miércoles, 21 de enero de 2015

Barack Obama: Discurso estado de la Unión 2015


Obama pide cerrar Guantánamo y levantar embargo a Cuba este año

El presidente de Estados Unidos de América (EEUU), Barack Obama, ofreció la noche de este martes su discurso ante el Congreso y la nación


[Fue aplaudido por un congreso dominado por sus adversarios]

El presidente estadounidense, Barack Obama, pidió este martes al Congreso tomar la delantera en este 2015 para poner punto final al embargo económico a Cuba, un mes después del histórico anuncio de reconciliación entre Washington y La Habana.

"Nuestro cambio de política en relación con Cuba tiene el potencial de poner punto final a un legado de falta de confianza en nuestro hemisferio", dijo Obama, añadiendo que el fin del embargo "extiende una mano de amistad al pueblo cubano".

Proclamando que el embargo, vigente desde 1963, "debería haber terminado hace tiempo" porque "no funciona", Obama anunció que "es hora de probar algo nuevo".

"Y este año, el Congreso debería iniciar el trabajo de poner fin al embargo", concluyó.

Cuba fue la única mención de Obama a Latinoamérica en su discurso del Estado de la Unión, la tradicional alocución anual del presidente ante las dos Cámaras, así como los jueces de la Corte Suprema e invitados especiales.

Alan Gross, un contratista estadounidense que pasó cinco años preso en Cuba antes de ser liberado el mismo día del histórico reacercamiento, el 17 de diciembre, asistió a la ceremonia invitado por el presidente y primera dama Michelle Obama.

"Bienvenido a casa, Alan", dijo Obama bajo una lluvia de aplausos. "Gracias", replicó un emocionado Gross desde las tribunas.

En la sala también estaban presentes los disidentes cubanos Jorge Luis García Pérez, "Antúnez", y Rosa María Payá, críticos de las negociaciones, que empiezan este miércoles en La Habana.


- "Pasar la página" -

Ante un Congreso hostil dominado completamente por sus adversarios republicanos por primera vez en sus seis años en la Casa Blanca, Obama anunció que Estados Unidos está listo para "pasar la página" de años de guerras y dificultades económicas.

"Han pasado 15 años de este nuevo siglo. Quince años que empezaron con un ataque terrorista en nuestras costas, que crearon dos guerras largas y costosas, que vieron una salvaje recesión que se expandió por el país y el mundo", dijo Obama en sus palabras iniciales.

"Ha sido, y sigue siendo, un tiempo difícil para muchos. Pero esta noche pasamos la página", apuntó.

Al anunciar una "economía creciente, con déficit a la baja, una industria dinámica y un auge energético", Obama pidió al pleno del Congreso que era hora de atacar las desigualdades que afectan aún al país.

Denunciando un código impositivo "injusto", Obama espera lograr impuestos adicionales a las ganancias del 0,1% más rico -aquellos con ingresos superiores a dos millones de dólares- para aumentar la recaudación en un 80%.

"¿Aceptaremos una economía donde solo a unos pocos de nosotros les vaya espectacularmente bien? ¿O nos comprometeremos a una economía que genere ingresos crecientes y oportunidades para todos los que se esfuerzan?", se preguntará el mandatario.

"El veredicto es claro. La economía para las clases medias funciona", señaló el mandatario, que disfruta de un repunte en su popularidad, en gran parte por la bonanza económica.

Obama ya dio algunas ideas de sus prioridades para invertir los frutos de la recuperación económica y más impuestos a los ricos: facilitar acceso a la propiedad, mejorar el acceso a Internet de alta velocidad y la gratuidad de los "community colleges", centros universitarios de formación corta.

Pero el debate se avecina inconducente. Antes del discurso, el republicano Mitch McConnell, nuevo hombre fuerte del Senado, criticó las "desalentadoras" propuestas de Obama.

Poderes para combatir al Estado Islámico

En el frente internacional, Obama pidió al Congreso poderes adicionales para utilizar la fuerza militar contra el grupo radical Estado Islámico (EI).

La campaña encabezada por Estados Unidos contra el EI "va a requerir tiempo", pero terminarán los yihadistas siendo derrotados, afirmó el mandatario.

Washington ya ha lanzado decenas de ataques aéreos contra el grupo yihadista desde el año pasado valiéndose de leyes aprobadas después de los ataques del 11 Septiembre de 2001, bajo la presidencia de George W. Bush, para perseguir a la red Al Qaida.

En un mensaje poco velado por la "agresión" de Rusia a Ucrania, Obama afirmó que "las grandes potencias no pueden intimidar a las pequeñas".

Por otro lado, advirtió al Congreso que vetará cualquier iniciativa sobre nuevas sanciones a Irán, por considerar que harán fracasar esfuerzos diplomáticos en curso.

Además, adelantó que no cederá en su determinación de "terminar la tarea" de finalizar el proceso de cierre del centro de detención de la base militar de Guantánamo, en territorio cubano.

Aquí el texto íntegro del discurso que ofreció el mandatario estadounidense:

Señor Presidente de la Cámara de Representantes, Señor Vicepresidente, miembros del Congreso y conciudadanos:

Han pasado quince años de este nuevo siglo. Quince años que comenzaron con la presencia del terror en nuestras costas; que transcurrieron con una generación en dos guerras largas y costosas; que vieron una recesión brutal que se expandía por nuestra nación y por el mundo. Han sido, y aun son, tiempos difíciles para muchos.

Pero esta noche vamos a dar un giro.

Esta noche, después de un año de logros significativos para Estados Unidos, nuestra economía crece y genera empleos al ritmo más rápido desde 1999. La tasa de desempleo es ahora menor de lo que era antes de la crisis financiera. Más de nuestros hijos se gradúan hoy que antes; más de nuestra población tiene seguro médico hoy que antes; somos más libres de las garras del petróleo extranjero de lo que hemos sido en casi 30 años.

Esta noche, por primera vez desde el 11 de septiembre, ha terminado nuestra misión de combate en Afganistán. Hace seis años, casi 180,000 tropas estadounidenses prestaron servicio en Irak y Afganistán. Hoy quedan menos de 15,000. Y rendimos homenaje al valor y al sacrificio de todos los hombres y mujeres en esta generación del 11 de septiembre que ha prestado servicio para garantizar nuestra seguridad. Nos sentimos agradecidos y honrados por su servicio.

Estados Unidos, por todo lo que hemos sufrido; por toda la determinación y el trabajo duro requeridos para volver; por todo el trabajo que tenemos por delante, es importante saber esto:

La sombra de la crisis ha pasado y el Estado de la Unión está fuerte.

