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martes, 9 de diciembre de 2014

Mal Jefe: 15 señales comunes

¿Te has sentido abrumado en el trabajo últimamente? Su jefe podría ser el origen del problema.

El setenta y cinco por ciento de los empleados cree que su jefe es el peor, y más estresante, parte de su trabajo. Por desgracia, hay una serie de cosas que un mal jefe puede hacer hacer daño a la moral y la productividad de sus empleados.





Si usted está comenzando a preguntarse si su jefe es la fuente de su infelicidad en el trabajo, usted sabe que tiene un mal jefe, cuando:

1. Su  jefe hace daño a  su auto-estima.

¿Su jefe le abruma  en el trabajo? Desafortunadamente, usted no está solo. El sesenta por ciento de los empleados dicen que su jefe en algún momento u otro daña su autoestima.

2. Su jefe no es bueno en su trabajo.

La investigación muestra el 34 por ciento de los trabajadores creen que su jefe no es eficaz en su trabajo. No sólo eso, sino que más de la mitad creen que podrían hacer un mejor trabajo que su jefe. Bueno esto nada tiewne de raro en un mundo donde esos cargos son ocupados por gente que sonn allegosos --nepotismo-- de los dueños del emprendimiento.

3. Sus jefes no le motivan.

Los jefes tienen la intención de ser el número 1 de abogado del empleado y motivador en el lugar de trabajo. Sin embargo, el 39 por ciento de los empleados, ya sea sentir sólo a veces o nunca motivados por sus jefes.

4. Tu jefe no escucha.

La comunicación transparente es clave en el lugar de trabajo, pero un tercio de los empleados dicen que su jefe a veces o nunca escucha sus preocupaciones relacionadas con el trabajo.

5. Tu jefe te ignora.

Según Gallup, el 57 por ciento de los empleados que se sienten ignorados por sus jefes no están comprometidos en el trabajo.

6. Tu jefe tiene favoritos.

¿Se siente como que siempre hay un empleado que recibe más oportunidades de lo que, a pesar de que usted es igual o más capaces de llevar a cabo? La investigación muestra el 34 por ciento de los jefes son culpables de jugar a los favoritos en el lugar de trabajo.

7. Su jefe hace que le de miedo el trabajo.

La investigación muestra los empleados temen conversaciones difíciles con su jefe (20,4 por ciento) y el regreso al trabajo después de las vacaciones (16,6 por ciento).

8. Su jefe no  pregunta por su colaboración.

La comunicación bidireccional es esencial en el lugar de trabajo. Sin embargo, el 49 por ciento de los empleados dicen que su jefe sólo a veces o nunca se pregunta por sus ideas en la resolución de problemas.

9. Su jefe no le inspira.

Según la investigación, una de las cinco principales características de un mal jefe es que no inspiran a sus empleados.

10. Tu jefe no tiene una visión clara.

Si el líder en el lugar de trabajo carece de una visión clara, ¿cómo se supone que un buen desempeño en el trabajo?

11. Tu jefe te hace quererte ocultar.

¿Trata de evitar todos los encuentros con su jefe tan a menudo como sea posible? Veinte y siete por ciento de los empleados dicen que a propósito se esconden de sus jefes.

12. Tu jefe carece de integridad.

¿Parece que su jefe a carecer de honestidad o la rendición de cuentas? Casi el 20 por ciento de los empleados dicen que su jefe tiene poca o ninguna integridad.

13. Tu jefe es un vago.

¿Cuál es el punto de hacer su trabajo cuando su jefe no puede hacer su tarea propia? Cuarenta y dos por ciento de los empleados dicen que su jefe no trabaja lo suficientemente duro.

14. Tu jefe no puede mantenerse en calma.

Cuando las cosas se ponen estresantes en el trabajo, un impactante 47 por ciento de los jefes no se puede mantener la calma durante la situación. No se supone que su jefe para ser alguien que puede ir a cuando te sientes abrumado en el trabajo?

15. Su jefe hace que te gustaría tener uno mejor.

Si usted pasa todos los días deseando tener un nuevo jefe, usted no está solo. Sesenta y cinco por ciento de los empleados tendría un mejor jefe sobre un aumento de sueldo.

¿Cuál cree que son las señales de advertencia de un mal jefe?

¿Cómo un  Mal  JEFE puede  enfermarte?



La vida es corta, pero parece ser que puede llegar a ser mucho más corto si usted pasa sus días tratando con un mal jefe. En un estudio reciente realizado por Keas.com encontraron que el 77% de los empleados experimentaron síntomas físicos del estrés de los malos jefes y los trabajadores que tenían los administradores desconsiderados o poco comunicativas eran 60% más propensos a sufrir un traumatismo corazón. Un estudio Inc. citó que los trabajadores que tienen malas relaciones con sus jefes son un 30% más de probabilidades de sufrir enfermedades coronarias. Eso es gente adecuada, su mal jefe podría literalmente ser hacer que usted se enferme!

Se estima que tres de cada cuatro empleados informan que su jefe es el peor y más estresante de su trabajo y el 65% de los empleados dijo que tomarían un nuevo jefe sobre un aumento de sueldo (Inc.). ¿Podrían las estadísticas de gritar más fuerte que cualquier tenemos demasiados malos jefes por ahí?

Y uno tiene que hacer la pregunta, "¿Estos patrones establecidos para ser malo, y son incluso conscientes de que son malos?" Me imagino que la mayoría de los jefes no se dispusieron a ser malo. También me imagino que la mayoría de ellos pueden ser completamente inconsciente de lo malos que son. Usted ve la dificultad es que la mayoría de nosotros juzgamos a nosotros mismos por nuestras intenciones, mientras que otros nos juzgan sobre la base de nuestro comportamiento. Así que el hecho es que la mayoría de los jefes pueden sentir que tienen perfectamente buenas intenciones y, por tanto, justifican o hacen caso omiso de su propio mal comportamiento y como resultado los empleados se quedan a sufrir los efectos de hacer frente a un mal jefe.

Nos juzgamos a nosotros mismos por nuestras intenciones. Otros nos juzgará sobre la base de nuestro comportamiento.

