar Ilóm con el gemelo
Hunahpú. Entre sus razones lista la semejanza en la manera que ambos
mueren y reviven, y los dos dejan maíz para las siguientes generaciones.
Sin embargo nos preguntamos por qué Prieto no conecta a Gaspar con
Ixbalanqué, quien asimismo hizo esas cosas. Prieto explica que muchas
tradiciones mayas mantienen que Ixbalanqué se convirtió en una mujer
antes o después de ascender al cielo, además, críticos como
León-Portilla suelen hablar de “la diosa de la luna.” Prieto dice que
en la cultura maya también es común creer que el dios del sol está
casado con la diosa de la luna (29). Al explicar eso, ella nos recuerda
que Gaspar es esposo de la Piojosa Grande quien es también Maria la
Lluvia. En el Popol vuh hay precedencia de asociar a la mujer
con el agua: “Las cuatro primeras mujeres tenían nombres que incluyen el
agua: Caquixaha (Agua de Guacamaya) Chomiha (Agua Hermosa y Escogida),
Tzununiha (Agua de Gorriones y la más significativa - Caha Paluda (Agua
Parada Que Cae de lo Alto)” ha significa “agua” en el idioma maya
(García 110). Asturias sigue esa tradición no solamente al decir que
La Piojosa Grande es Maria la Lluvia quien es la lluvia, sino también
temprano en la novela cuando la esposa de Gaspar se huye “como agua que
se despeña” (355-56, 29). Asturias nos dice que aquellas mujeres
literalmente son la lluvia y que Gaspar es el padre del maíz. Así se
parecen Hunahpú e Ixbalanqué quienes “Juntos representan no sólo el día y
la noche, sino el calor y el agua que ayudan la germinación” . Sin embargo no se ve fácilmente la conexión entre la luna y la
lluvia. Al explicar los veinte días del calendario maya, León-Portilla
dice “Ix is a repeated appearance of the jaguar god in his
relationship with the earth and the lower world” . “Ix” es el
nombre de jaguar dios y asimismo es el prefijo de la diosa Ixbalanqué.
Dora Luz Cobián conecta la diosa de la luna con el jaguar . Aunque
los mayas tienen a Chac, el dios del trueno y la lluvia, León-Portilla
dice que es común conectar el jaguar con la lluvia; así vemos porqué
varios críticos asocian a Ixbalanqué con la lluvia. Cobián escribe que
para los mayas el papel de Ixbalanqué es “‘salir de noche y cuidar el
sembrado’” .
No obstante, Cobián interpreta el Popol vuh
como artefacto patriarcal que muestra la poca importancia de la mujer en
la cultura maya. Explica que la abuela Tepeu llevaba poder igual al
abuelo Gucamatz y con el tiempo los gemelos heroicos se volvían
diferentes y la Luna carecía de poder importante. Al contrario,
León-Portilla escribe que la diosa de la luna “makes the corn grow and
is venerated as the Lady of the Earth”. Rafael Girard dice que
Ixbalanqué desempeña el “papel de la mujer en la sociedad maya-quiché” . Es cierto que ambos dioses llevan diferentes responsabilidades,
como los hombres y las mujeres en la vida maya. Rigoberta Menchú dice
que las responsabilidades “ajenas al hombre” son tan importantes como
ellas de él . Eso es cierto para una sociedad en balance, pero en Hombres de maíz,
la sociedad está en caos y las mujeres huyen. Austurias usa la palabra
“tecuna” para esas mujeres, y Gerald Martin describe “‘tecunas’, or
runaway wives, no doubt signifying a lost relationship to the earth and
the community” . Para Asturias, la lluvia alimenta, pero los
hombres están separados de sus esposas y la lluvia deja de caer. Aunque
el sol y la luna parezcan separados entre día y noche, cuando hay
armonía trabajan juntos en su regalo del maíz. El sol sin lluvia da
sequía y todos se mueren, pero para rescatar el maíz del desequilibrio,
los hombres se embarcan en una búsqueda desesperada por sus esposas.
