La bechamel es una salsa blanca muy polivalente, que admite muchas variantes pero que tiene un par de inconvenientes (los grumos y el sabor a harina cruda) fáciles de solucionar. Cómo hacer Salsa Bechamel Básica y Casera.
La bechamel es una salsa muy utilizada en la cocina que es de origen francés. Los primeros datos que conocemos acerca de la existencia de la bechamel los tenemos en un libro de cocina publicado en 1651.
Ya verás que se puede hacer una bechamel fácil, sin grumos y con todo el sabor, sin más complicaciones. Aprende de forma sencilla cómo hacer y preparar una salsa bechamel con leche, harina y mantequilla. La receta para hacer Salsa Bechamel. Una receta fácil y sin complicaciones pero imprescindible si quieres hacer una lasaña o preparar unos canelones.
Salsa Bechamel.Historia.
La bechamel es una salsa muy utilizada en la cocina que es de origen francés. Los primeros datos que conocemos acerca de la existencia de la bechamel los tenemos en un libro de cocina publicado en 1651.
Ya verás que se puede hacer una bechamel fácil, sin grumos y con todo el sabor, sin más complicaciones. Aprende de forma sencilla cómo hacer y preparar una salsa bechamel con leche, harina y mantequilla. La receta para hacer Salsa Bechamel. Una receta fácil y sin complicaciones pero imprescindible si quieres hacer una lasaña o preparar unos canelones.
VIDEO Salsa Bechamel.
Salsa Bechamel. Preparación:
La salsa bechamel es una de las salsas más conocidas en la cocina, porque es una salsa que se emplea para preparar muchos platos, a los que aporta su estupendo sabor y su textura cremosa. Aunque hay otras formas de preparar esta salsa de origen francés, en esta receta te vamos a enseñar a preparar la bechamel de forma tradicional. Sigue leyendo que te indicamos paso a paso como hacerla tú mismo.
Los ingredientes que vamos a necesitar son pocos y además son ingredientes que tenemos casi siempre en la cocina, por lo que es una receta que podrás preparar en cualquier momento que lo necesites. Y el tiempo de preparación es bastante corto, ya verás. Tienes que tener en cuenta que la proporción de los ingredientes tienes que mantenerla más o menos.
Puedes empezar tamizando la harina que vayas a emplear, para quitarle los grumos e impurezas que pueda traer. Ten pesada la harina y la mantequilla antes de ponerte a preparar la bechamel, así evitarás tener que estar parando para hacerlo en medio de la preparación, lo cual no es recomendable.
Nosotros empleamos leche a temperatura ambiente, aunque hay quién prefiere usar leche que se ha hervido previamente. El resultado final es el mismo, por lo que puedes hacerlo como prefieras. Nunca uses leche fría de la nevera, porque entonces si lo notarás a la hora de preparar la bechamel.
Empezamos poniendo la mantequilla en la sartén o en la olla dónde vayamos a preparar la salsa bechamel, y a fuego medio la derretimos totalmente. Cuando esté derretida, añadimos la harina poco a poco, y con la ayuda de unas varillas, vamos removiendo hasta que se integre totalmente. Debe quedarte una masa cremosa amarillenta, que deberás mantener unos minutos a fuego medio y sin dejar de remover, para que la harina se cocine bien. Es importante hacer esto porque la bechamel nos resultará más sabrosa y con mejor textura con la harina bien cocida.
A continuación vamos a verter la leche poco a poco y mantendremos a fuego lento durante varios minutos removiendo sin parar, hasta que la bechamel adquiera la textura deseada. Tras verter la leche, agregamos la sal y la nuez moscada y la pimienta molida, cantidades al gusto, pero con cuidado con las especias, ya que no queremos que el sabor de la bechamel se descompense.
La textura correcta de la bechamel va a depender de para que vayamos a emplearla, así que cuando la tengas con el espesor que te interese, la retiras del fuego, porque hay que tener en cuenta que espesará un poco más después. Si ves que te queda demasiado líquida, mantenla más tiempo a fuego lento, y si queda muy espesa, añade un poco más de leche y remueve hasta que te quede perfecta.
Y así de sencillo es preparar una rica bechamel casera.
Salsa Bechamel. Ingredientes
- 2 vasos de leche (1/2 l)
- 3 cucharadas de mantequilla
- 2 cucharadas de harina de trigo
- sal
Elaboración de la salsa bechamel:
Coloca una cazuela a fuego suave e introduce la mantequilla. Cuando se funda agrega la harina, mezcla bien hasta que quede perfectamente integrada.
Rehoga un poco y vierte la mitad de la leche (que esté fría) poco a poco, sin dejar de remover con una varilla o cuchara de madera, hasta conseguir una crema homogénea.