Entonces, ¿qué hace que un jefe de un mal jefe? Aquí están algunas ideas sobre cómo saber si su gerente cae en la categoría de "malo" de los jefes:

     Ellos no se comunican una visión clara para el futuro
     Se comunican de manera selectiva con sólo unas pocas personas, dejando a todos los demás para sentirse devaluado y se dejan fuera
     Carecen de entusiasmo y pasión por el trabajo que la compañía está haciendo
     No son capaces de inspirar a sus empleados
     Ellos aceptan la mediocridad en lugar de motivar a la excelencia
     Ellos escoger y elegir a quién van a valorar en lugar de valorar el equipo en su conjunto
     No son capaces de comunicar expectativas claras
     Premian basan en brownnosing lugar de desempeño e impacto
     Ellos retienen elogios, incluso cuando un cumplido ha sido conseguido
     Ellos atacan a la gente en lugar de atacar el rendimiento
     Ellos toman decisiones frente a los rumores en lugar de tomarse el tiempo para recopilar hechos pertinentes
     Ellos no siguen adelante con sus compromisos con el personal
     No son capaces de comunicarse ... período
     No son capaces de reconocer y dar crédito a los empleados por los esfuerzos y logros
     Colocan culpa a los demás en lugar de ser dueño de sí mismos errores
     Ellos son inseguros de sí mismos que a menudo conduce a comportarse media, paranoico y vengativo, entre otros comportamientos dañinos
     Evitan situaciones difíciles en lugar de manipular ellos en la cabeza
     Les falta el coraje de hacer lo correcto

Si la lectura de la lista que causó que se sienta dolor en el corazón, que muy bien puede estar poniendo en riesgo su salud! Entonces, ¿qué puede hacer usted al respecto? La respuesta obvia es dejar de ir a trabajar y para un buen jefe, pero no todo el mundo está en una posición en la que pueden darse el lujo de salir de su trabajo hasta que encuentren uno nuevo. Así que, ¿qué hacer mientras tanto? He aquí cuatro ideas que pueden ayudar:

     Trate de concentrarse en sus buenas cualidades. Todo el mundo tiene al menos uno, por lo que les resulta y estar agradecidos por ello.
     Dé un buen ejemplo de cómo un gran líder se comporta con la esperanza de que su mal jefe tomará nota y aprender de ti. El mecanismo de enseñanza más poderosa es predicar con el ejemplo, incluso si este caso en el que usted está conduciendo desde atrás. Recuerde que su mal jefe puede ser el subproducto de su propio mal jefe y usted puede ser el primero en dar el ejemplo de cómo un gran líder debe comportarse.
     Nunca deje que su mal jefe se convierta en una excusa para que usted se comporta mal. A pesar de su mal jefe, lo correcto para usted que hacer es seguir siendo lo mejor que usted puede estar en su trabajo. Su reputación e integridad le seguirán en los próximos años por lo que nunca hacer nada que pueda estropear eso. Lo más probable es que otros empleadores escucharán de su mal jefe reputación "y el hecho de que todavía se pone su mejor esfuerzo en el trabajo va a hablar mucho acerca de lo que un empleado increíble que será cuando te contratan.
     Trate de aprender el "lo que no debe de hacer" de su mal jefe hasta que pueda trabajar para una buena. Lo más probable es que un día usted será un jefe demasiado y las lecciones que se aprenden ahora le ayudará a comportarse mejor cuando el manto de liderazgo se coloca sobre sus hombros.

"Es su reacción a la adversidad, no la propia adversidad, que determina cómo va a desarrollar su historia de vida."

                                                                                 -- Dieter F. Uchtdorf.

Recuerde que usted no puede controlar a otras personas, sólo se puede controlar su reacción a ellos, por lo que siempre hacer lo mejor para reaccionar de una manera que usted puede mirar hacia atrás y sentir orgullosos. Su corazón se lo agradecerá más tarde.

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miércoles, 3 de diciembre de 2014

Jefe Manipulador: Prácticas Comunes


El clásico jefe manipulador utiliza su poder para pedirte que realices ciertas cosas y nunca lo hace de manera educada. Puede ponerte en situaciones incómodas, enfrentarte a tus compañeros y confundir la oficina con determinadas políticas. Si bien este tipo de personas suelen ser difíciles de neutralizar, existen algunos consejos que puedes tener en cuenta para lidiar con un jefe manipulador sin temor a las represalias.


Conoce las prácticas de un jefe manipulador

La comunicación es un bien intangible que los negocios no deben excluir de sus gestiones; de lo contrario, se colocarán en una posición muy cercana al fracaso.


Cuando los expertos se refieren a la comunicación empresarial, hablan de interacciones abiertas, bidireccionales y efectivas, cuyo propósito es el establecimiento de acuerdos o pactos, que sinteticen los puntos de vista de todos los miembros de las organizaciones.

Sin embargo, de acuerdo con el sitio web managersmagazine.com, la manipulación es una de las perversiones comunicativas con mayor impacto en las empresas.

La página de Internet profundiza en el tema, y nos presenta algunos de los actos que ejecutan los jefes manipuladores para mantener el poder sobre su personal.

– Promesas irrealizables. Los líderes de área o departamento, e incluso, los directivos de las empresas, prometen falsamente crecimiento profesional e incentivos maravillosos, para ganarse la confianza de sus colaboradores, quienes entregan todo su espíritu al trabajo, con la finalidad de conseguir beneficios a los que nunca tendrán acceso.

– Deudas de gratitud. El jefe manipulador otorga concesiones extraordinarias a sus empleados, con la idea de mantenerlos a su entera disposición y, eventualmente, solicitarles favores de carácter extra profesional.

– Creación de dependencias. El líder manipulador destruye la convicción y la iniciativa de sus colaboradores, y los hace dependientes de su opinión. Mónica Venegas, especialista en independencia emocional, asegura que este tipo de dinámica afecta la productividad de las empresas, porque genera inmovilidad y limita la exposición de nuevas ideas.

– Asignación de etiquetas. El jefe manipulador crea estereotipos alrededor de sus trabajadores, bajo la premisa de desalentar prácticas éticas y neutralizar quejas.

– La trampa. El líder controlador introduce a su personal en escenarios complejos, que él debería atender, para librarse de culpas y responsabilidades si algo sale mal.

– El soborno y la amenaza. El líder manipulador ofrece beneficios inapropiados a su equipo de trabajo, y, si éste no acepta, recurre a la amenaza.

