martes, 9 de septiembre de 2014

Cientonoventainueve años de la Carta de Jamaica

La Carta de Jamaica


Documento que Simón Bolívar escribió en la ciudad de Kingston, Jamaica, el día 6 de septiembre de 1815 , y el cual estaba dirigido a un inglés quien se presume pudo haber sido Henry Cullen, súbdito británico, residenciado en Falmouth, cerca de Montego Bay, en la costa norte de Jamaica. La edición en inglés de dicha carta tuvo el título de A friend y en castellano, Un caballero de esta isla. El texto más antiguo que se conoce es el manuscrito borrador de la versión inglesa conservado en el Archivo Nacional de Colombia Bogotá, en el fondo Secretaría de Guerra y Marina, volumen 323. La primera publicación conocida de la Carta en castellano apareció impresa en 1833, en el volumen XXI, Apéndice, de la Colección de documentos relativos a la vida pública del Libertador, compilada por Francisco Javier Yánez y Cristóbal Mendoza. No se ha localizado el manuscrito original castellano, ni se conoce copia alguna entre 1815 y 1883, salvo las 2 publicadas en inglés, de 1818 y 1825.

La Carta de Jamaica y su contexto histórico


Al llegar Bolívar a Kingston en 1815, contaba con 32 años. Para este momento llevaba apenas 3 años de plena responsabilidad en la lucha de emancipación, pues esta actividad la inicia a partir de la declaración del Manifiesto de Cartagena el 15 de diciembre de 1812. Durante este período desarrolló una intensa actividad militar. Primero, en 1813, con la Campaña Admirable, que lo llevó vertiginosamente en pocos meses a Caracas el 6 de agosto de 1813 para intentar la refundación de la República, empresa que termina en 1814, en fracaso frente a las huestes de José Tomás Boves. Luego de este fracaso regresa a la Nueva Granada, para intentar repetir la hazaña de la Campaña Admirable, acción que es rechazada por sus partidarios. Sintiéndose incomprendido en Cartagena de Indias, decide tomar el 9 de mayo de 1815 el camino de destierro hacia Jamaica, animado por la idea de llegar al mundo inglés y convencerlo de su cooperación con el ideal de la independencia Hispanoamericana. En Kingston vivirá desde mayo hasta diciembre de 1815, tiempo que dedicó a la meditación y cavilación acerca del porvenir del continente americano ante la situación de la política mundial.


La Carta de Jamaica fue escrita el 6 de septiembre de 1815 en Kingston. En ella analiza Bolívar en una primera parte, cuales habían sido hasta ese momento los sucesos históricos en todo el continente americano en la lucha por la libertad. En términos generales, era un balance del esfuerzo realizado por los patriotas en los años transcurridos desde 1810 hasta 1815. En la parte central del documento se exponen las causas y razones que justificaban la decisión de los "españoles americanos" por la independencia. Posteriormente, termina con una llamada a la Europa para que coopere con la obra de liberación de los pueblos hispanoamericanos. En la tercera y última parte, profetiza y argumenta sobre el destino de México, Centroamérica, la Nueva Granada, Venezuela, Buenos Aires, Chile y Perú. Finalmente, culmina Bolívar su reflexión con una imprecación que repetirá hasta su muerte: la necesidad de la unión entre los países americanos. Aunque la Carta de Jamaica fue escrita nominalmente a Henry Cullen, está claro que su objetivo fundamental era llamar la atención de la nación liberal más poderosa del siglo XIX, Inglaterra, a fin de que se decidiese a involucrarse en la independencia americana. No obstante, cuando los británicos finalmente accedieron al llamado de Bolívar, éste prefirió la ayuda de Haití.

 
Mapa de Jamaica


Texto completo de la Carta de Jamaica


Simón Bolívar

Muy señor mío: Me apresuro a contestar la carta de 29 del mes pasado que usted me
hizo el honor de dirigirme, y yo recibí con la mayor satisfacción.
Sensible como debo, al interés que usted ha querido tomar por la suerte de mi patria,
afligiéndose con ella por los tormentos que padece, desde su descubrimiento hasta estos
últimos períodos, por parte de sus destructores los españoles, no siento menos el
comprometimiento en que me ponen las solícitas demandas que usted me hace, sobre los
objetos más importantes de la política americana. Así, me encuentro en un conflicto,
entre el deseo de corresponder a la confianza con que usted me favorece, y el
impedimento de satisfacerle, tanto por la falta de documentos y de libros, cuanto por los
limitados conocimientos que poseo de un país tan inmenso, variado y desconocido como
el Nuevo Mundo.
En mi opinión es imposible responder a las preguntas con que usted me ha honrado. El
mismo barón de Humboldt, con su universalidad de conocimientos teóricos y prácticos,
apenas lo haría con exactitud, porque aunque una parte de la estadística y revolución de
América es conocida, me atrevo a asegurar que la mayor está cubierta de tinieblas y, por
consecuencia, sólo se pueden ofrecer conjeturas más o menos aproximadas, sobre todo
en lo relativo a la suerte futura, y a los verdaderos proyectos de los americanos; pues
cuantas combinaciones suministra la historia de las naciones, de otras tantas es
susceptible la nuestra por sus posiciones físicas, por las vicisitudes de la guerra, y por
los cálculos de la política.
Como me conceptúo obligado a prestar atención a la apreciable carta de usted, no menos
que a sus filantrópicas miras, me animo a dirigir estas líneas, en las cuales ciertamente
no hallará usted las ideas luminosas que desea, mas sí las ingenuas expresiones de mis
pensamientos.
«Tres siglos ha —dice usted— que empezaron las barbaridades que los españoles
cometieron en el grande hemisferio de Colón». Barbaridades que la presente edad ha
rechazado como fabulosas, porque parecen superiores a la perversidad humana; y jamás
serían creídas por los críticos modernos, si constantes y repetidos documentos no
testificasen estas infaustas verdades. El filantrópico obispo de Chiapa, el apóstol de la
América, Las Casas, ha dejado a la posteridad una breve relación de ellas, extractada de
las sumarias que siguieron en Sevilla a los conquistadores, con el testimonio de cuantas
personas respetables había entonces en el Nuevo Mundo, y con los procesos mismos que
los tiranos se hicieron entre sí: como consta por los más sublimes historiadores de aquel
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tiempo. Todos los imparciales han hecho justicia al celo, verdad y virtudes de aquel
amigo de la humanidad, que con tanto fervor y firmeza denunció ante su gobierno y
contemporáneos los actos más horrorosos de un frenesí sanguinario.
Con cuánta emoción de gratitud leo el pasaje de la carta de usted en que me dice «que
espera que los sucesos que siguieron entonces a las armas españolas, acompañen ahora a
las de sus contrarios, los muy oprimidos americanos meridionales». Yo tomo esta
esperanza por una predicción, si la justicia decide las contiendas de los hombres. El
suceso coronará nuestros esfuerzos; porque el destino de América se ha fijado
irrevocablemente: el lazo que la unía a España está cortado: la opinión era toda su
fuerza; por ella se estrechaban mutuamente las partes de aquella in mensa monarquía; lo
que antes las enlazaba ya las divide; más grande es el odio que nos ha inspirado la
Península que el mar que nos separa de ella; menos difícil es unir los dos continentes,
que reconciliar los espíritus de ambos países. El hábito a la obediencia; un comercio de
intereses, de luces, de religión; una recíproca benevolencia; una tierna solicitud por la
cuna y la gloria de nuestros padres; en fin, todo lo que formaba nuestra esperanza nos
venía de España. De aquí nacía un principio de adhesión que parecía eterno; no obstante
que la inconducta de nuestros dominadores relajaba esta simpatía; o, por mejor decir,
este apego forzado por el imperio de la dominación. Al presente sucede lo contrario; la
muerte, el deshonor, cuanto es nocivo, nos amenaza y tememos: todo lo sufrimos de esa
desnaturalizada madrastra. El velo se ha rasgado y hemos visto la luz y se nos quiere
volver a las tinieblas: se han roto las cadenas; ya hemos sido libres, y nuestros enemigos
pretenden de nuevo esclavizarnos. Por lo tanto, América combate con despecho; y rara
vez la desesperación no ha arrastrado tras sí la victoria.
Porque los sucesos hayan sido parciales y alternados, no debemos desconfiar de la
fortuna. En unas partes triunfan los in dependientes, mientras que los tiranos en lugares
diferentes, obtienen sus ventajas, y ¿cuál es el resultado final? ¿No está el Nuevo Mundo
entero, conmovido y armado para su defensa? Echemos una ojeada y observaremos una
lucha simultánea en la misma extensión de este hemisferio.
El belicoso estado de las provincias del Río de la Plata ha purgado su territorio y
conducido sus armas vencedoras al Alto Perú, conmoviendo a Arequipa, e inquietado a
los realistas de Lima. Cerca de un millón de habitantes disfruta allí de su libertad.
El reino de Chile, poblado de ochocientas mil almas, está lidian do contra sus enemigos
que pretenden dominarlo; pero en vano, porque los que antes pusieron un término a sus
conquistas, los indómitos y libres araucanos, son sus vecinos y compatriotas; y su
ejemplo sublime es suficiente para probarles, que el pueblo que ama su independencia,
por fin la logra.
El virreinato del Perú, cuya población asciende a millón y medio de habitantes, es, sin
duda, el más sumiso y al que más sacrificios se le han arrancado para la causa del rey, y
bien que sean vanas las relaciones concernientes a aquella porción de América, es
indubitable que ni está tranquila, ni es capaz de oponerse al torrente que amenaza a las
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más de sus provincias.
La Nueva Granada que es, por decirlo así, el corazón de la América, obedece a un
gobierno general, exceptuando el reino de Quito que con la mayor dificultad contienen
sus enemigos, por ser fuertemente adicto a la causa de su patria; y las provincias de
Panamá y Santa Marta que sufren, no sin dolor, la tiranía de sus señores. Dos millones y
medio de habitantes están esparcidos en aquel territorio que actualmente defienden
contra el ejército español bajo el general Morillo, que es verosímil sucumba delante de
la inexpugnable plaza de Cartagena. Mas si la tomare será a costa de grandes pérdidas, y
desde luego carecerá de fuerzas bastantes para subyugar a los morigeros y bravos
moradores del interior.
En cuanto a la heroica y desdichada Venezuela sus acontecimientos han sido tan rápidos
y sus devastaciones tales, que casi la han reducido a una absoluta indigencia a una
soledad espantosa; no obstante que era uno de los más bellos países de cuantos hacían el
orgullo de América. Sus tiranos gobiernan un desierto, y sólo oprimen a tristes restos
que, escapados de la muerte, alimentan una precaria existencia; algunas mujeres, niños y
ancianos son los que quedan. Los más de los hombres han perecido por no ser esclavos,
y los que viven, combaten con furor, en los campos y en los pueblos internos hasta
expirar o arrojar al mar a los que insaciables de sangre y de crímenes, rivalizan con los
primeros monstruos que hicieron desaparecer de la América a su raza primitiva. Cerca
de un millón de habitantes se contaba en Venezuela y sin exageración se puede
conjeturar que una cuarta parte ha sido sacrificada por la tierra, la espada, el hambre, la
peste, las peregrinaciones; excepto el terremoto, todos resultados de la guerra.
En Nueva España había en 1808, según nos refiere el barón de Humboldt, siete millones
ochocientas mil almas con inclusión de Guatemala. Desde aquella época, la insurrección
que ha agitado a casi todas sus provincias, ha hecho disminuir sensiblemente aquel
cómputo que parece exacto; pues más de un millón de hombres han perecido, como lo
podrá usted ver en la exposición de Mr. Walton que describe con fidelidad los
sanguinarios crímenes cometidos en aquel opulento imperio. Allí la lucha se mantiene a
fuerza de sacrificios humanos y de todas especies, pues nada ahorran los españoles con
tal que logren someter a los que han tenido la desgracia de nacer en este suelo, que
parece destinado a empaparse con la sangre de sus hijos. A pesar de todo, los mejicanos
serán libres, porque han abrazado el partido de la patria, con la resolución de vengar a
sus pasados, o seguirlos al sepulcro. Ya ellos dicen con Reynal: llegó el tiempo en fin, de
pagar a los españoles suplicios con suplicios y de ahogar a esa raza de exterminadores
en su sangre o en el mar.
Las islas de Puerto Rico y Cuba, que entre ambas pueden formar una población de
setecientas a ochocientas mil almas, son las que más tranquilamente poseen los
españoles, porque están fuera del contacto de los independientes. Mas ¿no son
americanos estos insulares? ¿No son vejados? ¿No desearán su bienestar?
Este cuadro representa una escala militar de dos mil leguas de longitud y novecientas de
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latitud en su mayor extensión en que dieciséis millones de americanos defienden sus
derechos, o están comprimidos por la nación española que aunque fue en algún tiempo
el más vasto imperio del mundo, sus restos son ahora impotentes para dominar el nuevo
hemisferio y hasta para mantenerse en el antiguo. ¿Y~~ y amante de la libertad permite
que una vieja serpiente por sólo satisfacer su saña envenenada, devore ta más bella parte
de nuestro globo? ¡Qué! ¿Está Europa sorda al clamor de su propio interés? ¿No tiene ya
ojos para ver la justicia? ¿Tanto se ha endurecido para ser de este modo insensible?
Estas cuestiones cuanto más las medito, más me confunden; llego a pensar que se aspira
a que desaparezca la América, pero es imposible porque toda Europa no es España. ¡Qué
demencia la de nuestra enemiga, pretender reconquistar América, sin marina, sin tesoros
y casi sin soldados! Pues los que tiene, apenas son bastantes para retener a su propio
pueblo en una violenta obediencia, y defenderse de sus vecinos. Por otra parte, ¿podrá
esta nación hacer el comercio exclusivo de la mitad del mundo sin manufacturas. Sin
producciones territoriales, sin artes, sin ciencias, sin política? Lograda que fuese esta
loca empresa, y suponiendo más, aun lograda la pacificación, los hijos de los actuales
americanos únicos con los de los europeos reconquistadores, ¿no volverían a formar
dentro de veinte años los mismos patrióticos designios que ahora se están combatiendo?
Europa haría un bien a España en disuadirla de su obstinada temeridad, porque a lo
menos le ahorrará los gastos que expende, y la sangre que derrama; a fin de que fijando
su atención en sus propios recintos, fundase su prosperidad y poder sobre bases más
sólidas que las de inciertas conquistas, un comercio precario y exacciones violentas en
pueblos remotos, enemigos y poderosos. Europa misma por miras de sana política
debería haber preparado y ejecutado el proyecto de la independencia americana, no sólo
porque el equilibrio del mundo así lo exige, sino porque éste es el medio legítimo y
seguro de adquirirse establecimientos ultramarinos de comercio. Europa que no se halla
agitada por las violentas pasiones de la venganza, ambición y codicia, como España,
parece que estaba autorizada por todas las leyes de la equidad a ilustrarla sobre sus bien
entendidos intereses.
Cuantos escritores han tratado la materia se acordaban en esta parte. En consecuencia,
nosotros esperábamos con razón que todas las naciones cultas se apresurarían a
auxiliarnos, para que adquiriésemos un bien cuyas ventajas son recíprocas a entrambos
hemisferios. Sin embargo, ¡cuán frustradas esperanzas! No sólo los europeos. pero hasta
nuestros hermanas del Norte se han mantenido inmóviles espectadores de esta contienda,
que por su esencia es la más justa, y por sus resultados la más bella e importante de
cuantas se han suscitado en los siglos antiguos y modernos, ¿porque hasta dónde se
puede calcular la trascendencia de la libertad en el hemisferio de Colón?
«La felonía con que Bonaparte —dice usted— prendió a Carlos IV y a Fernando VII,
reyes de esta nación, que tres siglos la aprisionó con traición a dos monarcas de la
América meridional, es un acto manifiesto de retribución divina y, al mismo tiempo, una
prueba de que Dios sostiene la justa causa de los americanos, y les concederá su
independencia».
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Parece que usted quiere aludir al monarca de Méjico Moctezuma, preso por Cortés y
muerto, según Herrera, por el mismo, aunque Solís dice que por el pueblo, y a
Atahualpa, inca del Perú, destruido por Francisco Pizarro y Diego Almagro. Existe tal
diferencia entre la suerte de los reyes españoles y los reyes americanos, que no admiten
comparación; los primeros son tratados con dignidad, conservados, y al fin recobran su
libertad y trono; mientras que los últimos sufren tormentos inauditos y los vilipendios
más vergonzosos. Si a Guatimozín sucesor de Moctezuma, se le trata como emperador, y
le ponen la corona, fue por irrisión y no por respeto, para que experimentase este
escarnio antes que las torturas. Iguales a la suerte de este monarca fueron las del rey de
Michoacán, Catzontzin; el Zipa de Bogotá, y cuantos Toquis, Imas, Zipas, Ulmenes,
Caciques y demás dignidades indianas sucumbieron al poder español. El suceso de
Fernando VII es más semejante al que tuvo lugar en Chile en 1535 con el Ulmén de
Copiapó, entonces reinante en aquella comarca. El español Almagro pretextó, como
Bonaparte, tomar partido por la causa del legítimo soberano y, en consecuencia, llama al
usurpador, como Fernando lo era en España; aparenta restituir al legítimo a sus estados y
termina por encadenar X echar a las llamas al infeliz Ulmén, sin querer ni aún oír su
defensa. Este es el ejemplo de Fernando VII con su usurpador; los reyes europeos sólo
padecen destierros, el Ulmén de Chile termina su vida de un modo atroz.
«Después de algunos meses —añade usted— he hecho muchas reflexiones sobre la
situación de los americanos y sus esperanzas futuras; tomo grande interés en sus
sucesos; pero me faltan muchos informes relativos a su estado actual y a lo que ellos
aspiran; deseo infinitamente saber la política de cada provincia como también su
población; si desean repúblicas o monarquías, si formarán una gran república o una gran
monarquía. Toda noticia de esta especie que usted pueda darme o indicarme las fuentes a
que debo ocurrir, la estimaré como un favor muy particular».
Siempre las almas generosas se interesan en la suerte de un pueblo que se esmera por
recobrar los derechos con que el Creador y la naturaleza le han dotado; y es necesario
estar bien fascinado por el error o por las pasiones para no abrigar esta noble sensación;
usted ha pensado en mi país, y se interesa por él, este acto de benevolencia me inspira el
más vivo reconocimiento.
He dicho la población que se calcula por datos más o menos exactos, que mil
circunstancias hacen fallidos, sin que sea fácil remediar esta inexactitud, porque los más
de los moradores tienen habitaciones campestres, y muchas veces errantes; siendo
labradores, pastores, nómadas, perdidos en medio de espesos e inmensos bosques,
llanuras solitarias, y aislados entre lagos y ríos caudalosos. ¿Quién será capaz de formar
una estadística completa de semejantes comarcas? Además, los tributos que pagan los
indígenas; las penalidades de los esclavos; las primicias, diezmos y derechos que pesan
sobre los labradores, y otros accidentes alejan de sus hogares a los pobres americanos.
Esto sin hacer mención de la guerra de exterminio que ya ha segado cerca de un octavo
de la población, y ha ahuyentado una gran parte; pues entonces las dificultades son
insuperabe

