El brote de ébola que surgió en 2013 en el África occidental sigue extendiéndose por Guinea, Sierra Leona, Liberia y Nigeria. Está fuera de control según Médicos Sin Fronteras (MSF), uno de los organismos internacionales que se encarga de su contención sobre el terreno y según la OMS su propagación se está acelerando. De momento, se han registradoal menos 3.857 muertes y 8.011 casos. Los afectados se encuentran en múltiples lugares, muchos de ellos de difícil acceso. Además, de momento se ha registrado un caso en Senegal y otro en Estados Unidos. Al mismo tiempo, un brote paralelo en República Democrática del Congo (RCD) se ha saldado con 62 casos y 35 muertes.
MSF alerta de la necesidad de destinar más recursos para contener el brote, y el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), encargado de monitorizar y controlar la epidemia, habla de un brote «sin precedentes por el número de casos y la dispersión geográfica».
Dada la amplitud del brote, recomienda no viajar a
Liberia, Sierra Leona ni Guinea salvo que se trate de un viaje
esencial. Al mismo tiempo, aconseja a los viajeros que vayan a Nigeria y
RCD que tomen precauciones.
El viernes 8 de agosto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó el estado de emergencia sanitaria internacional. Recomendó realizar
restricciones de viajes de personas susceptibles de estar contaminadas e
incluir análisis de sangre. Y el día 11 de agosto, el organismo de
Naciones Unidas dio el visto bueno para utilizar medicamentos experimentales
en el brote. El anuncio se produjo después de que una comisión de 12
expertos considerase «ético» usarlos aunque no se conozcan los posibles
efectos secundarios o la efectividad, dada la gravedad de la situación.
Con este propósito, se ha planteado utilizar el suero experimental ZMapp, el TKM y se han puesto a punto otros remedios, incluso alguno para el «hermano gemelo» del ébola, el virus marburgo.
Según la OMS, desde el descubrimiento del virus
ébola en 1976 se han documentado en torno a 1.850 casos de fiebres
hemorrágicas, de los que más de 1.200 fueron mortales. De octubre 2001 a
diciembre de 2003, varios brotes de ébola del subtipo Zaire fueron
reportados en Gabón y la República del Congo, con un total de 302 casos y 254 muertes.
La Organización Mundial de la Salud trabaja junto a otros
organismos (CDC, MSF, UNICEF, IFRC, Instituto Pasteur de Dakar, «Save
the Children», Plan Guinea y otros) para contener el brote de ébola bajo
las directrices del centro de coordinación de Guinea Conakry.
¿Cómo es el virus ébola?
Forma parte de la familia de los «filovirus», virus
con estructura filamentosa. Causa una fiebre hemorrágica severa, una
enfermedad con una letalidad de hasta el 90% e infecta el endotelio
capilar y varios tipos de células inmunes, según el virólogo Jose Antonio López Guerrero.
Hay cinco especies de ébola diferentes. Todas ellas reciben su nombre de un río cercano
al epicentro del primer brote, en República Democrática del Congo. Por
su lugar y año de descubrimiento, se conocen como Sudán y Zaire (1976),
Reston (1989), Costa de Marfil (1994) y Bundibugyo (2007).
¿Cuál es la letalidad del virus?
Es un virus muy letal pero con una capacidad de dispersión no muy elevada. En los brotes de fiebre hemorrágica del ébola,
la tasa de letalidad ha variado, dependiendo del tipo de virus, entre
el 25% y el 90%. Precisamente esta agresividad disminuye el alcance de
la transmisión. En el actual brote, la letalidad del virus varía entre
los países pero se sitúa en torno a un valor medio del 55%, según la OMS.
¿Cómo se diagnostica?
Las infecciones por el virus ébola solo pueden diagnosticarse definitivamente mediante distintas pruebas de laboratorio,
de ahí que pase algún tiempo entre la aparición de los primeros casos y
la identificación del virus. Estas pruebas solo deben realizarse en condiciones de máxima contención biológica.
¿Cuáles son las características del brote?
El actual brote de Guinea se corresponde con la variedad ébola-Zaire, la más virulenta, y asociada con una tasa de mortalidad de hasta el 90%. Además, es la primera ocasión en la que este virus aparece en el Oeste del continente africano, según el doctor Juan García Costa, miembro del ENIVD
(Red Europea para el Diagnóstico de Enfermedades Virales «Importadas»),
un organismo encargado de estudiar, controlar y prevenir las
enfermedades virales de importación.
Un estudio
publicado a finales de agosto en la revista «Science» analizaba el
genoma del virus que se extendió por Sierra Leona y Guinea durante los
meses de mayo y abril. Según los investigadores, estos avances podrían
servir para mejorar el diagnóstico y el diseño de armas contra la
infección.
¿Cuál es el origen?