En este momento, con una economía en crecimiento, una disminución de los déficits, una industria desbordante y una producción energética en auge, hemos salido de la recesión con más libertad para escribir nuestro propio futuro que cualquier otra nación en la Tierra. Ahora depende de nosotros elegir quiénes queremos ser en los próximos quince años y en las décadas venideras.

¿Aceptaremos una economía en la que solo algunos de nosotros vivamos espectacularmente bien? ¿O nos comprometeremos a desarrollar una economía que genere sueldos que aumentan y oportunidades para todos aquellos que se esfuercen?

¿Nos enfrentaremos al mundo con miedo y reactivos, arrastrados a conflictos costosos que ejerzan presión en nuestras fuerzas armadas y reduzcan nuestra posición? ¿O nos guiaremos de forma inteligente, usando todos los elementos de nuestro poder para derrotar nuevas amenazas y proteger a nuestro planeta?

¿Vamos a dejar que lleguemos a dividirnos en facciones y nos enfrentemos los unos contra los otros, o podremos recuperar el sentido de propósito común que siempre ha propulsado a Estados Unidos hacia adelante?

En dos semanas, mandaré al Congreso un presupuesto lleno de ideas prácticas, no partidistas. Y en los meses que vienen cruzaré el país para defender mi postura en cuanto a esas ideas.

Por eso, esta noche, quiero centrarme menos en una lista de propuestas y centrarme más en los valores que están en juego a la hora de tomar las decisiones que se nos presentan.

Empieza con nuestra Economía.


Hace siete años, Rebekah y Ben Erler de Minneapolis estaban recién casados. Ella era camarera. Él trabajaba en la construcción. Su primer hijo, Jack, estaba en camino.

Eran jóvenes, estaban enamorados en Estados Unidos y había muchas posibilidades de mejorar eso.

``Si tan solo hubiéramos sabido'', me escribió Rebekah en la primavera, ``lo que estaba a punto de suceder en el sector inmobiliario y de la construcción''. Con la agudización de la crisis, el negocio de Ben cayó en picada, por lo que él aceptó cualquier trabajo que pudo encontrar, incluso si eso significaba tener que viajar durante largos períodos de tiempo. Rebekah consiguió préstamos de estudiante, se inscribió en un colegio comunitario y tomó la decisión de cambiar de profesión. Se sacrificaron el uno por el otro. Y poco a poco vieron el fruto. Compraron su primera vivienda. Tuvieron su segundo hijo, Henry. Rebekah consiguió un trabajo mejor y luego un aumento de sueldo. Ben ha vuelto a la construcción, y llega a casa para cenar todos los días.

``Es increíble'', escribió Rebekah, ``de lo que uno puede recuperarse cuando tiene que hacerlo... somos una familia fuerte y muy unida que ha superado momentos extremadamente difíciles''.

Somos una familia fuerte y muy unida que ha superado momentos extremadamente difíciles.

Estados Unidos, la historia de Rebekah y Ben es nuestra historia. Ellos representan a millones que han trabajado duro y han hecho recortes y sacrificios y cambios. Ustedes son la razón por la que quise asumir este cargo. Ustedes son la gente que tenía en mis pensamientos hace seis años este mismo día, en los meses más difíciles de la crisis, cuando me puse de pie en los escalones de este Capitolio y prometí que reconstruiría la economía sobre una nueva base. Y han sido sus esfuerzos y resistencia los que han hecho posible que nuestro país salga de la crisis más fuerte que antes.

Confiamos en poder detener el flujo de trabajos que se mandan al extranjero y traer trabajos nuevos a nuestras costas. En los últimos cinco años nuestras empresas han creado más de 11 millones de puestos de trabajo nuevos.

Confiamos en nuestra capacidad de reducir nuestra dependencia del petróleo extranjero y proteger nuestro planeta. Y hoy, Estados Unidos es el número uno en petróleo y gas. Estados Unidos es el número uno en energía eólica. Cada tres semanas introducimos en las redes la misma cantidad de energía solar que en todo el año 2008. Y gracias a que ha bajado el precio de la gasolina y han aumentado los estándares de combustible, la familia promedio este año debería ahorrarse $750 en gasolina.

Confiamos en que podemos preparar a nuestros hijos para un mundo más competitivo. Y hoy, nuestros estudiantes más jóvenes han obtenido las notas más altas en matemáticas y lectura de la historia, las cifras de graduación de la escuela secundaria han batido un nuevo récord, y más personas que viven en Estados Unidos terminan la universidad que antes.

Confiamos en que al contar con regulaciones prudentes podríamos prevenir otra crisis, proteger a las familias de la ruina y fomentar la competencia justa. En la actualidad, tenemos nuevas herramientas para acabar con los rescates financieros pagados por los contribuyentes y un nuevo defensor del consumidor que nos proteja de los préstamos y las prácticas crediticias abusivas. Tan solo en el último año, unos diez millones de personas que vivían en Estados Unidos sin seguro médico por fin cuentan con la seguridad de tener cobertura de salud.

A cada paso, nos decían que nuestros objetivos no eran correctos o que eran demasiado ambiciosos; que destruiríamos empleos y aumentaríamos el déficit. En lugar de eso, hemos visto el crecimiento económico más rápido en más de una década, el déficit reducido en dos tercios, un aumento del doble en el mercado bursátil y la inflación en atención médica más baja de los últimos cincuenta años.

Por lo tanto, el veredicto está claro: La economía de la clase media funciona. Expandir las oportunidades funciona. Y estas políticas seguirán funcionando, siempre que la política no se interponga en su camino. No podemos frenar el crecimiento empresarial ni poner en riesgo nuestra economía con cierres de la administración del gobierno ni confrontaciones fiscales. No podemos arriesgar la seguridad de las familias al quitarles el seguro de salud, ni deshacer las nuevas reglas en Wall Street, ni volver a las mismas luchas del pasado sobre inmigración cuando lo que tenemos que hacer es arreglar el sistema. Y si llega a mi despacho un proyecto de ley que pretenda hacer cualquiera de estas cosas, lo vetaré.

Hoy, gracias a una economía en crecimiento, la recuperación está tocando más y más vidas. Los salarios por fin están empezando a aumentar. Sabemos que más pequeños empresarios van a aumentar el sueldo de sus empleados que en cualquier momento desde 2007. Sin embargo, la cuestión es que los que estamos en esta sala esta noche no debemos conformarnos solo con que el gobierno no se convierta en un freno para el progreso que estamos logrando. Debemos hacer más que evitar empeorar. Esta noche, juntos, hagamos más por recuperar la conexión entre el trabajo duro y la creación de oportunidades para todas las personas que viven en Estados Unidos.