– El fomento a la corrupción. El jefe manipulador implica a sus trabajadores en acciones poco éticas, con el objetivo de encubrir sus propios pasos. Utiliza frases como: “Todo mundo lo hace” o “nadie se dará cuenta”, para convencer a sus subordinados y hacerlos cómplices de sus fechorías.

– Seducción. Este tipo de líderes presume sus logros y cualidades para cautivar a su personal y ganar su entera confianza.

– Acercamiento emocional. El jefe manipulador utiliza aspectos de la vida personal de sus empleados en beneficio de sus planes o tretas.


Jefes, Supervisores, Gerentes: ¿Te hacen sentir mal?


La manipulación es el arte de manejar a las personas sin que se den cuenta y se comporten en contra de su propio beneficio, y está oculta detrás de expresiones que suelen escucharse en el trabajo como: “Esto no es lo que esperábamos de ti”. “No creo que seas capaz de emprender esta tarea”. “En esta oficina hay muchas personas deseosas de ocupar tu puesto”. “Con todo lo que la compañía ha hecho por ti y ahora nos pagas de esta manera”. Todo para hacerte sentir: ¡¡¡CULPABLE!!!!!
Quienes te manipulan también te devalúan a un nivel inferior, porque te hacen sentir que no te toman en cuenta, que no mereces su atención o que te desprecian. También te intimidan y te inhiben, porque mediante sus amenazas de castigo demuestran poder sobre ti y te convencen de que son más fuertes. También exigen que tu conducta esté a la altura de sus expectativas y si no los satisfaces, te critican, remarcan tus defectos y te hacen sentir culpable.
Son como las Agencias de Calificación de Riesgo: te evaluan por debajo te tus competencias, te subvaolran, para aprovechar para sí el valor desdeñado, alienado y así te privan de tu beneficio: Alienación en el Trabajo.


10 características del jefe psicópata: Por sus frutos les conocereís.




10 características del jefe psicópata. Hay psicópatas por todas partes. Tu jefe puede ser uno de ellos. ¿Existen maneras de determinar si lo es? El poder les enloquece, se los traga.

Las características de la personalidad del psicópata pueden ser muchas: manipulador, persuasivo, carismático, egocéntrico, impulsivo y sobre todo la ausencia de conciencia y empatía. Pero no necesariamente todas estas características tienen que estar presentes ni en los mismos grados. Además que vale recalcar que un psicópata no es necesariamente un asesino en serie. Así que si tu jefe llena estas características no te asustes pero quizás sea buena idea que empieces a pensar en cambiar de jefe o de trabajo!

1. Manipulación emocional

Los psicópatas son camaleones sociales. Pueden modificar su actitud y comportamiento en menos de un segundo si piensan que pueden beneficiarse con ello. Una de sus armas favoritas es el buscar las simpatías y la comprensión de los otros.

No se equivoquen: Los psicópatas son personas seguras de sí mismas, extrovertidos y fuertes, nunca sienten lástima de sí mismos, sin embargo son expertos manipuladores y no tienen empacho en jugar con nuestros afectos y emociones si ello les conviene. Son expertos en provocar sentimientos de compasión en los otros.

Señal de alarma: El mostrarse tratado injustamente, en desventaja y apelar al apoyo y la comprensión de los otros es una de las marcas de fábrica del psicópata, tanto en el ambiente corporativo como en la vida diaria.

2. Controlador obsesivo

Los jefes psicópatas son como jugadores de ajedrez que perciben a sus empleados como meras piezas de un tablero psicológico invisible: desechables, prescindibles y redundantes.

A los psicópatas les encanta zarandear a la gente a su antojo solo por el placer que les causa. Cambios innecesarios en el área de trabajo, horas de trabajo fuera de las normales, la promesa de algún beneficio adicional por sacarle los trapitos sucios a un colega, son solo algunos de los manejos favoritos de los jefes psicópatas.

Señal de alarma: Si no dejas de rascarte la cabeza intentando comprender las razones detrás de las demandas de tu jefe no busques mas, la respuesta puede ser mas sencilla de lo que supones.

3. Encantadores de serpiente

Los psicópatas son expertos en causar maravillosas primeras impresiones en los otros. Poseen un talento innato para hacerte sentir como si fueras la única persona presente.

Son brillantes conocedores de la naturaleza humana. Saben que el proceso evolutivo demuestra que para nuestros cerebros las primeras impresiones son fundamentales, de ahí que ya desde el comienzo de una relación intenten ganar terreno poniendo a funcionar sus encantos.

Un psicópata a quién entrevisté lo dijo de esta manera: “El carisma es la habilidad de arrojar una alfombra roja a los pies de aquellos que no soportas para llevarlos lo más dócil y eficazmente posible en la dirección que quieres que vayan”.

Señal de alarma: Si de repente encuentras que la alfombra roja está recogida y que el encanto desaparece al poco tiempo, dejándote esto confundido y vulnerable, seguramente que tu jefe es un psicópata

4. Son oportunistas y parásitos

Independientemente de que sean carismáticos, manipuladores o jueguen a ganar tus simpatías, los psicópatas son vampiros corporativos y son mejores que nadie en ganar tu confianza y apropiarse de tus mejores ideas.

Una típica estrategia es el uso de la reciprocidad, una poderosa arma de influencia. Un psicópata puede abrirse y confiar en ti ofreciéndote alguna idea propia de bajo nivel para que tu hagas lo mismo y le ofrezcas algo mejor. Una vez que ya tiene en su poder lo que quería la idea es confiscada y se convierte de repente en “su” idea.

Señal de alarma: Si tu jefe tiene la manía de tomar el crédito por el trabajo de otros, es hora de que empieces a buscar otro trabajo.

5. Falsos y engañosos

Los psicópatas sencillamente no viven bajo el mismo código moral que el resto de nosotros. Sienten  muy poca culpa o ansiedad al decir mentiras, sea para hacerse ver mas grandes y importantes o para dejar de lado a otros o ambos.

Es justamente esa consumada falta de remordimiento para enredar los hechos el principal elemento de soporte a su tremenda habilidad para inventar historias. Estas se presentan como perfectamente lógicas y razonables aunque sus fabricaciones siempre contengan un mínimo de verdad como mecanismo de seguridad para evitar ser puestos en evidencia.