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Todavía es más difícil presentir la suerte futura del Nuevo Mundo, establecer principios
sobre su política, y casi profetizar la naturaleza del gobierno que llegará a adoptar. Toda
idea relativa al porvenir de este país me parece aventurada. ¿Se puede prever cuando el
género humano se hallaba en su infancia rodeado de tanta incertidumbre, ignorancia y
error, cuál seria el régimen que abrazaría para su conservación? ¿Quién se habría
atrevido a decir tal nación será república o monarquía, ésta será pequeña, aquélla
grande? En mi concepto, esta es la imagen de nuestra situación. Nosotros somos un
pequeño género humano; poseemos un mundo aparte, cercado por dilatados mares;
nuevos en casi todas las artes y ciencias, aunque en cierto modo viejos en los usos de la
sociedad civil. Yo considero el estado actual de América, como cuando desplomado el
imperio romano cada desmembración formó un sistema político, conforme a sus
intereses y situación, o siguiendo la ambición particular de algunos jefes, familias o
corporaciones, con esta notable diferencia, que aquellos miembros dispersos volvían a
restablecer sus antiguas naciones con las alteraciones que exigían las cosas o los
sucesos; mas nosotros, que apenas conservamos vestigios de lo que en otro tiempo fue, y
que por otra parte no somos indios, ni europeos, sino una especie mezcla entre los
legítimos propietarios del país y los usurpadores españoles; en suma, siendo nosotros
americanos por nacimiento, y nuestros derechos los de Europa, tenemos que disputar a
éstos a los del país, y que mantenernos en él contra la invasión de los invasores; así nos
hallemos en el caso más extraordinario y complicado. No obstante que es una especie de
adivinación indicar cuál será el resultado de la línea de política que América siga, me
atrevo aventurar algunas conjeturas que, desde luego, caracterizo de arbitrarias, dictadas
por un deseo racional, y no por un raciocinio probable.
La posición de los moradores del hemisferio americano, ha sido por siglos puramente
pasiva; su existencia política era nula. Nosotros estábamos en un grado todavía más
abajo de la servidumbre y, por lo mismo, con más dificultad para elevarnos al goce de la
libertad. Permítame usted estas consideraciones para elevar la cuestión. Los Estados son
esclavos por la naturaleza de su constitución o por el abuso de ella; luego un pueblo es
esclavo, cuando el gobierno por su esencia o por sus vicios, holla y usurpa los derechos
del ciudadano o súbdito. Aplicando estos principios, hallaremos que América no
solamente estaba privada de su libertad, sino también de la tiranía activa y dominante.
Me explicaré. En las administraciones absolutas no se reconocen límites en el ejercicio
de las facultades gubernativas: la voluntad del gran sultán, Kan, Bey y demás soberanos
despóticos, es la ley suprema, y ésta, es casi arbitrariamente ejecutada por los bajáes,
kanes y sátrapas subalternos de Turquía y Persia, que tienen organizada una opresión de
que participan los súbditos en razón de la autoridad que se les confía. A ellos está
encargada la administración civil, militar, política, de rentas, y la religión. Pero al fin son
persas los jefes de Ispahán, son turcos los visires del gran señor, son tártaros los sultanes
de la Tartaria. China no envía a buscar mandarines, militares y letrados al país de Gengis
Kan que la conquistó, a pesar de que los actuales chinos son descendientes directos de
los subyugados por los ascendientes de los presentes tártaros.