Porque las familias como la de Rebekah aún necesitan nuestra ayuda. Ella y Ben trabajan más que nunca, pero tienen que renunciar a las vacaciones y a un automóvil nuevo para poder pagar los préstamos de estudiantes y ahorrar para la jubilación. El cuidado infantil básico para Jack and Henry cuesta más que su hipoteca y casi tanto como un año en la Universidad de Minnesota. Como millones de trabajadores que viven en Estados Unidos, Rebekah no está pidiendo ayuda financiera; pero sí nos pide que busquemos más maneras de ayudar a las familias a salir adelante.

De hecho, siempre que hemos presenciado un cambio económico en nuestra historia, este país ha tomado medidas audaces para adaptarse a nuevas circunstancias y para asegurar que todos tengan una oportunidad justa. Creamos protecciones para los trabajadores, el Seguro Social, Medicare y Medicaid para protegernos de la peor adversidad. Les dimos a nuestros ciudadanos escuelas y universidades, infraestructura e Internet, las herramientas que necesitaban para llegar hasta donde los llevaran sus esfuerzos.

Eso es lo que significa la economía de la clase media: la idea de que este país va mejor cuando todos tienen una oportunidad justa, todos ponen de su parte y todos siguen las mismas reglas. No solo queremos que todos compartan el éxito de Estados Unidos, queremos que todos contribuyan a nuestro éxito.

Entonces, ¿qué necesita la economía de la clase media en nuestros tiempos?

Primero, la economía de la clase media significa ayudar a las familias trabajadoras a sentirse más seguras en un mundo de cambios constantes. Eso significa ayudar a la gente a pagar el cuidado infantil, la universidad, la atención médica, una casa y la jubilación, y mi presupuesto abordará cada uno de estos asuntos, mediante la reducción de impuestos de las familias trabajadoras y la recuperación de miles de dólares en sus bolsillos cada año.

Aquí tienen un ejemplo. Durante la Segunda Guerra Mundial, cuando hombres como mi abuelo se fueron a luchar, era muy importante para la seguridad nacional que las mujeres como mi abuela formaran parte de la fuerza laboral; por eso, el país empezó a ofrecer cuidado infantil universal. En nuestra economía actual, cuando tener a ambos padres en la fuerza laboral es una necesidad económica para muchas familias, hace falta tener cuidado infantil asequible de alta calidad más que nunca. No es algo que sea agradable tener. Es algo que necesitamos tener. Es hora de que dejemos de tratar el cuidado infantil como un tema secundario, o un tema de mujeres y lo tratemos como la prioridad económica nacional que es para todos nosotros. Y es por eso que mi plan hará que el cuidado infantil de alta calidad esté más disponible, y sea más asequible, para todas las familias de clase media y de bajos ingresos con niños pequeños en Estados Unidos; con más cupos y un nuevo recorte de impuestos de $3,000 por niño, por año.

Aquí tienen otro ejemplo. En la actualidad somos el único país avanzado de la Tierra que no garantiza la licencia pagada por enfermedad ni la licencia pagada por maternidad a nuestros trabajadores y trabajadoras. Cuarenta y tres millones de trabajadores no tienen licencia pagada por enfermedad. Cuarenta y tres millones. Piensen sobre eso. Y que eso obliga a demasiados padres a tomar la decisión difícil de elegir entre un sueldo o quedarse en casa con su hijo enfermo. Por eso voy a tomar una nueva medida para ayudar a los estados a crear sus propias leyes de licencia pagada. Y puesto que la licencia pagada por enfermedad ganó donde se sometió a votación el pasado noviembre, sometámosla a aquí mismo en Washington. Mándenme un proyecto de ley que ofrezca a todos los trabajadores de Estados Unidos la oportunidad de recibir siete días de licencia pagada por enfermedad. Es lo correcto.

Por supuesto, nada ayuda más a las familias a llegar a fin de mes que un aumento de sueldo. Por eso este Congreso aún tiene que aprobar una ley que garantice que la mujer reciba el mismo salario que el hombre cuando hace el mismo trabajo. En serio. Es el año 2015. Ya es hora. Todavía necesitamos garantizar que los trabajadores reciban el tiempo extra que se han ganado. Quiero decirles a todos los miembros de este Congreso que todavía se niegan a aumentar el salario mínimo lo siguiente: Si realmente creen que ustedes serían capaces de trabajar a tiempo completo y mantener una familia con un sueldo anual inferior a $15,000, inténtenlo. Si no, voten para darles a millones de las personas más trabajadoras en Estados Unidos un aumento.

Estas ideas no harán que todos sean ricos, ni eliminarán las dificultades para todos. Esa no es la función del gobierno. Para dar a las familias trabajadoras una oportunidad justa, todavía necesitaremos más empresarios que miren más allá de los ingresos del próximo trimestre y que reconozcan que invertir en su fuerza laboral les va a beneficiar a la larga. Todavía necesitamos leyes que refuercen en lugar de debilitar a los sindicatos y que les den voz a los trabajadores en Estados Unidos. Sin embargo, cosas como el cuidado infantil y la licencia por enfermedad pagada y el mismo salario para mujeres y hombres; cosas como primas hipotecarias más bajas y el salario mínimo más alto, estas ideas marcarán una diferencia significativa en las vidas de millones de familias. Eso es un hecho. Y eso es lo que a todos nosotros, republicanos y demócratas por igual, nos han mandado a hacer aquí.

Segundo, para asegurar que la gente siga recibiendo sueldos más altos en el futuro, tenemos que hacer más para ayudar a que las personas que viven en Estados Unidos adquieran nuevas habilidades.

Estados Unidos prosperó en el siglo XX porque hicimos que la escuela secundaria fuera gratuita, mandamos a una generación entera de soldados a la universidad y entrenamos a la fuerza de laboral del mundo. Sin embargo, en la economía del siglo XXI que recompensa el conocimiento más que nunca, tenemos que hacer más.

Cuando termine esta década, dos de cada tres ofertas de empleo requerirán al menos algún nivel de educación superior. Dos de cada tres. Y aún así, vivimos en un país donde hay demasiadas personas inteligentes y que se esfuerzan que no pueden conseguir la educación que necesitan porque no se lo pueden permitir. No es justo para ellos y no es inteligente para nuestro futuro.