Señal de alarma: si tu relación con tu jefe esta plagada de “malos entendidos” y “falsas suposiciones”, ya es hora de que enfrentes la verdad: TU JEFE ES UN PSICÓPATA.

6. Narcisistas

Los psicópatas están completamente motivados por su interés propio. A pesar de que puedan disimular un genuino interés por los otros, mostrándose como personas consideradas y serviciales, este interés es meramente superficial y falso siendo su único propósito servir de antesala a próximos manejos.

Los patrones de las relaciones psicópatas, tanto a nivel personal como corporativo son intempestuosas y transitorias. La “amistades” se terminan frecuentemente sin previo aviso y los lazos se rompen irreversiblemente una vez que el individuo deja de aportarle algún beneficio. Añádele a esto un estilo interpersonal arrogante, grandioso y egocéntrico y ya tienes en tus manos una brutal maquinaria ambiciosa que nunca se “apaga”.

Señal de alarma: Si tu jefe es conocido por despedir gente sin razón aparente o por ostentar un estilo “objetivo” en el manejo de sus empleados, o tiene la costumbre de robarse el show, es tiempo de dejarlo.

7. Habilidad para liberarse de responsabilidades y culpa

Los psicópatas pueden ser expertos abogados defensores. Son súper talentosos en liberarse de acusaciones de incompetencia dirigidas hacia ellos. Las adjudican a sus subordinados.

No solo que nunca aceptan la responsabilidad que tienen en los hechos en cuestión sino que son extremadamente eficaces en producir evidencias que demuestren que la culpa la tienen otros y no ellos.

Lo jefes psicópatas no tienen empacho de ningún tipo en utilizar a  sus empleados como “escudos de reputación” para así salvaguardar su propio status dentro de la compañía.

Señal de alarma: Si tu jefe te ha culpado de algo sin tu tener culpa alguna, comienza a hacer preguntas.

8. Nominados al Oscar

El cerebro del psicópata esta conectado de manera diferente al resto de nosotros. Particularmente la “amígdala” que es la parte del cerebro responsable de las emociones, esta disminuida, lo que significa que los psicópatas no experimentan las sensaciones normales de temor, remordimiento y disgusto que nos son tan familiares a nosotros los mortales. Es decir carecen de SUPERYO.

Pero eso no impide que el psicópata actúe como asustado, apenado o sorprendido para manipular a otros. Ellos están perfectamente preparados para montar un espectáculo emocional si van a sacar un beneficio de ello. Son los artistas, directores y escritores de las PUESTAS EN ESCENA.

Un ejemplo común es la rabia exagerada en respuesta a un insulto, una traición, o la falta de respeto a su autoridad. Pero estas demostraciones fríamente calculadas están dirigidas a minimizar las posibilidades de una futura “trasgresión”.

Señal de alarma: Si tu jefe es propenso a demostraciones emocionales exageradas y luego regresa a la normalidad como si nada hubiese pasado deberías comenzar a preguntarte si en realidad es capaz de sentir algo.

9. Aversión al riesgo

Imagínate a alguien que por alguna extraña jugada de la naturaleza percibe las cosas sucediéndose a un ritmo mucho mas lento de cómo se suceden en realidad.

No te quisieras montar en un carro con ellos, no es cierto? Pues bien, esto es exactamente lo que sucede con los psicópatas, pero en lugar de velocidad, piensa en el peligro.

La manera como están estructuradas las conexiones neurales en la zona del miedo en los cerebros de los psicópatas significa que las cosas que normalmente nos atemorizarían a la mayoría de nosotros no tienen el mismo impacto en los psicópatas.

Esto por cierto le da a los psicópatas su envidiable “sangre fría” y explica porque a ellos les va tan bien en profesiones tan intensas como los medios, las finanzas y lo militar.

Señal de alarma: Inversiones riesgosas, alianzas imprudentes, comportamientos inapropiados, comentarios riesgosos… si esto te recuerda a tu jefe ya deberías estar buscando otro.

10. Sedientos de poder

A los psicópatas les atraen las posiciones  de influencia en la que ellos pueden satisfacer su necesidad de control y manipular a otros.

En el Reino Unido se llevó a cabo un cuestionario para determinar cual es la profesión en donde se encuentra el mayor número de psicópatas.

Los resultados fueron interesantes: CEOs de compañías importantes, gente de los medios, abogados, cirujanos, policías, el clero… cualquier línea de trabajo que se vanaglorie de poseer una infraestructura jerárquica que le de poder a unos sobre otros resulta idealmente atractiva a la personalidad psicopática.

Señal de alarma: Si tu jefe tiene tendencia a pisar a los que están por debajo de él pero a impresionar a los que están arriba, es tiempo de mudarse a otro departamento o a otra compañía.

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sábado, 22 de noviembre de 2014

Jefe : errores mas comunes

¿Jefe por primera vez? Evite estos pecados capitales


Uno de los errores más comunes es confiar en la experiencia y habilidades que los hicieron destacar como individuos dentro de un equipo.

No hay escapatoria. En algún momento de cualquier profesión, es probable que Usted sea jefe por primera vez. Llegado ese momento, sin duda cometerá algunos de los grandes errores en los que inevitablemente caen los gerentes principiantes.

Desde luego, la clave consiste en evitar algunos de los peores errores.

Ignorar los problemas, nunca los soluciona


Ross Cagan, profesor universitario,  estuvo a cargo de un equipo por primera vez cuando tenía unos treinta y tantos años y era profesor asistente de la Escuela Universitaria de Medicina Washington en San Luis, Misuri, Estados Unidos. Parte de su trabajo requería la supervisión de un laboratorio compuesto por una decena de estudiantes, becarios posdoctorales y técnicos.

"Básicamente, sometieron sus carreras científicas al azar de si yo servía para algo", dijo.

Él recuerda a una becaria especialmente problemática que era bastante conflictiva con otros miembros del laboratorio. Cagan tuvo dificultades para reaccionar. "Me estresaba y dudaba", expresó Cagan, quien sabía que debía disciplinarla. "Temía lo que pensaran los otros miembros del laboratorio".

    Si pasa tres noches en vela, hay que despedir a alguien

Cuando Cagan por fin tomó medidas, resultó que todos los demás estuvieron agradecidos. "Se preguntaban por qué me había demorado tanto en hacerlo".