¡Cuán diferente entre nosotros! Se nos vejaba con una conducta que, además de
privarnos de los derechos que nos correspondían, nos dejaba en una especie de infancia
permanente, con respecto a las transacciones públicas. Si hubiésemos siquiera manejado
nuestros asuntos domésticos en nuestra administración interior, conoceríamos el curso
de los negocios públicos y su mecanismo, moraríamos también de la consideración
personal que impone a los ojos del pueblo cierto respeto maquinal que es tan necesario
conservar en las revoluciones. He aquí por qué he dicho que estábamos privados hasta
de la tiranía activa, pues que no nos está permitido ejercer sus funciones.
Los americanos en el sistema español que está en vigor, y quizá con mayor fuerza que
nunca, no ocupan otro lugar en la sociedad que el de siervos propios para el trabajo y,
cuando más, el de simples consumidores; y aun esta parte coartada con restricciones
chocantes; tales son las prohibiciones del cultivo de frutos de Europa, el estanco de las
producciones que el rey monopoliza, el impedimento de las fábricas que la misma
Península no posee, los privilegios exclusivos del comercio hasta de los objetos de
primera necesidad; las trabas entre provincias y provincias americanas para que no se
traten, entiendan, ni negocien; en fin, ¿quiere usted saber cuál era nuestro destino? Los
campos para cultivar el añil, la grana, el café, la caña, el cacao y el algodón; las llanuras
solitarias para criar ganados, los desiertos para cazar las bestias feroces, las entrañas de
la tierra para excavar el oro que no puede saciar a esa nación avarienta.
Tan negativo era nuestro estado que no encuentro semejante en ninguna otra asociación
civilizada, por más que recorro la serie de las edades y la política de todas las naciones.
Pretender que un país tan felizmente constituido, extenso, rico y populoso sea
meramente pasivo, ¿no es un ultraje y una violación de los derechos de la humanidad?
Estábamos, como acabo de exponer, abstraídos y, digámoslo así, ausentes del universo
en cuanto es relativo a la ciencia del gobierno y administración del Estado. Jamás
éramos virreyes ni gobernadores sino por causas muy extraordinarias; arzobispos y
obispos pocas veces; diplomáticos nunca; militares sólo en calidad de subalternos;
nobles, sin privilegios reales; no éramos, en fin, ni magistrados ni financistas, y casi ni
aun comerciantes; todo en contravención directa de nuestras instituciones.
El emperador Carlos V formó un pacto con los descubridores, conquistadores y
pobladores de América que, como dice Guerra, es nuestro contrato social. Los reyes de
España convinieron solemnemente con ellos que lo ejecutasen por su cuenta y riesgo,
prohibiéndoles hacerlo a costa de la real hacienda, y por esta razón se les concedía que
fuesen señores de la tierra, que organizasen la administración y ejerciesen la judicatura
en apelación; con otras muchas exenciones y privilegios que sería prolijo detallar. El rey
se comprometió a no enajenar jamás las provincias americanas, como que a él no tocaba
otra jurisdicción que la del alto dominio, siendo una especie de propiedad feudal la que
allí tenían los conquistadores para sí y sus descendientes. Al mismo tiempo existen leyes
expresas que favorecen casi exclusivamente a los naturales del país, originarios de
España, en cuanto a los empleos civiles, eclesiásticos y de rentas. Por manera que con

una violación manifiesta de las leyes y de los pactos subsistentes, se han visto despojar
aquellos naturales de la autoridad constitucional que les daba su código.
De cuanto he referido, será fácil colegir que América no estaba preparada, para
desprenderse de la metrópoli, como súbitamente sucedió por el efecto de las ilegítimas
cesiones de Bayona, y por la inicua guerra que la regencia nos declaró sin derecho
alguno para ello no sólo por la falta de justicia, sino también de legitimidad. Sobre la
naturaleza de los gobiernos españoles, sus decretos conminatorios y hostiles, y el curso
entero de su desesperada conducta, hay escritos del mayor mérito en el periódico El
Español, cuyo autor es el señor Blanco; y estando allí esta parte de nuestra historia muy
bien tratada, me limito a indicarlo.
Los americanos han subido de repente y sin los conocimientos previos y, lo que es más
sensible, sin la práctica de los negocios públicos a representar en la escena del mundo
las eminentes dignidades de legisladores, magistrados, administradores del erario,
diplomáticos, generales, y cuantas autoridades supremas y subalternas forman la
jerarquía de un Estado organizado con regularidad.
Cuando las águilas francesas sólo respetaron los muros de la ciudad de Cádiz, y con su
vuelo arrollaron a los frágiles gobiernos de la Península, entonces quedamos en la
orfandad. Ya antes habíamos sido entregados a la merced de un usurpador extranjero.
Después, lisonjeados con la justicia que se nos debía, con esperanzas halagüeñas
siempre burladas; por último, inciertos sobre nuestro destino futuro, y amenazados por la
anarquía, a causa de la falta de un gobierno legítimo, justo y liberal, nos precipitamos en
el caos de la revolución. En el primer momento sólo se cuidó de proveer a la seguridad
interior, contra los enemigos que encerraba nuestro seno. Luego se extendió a la
seguridad exterior; se establecieron autoridades que sustituimos a las que acabábamos de
deponer encargadas de dirigir el curso de nuestra revolución y de aprovechar la
coyuntura feliz en que nos fuese posible fundar un gobierno constitucional digno del
presente siglo y adecuado a nuestra situación.
Todos los nuevos gobiernos marcaron sus primeros pasos con el establecimiento de
juntas populares. Estas formaron en seguida reglamentos para la convocación de
congresos que produjeron alteraciones importantes. Venezuela erigió un gobierno
democrático y federal, declarando previamente los derechos del hombre, manteniendo el
equilibrio de los poderes y estatuyendo leyes generales en favor de la libertad civil, de
imprenta y otras; finalmente, se constituyó un gobierno independiente. La Nueva
Granada siguió con uniformidad los establecimientos políticos y cuantas reformas hizo
Venezuela, poniendo por base fundamental de su Constitución el sistema federal más
exagerado que jamás existió; recientemente se ha mejorado con respecto al poder
ejecutivo general, que ha obtenido cuantas atribuciones le corresponden. Según
entiendo, Buenos Aires y Chile han seguido esta misma línea de operaciones; pero como
nos hallamos a tanta distancia, los documentos son tan raros, y las noticias tan inexactas,
no me animaré ni aun a bosquejar el cuadro de sus transacciones.

Los sucesos de México han sido demasiado varios, complicados, rápidos y desgraciados
para que se puedan seguir en el curso de la revolución. Carecemos, además, de
documentos bastante instructivos, que nos hagan capaces de juzgarlos. Los
independientes de México, por lo que sabemos, dieron principio a su insurrección en
septiembre de 1810, y un año después, ya tenían centralizado su gobierno en Zitácuaro,
instalado allí una junta nacional bajo los auspicios de Fernando VII, en cuyo nombre se
ejercían las funciones gubernativas. Por los acontecimientos de la guerra, esta junta se
trasladó a diferentes lugares, y es verosímil que se haya conservado hasta estos últimos
momentos, con las modificaciones que los sucesos hayan exigido. Se dice que ha creado
un generalísimo o dictador que lo es el ilustre general Morelos; otros hablan del célebre
general Rayón; lo cierto es que uno de estos dos grandes hombres o ambos
separadamente ejercen la autoridad suprema en aquel país; y recientemente ha aparecido
una constitución para el régimen del Estado. En marzo de 1812 el gobierno residente en
Zultepec, presentó un plan de paz y guerra al virrey de México concebido con la más
profunda sabiduría. En él se reclamó el derecho de gentes estableciendo principios de
una exactitud incontestable. Propuso la junta que la guerra se hiciese como entre
hermanos y conciudadanos; pues que no debía ser más cruel que entre naciones
extranjeras; que los derechos de gentes y de guerra, inviolables para los mismos infieles
y bárbaros, debían serlo más para cristianos, sujetos a un soberano y a unas mismas
leyes; que los prisioneros no fuesen tratados como reos de lesa majestad, ni se
degollasen los que rendían las armas, sino que se mantuviesen en rehenes para
canjearlos; que no se entrase a sangre y fuego en las poblaciones pacíficas, no las
diezmasen ni quitasen para sacrificarlas y, concluye, que en caso de no admitirse este
plan, se observarían rigurosamente las represalias. Esta negociación se trató con el más
alto desprecio; no se dio respuesta a la junta nacional; las comunicaciones originales se
quemaron públicamente en la plaza de México, por mano del verdugo; y la guerra de
exterminio continuó por parte de los españoles con su furor acostumbrado, mientras que
los mexicanos y las otras naciones americanas no la hacían, ni aun a muerte con los
prisioneros de guerra que fuesen españoles. Aquí se observa que por causas de
conveniencia se conservó la apariencia de sumisión al rey y aun a la constitución de la
monarquía. Parece que la junta nacional es absolutaen el ejercicio de las funciones
legislativa, ejecutiva y judicial, y el número de sus miembros muy limitado.
Los acontecimientos de la tierra firme nos han probado que las instituciones
perfectamente representativas no son adecuadas a nuestro carácter, costumbres y luces
actuales. En Caracas el espíritu de partido tomó su origen en las sociedades, asambleas y
elecciones populares; y estos partidos nos tornaron a la esclavitud. Y así como
Venezuela ha sido la república americana que más se ha adelantado en sus instituciones
políticas, también ha sido el más claro ejemplo de la ineficacia de la forma demócrata y
federal para nuestros nacientes Estados. En Nueva Granada las excesivas facultades de
los gobiernos provinciales y la falta de centralización en el general han conducido aquel
precioso país al estado a que se ve reducido en el día. Por esta razón sus débiles

enemigos se han conservado contra todas las probabilidades. En tanto que nuestros
compatriotas no adquieran los talentos y las virtudes políticas que distinguen a nuestros
hermanos del Norte, los sistemas enteramente populares, lejos de sernos favorables,
temo mucho que vengan a ser nuestra ruina. Desgraciadamente, estas cualidades parecen
estar muy distantes de nosotros en el grado que se requiere; y por el contrario, estamos
dominados de los vicios que se contraen bajo la dirección de una nación como la
española que sólo ha sobresal ido en fiereza, ambición, venganza y codicia.
Es más difícil, dice Montesquieu, sacar un pueblo de la servidumbre, que subyugar uno
libre. Esta verdad está comprobada por los anales de todos los tiempos, que nos
muestran las más de las naciones libres, sometidas al yugo, y muy pocas de las esclavas
recobrar su libertad. A pesar de este convencimiento, los meridionales de este continente
han manifestado el conato de conseguir instituciones liberales, y aun perfectas; sin duda,
por efecto del instinto que tienen todos los hombres de aspirar a su mejor felicidad
posible; la que se alcanza infaliblemente en las sociedades civiles, cuando ellas están
fundadas sobre las bases de la justicia, de la libertad y de la igualdad. Pero ¿seremos
nosotros capaces de mantener en su verdadero equilibrio la difícil carga de una
República? ¿Se puede concebir que un pueblo recientemente desencadenado, se lance a
la esfera de la libertad, sin que, como a Ícaro, se le deshagan las alas, y recaiga en el
abismo? Tal prodigio es inconcebible, nunca visto. Por consiguiente, no hay un
raciocinio verosímil, que nos halague con esta esperanza.
Yo deseo más que otro alguno ver formar en América la más grande nación del mundo,
menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria. Aunque aspiro a la
perfección del gobierno de mi patria, no puedo persuadirme que el Nuevo Mundo sea
por el momento regido por una gran república; como es imposible, no me atrevo a
desearlo; y menos deseo aún una monarquía universal de América, porque este proyecto
sin ser útil, es también imposible. Los abusos que actualmente existen no se reformarían,
y nuestra regeneración sería infructuosa. Los Estados americanos han menester de los
cuidados de gobiernos paternales que curen las llagas y las heridas del despotismo y la
guerra. La metrópoli, por ejemplo, sería México, que es la única que puede serlo por su
poder intrínseco, sin el cual no hay metrópoli. Supongamos que fuese el istmo de
Panamá punto céntrico para todos los extremos de este vasto continente, ¿no
continuarían éstos en la languidez, y aún en el desorden actual? Para que un solo
gobierno dé vida, anime, ponga en acción todos los resortes de la prosperidad pública,
corrija, ilustre y perfeccione al Nuevo Mundo sería necesario que tuviese las facultades
de un Dios y, cuando menos, las luces y virtudes de todos los hombres.
El espíritu de partido que al presente agita a nuestros Estados, se encendería entonces
con mayor encono, hallándose ausente la fuente del poder, que únicamente puede
reprimirlo. Además, los magnates de las capitales no sufrirían la preponderancia de los
metropolitanos, a quienes considerarían como a otros tantos tiranos; sus celos llegarían
hasta el punto de comparar a éstos con los odiosos españoles. En fin, una monarquía
semejante sería un coloso deforme, que su propio peso desplomaría a la menor