La falta de armonía maya con la tierra instiga
esterilidad en la tierra: “todo acabará pobre y quemado por el sol, por
el aire, por las rozas, si se sigue sembrando méiz para negociar con él,
como si no fuera sagrado” . Además Prieto nos muestra que
temprano en la novela hay una directa conexión entre la esterilidad de
la tierra y los humanos, porque los soldados de Godoy se vuelven como
esa tierra cuando sus hijos se mueren y se encuentran estériles como una
fuente seca . Vemos otra conexión entre cómo los ladinos destruyen
la tierra al sembrar demasiado maíz y cómo Goyo dañaba a su esposa
Maria Tecún por tener muchos hijos: “Te dejé, no porque no te quisiera,
sino porque si me quedo con vos a estas horas tendríamos diez hijos más y
no se podía: por vos, por ellos, por mi” . La fertilidad abusiva
hace huir a la mujer, le quita la unidad a la familia y quiebra la
conexión entre la tierra y la lluvia del cielo; Maria le hace entender a
Goyo esa realidad. Asturias simboliza la ignorancia de Goyo con la
ceguera cuando Maria le dice “vos eras empedido de la vista,” y por eso
ella se fue . Goyo encuentra a su esposa cuando el brujo le
devuelve la visión. Así Asturias nos lleva al punto clave en la novela;
a través del entendimiento de las relaciones entre personas y la
naturaleza se puede recrear el mundo. Tal conocimiento proviene de
rescatar las antiguas memorias escondidas en el inconsciente.
Para que Nicho y Goyo encuentren a sus esposas deben
pasar por una ceremonia. Eliade explica que “religious ceremonies are,
then, festivals of memory. Knowing means learning the central myth” . En Hombres de maíz, el mito central consiste en la formación del mundo en el Popol vuh;
recuperar su memoria cultural le enseña el significado de la creación.
Para Nicho, su ceremonia toma lugar en la cueva donde conoce al
curandero-venado. Vicente Renstrom compara ese momento con la
descendencia de los gemelos a Xibalba donde derrotan el poder de la
muerte con su conocimiento de los dioses malvados (59). En la cueva, el
curandero niega compartir información con Nicho hasta que ese carretero
queme toda la correspondencia que trae y “se deshaga de su yo social.”
“Todos los poderes sociales, sin excepción, necesitan desaparecer para
llegar al instinto elemental (inconsciente)” (Arredondo 73-74). Al
quemar los sacos, Nicho se libera de las instituciones que organizaban
su conciencia e identidad y que lo enajenaban de su inconsciente y al
cortar ese vínculo a los ladinos, Nicho se convierte en su nagual, el
coyote.
En De brujos y naguales, Isabel Arredondo
escribe que según los mayas el nagualismo representa la
transubstanciación o que la persona literalmente se convierte en animal
al contrario de muchos antropólogos que postulan que la persona y su
nagual son dos seres independientes; Asturias también sigue el punto de
vista de Arredondo. Además “La animalidad en Hombres de maíz es
precisamente el medio por el cual se puede acceder al inconsciente” . Esa conversión en coyote es una ceremonia en la cual Nicho
recuerda lo olvidado de su vida y el de los mayas. La novela presenta
muy claramente el concepto de memorias compartidas en la historia que
Hilario Sacayón contaba de Miguelita de Acatán.