Por eso voy a mandarle al Congreso un nuevo y audaz plan para reducir el costo de los colegios comunitarios a cero.

El cuarenta por ciento de nuestros estudiantes universitarios eligen un colegio comunitario. Algunos son jóvenes y acaban de empezar. Otros son mayores y buscan un empleo mejor. Algunos son veteranos y padres solteros que intentan volver al mercado laboral. Quienquiera que sea usted, este plan es su oportunidad para graduarse preparado para la nueva economía, sin una gran deuda a sus espaldas. Tiene que entender que tiene que ganárselo, tendrá que mantener sus notas altas y graduarse a tiempo. Tennessee, un estado con un liderazgo republicano, y Chicago, una ciudad con un liderazgo demócrata, nos enseñan que los colegios comunitarios gratis son posibles. Quiero ver esa idea extenderse en todo Estados Unidos, para que dos años de estudios en colegios comunitarios sean gratuitos y universales en Estados Unidos como la educación secundaria lo es en la actualidad. Y quiero trabajar con este Congreso, para asegurarnos de que aquellos abrumados con la carga de préstamos estudiantes puedan reducir sus pagos mensuales, para que la deuda de estudiante no haga que nadie arruine sus sueños.

Gracias al gran trabajo del Vicepresidente Biden de actualizar nuestro sistema de capacitación laboral, estamos conectando los colegios comunitarios con empresarios locales para adiestrar a trabajadores para ocupar puestos de trabajo altamente remunerados como codificación, enfermería y robótica. Esta noche también les pido a más empresas que sigan el ejemplo de compañías como CVS y UPS, y que ofrezcan más beneficios educativos y prácticas pagadas; oportunidades que permiten a los trabajadores tener acceso a puestos de trabajo mejor pagados incluso si no han cursado una educación superior.

Y ahora que una nueva generación de veteranos vuelve a casa, les debemos todas las oportunidades posibles para vivir el Sueño Americano que ayudaron a defender. Ya hemos conseguido mucho por garantizar que todos los veteranos tengan acceso a los mejores servicios. Estamos reduciendo la lista de casos pendientes que tenía a demasiados veteranos esperando meses, si no años, para recibir los beneficios que necesitan, y estamos haciendo que sea más sencillo para los veteranos convertir su adiestramiento y experiencia en empleos civiles. Joining Forces, la campaña nacional lanzada por Michelle y Jill Biden, por ahora ha ayudado a casi 700,000 veteranos y cónyuges militares a conseguir nuevos trabajos. A cada director general de Estados Unidos, déjenme repetirles: Si quieren contratar a alguien que sin duda haga el trabajo, contraten a un veterano.

Por último, a medida que capacitamos mejor a nuestros trabajadores, también necesitamos que la nueva economía continúe creando puestos de trabajo altamente remunerados para que los ocupen nuestros trabajadores.

Desde el 2010, Estados Unidos ha creado más puestos de trabajo que Europa, Japón y todas las demás economías avanzadas juntas. Nuestros fabricantes han agregado casi 800,000 empleos nuevos. Algunos de nuestros sectores fundamentales, como nuestra industria automotriz, están en auge. Pero también hay millones de personas que viven en Estados Unidos que tienen trabajos que ni siquiera existían hace diez o veinte años: trabajos en empresas como Google, eBay y Tesla.

Por lo que nadie sabe con certeza cuáles serán las industrias que generarán puestos de trabajo en el futuro. Pero sabemos que los queremos aquí en Estados Unidos. Es por ello que la tercera parte del progreso económico de la clase media consiste en crear la economía más competitiva del mundo, el lugar donde las empresas querrán ubicarse y contratar.

Las empresas del siglo XXI necesitan una infraestructura del siglo XXI: puertos modernos, puentes más sólidos, trenes más veloces e Internet más rápido. Los demócratas y los republicanos solían estar de acuerdo en esto. Así que pongamos la mira en algo más ambicioso que un simple oleoducto. Aprobemos un plan de infraestructuras bipartidista que tenga el potencial de multiplicar por más de treinta los puestos de trabajo creados por año y de hacer que este país sea más fuerte durante las décadas venideras.

Las empresas del siglo XXI, incluidas las pequeñas empresas, tienen que vender más productos de Estados Unidos en el extranjero. En la actualidad, nuestras empresas exportan más que nunca y los exportadores tienden a pagar mejores salarios a sus trabajadores. Pero al mismo tiempo, China desea establecer las reglas de la región con el crecimiento más rápido del mundo. Eso pondría a nuestros trabajadores y nuestras empresas en desventaja. ¿Por qué deberíamos dejar que eso ocurra? Somos nosotros quienes deberíamos establecer esas reglas. Somos nosotros quienes deberíamos fijar condiciones equitativas. Por ello, les pido a ambos partidos que me otorguen la autoridad de promoción comercial a fin de proteger a los trabajadores que viven en Estados Unidos y celebrar nuevos tratados comerciales sólidos con países de Asia a Europa que no solo sean de libre comercio sino que también promuevan un comercio justo.

Miren, yo soy el primero en admitir que los tratados comerciales anteriores no han cumplido siempre con las expectativas y por eso hemos ido a por los países que rompen las reglas a nuestra costa. Pero el 95 por ciento de los consumidores del mundo viven fuera de nuestras fronteras y no podemos renunciar a esas oportunidades. Más de la mitad de los ejecutivos del sector manufacturero han expresado que están estudiando de forma activa cómo traer empleos de vuelta desde China. Démosles otra razón más para hacerlo.

Las empresas del siglo XXI dependerán de la ciencia, la tecnología, la investigación y el desarrollo que se realice en Estados Unidos. Quiero que el país que eliminó la poliomielitis y mapeó el genoma humano dé pie a una nueva era en el campo de la medicina: un país que sea capaz de prestar el tratamiento adecuado en el momento correcto. En algunos pacientes con fibrosis quística, este enfoque ha servido para revertir una enfermedad que se creía incontenible. Esta noche, voy a lanzar una Iniciativa de medicina de precisión que nos acercará más a curar enfermedades como el cáncer y la diabetes, y que nos dará a todos acceso a la información personalizada que precisamos para cuidar mejor nuestra salud y la de nuestras familias.

Tengo la intención de proteger un Internet libre y abierto, ampliar su alcance a todas las aulas y a todas las comunidades, y ayudar a los especialistas a construir redes más rápidas, para que la próxima generación de innovadores y emprendedores digitales tengan la plataforma para seguir transformando nuestro mundo.

