A juicio del investigador, la relación del Gobierno venezolano y las acusaciones de ser el epicentro del negocio de la droga "son fáciles de desmontar"
El periodista e investigador ruso Daniel Estulin, quien ha venido trabajando desde años sobre el negocio del narcotráfico
y la élite mundial que lo patrocina, ofreció su visión sobre las
teorías de conspiración del gobierno estadounidense en cuanto a los
vínculos del gobierno venezolano con el negocio de la droga.
Las
mismas, a propósito de las recientes declaraciones del jefe del Comando
Sur de EEUU, John Kelly, en Colombia, donde cuestionan la voluntad del
Gobierno nacional para combatir el tráfico de drogas y, además, reconoce
que EEUU es uno de los principales demandantes de drogas en el mundo; lo cual obtuvo este jueves una respuesta de la Cancillería venezolana.
Acá, reproducimos texto de Daniel Estulin:
La relación del Gobierno venezolano y las acusaciones de ser el epicentro del negocio de la droga son fáciles de desmontar. El país que más se beneficie del negocio ilícito de drogas es EEUU. La droga es el lubricante de la economía mundial con ganancias anuales en torno a 950 mil millones de dólares. Para mover esta cantidad de dinero ilícito sin detección es imprescindible la estrecha colaboración del gobierno estadounidense con las principales agencias de seguridad nacionales, los bancos, la SEC (en 1999 Richard Grasso se reunió con Raúl Reyes con el objetivo de convencerle de invertir todas las ganancias de la droga de las FARC en Wall Street) y la Reserva Federal.
De acuerdo con una investigación del Congreso de Estados Unidos que se llevó a cabo en 2001, los bancos estadounidenses y europeos blanquean al año entre 500 mil millones y un billón de dólares del crimen internacional, la mitad de los cuales los lavan en solitario los bancos de EEUU. Se estima que la mitad de ese dinero viene a Norteamérica. En otras palabras, durante los años 90, los bancos de EEUU lavaron entre 2,5 y 5 billones de dólares a través de los circuitos financieros estadounidenses.
¿Qué significa todo esto?
Sin su dinero ilegal, la economía de EEUU se hundiría. Por lo que se sabe, la deuda nacional de Norteamérica es de casi 18 billones de dólares. Ahora, comparémoslo con la cantidad de dinero lavado, que oscila entre los 250 y los 500 mil millones de dólares al año. El dinero sucio cubre parte del déficit estadounidense en su balance de comercio. Sin el dinero sucio las cuentas externas de la economía de EEUU serían totalmente insostenibles, los estándares de vida caerían en picada, el dólar se debilitaría, la inversión disponible y el capital se reducirían y Washington no sería capaz de sostener su imperio global.
La promulgación de leyes más restrictivas para regular la banca podría poner fin, literalmente hablando, al flujo multimillonario de dólares de la noche a la mañana. ¿Qué suponen 500 mil millones de dólares de dinero fraudulento y sucio circulando hacia los mayores bancos estadounidenses y a través de ellos? Esa cantidad excede los ingresos netos de todas las empresas tecnológicas de Norteamérica y también las transferencias netas de los productores de petróleo más importantes del país, así como las de las industrias militares y las de los fabricantes de aviones.
Así que, repito, no es nada fácil desmontar las teorías de conspiración del gobierno estadounidense en cuanto a los vínculos del gobierno venezolano con el negocio de la droga.
La relación del Gobierno venezolano y las acusaciones de ser el epicentro del negocio de la droga son fáciles de desmontar. El país que más se beneficie del negocio ilícito de drogas es EEUU. La droga es el lubricante de la economía mundial con ganancias anuales en torno a 950 mil millones de dólares. Para mover esta cantidad de dinero ilícito sin detección es imprescindible la estrecha colaboración del gobierno estadounidense con las principales agencias de seguridad nacionales, los bancos, la SEC (en 1999 Richard Grasso se reunió con Raúl Reyes con el objetivo de convencerle de invertir todas las ganancias de la droga de las FARC en Wall Street) y la Reserva Federal.