Los gerentes principiantes pueden pensar que no hay un momento adecuado para hacer una gran declaración o abordar un problema. Si se actúa demasiado pronto, la gente podría pensar que simplemente usted está tratando de imponer su autoridad. Si espera demasiado, usted podría parecer débil y sumiso, o incluso mal preparado para la responsabilidad de supervisar a un equipo.

"Si pasa tres noches sin dormir, hay que despedir a alguien", afirmó Cagan de la lección que aprendió sobre tomar la iniciativa para enfrentar de inmediato a un trabajador problemático.
Evite el manejo micro.

Ser el jefe no implica dejar de escuchar, ni ser déspota.


La otra cara de la moneda es el gerente que toma el título de "jefe" al pie de la letra.

"Como 'personas a cargo', los principiantes se basan en nociones preconcebidas de lo que es un jefe ( clichés , arquetipos ) e intentan dirigir diciéndole a la gente qué hacer, dominando la toma de decisiones, micro administrando el trabajo y sirviendo como guardián de la información y las comunicaciones", escribió en correo electrónico Jim Concelman, vicepresidente de desarrollo de liderazgo de la firma global de consultoría de recursos humanos Development Dimensions International.

La mayoría de los supervisores principiantes son ascendidos por sus habilidades en áreas de especialización o técnicas específicas. Tienen la experiencia y los conocimientos para realizar su trabajo, dijo Concelman. "Por lo tanto, los jefes principiantes cometen el error de confiar en las habilidades que los hicieron grandes colaboradores individuales y pierden la oportunidad de desarrollar habilidades de liderazgo", señaló.

A quienes les va mejor con la transición pasan por una especia de "revolución copernicana", según Concelman. Terminan por reconocer "que el universo no gira alrededor de ellos, sino más bien alrededor del equipo" y "que su éxito depende del éxito de cada integrante del grupo de trabajo y se centran en el equipo".
Pida apoyo, información y orientación con regularidad.

No lo haga todo Usted mismo


Atención jefe principiante: si usted cree que puede hacerlo solo, se equivoca.

Por desgracia, pensar que pueden manejarlo todo es un error común entre los novatos, según Joel Garfinkle, asesor ejecutivo que trabaja en el área de San Francisco. Con el tiempo, esta actitud está condenada al fracaso.

Para evitar este escollo, Garfinkle sugiere identificar los mentores que tengan experiencia en gestión. "Pídales apoyo, información y orientación con regularidad".

A veces, el mejor mentor puede ser una persona fuera de la organización que sirva de "caja de resonancia y una guía para usted", según la Dra. Lorraine Tilbury, fundadora de la empresa de desarrollo personal y profesional Horse Power International con sede en Valle del Loira, en Francia.

Sin embargo, encontrar a alguien dentro de su empresa "puede ayudarle a entender las 'reglas no escritas' y la cultura gerencial que existe en su organización", escribió Tilbury, quien también es vicepresidenta de tutoría de la Global PWN (Professional Women’s Network) Federation.

"Aclare por adelantado con su mentor cuáles son sus expectativas: frecuencia y duración de sus reuniones, temas que quiere discutir".
Si no se encarga de una situación, ésta se manejará por sí sola.

No se paralice


Doug Tucker, director general de Sales Commando, una organización internacional de capacitación en ventas con sede en Londres y Emiratos Árabes Unidos, ha visto que muchos gerentes principiantes se paralizan cuando llega el momento de tomar decisiones.

Tienen temor a equivocarse o no quieren pasar por antipáticos, o ambas cosas, indicó.

Este comportamiento solamente empeora la situación. "Si Usted no se encarga de una situación, la situación siempre se manejará por sí sola y muchas veces el resultado podría no ser lo que se desea", escribió Tucker.

Tucker considera que una decisión siempre es mejor que ninguna decisión en absoluto.

"Si se equivoca, entonces use su lógica, reconozca que estuvo mal y aprenda de su error al no repetirlo".
No se concentre solo en lo administrativo. La cultura del Jefe imponente nunca funciona, es mejor ser sabio como el rey David.

Sea un jefe que también es colega.


Por último, no olvide que su trabajo implica mucho más que sólo las tareas de administración.

"Muchos gerentes principiantes se entusiasman con el puesto y quieren estar seguros de hacer todo lo posible para tener éxito", escribió Ben Carpenter, radicado en Connecticut, autor de The Bigs y vicepresidente de la sociedad de valores CRT Capital Group.

"Abandonan el lado productivo de su trabajo y se dedican por completo a la administración".

Pero es una mala idea, argumentó Carpenter. "En lugar de ello, siga participando y sea un jefe que también es colega el mayor tiempo posible".



"Gran parte de su credibilidad dentro de la empresa se deriva de lo que hace, y no de lo que gerencia", agregó. "Además, su valor aumentará y tendrá más capacidad de encontrar trabajo, para cuando decida cambiar de empresa".

"Es más fácil de medir cuánto de sus esfuerzos personales contribuyen al todo".


Frases preferidas por los malos jefes


Hay muchas formas en que los malos jefes pueden herir emocionalmente, por medio de las palabras ofensivas, burlas, sarcasmos o dejando al trabajador mal delante de todos con mentiras o exageración de los errores.

Las perlas que les gusta decir

1. Si no está conforme con el trabajo, encontraremos a alguien que sí.
2. No le pago para pensar.
3. Lo voy a tener en cuenta.
4. ¿Quién le dio permiso para hacer eso?
5. Deje todo lo que esté haciendo y encargase de esto ¡AHORA!
6. Tráigame soluciones, no problemas.
7. Agradezca que como está la situación tiene trabajo.
 



Las 14 frases que no debes decir a tus empleados y subordinados


Si quieres motivar a tu equipo a generar grandes resultados debes evitar estas expresiones ofensivas y molestas.


Malos jefes los hay en todos lados y de todas las clases; managers poco motivadores, regañones, insensibles, flojos e irrealistas. Incluso hay quienes disfrutan hacer llorar a sus empleados ( El Jefe Sádico ) y que éstos sientan temor con sólo escuchar su nombre. Una noticia para ellos: lo único que provocarán es baja productividad en su empresa, (costosa) rotación de personal y un clima laboral deficiente que no atrae ni retiene talento.