Hilario cree que él inventó la historia de Miguelita y Neil, sin embargo Ña Moncha le dice:
Uno cree inventar muchas veces lo que otros han
olvidado. Cuando uno cuenta lo que ya no se cuenta, dice uno, yo lo
inventé, es mío. Pero lo que uno efectivamente está haciendo es
recordar; vos recordaste en tu borrachera lo que la memoria de tus
antepasados dejó en tu sangre, porque tomá en cuenta que formás parte no
de Hilario Sacayon, solamente, sino de todos los Sacayón que ha
habido.” (Asturias 244)
Las memorias son casi genéticamente pasadas de
generación a generación y por eso en los ciclos del tiempo, el pasado
nunca se va. La borrachera devolvió a Hilario a un estado más
inconsciente y por eso recordó. A menudo en el occidente el
inconsciente se simboliza con el agua y cuando Nicho se dio cuenta de su
inconsciente “se derramaba la luz del sol hacia el interior, con
movimiento de agua; pero al caer más adentro, ya sobre su cabeza, volvía
a ser agua, agua, agua” . Esa imagen enfatiza su encuentro con el
inconsciente pero no solamente su inconsciente; Martín Lienhard explica
que el descenso a la cueva es una “metáfora del inconsciente colectivo
al modo de Jung” y ahí existen las historias mayas y sus significados . Así como Hilario, Nicho se conecta con la memoria maya. Al
recordar que Asturias asocia las mujeres con el agua vemos que entrar al
inconsciente es empezar a entender y conectarse con la mujer y el anima
según Jung. Nicho encuentra a su esposa cuando el curandero le informa
que ella “Cayó en un pozo de quien sabe cuantas varas de profundidad” . No dice que ella se murió sino que en un sentido se unificó con
el agua. Nicho ha encontrado al agua y necesita entender qué
significado tiene y lo hará al volverse su nagual, un coyote. Arredondo
escribe que “transformarse en animal es la recuperación de los
sentidos” y recuperar los sentidos representa una gran parte de la
búsqueda para dos hombres “ciegos” en “cuevas” diferentes .
Las cuevas son oscuras y Nicho necesita dejar de
mirar a fuera para ver dentro de sí mismo. Goyo Yic es literalmente
ciego y antes de todo se sabe que él no “veía” la realidad de su esposa.
Para que Goyo reconecte con su nagual, debe recuperar su visión y
entendimiento de lo externo, así el brujo Chigüichón Culebro le devuelve
la vista en una ceremonia. Cuando todavía era ciego, Goyo tenía una
zarigüeya de mascota, pero después de recuperar la vista se escapó. No
obstante, durante las noches al buscar a Maria Tecún, en la luz lunar la
sombra de Goyo parecía una zarigüeya, y en esa sombra él ve su nagual
como él mismo en vez de una mascota. Los dos hombres necesitan la
oscuridad para conocer su esencia, solamente Nicho miró a dentro y Goyo a
fuera mientras que el agua y la luna se presenten en el viaje.
La novela no solamente combina a las mujeres en un
símbolo de agua y el inconsciente sino también combina a los hombres en
un solo símbolo porque realizan tres partes de la misma búsqueda:
“Gaspar defends, Nicho understands, Goyo carries out the collective urge
of his people: returning to harvest the land. They are one will
dramatized through three” . Después del rato en la cueva,
Nicho se queda con el curandero venado. Su nagual es el coyote y
Arredondo dice que los mayas piensan en ese animal como un mensajero y
un traicionero. Arredondo cree que Nicho es traicionero porque
sigue en la costa y nunca regresa a las montañas, pero al contrario,
Nicho es traicionero porque como un cartero trabajaba para los ladinos y
al quemar las sacas y aprender del curandero él los traiciona. El
venado sabio comparte su conocimiento de la relación apropiada entre los
humanos y la tierra y la secreta armonía del maíz al mostrar le muestra
a Nicho donde se encuentran Gaspar y su esposa. Después de correr como
agua, La Piojosa Grande “fue paralizada allí donde está entre el cielo,
la tierra y el vacío,” y ella aparece como las nubes que riegan el maíz
(355-56). Gaspar se sumergió en el agua del río conectándose con la
mujer y su lluvia. El sobrevive en el maíz, su hijo que prosperará “y
erguida estará en el tiempo que está por venir” (356). En el contexto
de esa oración, suena como el maíz es erguido y fuerte, pero Asturias
usa la forma femenina del adjetivo para referir a La Piojosa Grande y a
la lluvia y decir que va a venir, significa que va a llover de nuevo.
Además vemos en la oración un sentido religioso.