De acuerdo con una investigación del Congreso de Estados Unidos que se llevó a cabo en 2001, los bancos estadounidenses y europeos blanquean al año entre 500 mil millones y un billón de dólares del crimen internacional, la mitad de los cuales los lavan en solitario los bancos de EEUU. Se estima que la mitad de ese dinero viene a Norteamérica. En otras palabras, durante los años 90, los bancos de EEUU lavaron entre 2,5 y 5 billones de dólares a través de los circuitos financieros estadounidenses.
¿Qué significa todo esto?
Sin su dinero ilegal, la economía de EEUU se hundiría. Por lo que se sabe, la deuda nacional de Norteamérica es de casi 18 billones de dólares. Ahora, comparémoslo con la cantidad de dinero lavado, que oscila entre los 250 y los 500 mil millones de dólares al año. El dinero sucio cubre parte del déficit estadounidense en su balance de comercio. Sin el dinero sucio las cuentas externas de la economía de EEUU serían totalmente insostenibles, los estándares de vida caerían en picada, el dólar se debilitaría, la inversión disponible y el capital se reducirían y Washington no sería capaz de sostener su imperio global.
La promulgación de leyes más restrictivas para regular la banca podría poner fin, literalmente hablando, al flujo multimillonario de dólares de la noche a la mañana. ¿Qué suponen 500 mil millones de dólares de dinero fraudulento y sucio circulando hacia los mayores bancos estadounidenses y a través de ellos? Esa cantidad excede los ingresos netos de todas las empresas tecnológicas de Norteamérica y también las transferencias netas de los productores de petróleo más importantes del país, así como las de las industrias militares y las de los fabricantes de aviones.
Así que, repito, no es nada fácil desmontar las teorías de conspiración del gobierno estadounidense en cuanto a los vínculos del gobierno venezolano con el negocio de la droga.
Carteles Mexicanos
Según un último y sorprendente informe de la DEA, la agencia antinarcóticos de Estados Unidos, el desconocido cártel mexicano de Los Cuinis es el más rico del mundo. Su secreto: dejar que Sinaloa, Los Zetas, Juárez, el Golfo y demás competidores se masacren por controlar las rutas a Estados Unidos mientras ellos se dedican, lentos pero sin pausa, a conquistar los mercados de la droga de Europa y Asia.
Considerando que España es líder europeo en consumo de cocaína y cannabis, no es osado afirmar que nuestro país es territorio Cuini, un mercado de enorme valor para este cártel. Según la DEA, el líder Abigael González Valencia, el Cuini, realizaba frecuentes visitas a España y sería propietario de varios negocios en La Rambla de Barcelona.
Para su desgracia, el Cuini
fue detenido el pasado 28 de febrero por la Marina mexicana en un
operativo en Puerto Vallarta, Jalisco. Pensaban que se trataba de un
operador financiero del cártel de Sinaloa, pero las autoridades habían cazado sin saberlo al narco más rico del planeta. Tal era el sigilo con que se movía Abigael que su nombre ni siquiera aparecía en la lista de los 122 objetivos prioritarios del Gobierno mexicano. El sambenito criminal lo acarreaba su cuñado y gran aliado Nemesio Oseguera, el Mencho, líder del cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y extraoficialmente el capo más buscado desde la captura de Joaquín el Chapo Guzmán.
Lo que al parecer no sabían las autoridades es que el Cuini es el auténtico jefe de toda la estructura y que el Mencho, a pesar de liderar el CNJG, está un escalón por debajo. Consciente del poder absoluto que le otorgaba su anonimato, el Cuini llegó a ofrecer 50 millones de pesos (3 millones de euros) a sus captores por impedir que su rostro apareciera en televisión,
según afirman algunas fuentes. No lo logró, ya que su detención fue
filtrada antes de poder alcanzar un acuerdo, pero al menos consiguió que
el comunicado de la detención emitido por la Marina apenas incluyera
338 asépticas palabras.
“Los Cuinis son los dueños casi absolutos del mercado europeo y asiático de las drogas”, confirmaron investigadores estadounidenses al semanario Proceso. “El Cuini
y sus (cinco) hermanos son los narcotraficantes más ricos porque son
quienes venden más cocaína y metanfetaminas en Europa, y las autoridades europeas no han logrado confiscarles casi nada de dinero ni de droga. Es decir, sus ganancias se podría decir que son cercanas al 100%”. El único gran golpe que ha sufrido el cártel
ocurrió en Japón, cuando le fueron confiscadas más de dos toneladas de
metanfetaminas, el alijo más grande jamás interceptado en Asia.