Quiero que las personas que viven en Estados Unidos ganen la carrera en pos de los descubrimientos que crearán toda una serie de trabajos nuevos: convirtamos la luz solar en combustible líquido, creemos prótesis revolucionarias para que un veterano que dio sus brazos por este país pueda jugar al béisbol otra vez con su hijo, exploremos los confines del sistema solar no simplemente para visitarlos sino para quedarnos. El mes pasado, lanzamos una nueva astronave como parte del flamante programa espacial que va a llevar a astronautas estadounidenses a Marte. Dentro de dos meses, a fin de prepararnos para dichas misiones, Scott Kelly realizará una estancia de un año en el espacio. Buena suerte, Capitán Kelly, y asegúrese de compartir sus aventuras con todos nosotros por Instagram.

Ahora, la verdad es que cuando se trata de temas como la infraestructura y la investigación básica, sé que tenemos el apoyo bipartidista en esta cámara. Me lo han comunicado miembros de ambos partidos. Sin embargo, solemos toparnos demasiado a menudo con dificultades insalvables cuando intentamos decidir cómo pagar esas inversiones. Las personas que vivimos en Estados Unidos no estamos en contra de pagar la parte de los impuestos que nos corresponde siempre que los demás también lo hagan. Pero durante demasiado tiempo, los cabilderos han amañado el código fiscal con lagunas tributarias que permiten que ciertas corporaciones no paguen nada mientras los demás pagan toda la carga. Lo han plagado de concesiones que los superricos no necesitan y han negado un recorte a las familias de clase media que sí lo necesitan.

Este año tenemos una oportunidad de cambiar todo esto. Cerremos las lagunas tributarias para dejar de recompensar a las empresas que mantienen las ganancias en el extranjero y premiar a aquellas que invierten en Estados Unidos. Usemos esos ahorros para reconstruir nuestra infraestructura a fin de atraer a las empresas para que traigan los empleos de vuelta a casa. Simplifiquemos el sistema y dejemos que los propietarios de las pequeñas empresas hagan su declaración con base en sus estados de cuenta bancarios reales, en vez de la cantidad de contadores que se puedan permitir. Y cerremos las lagunas tributarias que fomentan la desigualdad al permitir que el uno por ciento más rico evite pagar impuestos sobre su riqueza acumulada. Podemos usar ese dinero para ayudar a más familias a pagar sus gastos de cuidado infantil y enviar a sus hijos a la universidad. Necesitamos un código fiscal que ayude realmente a los trabajadores que viven en Estados Unidos a progresar en la nueva economía, y podemos lograrlo juntos.

Ayudemos a las familias trabajadoras a llegar a fin de mes sin dificultades. Démosles las herramientas que necesitan para conseguir empleos bien remunerados en esta nueva economía. Mantengamos las condiciones que fomentan el crecimiento y la competitividad. Ese es el rumbo que debe tomar Estados Unidos. Estoy convencido de que es el rumbo que quieren tomar las personas que viven en Estados Unidos. Es el rumbo que hará que nuestra economía sea más fuerte de aquí a un año, dentro de quince años y bien entrado el siglo.

Por supuesto, si hay algo que nos ha enseñado este siglo es que no podemos separar el trabajo que debemos realizar aquí de los desafíos que tenemos más allá de nuestras fronteras.

Mi primer deber como Comandante en Jefe es defender a Estados Unidos de América. En esa capacidad la pregunta no es si Estados Unidos lidera el mundo, sino cómo lo hace. Cuando tomamos decisiones apresuradas y reaccionamos ante los titulares en vez de usar nuestra cabeza, cuando la primera respuesta ante un desafío es enviar a nuestras fuerzas armadas, corremos el riesgo de ser arrastrados a pelear en conflictos innecesarios y le damos la espalda a la estrategia de más amplio prospecto que necesitamos para tener un mundo más seguro y próspero. Eso es lo que nuestros enemigos quieren que hagamos.

Yo creo en un liderazgo estadounidense más inteligente. Lideramos mejor cuando combinamos nuestro dominio militar con una estrategia diplomática sólida, cuando utilizamos nuestro poder para formar alianzas internacionales, cuando no dejamos que nuestros temores nos cieguen y nos impidan ver las oportunidades que nos presenta este nuevo siglo. Esto es exactamente lo que estamos haciendo ahora mismo, y está marcando la diferencia alrededor del mundo.

En primer lugar, nos mantenemos unidos en solidaridad con las personas de todo el mundo que han sido atacadas por los terroristas, desde una escuela en Pakistán hasta las calles de París. Seguiremos persiguiendo y acabando con los terroristas, además de desmantelar sus redes y nos reservamos el derecho de actuar unilateralmente, como hemos hecho sin cesar desde que asumí mi cargo para eliminar a los terroristas que representan una amenaza directa para nosotros y nuestros aliados.

Al mismo tiempo, en los últimos trece años hemos aprendido algunas lecciones costosas.

El Islam y Medio Oriente


En lugar de tener patrullas americanas en los valles de Afganistán, hemos entrenado a sus fuerzas de seguridad, que ahora se encuentran a cargo, y hemos honrado el sacrificio de nuestras tropas con el apoyo la primera transición democrática de ese país. En lugar de enviar a un gran número de fuerzas armadas al extranjero, vamos a formar alianzas con países del sur de Asia al norte de África para denegar a los terroristas que amenazan a Estados Unidos un lugar para refugiarse.

En Irak y Siria, el liderazgo estadounidense, que incluye nuestro poder militar, está parando el avance de ISIL. En lugar de vernos arrastrados a otra guerra terrestre en Oriente Medio, estamos liderando una amplia coalición que incluye a las naciones árabes para degradar y, en última instancia, destruir a este grupo terrorista. También estamos apoyando una oposición moderada en Siria que nos pueda ayudar con estos esfuerzos a nivel mundial para asistir a la gente que se alza contra la ideología sin fundamento del extremismo violento. Este esfuerzo va a requerir tiempo. Y va a requerir concentración. Pero triunfaremos. Y esta noche le pido al Congreso que le muestre al mundo que estamos unidos en esta misión y que apruebe una resolución que autorice el uso de la fuerza contra ISIL.