convulsión.
Mr. de Pradt ha dividido sabiamente a la América en quince o diecisiete Estados
independientes entre sí, gobernados por otros tantos monarcas. Estoy de acuerdo en
cuanto a lo primero, pues la América comporta la creación de diecisiete naciones; en
cuanto a lo segundo, aunque es más fácil conseguirla, es menos útil; y así no soy de la
opinión de las monarquías americanas. He aquí mis razones. El interés bien entendido de
una república se circunscribe en la esfera de su conservación, prosperidad y gloria. No
ejerciendo la libertad imperio, porque es precisamente su opuesto, ningún estímulo
excita a los republicanos a extender los términos de su nación, en detrimiento de sus
propios medios, con el único objeto de hacer participar a sus vecinos de una
Constitución liberal. Ningún derecho adquieren, ninguna ventaja sacan venciéndolos, a
menos que los reduzcan a colonias, conquistas o aliados, siguiendo el ejemplo de Roma.
Máximas y ejemplos tales están en oposición directa con los principios de justicia de los
sistemas republicanos, y aún diré más, en oposición manifiesta con los intereses de sus
ciudadanos; porque un Estado demasiado extenso en sí mismo o por sus dependencias,
al cabo viene en decadencia, y convierte su forma libre en otra tiránica; relaja los
principios que deben conservarla, y ocurre por último al despotismo. El distintivo de las
pequeñas repúblicas es la permanencia; el de las grandes es vario, pero siempre se
inclina al imperio. Casi todas las primeras han tenido una larga duración; de las
segundas sólo Roma se mantuvo algunos siglos, pero fue porque era república la capital
y no lo era el resto de sus dominios que se gobernaban por leyes e instituciones
diferentes.
Muy contraria es la política de un rey, cuya inclinación constan te se dirige al aumento
de sus posesiones, riquezas y facultades; con razón, porque su autoridad crece con estas
adquisiciones, tanto con respecto a sus vecinos, como a sus propios vasallos que temen
en él un poder tan formidable cuanto es su imperio que se conserva por medio de la
guerra y de las conquistas. Por estas razones pienso que los americanos ansiosos de paz,
ciencias, artes, comercio y agricultura, preferirían las repúblicas a los reinos, y me
parece que estos deseos se conforman con las miras de Europa.
No convengo en el sistema federal entre los populares y representativos, por ser
demasiado perfecto y exigir virtudes y talentos políticos muy superiores a los nuestros;
por igual razón rehuso la monarquía mixta de aristocracia y democracia que tanta
fortuna y esplendor ha procurado a Inglaterra. No siéndonos posible lograr entre las
repúblicas y monarquías lo más perfecto y acabado, evitemos caer en anarquías
demagógicas, o en tiranías monócratas. Busquemos un medio entre extremos opuestos
que nos conducirán a los mismos escollos, a la infelicidad y al deshonor. Voy a arriesgar
el resultado de mis cavilaciones sobre la suerte futura de América; no la mejor, sino la
que sea más asequible.
Por la naturaleza de las localidades, riquezas, población y carácter de los mexicanos,
imagino que intentarán al principio establecer una república representativa, en la cual

tenga grandes atribuciones el poder Ejecutivo, concentrándolo en un individuo que, si
desempeña sus funciones con acierto y justicia, casi naturalmente vendrá a conservar
una autoridad vitalicia. Si su incapacidad o violenta administración excita una
conmoción popular que triunfe, ese mismo poder ejecutivo quizás se difundirá en una
asamblea. Si el partido preponderante es militar o aristocrático, exigirá probablemente
una monarquía que al principio será limitada y constitucional, y después inevitablemente
declinará en absoluta; pues debemos convenir en que nada hay más difícil en el orden
político que la conservación de una monarquía mixta; y también es preciso convenir en
que sólo un pueblo tan patriota como el inglés es capaz de contener la autoridad de un
rey, y de sostener el espíritu de libertad bajo un cetro y una corona.
Los Estados del istmo de Panamá hasta Guatemala formarán quizás una asociación. Esta
magnífica posición entre los dos grandes mares, podrá ser con el tiempo el emporio del
universo. Sus canales acortarán las distancias del mundo: estrecharán los lazos
comerciales de Europa, América y Asia; traerán a tan feliz región los tributos de las
cuatro partes del globo. ¡Acaso sólo allí podrá fijarse algún día la capital de la tierra!
Como pretendió Constantino que fuese Bizancio la del antiguo hemisferio.
Nueva Granada se unirá con Venezuela, si llegan a convenirse en formar una república
central, cuya capital sea Maracaibo o una nueva ciudad que con el nombre de Las Casas
(en honor de este héroe de la filantropía), se funde entre los confines de ambos países, en
el soberbio puerto de Bahía Honda. Esta posición aunque desconocida, es más ventajosa
por todos respectos. Su acceso es fácil y su situación tan fuerte, que puede hacerse
inexpugnable. Posee un clima puro y saludable, un territorio tan propio para la
agricultura como para la cría de ganados, y una gran de abundancia de maderas de
construcción. Los salvajes que la habitan serían civilizados, y nuestras posesiones se
aumentarían con la adquisición de la Guajira. Esta nación se llamaría Colombia como
tributo de justicia y gratitud al creador de nuestro hemisferio. Su gobierno podrá imitar
al inglés; con la diferencia de que en lugar de un rey habrá un poder ejecutivo, electivo,
cuando más vitalicio, y jamás hereditario si se quiere república, una cámara o senado
legislativo hereditario, que en las tempestades políticas se interponga entre las olas
populares y los rayos del gobierno, y un cuerpo legislativo de libre elección, sin otras
restricciones que las de la Cámara Baja de Inglaterra. Esta constitución participaría de
todas las formas y yo deseo que no participe de todos los vicios. Como esta es mi patria,
tengo un derecho incontestable para desearla lo que en mi opinión es mejor. Es muy
posible que la Nueva Granada no convenga en el reconocimiento de un gobierno central,
porque es en extremo adicta a la federación; y entonces formará por sí sola un Estado
que, si subsiste, podrá ser muy dichoso por sus grandes recursos de todos géneros.
Poco sabemos de las opiniones que prevalecen en Buenos Aires, Chile y el Perú;
juzgando por lo que se trasluce y por las apariencias, en Buenos Aires habrá un gobierno
central en que los militares se lleven la primacía por consecuencia de sus divisiones
intestinas y guerras externas. Esta constitución degenerará necesariamente en una
oligarquía, o una monocracia, con más o menos restricciones, y cuya denominación

nadie puede adivinar. Sería doloroso que tal caso sucediese, porque aquellos habitantes
son acreedores a la más espléndida gloria.
El reino de Chile está llamado por la naturaleza de su situación, por las costumbres
inocentes y virtuosas de sus moradores, por el ejemplo de sus vecinos, los fieros
republicanos del Arauco, a gozar de las bendiciones que derraman las justas y dulces
leyes de una república. Si alguna permanece largo tiempo en América, me inclino a
pensar que será la chilena. Jamás se ha extinguido allí el espíritu de libertad; los vicios
de Europa y Asia llegarán tarde o nunca a corromper las costumbres de aquel extremo
del universo. Su territorio es limitado; estará siempre fuera del contacto inficionado del
resto de los hombres; no alterará sus leyes, usos y prácticas; preservará su uniformidad
en opiniones políticas y religiosas; en una palabra, Chile puede ser libre.
El Perú, por el contrario, encierra dos elementos enemigos de todo régimen justo y
liberal; oro y esclavos. El primero lo corrompe todo; el segundo está corrompido por sí
mismo. El alma de un siervo rara vez alcanza a apreciar la sana libertad; se enfurece en
los tumultos, o se humilla en las cadenas. Aunque estas reglas serían aplicables a toda la
América, creo que con más justicia las merece Lima por los conceptos que he expuesto,
y por la cooperación que ha prestado a sus señores contra sus propios hermanos los
ilustres hijos de Quito, Chile y Buenos Aires. Es constante que el que aspira a obtener la
libertad, a lo menos lo intenta. Supongo que en Lima no tolerarán los ricos la
democracia, ni los esclavos y pardos libertos la aristocracia; los primeros preferirán la
tiranía de uno solo, por no padecer las persecuciones tumultuarias, y por establecer un
orden siquiera pacífico. Mucho hará si concibe recobrar su independencia.
De todo lo expuesto, podemos deducir estas consecuencias: las provincias americanas se
hallan lidiando por emanciparse, al fin obtendrán el suceso; algunas se constituirán de un
modo regular en repúblicas federales y centrales; se fundarán monarquías casi
inevitablemente en las grandes secciones, y algunas serán tan infelices que devorarán
sus elementos, ya en la actual, ya en las futuras revoluciones, que una gran monarquía
no será fácil consolidar; una gran república imposible.
Es una idea grandiosa pretender formar de todo el mundo nuevo una sola nación con un
solo vínculo que ligue sus partes entre sí y con el todo. Ya que tiene un origen, una
lengua, unas costumbres y una religión debería, por consiguiente, tener un solo gobierno
que confederase los diferentes Estados que hayan de formarse; mas no es posible porque
climas remotos, situaciones diversas, intereses opuestos, caracteres desemejantes
dividen a la América. ¡Qué bello sería que el istmo de Panamá fuese para nosotros lo
que el de Corinto para los griegos! Ojalá que algún día tengamos la fortuna de instalar
allí un augusto Congreso de los representantes de las repúblicas, reinos e imperios a
tratar y discutir sobre los altos intereses de la paz y de la guerra, con las naciones de las
otras tres partes del mundo. Esta especie de corporación podrá tener lugar en alguna
época dichosa de nuestra regeneración, otra esperanza es infundada, semejante a la del
abate St. Pierre que concibió el laudable delirio de reunir un Congreso europeo, para

decidir de la suerte de los intereses de aquellas naciones.
«Mutuaciones importantes y felices, continuas pueden ser frecuentemente producidas
por efectos individuales». Los americanos meridionales tienen una tradición que dice:
que cuando Quetzalcoatl, el Hermes, o Buda de la América del Sur resignó su
administración y los abandonó, les prometió que volvería después que los siglos
designados hubiesen pasado, y que él restablecería su gobierno, y renovaría su felicidad.
¿Esta tradición, no opera y excita una convicción de que muy pronto debe volver?
¡Concibe usted cuál será el efecto que producirá, si un individuo apareciendo entre ellos
demostrase los caracteres de Quetzalcoatl, el Buda de bosque, o Mercurio, del cual han
hablado tanto las otras naciones? ¿No cree usted que esto inclinaría todas las partes?
¿No es la unión todo lo que se necesita para ponerlos en estado de expulsar a los
españoles, sus tropas, y los partidarios de la corrompida España, para hacerlos capaces
de establecer un imperio poderoso, con un gobierno libre y leyes benévolas?
Pienso como usted que causas individuales pueden producir resultados generales, sobre
todo en las revoluciones. Pero no es el héroe, gran profeta, o dios del Anáhuac,
Quetzalcoatl, el que es capaz de operar los prodigiosos beneficios que usted propone.
Este personaje es apenas conocido del pueblo mexicano y no ventajosamente; porque tal
es la suerte de los vencidos aunque sean dioses. Sólo los historiadores y literatos se han
ocupado cuidadosamente en investigar su origen, verdadera o falsa misión, sus profecías
y el término de su carrera. Se disputa si fue un apóstol de Cristo o bien pagano. Unos
suponen que su nombre quiere decir Santo Tomás; otros que Culebra Emplumajada; y
otros dicen que es el famoso profeta de Yucatán, Chilan-Cambal. En una palabra, los
más de los autores mexicanos, polémicos e historiadores profanos, han tratado con más
o menos extensión la cuestión sobre el verdadero carácter de Quetzalcoatl. El hecho es,
según dice Acosta, que él establece una religión, cuyos ritos, dogmas y misterios tenían
una admirable afinidad con la de Jesús, y que quizás es la más semejante a ella. No
obstante esto, muchos escritores católicos han procurado alejar la idea de que este
profeta fuese verdadero, sin querer reconocer en él a un Santo Tomás como lo afirman
otros célebres autores. La opinión general es que Quetzalcoatl es un legislador divino
entre los pueblos paganos de Anáhuac, del cual era lugarteniente el gran Moctezuma,
derivando de él su autoridad. De aquí que se infiere que nuestros mexicanos no seguirían
al gentil Quetzalcoatl, aunque apareciese bajo las formas más idénticas y favorables,
pues que profesan una religión la más intolerante y exclusiva de las otras.
Felizmente los directores de la independencia de México se han aprovechado del
fanatismo con el mejor acierto proclamando a la famosa Virgen de Guadalupe por reina
de los patriotas, invocándola en todos los casos arduos y llevándola en sus banderas.
Con esto, el entusiasmo político ha formado una mezcla con la religión que ha
producido un fervor vehemente por la sagrada causa de la libertad. La veneración de esta
imagen en México es superior a la más exaltada que pudiera inspirar el más diestro
profeta.