Como emprendedor, es probable que te encuentres por primera vez en esta posición, pero la inexperiencia no es excusa para convertirte en un jefe que no sabe liderar a su equipo y que afecta negativamente su moral. De hecho, hacerlo podría significar la muerte de tu startup, ya que el éxito de toda empresa -sea grande o pequeña- depende de su capital humano.

Aunque la forma de comportarte es el mejor referente para tus empleados, tus palabras también lo son. Y existen ciertas frases que nunca debes usar al comunicarte con tu equipo, independientemente de cuál sea tu humor o la situación:

1. ¿Acaso no haces nada bien? Aunque un empleado cometa uno o varios errores, esta frase es muy ofensiva y puede dañar gravemente su motivación. Cuando haya una situación de este estilo, relájate, cuenta hasta 10 (o a 100) y pídele a la persona que explique lo ocurrido. Haz que él mismo reconozca su equivocación y proponga soluciones.

2. Que sea la última vez que... Ésta es la frase favorita del jefe amenazador. Normalmente la amenaza hace referencia a la liquidación del trabajador, pero lo único que genera es que trabaje por miedo y no por alcanzar objetivos.

3. Tienes suerte de trabajar aquí. En otros lados... En primer lugar probablemente no conozcas las políticas laborales de otras empresas y en segundo, si el empleado realmente tuviera suerte de trabajar contigo, no tendrías que decírselo de esa manera. Nunca te compares con otras compañías; crea tu cultura empresarial y asegúrate que sea atractiva para el capital humano.

4. No es mi problema. Cuando un miembro de tu equipo te explica que llegó tarde por 'x', no terminó el trabajo por 'y' o no alcanzó las metas por 'z', nunca digas esta expresión. No se trata de que "cobijes" a los empleados que sólo presentan excusas, sino de que seas empático y trates de entender la situación. Además, debes asegurarte que efectivamente no sea tu problema, lo que significa que una de tus responsabilidades es proveer todas las herramientas, recursos e incentivos que permitan que el trabajo se realice.

5. Para eso te pago. Una frase muy utilizada por los jefes con sentimiento de superioridad. Con estas palabras le estás diciendo a la persona que es de tu propiedad y que debe hacer lo que tú digas simplemente porque recibe una paga por ello. Si quieres que tu equipo te respete, nunca saques a colación los temas relacionados con los sueldos y tu posición como jefe.

6. Tenemos que recortar gastos. A menos de que tu empresa esté pasando por un momento muy difícil, que ya has comunicado y compartido con tu equipo no digas esta frase. Pero, sobre todo, no recortes sueldos o personal y al día siguiente te aparezcas en la oficina usando un traje nuevo o estrenando un auto último modelo.  

7. Así se han hecho siempre las cosas. Es el 'mantra' del jefe obsoleto y nada innovador. En una empresa, al reclutar talento se tiene como principal objetivo justamente eso: cambiar las rutinas y el estatus quo para innovar y crecer. Si un empleado te presenta una idea o una forma distinta de operar, escúchalo y pruébalo. Nunca sabes de dónde vendrá la idea que te genere millones de pesos.

8. No te pago por pensar, te pago por hacer. Nuevamente el jefe que se siente superior y habla sobre salarios para recordarlo. Y lo peor: es el jefe que desmotiva la innovación y el crecimiento de la empresa. Por el contrario, haz que buena parte de las descripciones de puestos incluyan un componente creativo e innovador.

9. No lo entregues hasta que lo hagas bien. Esta desagradable frase muchas veces va acompañada de papeles aventados o tirados a la basura. Este jefe tirano disfruta rebajar a sus empleados y hacerlos sufrir. En lugar, observa bien lo que entregó y da una retroalimentación efectiva que impulse a que la próxima vez la entrega sea correcta, pero no por temor, sino por tu buen liderazgo y conducción.

10. Lo siento, no hay nada que pueda hacer. Es la típica del jefe "Poncio Pilato". Ante un posible despido, rechazo de aumento de sueldo u otorgar un permiso, muchos managers usan esta frase para lavarse las manos. Pero como emprendedor, probablemente no sea siquiera cierta. Tú eres quien decide en tu empresa y en tus manos está la satisfacción de tu equipo.

11. Los problemas personales no los traigas a la oficina. Otro recordatorio: un empleado no es una máquina, y por tanto tiene sentimientos, emociones, ambiciones y deseos. Y cuando alguien trabaja, ejecuta con su cuerpo, pero lo logra gracias a la mente y al corazón. Sé un jefe abierto: escucha a la persona y procura ofrecerle tu respaldo.

12. Llegaste 10 minutos tarde. Una cosa es impulsar la puntualidad de tu empresa y otra muy distinta es convertirte en un reloj humano con el fin de regañar a tus empleados. Para que tu empresa sea productiva no debes fijarte en el tiempo que pasa un trabajador sentado en un escritorio, sino en sus resultados.

13. Aquí el que manda soy yo. Los esquemas de trabajo verticales y unidireccionales ya no funcionan. ¿Por qué? Porque los líderes sabios han descubierto que empoderando a sus empleados se consiguen mejores resultados. Si eres un líder, ellos lo sabrán, pero por tu ejemplo, no porque se los digas con altanería.

14. El proyecto/empresa no es tuyo. Craso error decirle a un empleado que aquello que en lo que trabaja no es de su propiedad. Una cosa es que no pueda adueñarse completamente de él y hacer lo que quiera, y otra muy distinta es que no sea parte de su vida. Finalmente, una persona le dedica más de un tercio de su día a un proyecto y hacer que se sientan parte de él es lo único que genera lealtad a la empresa. 
 

Recuerde: Lo cortés no quita lo valiente

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JEFE Curriculum Vitae de Papel Toilet | blog del Ing. Ernesto Ibáñez

martes, 11 de noviembre de 2014

Jefe malo: 7 Estrategias de 'Gestión Positiva'


¿Cómo manejar un jefe malo?: 7 Estrategias Para una 'Gestión Positiva'


Si usted tiene un jefe malísimo en este momento usted tiene mi simpatía. En verdad. Realmente puede desviar el disfrute de lo que de otro modo podría ser una función gratificante, dejar que se sienta infravalorado, y se pregunta si debe comenzar a buscar algo nuevo. Pero antes de empezar a planificar una estrategia de salida, sería conveniente volver a pensar cómo se puede gestionar mejor el jefe ya tiene -para todos sus defectos y carencias.