Vierte el resto de la leche en 2 veces, sin dejar de remover. Echa sal a tu gusto y cocina la salsa a fuego suave durante 10-15 minutos. Cuanto más tiempo la cocines, más suave y rica quedará.
Se puede hacer Salsa Bechamel usando maizina.
Se puede hacer Salsa Bechamel usando maizina.
Consejo
Si no vas a utilizar la bechamel en el momento,
pásala a un recipiente y tápala con papel plástico de cocina. Es
importante que el plástico esté en contacto con la masa. De esta forma
evitarás que le salga costra en la parte superior.
Son infinidad los preparados que puedes hacer con bechamel, aquí te dejamos algunas recetas para hacer con Salsa Bechamel.
Otra Receta de Salsa Bechamel
A continuación te dejo la receta completa de la Bechamel con los ingredientes, las instrucciones paso a paso y algunos consejo.
Ingredientes para hacer Salsa Bechamel (para unos 300ml de bechamel, suficiente para una lasaña grande):
- 500 ml de leche entera
- 50 gramos de mantequilla
- 1 cucharada grande de harina de trigo(unos 25-30 gramos)
- 1 cucharada pequeña de sal fina
- 1/3 de una cucharada pequeña de pimienta negra molida
- 1/3 de una cucharada pequeña nuez moscada
Receta para hacer Salsa Bechamel (para unos 300ml de bechamel, suficiente para una lasaña grande):
- Pon a calentar la leche en un cazo. No dejes que hierva y cuando esté caliente aparta del fuego.
- Pon otro cazo a calentar a fuego medio. Añade la mantequilla y cuando se derrita añade la harina.
- Remueve la harina con unas varillas y cuando coja algo de color añade la leche caliente que tenemos reservada.
- Mezcla constantemente sin olvidarte de pasar bien las varillas por el fondo para que la harina no se queme.
- Cuando al levantar las varillas se forme un hilo continuo ya está lista nuestra salsa bechamel (fíjate en el vídeo).
- Solo nos queda añadir la sal, la pimienta y la nuez moscada y mezclar. Dejamos un minuto más al fuego y listo. ¡ Fuera de la cocina y a comer!!!
A comer:
Como habrás visto en el vídeo no se forma ni un solo grumo en la bechamel.
El truco está en añadir la leche mientras remueves y si se te forma
algún grumo no te preocupes y sigue removiendo, ya verás que poco tarda
en desaparecer.
Si prefieres que no se note a la vista la pimienta negra puedes usar pimienta blanca. A mi me gusta más el sabor de la pimienta negra aunque se vea un poquito más fea la bechamel.
Que no se te vaya la cabeza reduciendo la bechamel. Ten en cuenta que cuando se enfría esta salsa espesa casi el doble. Si usas el truco que te doy en el vídeo tendrás una bechamel con una textura ideal para cubrir lasañas, canelones, coliflores gratinadas, etc. Otra cosa es si queremos una bechamel para croquetas por ejemplo, pero eso lo veremos otro día.
VIDEOS Salsa Bechamel.
Croquetas: el secreto, está en la bechamel
Pues, además del cariño con el que son preparadas, podríamos decir que ‘el secreto’ pasa sin duda por una buena salsa bechamel. Una salsa de origen francés que, pese a su relativa sencillez, requiere el seguimiento una serie de recomendaciones si queremos que salga perfecta:
- Para evitar los grumos, el secreto está en
rehogar primero la mantequilla con la harina hasta conseguir que se
desprenda de las paredes del recipiente. A continuación, se añade de
golpe la leche hirviendo y se remueve constantemente con una cuchara de
madera hasta que la mezcla espese y sea homogénea.
- Aunque depende de la preparación a la que se destine, por regla general el tiempo de cocción oscilará entre los 8 y los 10 minutos, como mínimo, para evitar que la harina se quede cruda o adquiera mal sabor.
- Si quieres una bechamel ligera, puedes sustituir la harina por maicena. Si por el contrario le ha quedado demasiado clara, puede añadirle un poco de fécula de patata o de maicena previamente desleída en un poco de agua fría.
- Para arreglar una bechamel demasiado salada meta unos segundos en ella un terrón de azúcar y luego retírelo. Así, mejorará bastante.
- Además de la bechamel tradicional, existen algunas variantes, como la Mornay (una bechamel con yema de huevo, gruyère rallado) o la Soubise (con cebolla previamente rehogada y triturada hasta reducirla a puré), también muy sabrosas y con las que conseguirás sorprender a tus invitados.
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¡ Un saludo y a cocinar!!