En segundo lugar, estamos demostrando el poder de la diplomacia y la fuerza estadounidenses. Estamos defendiendo el principio de que las naciones grandes no pueden intimidar a las pequeñas: es lo que hemos hecho al oponernos a la agresión rusa, respaldar la democracia en Ucrania y tranquilizar a nuestros aliados de la OTAN. El año pasado, mientras realizábamos el difícil trabajo de imponer sanciones junto con nuestros aliados, algunos sugirieron que la agresión del Sr. Putin era una exhibición magistral de estrategia y fuerza. Bueno, lo cierto es que quien se mantiene hoy fuerte y unida a nuestros aliados es Estados Unidos, mientras que Rusia está aislada y con una economía en ruinas. Es así como Estados Unidos lidera: no con fanfarronadas, sino con determinación persistente y constante.

En Cuba, estamos poniendo fin a una política que debería haber terminado hace tiempo. Cuando uno hace algo que no funciona durante cincuenta años, es hora de probar algo nuevo. Nuestro cambio de política en relación con Cuba tiene el potencial de poner punto final a un legado de falta de confianza en nuestro hemisferio; desmorona una excusa ficticia para imponer restricciones en Cuba; defiende los valores democráticos; y extiende una mano de amistad al pueblo cubano. Y este año, el Congreso debería iniciar el trabajo de poner fin al embargo. Como dijo Su Santidad, el Papa Francisco, la diplomacia es un trabajo de ``pequeños pasos''. Y estos pequeños pasos han ido sumándose para dar una nueva esperanza al futuro de Cuba. Después de pasar años en prisión, el hecho de que Alan Gross esté de nuevo entre nosotros nos llena de dicha: bienvenido a casa, Alan.

Nuestra diplomacia está funcionando en Irán, donde por primera vez en una década hemos detenido el progreso de su programa nuclear y reducido sus reservas de materiales nucleares. Entre ahora y esta primavera, tenemos la oportunidad de negociar un acuerdo exhaustivo que servirá para prevenir el surgimiento de un Irán con armas nucleares y garantizar la seguridad de Estados Unidos y sus aliados, entre los que se encuentra Israel, a la vez que evitará otro conflicto armado en Oriente Medio. No hay ninguna garantía de que las negociaciones tendrán éxito, y mantendré todas las opciones sobre la mesa para prevenir que Irán tenga armas nucleares. Sin embargo, si este Congreso aprueba nuevas sanciones en este preciso momento, se producirá ni más ni menos que el fracaso de los esfuerzos diplomáticos: estas medidas distanciarían a Estados Unidos de sus aliados y asegurarían que Irán volviese a iniciar su programa nuclear. No tiene sentido. Por esa razón, vetaré cualquier proyecto de ley que imponga nuevas sanciones y ponga en peligro nuestro progreso. Las personas que viven en Estados Unidos esperan que entremos en guerra solo como recurso de última instancia y tengo la intención de mantenerme fiel a esa sabiduría.

En tercer lugar, para dar forma al nuevo siglo estamos poniendo la mira más allá de los temas que nos han mantenido ocupados en el pasado.

CyberWAR


Ningún país extranjero, ningún hacker, debería ser capaz de paralizar nuestras redes, robar nuestros secretos comerciales o invadir la privacidad de las familias estadounidenses, en especial la de nuestros niños. Nos vamos a asegurar de que nuestro gobierno integre los datos de inteligencia para combatir las ciberamenazas al igual que hemos hecho para combatir el terrorismo. Y esta noche exhorto al Congreso a que apruebe finalmente la legislación que necesitamos para hacer frente mejor a las cambiantes amenazas que presentan los ciberataques, combatir el robo de identidad y proteger la seguridad de la información de nuestros niños. Si no actuamos, dejaremos a nuestra nación y a nuestra economía en una situación vulnerable. Si lo hacemos, podremos seguir protegiendo los avances tecnológicos que han creado incontables oportunidades para personas de todo el mundo.

En África Occidental, nuestras tropas, nuestros científicos, nuestros médicos, nuestros enfermeros y profesionales médicos están revirtiendo el ébola, salvando innumerables vidas e impidiendo la propagación de la enfermedad. No podría sentirme más orgulloso de ellos, y le doy las gracias a este Congreso por el respaldo bipartidista otorgado a sus esfuerzos. Pero resta mucho por hacer y el mundo tiene que aprender de esta lección para crear una iniciativa global más eficaz a fin de prevenir la propagación de futuras pandemias, invertir en desarrollo inteligente y erradicar la pobreza extrema.

En la región Asia-Pacífico, estamos modernizando nuestras alianzas mientras nos aseguramos de que las demás naciones cumplan con las reglas al realizar operaciones de comercio internacional, resolver disputas marítimas y participar en desafíos internacionales comunes como la no proliferación y la prestación de ayuda ante desastres naturales. Y no hay ningún desafío, ningún desafío, que presente una amenaza mayor a las generaciones futuras que el cambio climático.

El año 2014 fue el más caluroso que se ha registrado en la historia de nuestro planeta. Y sé que un año no sirve para indicar una tendencia, pero esto sí sirve: 14 de los 15 años más calurosos registrados en la historia se encuentran todos en los primeros 15 años de este siglo.

He oído a gente que intenta evitar las pruebas al decir que no son científicos; que no tenemos suficiente información para actuar. Bueno, yo tampoco soy científico. ¿Pero saben qué? Conozco a muchos científicos fabulosos en la NASA, en la NOAA y en nuestras mejores universidades y todos los mejores científicos del mundo nos están diciendo que si nuestras acciones están cambiando el clima y si no actuamos contundentemente, seguiremos viendo subidas en el nivel de los océanos, olas de calor más largas y calurosas, sequías e inundaciones peligrosas y otras alteraciones masivas del clima que podrán generar más movimiento migratorio, enfrentamientos y hambre alrededor del mundo.

El Pentágono dice que el cambio climático supone riesgos inmediatos a nuestra seguridad nacional. Deberíamos actuar como si así fuera.


Es por eso que en los últimos seis años hemos hecho más que nunca para combatir el cambio climático, desde la forma en la que producimos energía hasta la manera en la que la consumimos. Es por eso que hemos reservado más tierras y aguas de dominio público que en ninguna otra administración de la historia. Y es por eso que no dejaremos que este Congreso ponga en peligro la salud de nuestros niños y nos haga retroceder al revertir nuestros esfuerzos. Estoy decidido a garantizar que el liderazgo estadounidense impulse las acciones a nivel internacional. En Pekín, hicimos un anuncio histórico: Estados Unidos duplicará el ritmo de reducción de nuestra polución de carbono y China se comprometió por primera vez a limitar sus emisiones. Y porque las dos economías más grandes del mundo aunaron esfuerzos, otros países ahora están dando un paso al frente y dan esperanzas de que este año, por fin, las naciones del mundo lleguen a un acuerdo para proteger el único planeta que tenemos.