DEA: Cártel de ‘El Chapo’ compró avión en México vía HSBC.
El cártel de Sinaloa utilizó el banco HSBC México para hacer traspasos de dinero destinados a la compra de un avión Súper King 200 que usó para el tráfico de cocaína, el cual fue asegurado en diciembre de 2007
por autoridades mexicanas en Cuernavaca, Morelos, informó la Agencia
Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).
Una investigación del diario El Universal reveló que entre 2007 y 2008, autoridades mexicanas reportaron que la organización delictiva encabezada por Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera,
estaba utilizando a ese banco para sus operaciones financieras en
mercados lícitos, lo cual quedó consignado también en los documentos que
el gobierno de Estados Unidos presentó ante la corte de Nueva York en
contra de HSBC.
“El CEO de HSBC México también dijo que las autoridades mexicanas poseen una grabación
en donde un capo del narcotráfico dijo que HSBC México era el mejor
lugar para lavar dinero”, señalan los documentos del caso presentados a
la corte estadounidense.
De acuerdo con el expediente PGR/SIEDO/UEIORP/FAM/119/2007
las transacciones bancarias para la compra del avión Super King 200,
con matrícula N25MR, se realizaron a partir de las empresas Grupo Rahero
SC y Grupo ETPB, Sociedad Anónima de Capital Variable. Según esa
información y la DEA estas empresas hicieron depósitos en las cuentas 8007387418 y 8000535823 que fueron aperturadas en dólares en el banco HSBC, pero fueron domiciliadas en las Islas Caimán.
Los depósitos realizados fueron enviados a la cuenta 0717213717 en la
ciudad de Oklahoma del banco conocido como Intercontinental de Comercio
y tuvieron como destino la empresa estadounidense Insured Aircfrat
Title Service Inc.
El avión Super King 200 fue entregado y el 28 de diciembre
de 2007 fue localizado pero con otra matrícula, la N14-TF5, cuando
ingresó al espacio aéreo nacional de manera ilegal y fue perseguida así
como videograbada por elementos del Ejército Mexicano hasta que aterrizó
en el aeropuerto de Cuernavaca, Morelos, donde fueron descargadas casi
dos toneladas de cocaína.
Las agencias del gobierno de México reportaron que
la droga que provenía de Venezuela no pudo ser asegurada debido a que
las autoridades militares y civiles arribaron tarde al lugar, donde los
miembros del cártel de Sinaloa lograron descargar la droga y sólo
quedaron rastros de cocaína en la aeronave.
En ese entonces, la Procuraduría General de la República (PGR)
reportó que agentes de la Policía Federal Preventiva junto a miembros de
una empresa de seguridad privada que operaba en el aeropuerto de
Cuernavaca, Morelos, fueron los que permitieron que el avión del cártel
de Sinaloa aterrizara para que descargaran la droga.
Dicho avión, fue parte de una indagatoria mucho más amplia sobre la
compra de 13 aeronaves por parte del cártel de Sinaloa, para traficar
cocaína entre Colombia, Venezuela, Centroamérica, México y la Unión
Americana, de acuerdo con informes de la PGR y la DEA.
Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín “El Chapo” Guzmán, jefes del
cártel de Sinaloa, financiaron con casi 13 millones de dólares la compra
de las aeronaves, según datos de la investigación multilateral -que se
efectuó simultáneamente en México, Estados Unidos, Colombia, Guatemala y
otros países del área- iniciada tras asegurar varias de las aeronaves
usadas en el trasiego de droga.
La PGR y la DEA revelan que el cártel de Sinaloa hizo la compra de
los aviones a través de la Casa de Cambio Puebla, institución financiera
que se valió de triangulación de operaciones en las que participaron
más de 70 particulares y empresas. Así, se hicieron llegar a 14
compañías de Estados Unidos, dedicadas a la adquisición y aseguramiento
de aeronaves, transferencias por 12 millones 951 mil 785 dólares, según
consta en el expediente PGR/SIEDO/UEIORP/FAM/119/2007.