Después de haber trabajado con numerosos jefes no tan inspiradores en mi carrera corporativa, he aprendido que proporcionan oportunidades invaluables para el desarrollo de habilidades de liderazgo ejecutivo y de aprendizaje "qué no hacer" en la gestión de las personas que trabajan para usted. Sólo tienes que ser proactivo en la búsqueda de ellos y listo para practicar un poco de auto-liderazgo real.



Una nueva investigación ha encontrado que el exceso de trabajo no es la razón la gente deja sus trabajos. Un estudio danés de 4500 trabajadores de los servicios públicos ha dado credibilidad a la adagio de que "la gente no se dejan puestos de trabajo, dejan gerentes." Según el psicólogo Matías Brødsgaard Grynderup, uno de los investigadores responsables del estudio, "Podemos tener una tendencia a la depresión y el estrés asociado con la presión de trabajo y la carga de trabajo; Sin embargo, nuestro estudio muestra que la carga de trabajo en realidad no tiene ningún efecto sobre la depresión lugar de trabajo ".

Sin embargo fijado en sus maneras en que su jefe puede ser, siempre se puede aprender maneras de manejar mejor él o ella. El secreto está en "gestionar hasta" sin ellos nunca darse cuenta de que lo están haciendo. Así que en lugar de pensar en su jefe como su jefe, pensar en ellos como un cliente difícil - uno tiene que encontrar la manera de trabajar con si quieres salir adelante, incluso si usted preferiría no hacerlo.

Esperemos que las siguientes estrategias te ayudarán en tu camino. Apuntalando cada uno de ellos es el compromiso de asumir la responsabilidad de su propio éxito, independientemente de las diferentes (y difíciles) personalidades que inevitablemente tienen que encontrar a lo largo de su vida laboral.

1. Conozca sus "por qué": Identificar las motivaciones principales.

Cuanto mejor usted entiende lo que hace su jefe, y lo más importante, ¿por qué, el mejor posicionado está para entregar resultados, manejar las expectativas, y evitar perder: perder situaciones. Trate de ponerse en sus zapatos y ver el mundo, y su lugar de trabajo, ya que podría.

     ¿Qué le importaba a él?
     Lo que le quita el sueño?
     ¿Qué iba a querer más de lo que sería y amar a menos de a diario?
     ¿Qué le asusta?
     ¿Cuánta importancia tiene que colocar en impresionar a los demás?
     ¿Cómo se mide el éxito y qué es lo que piensa sobre el fracaso?

Cuando usted sabe lo que impulsa a su jefe (incluso si su jefe no puede ser plenamente consciente de ello), puede hablar con "su escucha," enmarcar sus opiniones y utilizar el lenguaje de manera que se alinean con sus valores fundamentales, las preocupaciones y prioridades.

2. Apoyar a su éxito: trabajo en torno a sus debilidades.

Si bien puede sonar contra-intuitivo para apoyar a un mal jefe en ser más exitoso, no hay absolutamente nada que ganar haciendo quedar mal, ir a la guerra o facilitar su (o ella) el fracaso. Si él es tan malo como usted piensa, es probable que hacer un trabajo bastante bueno de que todo por sí mismo. La exposición de su incompetencia sólo agravará su propia miseria e incluso puede dañar su reputación.

Una forma es ayudar a su enfoque jefe en sus fortalezas naturales. Otra es la de trabajar de manera proactiva en torno a sus debilidades. Si usted sabe que tiene un jefe que es desorganizado, luego ayudarle a estar en la cima de las cosas en lugar de quejarse de su falta de habilidades de organización. Si usted sabe que su jefe es a menudo tarde a las reuniones, ofrecer para dar inicio a la próxima reunión para él. Si él tiende a cambiar de opinión con frecuencia, o de plano es olvidadizo, asegúrese de documentar las interacciones para que pueda referirse de nuevo a ellos si alguna vez se contradice a sí mismo. Si usted sabe que su jefe es lento para responder, seguir trabajando en un proyecto mientras espera volver a escuchar de él. Hacer usted mismo indispensable y alguien de tu jefe puede confiar para ayudarle a hacer su trabajo es un activo valioso cuando se empieza a mirar a '¿qué sigue?'

Al hacer lo que puede para ayudar a su jefe a tener éxito, usted pone una base sólida para un mayor éxito a ti mismo. Puede que no sea una recompensa inmediata, pero a la larga, nunca se puede perder por ayudar a los demás les va mejor de lo que lo haría.

3. Tome la carretera: Su "marca personal" está montando en él.

Nunca permita que el mal comportamiento de su jefe sea una excusa para su propia. Con demasiada frecuencia, la gente comienza a sentirse derecho a aflojar, tomar más tiempo y más largos almuerzos, perder el interés o dejar de realizar bien debido a su mal jefe. No lo hagas. Mantenga su mente enfocada en el máximo rendimiento. Se quejan de su cónyuge o sus amigos todo lo que quieras, pero cuando en la oficina o lugar de trabajo, permanecer optimista y comprometido. El manejo de una realidad difícil y jefe realmente puede diferenciarse. Nunca se sabe quién está viendo o escuchando, pero tenga la seguridad, las personas que pueden abrir o cerrar futuras oportunidades para usted están haciendo justamente eso!

Si bien puede ser fácil sucumbir al resentimiento o la resignación y mentalmente comprobar fuera de su trabajo, haciendo lo que no sólo socava su propia integridad sino que usted puede poner en riesgo de ser tildados de quejica, un vago, o ambos. Así que si su jefe es un gritón, no reaccionan gritando de nuevo. Si son de mente pequeña o pequeño, no descender a ti mismo pequeñez. En lugar de mantener una actitud calmada y profesional en el trato con su jefe difícil o dejar que sus emociones lo mejor de ti. Literalmente. Como escribió Gandhi "Sé el cambio que quieres ver en el mundo". En este caso, actuar como el líder desea que su jefe era.