En la novela, se encuentra una trinidad de María:
Maria Tecún, Maria Zacatón y Maria la Lluvia quien es también la Piojosa
Grande. Prieto dice que Asturias combina esas mujeres en una y que las
asocia con Ixbalanqué. Durante la época de la novela, el Cristianismo
ya se había mezclado con muchas creencias de origen maya. Peter Sigal
explica que al mezclar la Virgen Maria con la diosa de la luna, la
Virgen también se volvía una figura sexual simbolizando la fertilidad
(115-28). Sin embargo, con tiempo los sacerdotes cristianos lograron
eliminar el elemento sexual de la Virgen y llevar a los mayas más cerca
al catolicismo . Al divorciar la Virgen de su sexualidad y
remplazar la diosa de la luna, también se elimina el espiritualización
de la fertilidad y así la esquiva hegemonía trabaja despacio dejando
infertilidad simbólica en la novela. En Hombres de maíz cuando dice
que Maria la Lluvia “erguida estará en el tiempo que está por venir,
entre el cielo, la tierra y el vacío,” el tiempo que viene refleja las
descripciones bíblicas de la llegada de Cristo de nuevo . Pero en
la novela, la mujer que llega y con su lluvia trae la fertilidad de
nuevo, y por lo tanto Asturias devuelve a la mujer su sexualidad que los
misioneros robaron de ella exactamente como mucho antes la robaron de
la “Virgen” Maria. Liberada, la mujer regresa al mundo para regalar la
fertilidad del maíz, y así la mujer sexual renueva el ciclo de la
creación y alcanzamos el cuarto mundo.
Al describir la búsqueda de los tres hombres, Prieto nos recuerda de los tres mundos del Popol vuh; sin
embargo Asturias juega con la historia sagrada. En lugar de ser
destruidos, cada hombre imparte algo que facilita el reestablecimiento
de la armonía. Asturias hace hincapié en los ciclos y por eso no crea
un cuarto ser para la cuarta etapa, sino todos se transforman: Gaspar al
maíz, Nicho al coyote y Goyo a la hormiga. En la forma de hormigas
cosechan el maíz que daba vida a los seres del cuarto mundo, y eso es
“the establishment of a new order patterned after the patriarchal
agricultural model of the Mayan Fourth Age” . El ciclo se
completa para comenzar otro.
Para ver esa realidad Nicho aprende que “hombres que
preñaran mujeres para vender la carne de sus hijos, para comerciar con
la vida de su carne, con la sangre de su sangre, son los maiceros que
siembran, no para sustentarse y mantener a su familia, sino
codiciosamente, para levantar cabeza contra los ricos!” (355). En ese
pasaje, el curandero nos muestra que dañar a la mujer con demasiados
hijos destruye la unidad de la familia igual que sembrar demasiado maíz
daña la tierra y destruye la unidad con la lluvia. Morir tiene “retorno
eterno,” pero matar no, así los gemelos mataron y los dioses de Xibalba
no regresaron y tampoco hay retorno cuando se mata la familia o la
tierra. Exactamente como hay varias maneras para contar el Popol vuh
también existen muchas vías de aprender esta lección. Goyo Yic lo
aprende por lo que Brotherston llama “the clarity of alcohol” .
Hombres de maíz presenta la necesidad de
escapar la mente conciente para conectarse con el inconsciente. Hilario
lo hizo por medio de tomar alcohol y así se conectó con la memoria
colectiva de una historia antigua. El alcohol en la novela es una
manera de cumplir ese fin pero se corre un peligro al usarlo porque es
una corrupción del agua; eso lo vemos cuando la camarera pone un embudo
en la boca de Nicho y le vierta el alcohol para robarlo. Ella casi lo
mata pero en el caso de Goyo Yic, el alcohol le lleva al entendimiento
inconsciente del peligro de negociar con la tierra.
Goyo y su amigo Domingo Revolorio se pasean con una
botella de ron vendiendo tragos uno al otro; así nadie sale con un
negocio lucrativo y todo se queda igual entre ambos. Al contrario hacer
negocio con el maíz reúne mucho dinero a una persona. La Doña en el
Hotel King lo describe así “pues mucho dinero junto en una sola mano
siempre tiene algo de robo contra los demás” . Inconscientemente
Goyo aprende lo bueno de compartir en vez de negociar, una practica que
destruye el balance entre el maíz, la tierra y la lluvia. Entonces Goyo
aplica esa lección al bienestar del maíz y la mujer.