Seguramente la unión es la que nos falta para completar la obra de nuestra regeneración.
Sin embargo, nuestra división no es extraña, porque tal es el distintivo de las guerras
civiles formadas generalmente entre dos partidos: conservadores y reformadores. Los
primeros son, por lo común, más numerosos, porque el imperio de la costumbre produce
el efecto de la obediencia a las potestades establecidas; los últimos son siempre menos
numerosos aunque más vehementes e ilustrados. De este modo la masa física se
equilibra con la fuerza moral, y la contienda se prolonga, siendo sus resultados muy
inciertos. Por fortuna entre nosotros, la masa ha seguido a la inteligencia.
Yo diré a usted lo que puede ponernos en aptitud de expulsar a los españoles, y de
fundar un gobierno libre. Es la unión, ciertamente; mas esta unión no nos vendrá por
prodigios divinos, sino por efectos sensibles y esfuerzos bien dirigidos. América está
encontrada entre sí, porque se halla abandonada de todas las naciones, aislada en medio
del universo, sin relaciones diplomáticas ni auxilios militares y combatida por España
que posee más elementos para la guerra, que cuantos furtivamente podemos adquirir.
Cuando los sucesos no están asegurados, cuando el Estado es débil, y cuando las
empresas son remotas, todos los hombres vacilan; las opiniones se dividen, las pasiones
las agitan y los enemigos las animan para triunfar por este fácil medio. Luego que
seamos fuertes, bajo los auspicios de una nación liberal que nos preste su protección, se
nos verá de acuerdo cultivar las virtudes y los talentos que conducen a la gloria;
entonces seguiremos la marcha majestuosa hacia las grandes prosperidades a que está
destinada la América meridional; entonces las ciencias y las artes que nacieron en el
Oriente y han ilustrado a Europa, volarán a Colombia libre que las convidará con un
asilo.
Tales son, señor, las observaciones y pensamientos que tengo el honor de someter a
usted para que los rectifique o deseche según su mérito; suplicándole se persuada que
me he atrevido a exponerlos, más por no ser descortés, que porque me crea capaz de
ilustrar a usted en la materia.
Soy de usted, etc., etc.






Síndrome de Estocolmo Televisivo: Maltrato sensiblero para la diversión de “toda la familia”

 
Todo el tiempo es maltrato, humillación y desprecio al televidente. Aunque digan o contrario. Todo el tiempo subestimación y agresión contra la inteligencia de las personas. A lo cuatro vientos, en las telenovelas, en los noticieros y en la publicidad… maltrato tras maltrato, el pueblo -para ellos- es sólo un pelele consumidor al que se puede inocular todo estímulo sensiblero para excitarle lashormonas consumidoras y, luego, usarlo como objeto de burlas. Victimar a la víctima, además, con chistes.
  Es un callejón sin salida semántica, no hay a dónde escapar, están cerradas todas las puertas y el único paisaje posible es resignarse a un mamarracho de la “Caverna de Platón” con caldos ideológicos empobrecidos, minuto a minuto. La barbarie destazando la inteligencia de los pueblos. Con toda impunidad y a la vista de todos. Y el “rating” no baja. Dicen.
Hay estragos dolorosos y alarmantes en personas convertidas en adictas, victimadas por el secuestro monopólico de los “medios” y en manos de jaurías especializadas en máquinas de guerra ideológica. Hay muchas bajas en las filas del “público” que evidencia sus heridas con gestos de afecto consumista impelido a la compra compulsiva y al consumo acrítico de toda basura que se le imponga. La voluntad queda aplastada. Aunque digan lo contrario.
Dicen, desde sus tronos de cinismo: “si no te gusta cambia de canal”, sólo que todos los canales son ellos mismos y su ideología chatarra ha hecho metástasis rentable en un circuito infernal de narcóticos sensibleros para la diversión de “toda la familia”. No hay escapatorias para un sector muy importante de la clase trabajadora que, además, padece el cerco jurídico-político de gobiernos serviles a la procuración de leyes beneficiarias de la espiral monopólica. Es una guerra de propaganda abierta en todos los frentes objetivos y subjetivos. A la vista de todos aunque invisibilzada.
  Las víctimas adictas a semejante ofensiva ideológica burguesa suelen responder en las “encuestas” y dicen que les gusta tal o cual programación, que lesgusta tal o cual publicidad, que sí les gustan los cantantes, las actrices, los bailarines y los locutores. También dicen creer y respetar lo que dicen en los noticieros y admiten tomar como referencia de opinión los comentarios de los “expertos” asalariados por los monopolios televisivos. Sean del grado que sean.
Las víctimas, ese sector adicto –paradójicamente- a la ideología de la clase que lo somete y explota, acepta, según dicen las encuestas que compran los monopolios televisivos, que nada hay más divertido ni más creíble, cada día, que eso “preparado” por la mano de los comerciantes televisivos que son chistosos,bonitosocurrentes y audaces minuto a minuto. Dicen las víctimas, incluso con cierto orgullo, que son adictos permanentes de ciertos canales y personajes que por el simple hecho de aparecer en la tele ya portan aureolas de privilegios múltiples. Incluso en sus cuentas bancarias.
Las víctimas de las máquinas de guerra ideológica aprenden también a reproducir las ideas de la clase dominante, como si fuesen propias y con afecto profundo. Aprenden a defenderlas como bandera identitaria y suelen estar dispuestas a dar batallas diversas en defensa de sus torturadores mediáticos. Las víctimas, incluso, suelen negar que lo sean e incluso suelen acusar a quienes crítican, con epítetos también fabricados por los monopolios mediáticos: “resentidos”, “zurdos”, “troskos”, “envidiosos”…
Las víctimas de las máquinas de guerra ideológica no saben, ni quieren saber, que una parte enorme de sus males proviene de los fetiches que adoran diariamente ante el televisor y ante sus hábitos de compra. No saben ni quieren saber que una red endemoniada de intereses mercantiles, tejida por industrias y marcas de todo tipo, se adueñaron de las herramientas de “comunicación” para descargar con ellas todo el arsenal de guerra psicológica necesaria capaz de activar el consumismo que deje vacías la bodegas y llenas las casas, y las cabezas, de los televidentes.

Las víctimas de semejante violencia semiótica padecen, mañana tarde y noche, “Bullying” psicológico e ideológico de todo género y padecen estragos emocionales y físicos que construyen ya formas patológicas nuevas cuya existencia y tratamiento nadie quiere reconocer porque, entre otras cosas, implicaría el reconocimiento científico del modelo de tortura creado para someter los pueblos en todas las modalidades posibles. Hay ejemplos a raudales y las consecuencias de ese sistema de tortura y amedrentamiento mediático ya llenan tomos y más tomos en la memoria de las patologías fabricadas para rendirle culto al capitalismo. Los gobiernos burgueses son cómplices y beneficiarios.

Como el capitalismo no es sólo un sistema para la fabricación, y venta, de mercancías y porque es también, en simultáneo, un sistema de producción de sentido (valores, ideas, creencias, gustos…) es necesario saber que toda tarea y lucha para superarlo definitivamente debe destruir las bases económicas tanto como las superestructuras con toda su parafernalia de “falsa conciencia” monopolizada para expandirla como endemia perversa e impune. Hay que combatir, en simultáneo, la estructura y la superestructura de un sistema social y un modo de producción que en su etapa actual arrastra a la humanidad, y al planeta entero, hacia una etapa de saqueo y explotación cada día, si nada hacemos, más aberrante e irreversible.

Como no tenemos un padrón completo de las víctimas producidas por las máquinas de guerra ideológica burguesa, como no sabemos, en extensión y en profundidad, los alcances de los daños, como sólo podemos identificarlas por su grado de aceptación, aprecio y defensa de lo que los aliena. Hay que estar alertas, empezando, también, por nosotros mismos. ¿Hay alguien que esté a salvo?

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El mercado de trabajo y el desempleo.


El Liberalismo nos explica que la Fuerza de Trabajo ( eufemismo para personas, seres humanos, hijos de Dios, prójimo, semejantes pero necesitan desnaturalizar desde el uso mismo  del término ), como cualquier otra mercancía --es decir las personas son mercancias--, viene determinada por sus costes de reproducción para la sociedad (en términos de trabajo, en última instancia ), y se ofrece en el mercado en una cantidad determinada por las dimensiones, socialmente dadas, de la población económica activa. Cuando la acumulación de capital se desarrolla al ritmo expansivo de la dinámica alcista del sistema, el mercado de fuerza de trabajo se acerca al pleno empleo, mientras que, tras una crisis de sobreacumulación y la consiguiente apertura de la fase depresiva, la demanda de trabajo se hunde y no hay fuerzas suficientes, por grandes que sean las medidas de oferta o de demanda que los gobiernos pretendan adoptar, para convencer a los capitalistas de que les interesa perder más dinero y contratar a más trabajadores. Es la lógica del capital: el dinero no tiene amigos, solo tiene intereses. Note las trampas del sistema: te saqueo tus recursos y te convierto en mi mercado. ¿ Algún parecido con la esclavitud?

Política y Leyes anti-humanas.


La marea contra el trabajo empezó en Washington D.C. en el año 1947, con la aprobación de la Ley Taft-Hartley y continuó con  legislaciones posterioriores, las decisiones judiciales, y la práctica del Consejo Nacional de Relaciones Laborales. Además, todo el aparato del neoliberalismo fue estimulado y donde fue posible, impuesto gracias a la puerta abierta por las multinacionales americanas en el Tercer Mundo. Las Transnacionales nacieron del modelo de la Compañia Guipuzcoana en la América Española del s.XVIII y hoy son el mayor aporte de USA al modelo imperial saqueador. Exxon-Mobil, Chevron-Texaco, BritishPetroleum, Royal Dutch Shell, REPSOL, ELF Total, United Fruit Co. y muchas otras son los Zaqueo de hoy en día.
El camino hacia el NAFTA ( North America Free Trade Agreement ) comenzó desde el principio de la postguerra. En una conferencia en Bogotá, en 1948, veinte naciones americanas firmaron acuerdos para facilitar la inversión extranjera. Se negociaron Acuerdos Bilaterales de Amistad, Comercio y Navegación con países de otros continentes para allanar el camino hacia las inversiones ilimitadas de capital de los EE. UU. La ampliación de los mercados y de las oportunidades de inversión privada fueron objetivos claves del Banco Mundial y del FMI desde el primer día. Así devino el NAFTA con Canadá y México, hoy en total ruina, hasta la producción de maiz ha sido destruida y con su PEMEX privatizada por "Judas" Peña Nieto. George W. Bush viajo al sur con dos de sus  US Air Force One a imponer el ALCA y gracias a dos Líderes Visionarios Gigantes Chávez-Kirchner no fue posible el nuevo acto de saqueo imperial, en su lugar --a posteriori-- impusieron, como un parche la Alianza Pacífico a las arrastradas oligarquias de: TLC con Colombia, Perú y Chile y obviamente a sus pobres pueblos.

Esto es la Globalización: lo que le hicimos al pueblo americano desde 1776, ahora a todo el mundo.


La Ley del Embudo, no La Ley de la Oferta y La Demanda.


Así el capital se aseguró de tener mercados aunque su mercado natural estuviese deprimido, de allí a llevar una taxativa política de reducción de salarios a toda esfera fué todo uno y los trabajadores están impedidos por su condición humana de exportar su trabajo, excepto que emigren, impulsados por el hambre. Si se pasea por la historia de Europa Apreciado Lector notará muchas de estas migraciones y seran concomitantes en el tiempo con algún aptretón de tuerca del sistema capitalista, nacido en Europa y algunas de sus crisis: eufemismo para la Guerra. Esto solo es una forma de burlar la Ley que tanto les gusta llenarse el buche: La Ley de la Oferta y La Demanda: controlan --restringen-- la oferta y se aseguran mucha demanda: Total Nunca Pueden Perder. ¿A donde barren la basura? R.- Debajo de la alfombra del Pueblo que tiene que pagar los platos al romprese.
Así funciona el capitalismo: me pago y me doy vuelto, de diez no me llevo una, me llevo nueve y medio, una concomitancia Estado Liberal e iniciativa individual privada, la desnaturalización total del concepto de sociedad: es el secuestro de la razón para vivir en comunidad.  Oligarquías:  Estado y Privados se relacionan excluyendo a las mayorias. Capitalismo no es mas que el Trabajo Alienado: el trabajador es impedido de disfrutar del fruto de su esfuerzo. Lo ancho para mi, lo estrecho para ti, la Ley del Embudo. 