Hay un último pilar fundamental de nuestro liderazgo: el ejemplo de nuestros valores.

Las personas que vivimos en Estados Unidos respetamos la dignidad humana, incluso cuando nos vemos amenazados; es por eso que he prohibido la tortura y trabajado para garantizar que el uso que hacemos de las nuevas tecnologías, como los drones, se limite debidamente. Es por eso que nos manifestamos en contra del deplorable antisemitismo que ha resurgido en ciertas partes del mundo. Es por eso que continuamos rechazando los estereotipos ofensivos sobre los musulmanes: la mayoría de quienes comparten nuestro compromiso con la paz. Es justamente por eso que defendemos la libertad de expresión y abogamos por la liberación de los presos políticos, condenamos la persecución de las mujeres o de las minorías religiosas, o de las personas que son lesbianas, homosexuales, bisexuales o transexuales. Hacemos todo esto no solamente porque es lo correcto, sino también porque acrecienta nuestra seguridad nacional.

Todas las personas que vivimos en Estados Unidos tenemos un compromiso profundo con la justicia, por lo que no tiene ningún sentido gastar tres millones de dólares por prisionero para mantener abierta una prisión que el mundo condena y los terroristas usan para reclutar. Desde que asumí el cargo de Presidente, hemos trabajado de forma responsable para reducir la población de Guantánamo a la mitad. Y ha llegado la hora de finalizar el trabajo. Estoy determinado y no desistiré hasta que cerremos la prisión. Nosotros no somos así.

Las personas que vivimos en Estados Unidos apreciamos nuestras libertades civiles y debemos mantener ese compromiso si queremos la máxima cooperación de otros países y sectores en nuestra lucha contra las redes terroristas. Así que a pesar de que algunos ya se han distanciado de los debates sobre nuestros programas de vigilancia, yo no lo he hecho. De acuerdo con lo prometido, nuestras agencias de inteligencia han trabajado arduamente para incrementar la transparencia y crear más salvaguardas contra posibles abusos, todo ello teniendo en cuenta las recomendaciones de los defensores de la privacidad. Y el mes que viene publicaremos un informe sobre lo que estamos haciendo para cumplir nuestra promesa de mantener seguro a nuestro país mientras fortalecemos la privacidad.

Estamos mirando al futuro en vez de al pasado. Estamos asegurándonos de que nuestra fuerza tenga un peso equivalente al de nuestra diplomacia, y de que usamos la fuerza inteligentemente. Estamos formando coaliciones para enfrentarnos a nuevos desafíos y oportunidades. Y estamos liderando con el ejemplo de nuestros valores. Siempre. Eso es lo que hace que seamos excepcionales. Es lo que nos mantiene fuertes y esa es la razón por la que siempre tenemos que seguir esforzándonos en comportarnos de acuerdo con los principios más elevados: los nuestros.

Saben, hace poco más de una década, pronuncié un discurso en Boston en el que dije que no éramos los estados liberales de América, ni los estados conservadores de América, ni los estados negros de América, ni los estados blancos de América, sino los Estados Unidos de América. Dije eso porque fue lo que experimenté en mi propia vida, en una nación que le dio a alguien como yo una oportunidad; porque crecí en Hawái, un crisol de razas y tradiciones; porque luego formé mi hogar en Illinois, un estado de pueblos pequeños, tierras ricas para la agricultura y con una de las mejores ciudades del mundo: un microcosmos del país, donde los demócratas, republicanos e independientes, personas decentes de todos los orígenes étnicos y de todas las religiones comparten ciertos valores fundamentales.

En los últimos seis años, los expertos han señalado en más de una ocasión que mi presidencia no ha dado resultados sobre la base de esta visión. Qué irónico, dicen, que nuestra política parezca estar más dividida que nunca. Esto se presenta como prueba no solo de mis propios fallos, de los cuales tengo muchos, sino también como prueba de que la propia visión es errónea e inocente y de que en esta ciudad hay demasiada gente que de hecho se beneficia del partidismo y de la paralización gubernamental para que hagamos nunca nada al respecto.

Sé que este tipo de cinismo es tentador. Pero sigo creyendo que los cínicos están equivocados.

Sigo creyendo que somos un pueblo unido. Sigo creyendo que, juntos, podemos hacer grandes cosas, incluso cuando las probabilidades no juegan a nuestro favor. Creo en ello porque he visto una y otra vez, en mis seis años ocupando mi cargo, la mejor versión de Estados Unidos. He visto las caras llenas de esperanza de jóvenes graduados de Nueva York a California, y nuestros oficiales más nuevos de West Point, Annapolis, Colorado Springs y New London. He estado de luto junto a las familias en duelo de Tucson y Newtown, y en Boston, Texas y West Virginia. He sido testigo de cómo las personas que viven en Estados Unidos se enfrentan a la adversidad, desde el Golfo de México a las Grandes Llanuras, desde las líneas de montaje del Medio Oeste a la costa del Atlántico Medio. He visto cómo el matrimonio entre homosexuales ha pasado de ser un tema polémico que solía usarse para separarnos a una historia de libertad en todo nuestro país, y ahora es un derecho civil en estados donde vive el setenta por ciento de la población estadounidense. Conozco la generosidad, el gran corazón, el optimismo y la bondad de las personas que viven en Estados Unidos que, día tras día, dan vida a la idea de que somos los guardianes de nuestros hermanos y nuestras hermanas. Y sé que esperan que aquellos de nosotros que trabajamos como funcionarios públicos aquí demos un mejor ejemplo.

Así que la pregunta que los aquí presentes esta noche debemos hacernos es qué podemos hacer, todos nosotros, para reflejar mejor las esperanzas de Estados Unidos. He servido en el Congreso con muchos de ustedes. Conozco bien a muchos de los aquí presentes. Hay mucha gente buena aquí, a ambos lados del pasillo. Y muchos de ustedes me han dicho que no vinieron aquí para esto: no vinieron para participar en una procesión de discusiones en programas de televisión por cable, para estar recaudando fondos constantemente, siempre alerta para ver cómo reacciona el Congreso ante cada decisión.

¿Se imaginan si rompiéramos con esos patrones viejos y anticuados? ¿Se imaginan si hiciéramos algo diferente?