Goyo habla con su esposa y se da cuenta del daño que
él le hacia. Se entienden y regresan juntos a Pisigüilito donde
cosechan el maíz y también han regresado a las tradicionales creencias
mayas: “Viejos, niños, hombres y mujeres, se volvían hormigas después de
la cosecha para acarrear el maíz” . Según Brotherston, “The
ant was the one who helped Quetzalcoatle find and carry the maize used
to make man” . Todos los seres de maíz ayudan a un creador, así lo
adoran, para recoger el maíz que les recrea. Goyo es el perfecto
personaje para llegar a este momento porque su nagual es la zarigüeya
que es “traditionally referred to as a god of dawn and a harbinger of
light” . El Amanecer nos lleva al principio de la creación, y al
reunir con la mujer el maíz crece y el ciclo de creación continúa.
El autor del Popol vuh empieza al decirnos que el libro replaza otra edición desparecida.
This we shall write now within the law of God and
Christianity, we shall bring it to light because now the Popol Vuh as
it is called cannot be seen any more… The original book, written long
ago existed, but its sight is hidden from the searcher and the thinker .
Inmediatamente el Popol vuh se libera del
encasillamiento que de si en la religión mundial existe un sólo texto.
Al rechazar “lo original” y admitir las influencias ajenas, el Popol vuh toma
una existencia plástica en cuanto a su narración, por lo tanto, permite
infinitas maneras de contar su historia y muchas interpretaciones
posibles. Asturias toma ese derecho de recontar el Popol vuh a su manera aunque sea un derecho peligroso usar.
Gordon Brotherston explica que Asturias conoció la
literatura maya por primera vez al trabajar en Europa en los 1920 .
Dice que una gran parte de su conocimiento de los mayas vino del Popol vuh y el Chilam balam. Asturias no sabía ningún idioma maya contemporáneo y tenia poco contacto con la gente maya y su cultura . Al escribir Hombres de maíz, Asturias adaptaba la flexibilidad del Popol vuh a
su novela y Brotherston dice que a menudo Asturias “create[s] his own
Mayan folklore” . Jugar con esa flexibilidad no es malo porque el Popol vuh en si lo hace, sino lo peligroso es que en la novela, el Popol vuh es “heavily pruned of its original cultural referente.” Hombres de maíz
presenta la cultura maya y su crisis política al mundo pero se duda que
lo subalterno habla claramente a través de un ladino que lo conoce sólo
por algunos de sus textos más destacados. Además los estudios críticos
de la novela, como éste, sirven para diluir más a la voz maya y así
mejor pensar en Hombres de maíz como una interpretación del Popol vuh
y las tradiciones mayas y pensar en este estudio como una
interpretación de esa interpretación. Asturias presenta una búsqueda
para el agua y el colectivo inconsciente maya. Así en cuanto a los
problemas políticos de los indígenas de Guatemala Asturias sugiere una
solución que se encuentra en los mayas mismos. Les aconseja evitar la
transculturación y ser más maya. El debate teórico es si esas ideas de
la castidad son defendibles en nuestro mundo interconectado.
Popol Vuh. La creación de los hombres de maíz
Y después dijeron los Progenitores, los Creadores y Formadores, que se llamaban Tepeu y Gucumatz: "Ha llegado el tiempo del amanecer, de que se termine la obra y que aparezcan los que nos han de sustentar y nutrir, los hijos esclarecidos, los vasallos civilizados. Que aparezca el hombre, la humanidad sobre la superficie de la tierra".
Éstos son los nombres de los animales que trajeron la comida: Yac (el gato de monte), Utiú (el coyote), Quel (una cotorra vulgarmente llamada chocoyo) y Hoh (el cuervo). Estos cuatro animales les dijeron que fueran al pueblo de Paxil y les enseñaron el camino.
Y de esta manera se llenaron de alegría, porque habían descubierto una hermosa tierra, llena de deleites, abundante en mazorcas amarillas y mazorcas blancas, y abundante también en cacao y en innumerables zapotes, anonas, jocotes, nances, matasanos y miel. Abundancia de sabrosos alimentos había en aquel pueblo llamado de Paxil.