Estado de Bienestar vs. Estado Liberal.


El Estado es, según los neoclásicos, una fuerza intervencionista y distorsionante porque, con sus regulaciones y leyes --siempre excesivas, a su juicio--, impide que se forme un verdadero precio libre. Al imponer salarios mínimos, subsidios y otras protecciones frente al desempleo, al regular de forma intervencionista el mercado de trabajo, los derechos de huelga y despido, la contratación colectiva, etc. Los socialistas  que lo denominan Estado de Bienestar, los liberales que  prefieren denominarlo Estado Paternalista, últimamente lo denominan Populismo.
Los liberales, lejos de pretender la destrucción del Estado y su sustitución un orden social espontáneo ¿ Anarquía ?, buscan la instauración de un Estado Fuerte, limitado y capaz de cumplir sus funciones mínimas necesarias: un Estado que sepa establecer y mantener el marco en el que vaya a florecer la actividad individual. De todos para unos pocos.
El Estado de Bienestar ("Wellfare State") busca la rigidez del mercado laboral protegiendo a los trabajadores, el Estado Liberal con su Flexibilización del Mercado Laboral favorece la actividad individual, privada de algunos.
En definitiva si el Estado favorece a las mayorias es populismo, demagogia, paternalismo, pero si lo hace con las minorias entonces es solo un Estado Liberal. Lo visto en las quiebras ( burbujas )  de 2008: Ganancia Privada y Pérdidas Públicas. El Estado Liberal con la chequera de los impuestos pagados por el Pueblo pagando las debacles de Madoff, WorldCom, ENRON, Chrysler Corp., General Motors, Lehmann Brothers, BANKIA, etc. Da risa acordarse de lasser faire, lasser passer.
Hoy en la UE el Estado de Bienestar esta siendo demolido por todo el sur de Europa a punta de Desahucios y Suicidios. Iniciativas como "Los Indignados" no aportan solventar este problema, necesaria es organización y acción popular.

La necesidad del desempleo. Las vacas gordas y las vacas flacas.


El desempleo es necesario en este esquema del capital, como fenómeno recurrente debido a que, por necesidad, con la misma naturalidad con que la economía capitalista pasa por Fases Expansivas, tiene que pasar también por Fases Depresivas  -- Expansión/Depresión--  que tienen su origen en el desencadenamiento de crisis de sobreacumulación de capital. Todo ello a su vez se explica por el hecho de que este sistema es un sistema muy inusual y extraño desde el punto de vista humano. La producción humana no se hace en él con el propósito de satisfacer las necesidades humanas (de todos), sino con el propósito de obtener el máximo beneficio posible (de algunos). Es decir, la producción se lleva a cabo como un simple medio para la valorización del capital ( maximizar excedentes ), y el trabajo es un simple medio para la explotación, es decir para la extracción de  la plusvalía. Por esta razón, dentro del  sistema capitalista, el derecho al trabajo no existe, al menos no existe en el sentido en que los juristas hablan de los derechos plenos, sino tan sólo en la forma subalterna y mediana, el de un derecho condicionado, es decir, de un derecho que sólo existe cuando confluye con una condición necesaria (pero no suficiente) en el sentido estrictamente jurídico: que el ejercicio de ese derecho esté autorizado por --o sea compatible con-- las perspectivas de beneficio del capitalista contratante. Por tanto, si no hay previsión de beneficio, no hay producción; y si no hay producción, no habrá empleo; y si no hay empleo, es que no hay derecho efectivo al trabajo para todos.
Es decir, el capital genera empleo como una concesión graciosa, esto mientras nos engañan dicendo en sus mass media enunciando que no duermen por generarnos trabajos.


Capitalismo: Un Sistema Anti-Natura.


Se trata de lo que se trata: que este sistema no sólo es contradictorio por naturaleza, sino que es también anti-natural. Si la condición para ganarse la vida por parte de la mayoría es dejarse explotar en el trabajo --trabajar para el inglés, como diría un castizo--, ello no puede hacernos olvidar que también éste se ve obligado (como el trabajador o el castizo) a comportarse como lo hace --pues es el sistema, y no el individuo, el que impone siempre sus pautas en último término--. La conclusión no puede ser otra que la siguiente: el termostato capitalista se para por las mismas razones por las que se echa a andar, por razones que residen en la propia naturaleza del termostato --es decir, por el mero hecho que, al ser un termostato, tiene que pasar por dos fases alternativas--, y no por la presencia de factores (o infortunios) externos, ya se trate de externos en el sentido literal ("la crisis siempre viene de fuera, del extranjero") o en el figurado (la culpa la tiene el enemigo interior y quintacolumnista del Estado propio, asociado a la fuerza monopolística de los sindicatos nacionales, enemigo que, aunque interior, desde luego, en el sentido geográfico-político, no deja de ser un factor exógeno perturbador desde el punto de vista de la teoría económica convencional, anclada en la supuesta belleza ideal-constructiva del modelo micro-macroeconómico ortodoxo del mercado).
Las recurrentes y estructurales crisis del capitalismo no son sino expresiones de esta verdad. Su origen no es otro que la contradicción natural, propia e inherente del sistema capitalista, que obliga a convertir en mercancía hasta las propias capacidades humanas (en forma de fuerza de trabajo mercantilizada) y en última instancia al ser humano mismo lo vé como mercadería. El Capitalismo es anti-natural, es parasitario, es un error.

El Capitalismo es anti-natural.
El Capitalismo es parasitario.
El Capitalismo es un error.

La tendencia secular hacia el aumento del desempleo.


Pero hay otra dimensión que no conviene olvidar, por su importancia decisiva. El desempleo no es un puro fenómeno cíclico, ligado a la evolución de la coyuntura de los negocios y a los largos movimientos de fluctuación conocidos como ondas largas desde la época de Kondrátiev. Además, el desempleo, como Ejército de Reserva de mano de obra ( concepto de la obra de K. Marx: Ejército Industrial de Reserva ) que es, no es sino un caso particular de la tendencia del capitalismo contemporáneo a diseñar sus unidades productivas --y a hacerlas operar de facto -- con un exceso de capacidad --desempleados por miles-- que sirva de almohadón o amortiguador de los grandes movimientos oscilatorios citados y mantenga los respectivos precios al nivel adecuado en periodos de fuerte alza en la demanda de cualquiera de los insumos productivos. Como ha señalado Koutsoyiannis, ésta es la práctica habitual en la actividad empresarial como fenómeno general, y por tanto no hay ninguna razón para no extenderla a la práctica de gestión de los llamados Recursos Humanos de la empresa, sobre todo cuando durante mucho tiempo se los ha tratado, y aún se les sigue tratando como un recurso fijo.

¿Tiene el des-empleo solución?


Tras el diagnóstico, la receta. A diferencia de sus oponentes neoclásicos y keynesianos, los heterodoxos no tienen estas recetas. Para ser exactos, saben que no existen tales recetas contra el desempleo dentro del sistema capitalista. Ellos son el problema, lo saben y claro no desean resolverlo.
Fuera de este  perverso sistema, claro que hay solución al desempleo. Simplemente, se trata de instaurar una Auténtica Democracia, una Democracia Participativa, poner en práctica la Voluntad Popular de trabajar colectivamente, revivir el concepto de sociedad, colectivos y ganarse la vida dignamente. Pero para eso hacen falta muchas cosas y superar muchas dificultades, remover muchos obstáculos (no sólo económicos, toda la cosmogonía ). Los nativos americanos vivian en armonia con si mismos y su entrono. No por nada hay partidos de derecha, liberales y fascistas algunos que como lobo se arropan de palabras como: Voluntad Popular o Partido Nacional Socialista Obrero Alemán ( NSADP ). Desalojar del poder a las Oligarquias y Plutocracias que imperan en países como: USA, Francia, UK, España, Holanda, Australia y Alemania. El Pueblo al Poder.

Pero me voy a centrar en un tres, tres soluciones que tienen que ver con nuestro campo de acción: es menester cambiar estos "mass media" de la falsedad en manos de quines nos venden este falso, falaz y perverso sistema, por la única razón que a ellos les favorece y resulta conveniente a su particular interés, veanse casos patéticos de producción de mentiras como: ABC, El Pais, CNN. La Educación debe ser refundada y centrada en masificar producción de bienes. Desenmascarar a actores-tecnócratas arquetípicos como Reagan-Thatcher et al.  que escenifican aplogias del mercado. Por último, pero no menos importante, quizás el peor de todos: la Guerra como Solución Final al los problemas y contradicciones del capital.
Recordemos estamos en el centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial, una guerra por recursos, llamada: la guerra para poner fin a la guerra, es decir la guerra de Dios, el Armagedon, pero la gobernanza del mundo sugue en manos del hombre, asi las guerras continuan. Por desgracia el motor de estas Revoluciones es el hambre, no la razón, de allí las Crisis destructivas del Capitalismo. 


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Bailando con el Conocimiento Universal





Por Melody Fletcher

Algunas personas lo llaman canalización. Cuando usted oye la palabra, se puede imaginar una persona envuelta en bufandas, sentado en una habitación con poca luz, entrar en trance y luego empieza a hablar en una misteriosa voz profunda,. Usted podría pensar que es falsa, o puede ser que pienses que es milagroso. Yo no creo que sea tampoco. Yo creo que lo que muchos canalización de llamadas, lo que normalmente significa entrar en trance, es simplemente una de las muchas maneras de sintonizar y accede a la piscina del Conocimiento Universal. Esto es como sintonizar cualquier otra frecuencia. Todos tenemos la capacidad de acceder a esta información, y de hecho, lo hacemos todos los días sin siquiera darse cuenta. Pero usted puede aprender a tocar deliberadamente en el conocimiento universal siempre que vaya a.

¿Qué es exactamente este conocimiento universal? Con el fin de responder a eso, voy a tener que darle un poco de una explicación sobre la naturaleza de la realidad. Si usted ha pasado algún tiempo en este sitio, usted sabrá que todo es energía - incluso usted. Todo es energía, vibrando a diferentes frecuencias, y las frecuencias que se centran en, que preste atención a los más, se sienten atraídos por ti, la creación de su realidad. Esta es la realidad de que está consciente de. Pero no es el único.

Cada vez que realice una elección en la vida, incluso la más pequeña, usted se alinea con la realidad que llevó a la elección. Necesita algunas baterías. Usted tiene la decisión de ir a la tienda A o B. ​​tienda Usted decide ir a la tienda A, y su día continúa. Pero, ¿qué habría pasado si hubieras ido a almacenar B? Parece una pequeña selección, pero hubiera sido diferente, y habría dado lugar a ligeramente diferentes opciones para el resto del día, mes, año y así sucesivamente. Con el tiempo, estos ligeramente diferentes opciones habrían hecho una diferencia significativa en su vida. Y estamos hablando sólo de una elección!

La verdad es que hay una versión de que en una realidad diferente que fue a almacenar B. Cada elección que podrías haber hecho nunca y jamás podría dar a ha sido y se está jugando. Hay un número infinito de realidades que puede alinearse con, y cada vez que toman una decisión, cada vez que usted decide alinearse con una cierta vibración, que se están alineando con la realidad correspondiente. Para usted, parece que sólo hay una realidad, sin embargo, porque usted es sólo consciente de los caminos que tomó, no los que no lo toma. Pero esos otros caminos fueron tomadas, por diferentes versiones de ti.

Todas las posibilidades de cada elección que cualquiera en el Universo podría haber hecho que ha sido y se está jugando. Y todos estos datos es parte de la conciencia colectiva. Ya que estamos todos conectados, ya que todos somos parte de la misma energía, todos tenemos acceso a esta enorme base de datos de experiencias. El conocimiento universal es esta base de datos, y cada uno puede acceder al mismo en cualquier momento que queramos. Pero nosotros no tenemos que entrar en trance de hacerlo.