El origen del brote es desconocido, como ha ocurrido en todos los casos anteriores, pero se sabe que en esta ocasión el virus ébola procede de un solo humano que entró en contacto con un animal infectado. Se sospecha que tres especies de murciélagos de la fruta son huéspedes naturales de este virus.
¿Qué medidas se están tomando?
Una de las principales preocupaciones de la OMS es evitar que la infección llegue se expanda por una gran ciudad. Por ello, la prevención se centra en controlar al personal médico y en interrumpir la circulación de personas en las zonas afectadas. Entre los problemas que se plantean para controlar estos brotes
están el contacto tan íntimo que hay entre las personas y los animales
en estas regiones, la desconfianza de las personas hacia el personal
sanitario y el desconocimiento del modo de transmisión del virus y la
forma de evitar contagiarse.
Los países afectados están
controlando el tráfico de pasajeros en los aeropuertos, han cerrado
algunos pasos fronterizos, han dado vacaciones a los funcionarios no
esenciales, han puesto en cuarentena las zonas afectadas e incluso
algunos han movilizado al ejército para ayudar en las medidas de
contención. El objetivo es restringir el trasiego de personas para
frenar la expansión.
Desde la OMS,
se está regularizando el modo de enterrar a los fallecidos, se están
construyendo nuevas instalaciones para acoger a los afectados y analizar
las muestras, se está trabajando en concienciar a la población acerca
de los riesgos, se está centralizando la respuesta a nivel regional y se
está reforzando la protección del personal sanitario.
¿Podría extenderse por Europa?
El riesgo de un brote en la UE es bajo.
Actualmente se está controlando el tráfico de personas en las zonas de
riesgo, incluyendo turistas de regreso, visitas de familiares o
laboratorios que trabajan en el brote. Desde este jueves 31 de julio, El
CDC estadounidense recomienda no hacer viajes no esenciales a Liberia, Nueva Guinea o Sierra Leona.
Aún así, en caso de que el virus llegase a Europa,
al tratarse de un virus que se contagia por contacto directo y teniendo
en cuenta la existencia de mecanismos de control, sistemas sanitarios
desarrollados y conocimiento acerca de la amenaza entre la población, la difusión del virus se podría controlar.
Para entrar en España, los viajeros que procedan de zonas
de riesgo deben realizar una declaración sanitaria supervisada por los
técnicos de Sanidad Exterior. Otro posible punto de entrada del ébola en
España podría ser el de la inmigración ilegal que entra a través de las ciudades de Ceuta y Melilla,
pero la duración del viaje que realizan estas personas desde sus países
de origen es de meses e incluso años, por lo que normalmente la
enfermedad ya habría dado la cara antes de llegar a España.
Además, «los trabajadores de los CETI y los servicios sanitarios están avisados de las acciones a tomar», declaró Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad.
En 1967 se produjo en Europa un brote de un virus similar, el virus Marburgo,
cuando un cargamento de chimpancés de Uganda extendió la fiebre
hemorrágica por las ciudades alemanas de Fráncfort y Marburgo, y la
capital serbia, Belgrado, causando 31 víctimas.
¿Qué enfermedad causa el virus ébola?
Este virus produce la llamada fiebre hemorrágica del ébola, una enfermedad vírica aguda grave que
se caracteriza por la aparición súbita de fiebre, debilidad intensa y
dolor de músculos, cabeza y garganta, asociada a vómitos, diarrea,
erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática y, en algunos casos,
hemorragias internas y externas.
El periodo de incubación (intervalo desde la infección hasta la aparición de los síntomas) varía de 2 a 21 días.
¿Cómo se produce el contagio?
Parece estar relacionado con el contacto directo con sangre y secreciones
de animales o pacientes, ya estén vivos o fallecidos. Por ejemplo, las
ceremonias de inhumación que se celebran en algunas aldeas africanas
parecen estar relacionadas en el contagio, ya que algunos miembros del
cortejo fúnebre entran en contacto directo con el cadáver. Además,
cuando se producen estos brotes, y hasta que se toman las medidas de
seguridad adecuadas, el personal sanitario suele contagiarse al tratar a
pacientes infectados.
¿Qué precauciones se pueden tomar?
Los medios sanitarios deben utilizar guantes, mascarillas, gafas y trajes para no quedar expuestos al contacto directo con la sangre u otros fluidos de los pacientes infectados.
Se puede reducir el riesgo de transmisión desde animales a humanos sacrificando e incinerando a los animales infectados, restringiendo el contacto con carne cruda de monos o simios infectados y evitando la exposición a murciélagos de la fruta.
¿Se puede tratar la enfermedad?
No existe ningún tratamiento o vacuna, aunque hay varias medidas en proceso de experimentación.
De hecho, la mayoría de las enfermedades virales, como los catarros,
carecen de vacuna o tratamiento eficaz. Los enfermos de fiebre
hemorrágica del ébola suelen necesitar rehidratación por vía intravenosa u oral, con soluciones que contengan electrolitos.
¿Por qué no se ha creado una vacuna?