Había alimento de todas clases, alimentos pequeños y grandes, plantas pequeñas y grandes. Los animales enseñaron el camino. Y moliendo entonces las mazorcas amarillas y las mazorcas blancas, hizo lxmucané, la diosa adivina, nueve bebidas. Y de este alimento provinieron la fuerza y la gordura, y con él crearon los músculos y el vigor del hombre. Esto hicieron los Progenitores, Tepeu, dios creador, y Gucumatz, padre y madre de todo lo que hay en el agua.
A continuación entraron en pláticas acerca de la creación y la formación de nuestra primera madre y padre. De maíz amarillo y de maíz blanco se hizo su carne; de masa de maíz se hicieron los brazos y las piernas del hombre... Únicamente masa de maíz entró en la carne de nuestros padres, los cuatro hombres que fueron creados.
Se dice que ellos sólo fueron hechos y formados, no tuvieron madre, no tuvieron padre. Sólo por un prodigio, por obra de encantamiento, fueron creados y formados por el Creador, el Formador, los Progenitores: Tepeu y Gucumatz. Y como tenían la apariencia de hombres, hombres fueron. Hablaron, conversaron, vieron y oyeron, anduvieron, agarraban las cosas. Eran hombres buenos
y hermosos y su figura era de varón.
Fueron dotados de inteligencia. Vieron y al punto, se extendió su vista, alcanzaron a conocer todo lo que hay en el mundo. Cuando miraban, al instante veían a su alrededor y contemplaban en torno a ellos la bóveda del cielo y la faz redonda de la tierra.
Las cosas ocultas, por la distancia, las veían todas, sin tener primero que moverse; enseguida, veían el mundo desde el lugar donde estaban. Grande era su sabiduría. Su vista llegaba hasta los bosques, las rocas, los lagos, los mares, las montañas y los valles.
Éstos son los nombres de los primeros hombres que fueron creados y formados: el primer hombre fue Balam-Quitzé; el segundo, Balam-Acab; el tercero, Mahucutah; y el cuarto, Iqui-Balam.
Entonces les preguntaron el Creador y el Formador:
—¿Qué piensan de su estado? ¿No miran? ¿No oyen? ¿No son buenos su lenguaje y su manera de andar? ¡Miren, pues! ¡Contemplen el mundo, vean!
—Hemos sido creados, se nos ha dado una boca y una cara, hablamos, oímos, pensamos y andamos. Sentimos perfectamente y conocemos lo que está lejos y lo que está cerca. Vemos también lo grande y lo pequeño en el cielo y en la tierra. Les damos gracias, pues, por habernos creado, ¡oh, Creador y Formador!, por habernos dado el ser, ¡oh, abuela nuestra!, ¡oh, nuestro abuelo! —dijeron dando las gracias por su creación y formación.
Acabaron de conocerlo todo y examinaron los cuatro rincones y los cuatro puntos de la bóveda del cielo y de la faz de la tierra.
Pero el Creador y el Formador no oyeron esto con gusto.
—No está bien lo que dicen nuestras criaturas, nuestras obras. Todo lo saben, lo grande y lo pequeño, —dijeron.
Y así, celebraron consejo nuevamente los Progenitores.
—¿Qué haremos ahora con ellos? ¡Que su vista sólo alcance a lo que esté cerca, que sólo vean un poco de la faz de la tierra! ¡No está bien lo que dicen! ¿Acaso no son por su naturaleza simples criaturas y hechuras? ¿Han de ser ellos también dioses? ¿Y si no procrean y se multiplican cuando amanezca, cuando salga el sol? ¿Y si no se propagan? —así dijeron.
—Refrenemos un poco sus deseos, pues no está bien lo que vemos. ¿Por ventura se han de igualar ellos a nosotros, sus autores, que podemos abarcar grandes distancias, que lo sabemos y vemos todo?
Entonces el Corazón del Cielo les echó un vaho sobre los ojos, los cuales se empañaron como cuando se sopla la luna de un espejo. Sus ojos se velaron y sólo pudieron ver lo que estaba cerca.
Así fue destruida su sabiduría y todos los conocimientos de los cuatro hombres, origen y principio de la raza quiché.
Así fueron creados y formados nuestros abuelos, nuestros padres, por el Corazón del Cielo, el Corazón de la Tierra.
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