Las personas que canalizan en un trance han encontrado una manera de traducir la energía que están aprovechando al eliminar casi por completo su propia conciencia. Mientras que sus cerebros físicos todavía transforman las frecuencias en palabras, ellos mismos a menudo no son conscientes del proceso. Me imagino que como métodos van, éste sería el más espantoso y lo más difícil de aprender. Ceder el control sobre su cuerpo traería todo tipo de resistencia, y que había necesidad de al menos otra persona para hacer preguntas y tomar nota de las respuestas. Pero esto es simplemente una manera de traducir la energía. Hay muchos más.

En primer lugar, recordemos que la traducción de la energía es algo que hacemos todo el día, todos los días. Si no lo hiciéramos, no seríamos capaces de ver, oír, gustar, tocar u oler. Y esos son sólo nuestros 5 sentidos. También estamos interpretando constantemente la energía de otras personas y lugares, ya sea que estemos conscientes de ello o no. ¿Alguna vez se acaba de tener un buen o mal presentimiento acerca de alguien o de algo? Eso fue que, interpretando la energía.

Conocimiento Universal es simplemente un conjunto de frecuencias, como cualquier otro, que se puede aprender a acceder. Puede hacer preguntas y absolutamente puede recibir respuestas. ¿Cómo recibe esas respuestas dependerán en gran medida de la forma en que, en concreto, a traducir la energía. Algunas personas reciben las palabras o imágenes, algunos se ponen sonidos, algunos se ponen corazonadas. Es posible encender la radio en el momento justo y escuchar su respuesta, o recoger sólo el libro derecho que le da la información que usted está buscando. Usted no tiene que llegar al punto donde se puede tener una conversación constante con la Inteligencia Universal (usted puede si usted quiere, sólo se necesita una gran cantidad de práctica), pero es muy fácil de aprender a acceder a este gran grupo de conocimientos para obtener respuestas simples. Al igual que con todo lo demás, cuanto más practiques, mejor te vas a encontrar en ella.

Así que, ¿cómo se puede aprender a aprovechar el conocimiento universal? Siga estos consejos para comenzar:

Medita. Entrar en un estado de meditación. Esto no sólo elevar su vibración, que te llevan más cerca de las frecuencias que usted está buscando para conectar con, sino que también relajar su mente, que es lo que se interpone en el camino. La corriente del Conocimiento Universal está siempre abierto, no se puede evitar que fluye. Pero tú puedes dejar de acceder a él. Las creencias limitantes, temores y estados emocionales intensificados todos pueden "pellizcar" el flujo. 

Formula una pregunta. Pregunte a cualquier forma que desee - en voz alta, en tu cabeza, no importa. Sólo se centran en exactamente qué es lo que quieres saber.
Escuche la respuesta. Preste atención a lo que usted recibe, cualquier signo o coincidencias que pudieran aparecer. Usted puede obtener las palabras, es posible obtener sólo conseguir una sensación fuerte. Usted puede encontrar la respuesta en un libro o escuchar una conversación, encender la radio en el momento justo o tener un sueño revelador, etc La respuesta más probable es que no vendrá a usted de inmediato. Hacer una pregunta y recibir una respuesta son diferentes habilidades, por lo que, básicamente, tienen que aprender a pasar de la transmisión de una pregunta y la recepción de la respuesta. Así que relájese y vaya a hacer otra cosa. La respuesta te encontrará. 

Mantenga un diario de sus preguntas y las respuestas que obtiene. Sobre todo al principio, es posible que tenga dificultades para confiar en la información que llega a través. Usted piensa que es sólo su propia voz en tu cabeza, o una coincidencia. Hacer un seguimiento de los resultados ayudará a detectar los patrones y para afinar su interpretación de los resultados (ver más abajo).
Preste atención a cómo se siente cuando se está recibiendo una respuesta. ¿Es usted resuena con la información? ¿Tuvo una reacción a ella? ¿Se siente "verdadera" para usted? Con el tiempo, llegarás a reconocer las respuestas que reciba mucho más rápidamente. Vas a aprender a confiar en su intuición.
Una de las mejores maneras de empezar es simplemente pedir al Universo (o el Universal Database) para demostrar que eres amado. Enviar amor al universo y ver lo que viene detrás.

Aquí hay algunas pautas más por preguntar e interpretar la información que recibe:

Aunque usted muy probablemente le preguntará acerca de su futuro, tenga en cuenta que la información que se está recibiendo es una indicación de la vibración que estás ofreciendo. Si, por ejemplo, usted quiere saber si usted va a obtener una promoción, en realidad estás preguntando si actualmente está alineado con conseguir que la promoción, o si esa promoción está en línea con lo que estás vibrando. El Universo no puede decir que definitivamente va a conseguirlo, ya que todavía tiene libre albedrío y puede optar por renunciar a su trabajo mañana, lo que hace cualquier "predicción" sin sentido.
No pregunte por las fechas y horas específicas. Una vez más, usted está buscando en lo que estás alineado con, y el más mínimo cambio en su energía (el que controlas) cambiaría cualquier línea de tiempo. Es mejor preguntar si su vibración en algo es fuerte (lo que significa que está cerca). 

No le pida "lo hago yo?" preguntas. El Universo no le quitará sus opciones. No se le dijo qué hacer. Tenga claro sobre el resultado que realmente quieres y luego preguntar qué opción nos puede acercar más a ese objetivo. Por ejemplo, usted podría estar decidiendo entre la toma de trabajo A o trabajo B. No se puede decidir y desea solicitar que el trabajo que debe tomar. El sueño de su vida, sin embargo, es viajar por el mundo algún día. Si eso en claro, la opción puede ser una tarea fácil. Si no, usted puede pedir que el trabajo se alinearán para arriba con su sueño. También hay que tener en cuenta que a veces (mucho más a menudo que usted piensa, en realidad), las opciones que les cuesta trabajo que realmente no tienen importancia en el gran esquema de las cosas. Se trata de sus opciones de vibración que hacen que la línea que con su realidad, no las opciones reales, físicas se realicen. Si usted está fuertemente alineado con una elección, se sentirá bien a usted. Si ninguna de las opciones se siente bien, entonces usted no está alineado con cualquiera. Así, las elecciones o no tienen que ver con lo que realmente quieres, o que aún no han decidido lo que realmente quieres.
Tenga en cuenta que usted está interpretando los resultados de lo que se obtiene a través de sus propios filtros. Si usted tiene fuertes creencias sobre algo, puede colorear la información que se obtiene. Las emociones pueden influir en él, también. Comience con las cosas que el resultado no importa a usted. Usted puede censurar la información en la esperanza de conseguir una cierta respuesta. Querer que la respuesta sea algo va a evitar el paso de la corriente. Cuanto menos te importa el resultado, la más clara las respuestas serán. Esta es también la razón por médiums, chamanes y otros trabajadores de la energía a menudo no funcionan con sus propios seres queridos. Tienen dificultades para separar sus emociones y "salir del camino". 

Lo que vas a encontrar es la energía traducida a través de tus filtros, por lo que es tu verdad. Es natural para conseguir realmente entusiasmados con las nuevas ideas que sabe que son la derecha, y quiere salvar al mundo por la "enseñanza" a todos los que conoces. Usted debe tener cuidado de no asumir que su verdad va a funcionar para todo el mundo. Piense en el hecho de que la mayoría de las religiones del mundo, en el fondo, dicen básicamente lo mismo. Pero, ¿cuánto conflicto se ha producido porque las personas no estaban de acuerdo en la versión exacta de esa verdad? Si alguien no está de acuerdo con usted, eso no invalida su verdad, y no las hace un idiota. Simplemente significa que están tomando otro camino para llegar al mismo lugar, y eso es perfectamente aceptable.

Aprovechando el conocimiento universal deliberada y conscientemente embargo, toma un poco de práctica. Pero una vez más, usted simplemente está recordando cómo hacer algo que usted ya sabe cómo hacerlo. Usted no tiene que entrar en trance y que no tiene que traer libros enteros de información. Empieza poco a poco y aprender a interpretar sus resultados. Practique cómo salir del camino (no sesgar la información que está recibiendo deliberadamente o no), un seguimiento de la información que recibe y aprender a confiar en las respuestas que reciba. Acceso a la base de datos universal puede ayudar a traer tranquilidad, claridad sobre quién es usted, y abrir los ojos a las posibilidades que nunca has soñado. Si usted siente que esto es algo que debe hacer, darle una oportunidad. Es más fácil de lo que piensas.

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Melody Fletcher es un experta en la Ley de la Atracción y Leyes Universales. Usando la metáfora de la vibración, ( El Universo es vibración ) que ayuda a la gente a recordar quiénes somos en realidad, y que todos somos infinitamente poderosos seres creativos. Su principal objetivo es ayudar a otros a encontrar la autonomía, la libertad y la felicidad que cada uno de nosotros merece verdaderamente...

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Guerra de Irak: Un Engaño

La Guerra de Irak : 11 º Aniversario


La guerra de Irak comenzó cuando los  Americanos y las fuerzas de la coalición encabezada por los británicos invadieron el país en marzo de 2003 y terminó oficialmente en diciembre de 2011 librada por motivos falsos, era inmensamente costoso en ambas vidas-cerca de 4.500 personal de servicio de Estados Unidos y al menos 100.000 civiles iraquíes fueron asesinados-y tesoro, con costos totales de Estados Unidos se estima en más de $ 3 billones. Diez años después del inicio de la guerra, miramos hacia atrás en algunas de sus causas y eventos.

Más de la mitad de los estadounidenses creen que la guerra de Iraq fue un error


El 53% de los consultados por Gallup rechazan ahora la invasión, frente al 70% que se mostró a su favor en su día


18/03/2013 - 20:08h | Última actualización: 20/03/2013 - 12:46h 


Más de la mitad de los estadounidenses creen que la guerra de Iraq fue un error

George W. Bush, ( Miserable Failure ) en una imagen de archivo. Doug Mills / AP


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Washington. (Efe).- Más de la mitad de los estadounidenses cree que la guerra de Iraq fue un error, según una encuesta de la consultora Gallup publicada hoy, con motivo del décimo aniversario de la invasión que se cumple esta semana. Diez años después de que Estados Unidos lanzara la operación Libertad iraquí, el 53% de los estadounidenses cree que su país "cometió un error enviando tropas a luchar en Iraq", mientras que el 42% considera que no lo fue.

No obstante, esta cifra es menor que el 63% alcanzado en 2008, que marca la máxima oposición expresada por los participantes desde que Gallup comenzó a realizar esta consulta en 2003. La consultora señala que aunque los estadounidenses se mostraron a favor de la guerra inicialmente, con un apoyo superior al 70% en los primeros meses, la tendencia cambió a partir de 2004 y desde 2005 la mayoría ha considerado que el conflicto fue un error.

Esta es la primera vez que Gallup realiza el sondeo desde la retirada completa de las tropas estadounidenses de Iraq, en diciembre de 2011. En la consulta previa, en agosto de 2010, el 55 por ciento consideró que la guerra fue un error. La guerra cuenta con más apoyos entre los republicanos que entre los demócratas, algo que según Gallup "no es una sorpresa" dado que se inició durante el Gobierno del republicano George W. Bush.

El 66% de los consultados que se identificaron como republicanos respondieron que el envío de tropas al país "no fue un error", frente al 30% que opinó que lo fue. Por el contrario el 73% de los que dijeron ser demócratas ven la campaña militar como un error, frente al 22% que cree lo contrario. La encuesta, realizada entre el 7 y el 10 de marzo entre una muestra de 1.022 adultos elegidos al azar, tiene un margen de error de cuatro puntos porcentuales.

Un 60% de británicos cree que la guerra de Iraq fue un error, según un sondeo de la BBC


Al Cuarto aniversario de la invasión ( 2007 )




Londres. (EFE).- Un 60 por ciento de los británicos cree que fue un error la intervención militar en Irak frente a un 29 por ciento que opina que no, según una encuesta divulgada hoy por la BBC.

Al cumplirse hoy el cuarto aniversario del comienzo de la guerra en Irak, un sondeo hecho por la firma ICM para la cadena británica señala también que sólo un cinco por ciento dice sentirse más seguro frente a un 55 por ciento que manifiesta que el Reino Unido está menos seguro y un 37 por ciento que considera que no hay diferencia.