Si usted siente que ha quedado sin opciones para tratar con él razonablemente, entonces no vayas rumor-mongering o hablando mal de él a todo el mundo al alcance del oído. Que en última instancia decir más sobre usted que sobre su jefe (y no las cosas que te gustaría decir!) Por el contrario, seguir los procedimientos adecuados para el registro de quejas con Recursos Humanos o con los superiores de más alto nivel, la documentación de cada paso del camino.

4. Habla: Dale a tu jefe la oportunidad de responder.

Temprano en mi carrera, he dejado un buen trabajo con una firma de consultoría global porque tuve un jefe pésimo y un ambiente de trabajo tóxico. Al salir, la iniciativa HR - un socio principal en esta organización - se le preguntó a reunirse conmigo para averiguar por qué me iba. Compartí cómo infravalorado que había sentido, ¿cómo no se habían cumplido las promesas hechas a sobre el empleo y la poca rendición de cuentas no era para mis colegas. Estaba sorprendido y perturbado y le preguntó si había algo que pudiera hacer para hacerme cambiar de opinión. Al parecer había estado oreja marcó un hi-po (lo que habría sido agradable haber sabido antes de eso!), Pero a estas alturas ya era demasiado tarde. Yo ya había hecho otros planes, con la esperanza de un mejor ambiente de trabajo, y una mejor jefe.

La lección para mí fue esto: tener el valor de hablar en lugar de encogerse en silencio por temor a una conversación incómoda. La verdad es que yo hubiera sido demasiado cobarde para hacer frente a mis preocupaciones con mi jefe o para ir a su alrededor. Es cierto que yo era joven (a mediados de los años veinte) y sin experiencia, pero si hubiera sabido entonces lo que hago ahora, que habría sido que se lo debía a mí mismo, y para mi jefe en ese momento, para tener por lo menos expresado mis preocupaciones, ofrecen algunas soluciones posibles y comprometidos en una conversación acerca de la forma en que podríamos haber mejorado la situación. Puede que no han cambiado nada, pero al menos yo podía saber que yo, al menos, le di una oportunidad.

Así que sólo porque puede ser más fácil no decir nada, simplemente "sufrir en silencio" o quejarse en voz alta a sus colegas o para dirigirse a la salida ya que en última instancia hizo, al menos debo a su jefe la oportunidad de responder. No prejuzgar y asumen que no son capaces de tomar la retroalimentación, o no les importa lo miserable que eres. Cuando te acercas a ellos con respeto y con un deseo genuino de hacer que las cosas funcionen mejor, puede abrir la puerta a nuevos niveles de confianza, la colaboración y los resultados. Una puerta que se mantendrá permanentemente cerrado lo contrario.

5. Conozca sus preferencias: adaptarse a ellos.

Observe el estilo de comportamiento de su jefe, preferencias y manías. ¿Está de ritmo rápido y rápida para tomar decisiones? ¿Está lento para pensar acerca de las cosas, que necesitan tiempo para procesar la información? ¿Cómo le gusta comunicarse - a través de e-mail, en persona drop-ins, o largas notas? Cuanto más se puede combinar con su estilo al estilo de su jefe en la comunicación, más se va a realmente escuchar lo que estás diciendo.

Si alguna vez has hecho alguna evaluación de la personalidad tales como Myers-Briggs o DISC, y luego ver si su jefe tiene así y saber lo que son. Puede ayudarle a adaptarse a su estilo y piezas de mucha tensión. Trabajando con sus preferencias es una forma obvia de la gestión de su jefe sin su siempre saberlo, y es una habilidad clave de liderazgo para desarrollar independientemente del tipo de jefe que está trabajando para.

6. No se deje intimidar por un matón: Póngase de pie, nunca encogerse!

Las personas que intimidan obtienen su energía de los que responden por acobardados y mostrando el miedo. Si su jefe es un gritón, una criticizer, o un juez - mantenerse firme. Si usted está haciendo el mejor trabajo que puede hacer, mantener la cabeza en alto y no darle la satisfacción de ustedes empujando sobre. En lugar de hacer preguntas, tratar de entender y trabajar para calmar una situación difícil en lugar de acobardados o responder con ira. Se necesita práctica, pero con el tiempo va a mejorar en eso y él buscará otro lugar para su patada de energía.

Si usted se siente obligado a llamar a su jefe sobre su comportamiento, adelante, pero hacerlo con la cabeza fría y preparar de antemano por la lluvia radiactiva que siguió. Se podría poner feo así que pensar las cosas de antemano. ¿Cuáles son sus opciones? ¿Quiénes son sus aliados? ¿Ha documentado su comportamiento? ¿Se puede hacer frente a la posibilidad de que el peor resultado? Claro, es importante resaltar fuerte, pero ser inteligente al respecto. Como escribí en dejar de jugar seguro, "A veces hay que salir en una extremidad y hacer algo donde los riesgos son altos. Pero antes de subir hacia fuera, asegúrese de que usted ha manejado los riesgos lo mejor que pueda y establecer una red de seguridad en caso de que caiga ".



7. Sea proactivo: Haga su investigación antes de abandonar el barco.

Por supuesto, la mejor manera de manejar un mal jefe es no tener uno en el primer lugar. Así que cuando usted está buscando para entrar en un nuevo papel en la misma empresa o trasladarse a otra organización de todos juntos, invertir algo de tiempo para tener una idea de la cultura, el liderazgo y el tipo de prácticas de manejo que son tolerados y apoyados. Si usted se está moviendo internamente, asegúrese de hacer su red antes de tiempo para tener una idea de tanto el medio ambiente dentro del equipo es posible que se muda a, y los que están creando. ¿Son los líderes que crean un ambiente donde las personas están inspirados y apoyados para trabajar duro, o hacen que incitan el temor de lo que sucederá si las personas no lo hacen?

Si se está mudando a una nueva organización, hacer su investigación para asegurarse de que usted no está saltando de la sartén al fuego. A veces, en nuestra desesperación por escapar de un ambiente de trabajo tóxico no somos capaces de tomar nota de las señales de advertencia de que el nuevo puesto de trabajo que estamos teniendo sólo va a ser peor. Tomar un café con quien usted conoce a la nueva empresa para tener una idea de la cultura, el compromiso de los empleados, moral y estilo de gestión. Invertir un par de horas en la delantera podría ahorrarte unos cuantos años de frustración.

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