Preguntados sobre si confiarían en el Gobierno si éste afirmase que sería necesaria una acción militar, un 51 por ciento declara que no frente a un 32 por ciento que dice que sí, en tanto que un 13 por ciento se manifiesta indiferente y el resto no contesta.

ICM entrevistó a un total de 1.019 adultos en todo el país entre el 2 y el 4 de marzo. Además, un 57 por ciento indica que apoyaría una intervención militar para casos de genocidio y aún si los países no suponen una amenaza para el Reino Unido, frente a un 24 por ciento que se opone.

El responsable de la consulta, Nick Sparrow, dijo hoy que, «cuatro años después de la guerra la mayoría de la gente en este país tiene la opinión de que EE.UU. y el Reino Unido estuvieron equivocados en tomar una acción militar contra Irak en 2003». «La encuesta sugiere, no obstante, que podría haber apoyo al despliegue de tropas británicas para tomar parte en misiones en el extranjero, ya sea para casos de desastres o para detener un genocidio, incluso si los países involucrados no suponen una amenaza directa para la seguridad nacional del Reino Unido», añadió.

Cesemos de decir que la guerra contra Irak fue un «error».

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Dennis Kucinich :: A medida que Irak se hunde en el caos desde hace más de una década como resultado de la operación «Misión cumplida», políticos y periodistas se pusieron de acuerdo para calificar esa guerra de «error», como algo que hay que dejar de hacer. Pero la retórica del «error» no es una retórica de contrición sino de negación ya que resta importancia a las desastrosas consecuencias de esa guerra, tranquiliza las conciencias y priva a los estadounidenses de toda oportunidad de sacar algún tipo de enseñanza de la desastrosa política exterior de nuestra generación.
La guerra de Irak no fue «un error» sino el resultado de un engaño calculado. El hecho doloroso, crudo, es que nos mintieron. Y ya es hora de decirlo.
La verdad sobre Irak estaba ahí, visible, pero ignorada. Ese país no tenía armas de destrucción masiva. Sadam Husein no tenía nada que ver con el 11 de septiembre. El objetivo de la guerra no era liberar al pueblo iraquí. Así lo dije en el Congreso en 2002. Los millones de estadounidenses que salieron a la calle a protestar contra aquella guerra sabían la verdad. Pero los dos partidos los denigraron por oponerse al presidente en tiempo de guerra e incluso los acusaron de no «respaldar a las tropas».
He escrito y hablado muchísimo sobre ese tema. Pero hoy propongo dos maneras de abordarlo:

- 1. El presidente Obama tiene que decirnos la verdad sobre Irak y cuál fue el falso escenario que se siguió para emprender la guerra
Cuando Obama entró en funciones, en 2008, anunció que su administración no emprendería ninguna investigación ni acción legal alguna contra los autores de la guerra. En realidad, de esa manera suspendía el debate público sobre la guerra. Eso pudo parecer correcto a corto plazo a quienes querían avanzar. Pero cuando se habla de una guerra basada en mentiras, el pasado no puede seguir siendo pasado. La mala voluntad desplegada en cuanto a enfrentar la verdad sobre Irak ha conducido a una especie de amnesia peligrosa para nuestra salud mental, con recuerdos reprimidos que no cicatrizan sino que abren la puerta a más mentiras. Como es posible que los análisis quizás conduzcan hoy en día a «soluciones» militares, tenemos que recordar cómo y por qué intervinimos en Irak en 2003.

- 2. Los periodistas y los comentaristas deben parar de conceder tiempo y espacio a gente que se equivocó tremendamente al apoyar la guerra o que se obstinaron en sus argumentos a favor de esa guerra. En otras palabras, todos aceptaron sin la menor crítica el imperativo de la guerra tal y como lo describieron altos funcionarios o miembros del Congreso y representantes oficiales del gobierno. Por otra parte, la prensa sopló para avivar el fuego de la guerra sin ofrecer espacio alguno a quienes militaban contra ella.
El presidente Obama no inició la guerra en Irak. Pero tuvo la oportunidad de decir la verdad: que fue un error emprenderla, que el motivo de la guerra era injusto, que la intervención militar creó más problemas de los que resolvió, que el caos actual y la presente violencia en Irak son consecuencia directa de la decisión que tomó Estados Unidos –en 2003– de lanzarse a esa guerra.
Y demostrar, más de una década más tarde, que esa guerra se basó en mentiras realmente no exige demasiado coraje.

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Stephen Hawking: el Bosón de Higgs podría destruir el Universo


Si esta partícula alcanza ciertos niveles de energía, todo sería un desastre.

El físico inglés Stephen Hawking está escribiendo un nuevo libro que se llamará Starmus, describiendo un terrible escenario donde el Bosón de Higgs, también conocido como "partícula de Dios", podría destruir el universo en caso de presentarse las condiciones adecuadas.

Según Hawking, literalmente el Universo podría colapsar en caso que los niveles de energía de la partícula alcancen los 100.000 millones de gigaelectronvoltios (GeV), lo cual generaría una burbuja de vacío que se expandería a la velocidad de la luz y terminaría por consumir el universo, con la Tierra como primera víctima de esta catástrofe de la que no tendríamos tiempo para darnos cuenta.
Suena preocupante pero en realidad no lo es, ya que actualmente los niveles de energía que maneja el Gran colisionador de hadrones llegan sólo a los 3,5 teraelectronvoltios (TeV), mientras que podría funcionar hasta los 14 TeV potencialmente, dejando fuera de peligro al universo. Y en palabras de Hawking, construir una estructura para alcanzar dichos niveles de energía sería imposible:
Un acelerador de partículas que alcance los 100.000 millones de GeV sería más grande que la Tierra, y es improbable que sea apoyado durante el presente clima económico.
Así que aún hay tranquilidad respecto al futuro del universo, ya que hasta el minuto no tenemos el sistema económico que nos permita construir un nuevo colisionador de hadrones para auto-destruirnos, aunque algunos científicos de todas formas creen que el universo tarde o temprano colapsará...



Encontrar la partícula de Dios podría destruir el universo, advierte Stephen Hawking

El bosón de Higgs 'partícula de Dios' podría destruir el universo, Hawking dice
El espacio y el tiempo de repente podrían colapsar - y 'que no se veía venir'
Si los científicos ponen demasiada energía en el bosón de Higgs del universo podría terminar
Desastres muy poco probable que los físicos no tienen lo suficientemente grande colisionador



El escurridizo 'partícula de Dios' descubierto por los científicos en 2012 tiene el potencial de destruir el universo, el profesor Stephen Hawking ha advertido.

A niveles muy altos de energía, el bosón de Higgs podría causar el espacio y el tiempo de repente colapso - y 'que no lo vería venir', el ex profesor de matemáticas de Cambridge, dice.

La partícula de Dios, que da forma y tamaño a todo lo que existe, podría causar un "retraso de vacío catastrófico" si los científicos tenían que ponerla bajo un estrés extremo.



Stephen Hawking escribió que el encontrado recientemente-bosón de Higgs 'partícula de Dios' podría destruir el universo


Stephen Hawking escribió que el encontrado recientemente-bosón de Higgs 'partícula de Dios' podría destruir el universo
La Partícula Dios podría desestabilizar a alta energía, amenazando el universo, pero el acelerador de partículas del CERN es demasiado lento para causar un problema tan


La Partícula Dios podría desestabilizar a alta energía, amenazando el universo, pero el acelerador de partículas del CERN es demasiado lento para causar un problema tan

Un desastre como este es muy poco probable por el momento, como los físicos no tienen un acelerador de partículas lo suficientemente grandes como crear un experimento de este tipo, pero los comentarios del profesor Hawking tener científicos emocionados, informó el Sunday Times.

El físico teórico escribió sus pensamientos sobre el bosón de Higgs en ​​el prefacio de un libro nuevo, Starmus, una colección de conferencias a cargo de científicos y astrónomos, incluyendo a Neil Armstrong, Buzz Aldrin, el guitarrista de Queen Brian May.

El Profesor Hawking escribió: "El potencial de Higgs tiene la característica preocupante de que podría convertirse en megastable a energías superiores a 100 mil millones de giga-electrón-voltios (GeV).

"Esto podría significar que el universo podría sufrir decaimiento vacío catastrófico, con una burbuja del verdadero vacío en expansión a la velocidad de la luz.

'Esto podría suceder en cualquier momento y no lo vería venir.'
El físico teórico escribió sus pensamientos sobre el bosón de Higgs en ​​el prefacio de un libro nuevo, Starmus, que se libera a principios de noviembre de este año


El físico teórico escribió sus pensamientos sobre el bosón de Higgs en ​​el prefacio de un libro nuevo, Starmus, que se libera a principios de noviembre de este año
El científico británico Peter Higgs predijo la partícula de Dios a principios de 1960, pero sólo se encontró en el año 2012.




¿QUÉ ES LA PARTÍCULA DE DIOS?


El bosón de Higgs es una pieza clave que falta en el rompecabezas para los físicos para tratar de entender cómo funciona el universo.

Los científicos creen que una fracción de segundo después del Big Bang que dio origen al universo, un campo de energía invisible, llamado campo de Higgs, formó.

Esto ha sido descrito como una especie de "melaza cósmica" a través del universo. Como partículas que circulan por ella, que recogió la masa, dándoles tamaño y forma y que les permite formar los átomos que conforman usted, todo lo que te rodea y todo en el universo.

Esta fue la teoría propuesta en 1964 por el ex niño de la escuela secundaria profesor Higgs que ahora se ha confirmado.

Sin las partículas de campo de Higgs sería simplemente aceleradas a lo largo del espacio de la misma manera como se hace la luz.

Una de Higgs es un tipo de partícula subatómica. Cada campo de la energía tiene una partícula específica que regula su interacción con lo que está a su alrededor.

El profesor añadía sarcásticamente, sin embargo, que tal evento es poco probable en un futuro próximo.

Él dijo: 'Un acelerador de partículas que alcanza 100 mil millones de GeV sería más grande que la Tierra, y es poco probable que se financiarán en el actual clima económico.'

El profesor John Ellis, físico teórico del CERN, dijo: "Una cosa debe quedar clara. El descubrimiento del bosón de Higgs en ​​el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) no causó este problema, y las colisiones en el LHC no podría desencadenar la inestabilidad, debido a que sus energías son demasiado bajas ".

Los aceleradores de partículas hacen que las partículas subatómicas se desplazan a velocidades cada vez mayores a medida que se bombea con más energía antes de romper juntos.

Los científicos hacen esto para tratar de ver pequeños fragmentos de partículas que vuelan fuera, y es cómo fue descubierto el bosón de Higgs en ​​el LHC del CERN en Suiza en 2012.

En ese experimento, los físicos notaron escombros inesperada de las colisiones que encajaban con lo que el científico británico Peter Higgs había predicho a principios de 1960.

El bosón de Higgs se piensa que es parte del mecanismo que da la materia su masa, pero los científicos no entienden completamente todavía.
Bosón de Higgs como descubrimiento proviene avance de la física

El bosón de Higgs se piensa que es parte del mecanismo que da la materia su masa, pero los científicos no entienden completamente todavía.

Universo


Etimológicamente, significa ‘hecho uno, convertido en uno’; proviene del latín universus, palabra compuesta, formada por unus ‘uno’ y versus, participio pasado de vertere ‘girar’, ‘hacer girar’, ‘convertir’.
En español, ya Covarrubias mencionaba universo como proveniente del latín universum, con el significado de ‘el conjunto de todas las cosas’.
Universitas tenía en latín el sentido de ‘comunidad’, ‘gremio’ o ‘colectividad de personas que tienen algo en común’. En el siglo XII, en Bolonia se llamaba universitas scholarium al gremio de los estudiantes, y este nombre pasó a designar en varias lenguas a los colegios de altos estudios. El primer instituto de enseñanza superior que adoptó ese nombre en español fue la Universidad de Salamanca, fundada en 1218 por Alfonso IX de León. Fue la primera universidad del mundo hispánico y una de las más antiguas de Europa.

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