Que quede claro: una política mejor no requiere los demócratas abandonen su programa político ni en el que los republicanos simplemente tengan que aceptar mi programa con los brazos abiertos. Una política mejor requiere que apelemos a la decencia básica el uno del otro en vez de apelar a nuestros temores más elementales. Una política mejor requiere que debatamos sin demonizar el uno al otro, que hablemos de temas importantes, de valores y de principios y de hechos, en vez de las metidas de pata insustanciales, errores triviales o falsas controversias que no tienen nada que ver con la vida diaria de las personas. Una política mejor requiere que pasemos menos tiempo sumergidos en dinero turbio para anuncios de campañas sucias y que dediquemos más tiempo a inspirar a los jóvenes, motivándolos, mostrándoles las posibilidades y pidiéndoles que se unan a nosotros en la gran misión de construir Estados Unidos.

Si vamos a tener discusiones, discutamos. Pero hagamos que sean debates que estén a la altura de esta cámara y de este país.

Es posible que todavía no estemos de acuerdo en cuanto al derecho de las mujeres a decidir sobre su maternidad, pero seguramente podemos coincidir en que es bueno que los embarazos de adolescentes y los abortos estén cerca de los niveles históricos más bajos y que cada mujer debería poder tener acceso al tipo de atención médica que necesita.

El tema de la inmigración


Sí, el tema de la inmigración todavía levanta pasiones, pero seguramente todos podemos reconocer algo de nosotros mismos en un perseverante estudiante joven y estar de acuerdo en que nadie se beneficia cuando se separa a una madre trabajadora de su hijo, y que es posible mejorar una ley que confirme nuestra tradición como una nación de leyes y una nación de inmigrantes.

Podemos pelear por los votos durante las campañas electorales, pero seguramente podemos ponernos de acuerdo en que el derecho al voto es sagrado y que se le está negando a demasiadas personas; y, además, en el 50. º Aniversario de la gran manifestación desde Selma hasta Montgomery y la aprobación de la Ley de Derecho al Voto, demócratas y republicanos debemos unirnos para hacer que votar sea más fácil para todos los estadounidenses.

Es posible que veamos con ojos distintos los eventos de Ferguson y Nueva York. Pero seguramente podemos entender a un padre que tiene miedo de que su hijo no pueda caminar hasta su propia casa sin ser acosado. Seguramente podemos entender a la mujer que no puede descansar tranquila hasta que el oficial de policía con el que se casó no cruza la puerta de su hogar al final de su turno. Seguramente podemos ponernos de acuerdo en que es bueno que, por primera vez en 40 años, el índice de criminalidad y la tasa de encarcelamiento hayan disminuido a la vez, y podemos usar esto como un punto de partida para que demócratas y republicanos, junto con los líderes comunitarios y los cuerpos de seguridad, reformemos el sistema de justicia penal de Estados Unidos para que nos proteja y nos sirva a todos.

Eso es una política mejor. Así es como comenzamos a recobrar la confianza. Así es como trabajamos para que nuestro país avance. Esto es lo que quieren las personas que viven en Estados Unidos. Esto es lo que merecen.

Hacer lo que creo que es mejor para Estados Unidos


Ya no tengo que realizar ninguna campaña política. Mi único programa para los próximos dos años es el mismo que he tenido desde el día en que presté juramento en los escalones de este Capitolio: hacer lo que creo que es mejor para Estados Unidos. Si comparten la visión que les he planteado esta noche, únanse a mí para realizar el trabajo necesario. Si están en desacuerdo con parte de lo que he dicho, espero que por lo menos estén dispuestos a trabajar conmigo en los temas en los que concordamos. Y me comprometo con todos los republicanos presentes esta noche a que no solo pediré sus ideas, sino que procuraré trabajar con ustedes para hacer este país más fuerte.

Porque quiero que esta cámara, esta ciudad, reflejen algo que es verdad: que, a pesar de todos nuestros desaciertos y limitaciones, somos personas con la fuerza y la generosidad de espíritu suficiente para tender un puente, unirnos para realizar un esfuerzo colectivo y ayudar a nuestros vecinos, tanto en nuestra misma calle como al otro lado del mundo.

Quiero que nuestras acciones le digan lo siguiente a cada niño en cada vecindario: tu vida es importante, y estamos comprometidos a mejorar tus oportunidades en la vida como lo estamos con nuestros propios hijos.

Quiero que las generaciones futuras sepan que somos personas que ven nuestras diferencias como un gran don, que somos un pueblo que valora la dignidad y la importancia de cada ciudadano: hombres y mujeres, jóvenes y mayores, negros y blancos, latinos y asiáticos, inmigrantes e indios americanos, homosexuales y heterosexuales, personas con enfermedades mentales o discapacidades físicas. Quiero que crezcan en un país que le demuestre al mundo lo que aún sabemos que es verdad: que seguimos siendo más que un conjunto de estados rojos y estados azules; que somos Estados Unidos de América.

Quiero que crezcan en un país donde una joven madre como Rebekah se pueda sentar a escribirle una carta a su Presidente contándole sus vivencias de los últimos seis años:

``Es increíble cómo somos capaces de recuperarnos cuando lo necesitamos... somos una familia fuerte y muy unida que ha superado momentos extremadamente difíciles''.

Conciudadanos, nosotros también somos una familia fuerte y muy unida. También nosotros hemos superado momentos difíciles. Tras quince años del inicio de este nuevo siglo, nos hemos levantado, nos hemos sacudido el polvo de las solapas y hemos comenzado a trabajar otra vez para reconstruir Estados Unidos. Hemos sentado las bases de una nueva era. Crear un futuro más brillante depende de nosotros. Iniciemos este nuevo capítulo juntos, y comencemos a trabajar ahora mismo.

Gracias, que Dios les bendiga y que Dios bendiga a este país que tanto amamos.





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martes, 20 de enero de 2015

UE y Desigualdad Económica: solo Letonia supera a España

España es el segundo país en Europa donde la desigualdad económica es más aguda, superada tan solo por Letonia, señala el informe 'Riqueza: tenerlo todo y querer más', de la organización no gubernamental Oxfam.
La entidad asegura que en el próximo año el 1% más rico de la población mundial tendrá más dinero que el 99% restante. Al mismo tiempo, "el 1% de la población española concentra más riqueza que el 70% más pobre", acentúan en Oxfam.
También señala que España cuenta con el sistema fiscal "menos efectivo" para reducir el problema.
Oxfam Intermón, organización internacional con sede en Londres, ha pedido que los políticos empiecen a "redistribuir la riqueza en forma de inversión en servicios sociales básicos y políticas públicas que beneficien a los más vulnerables", informa el diario 'El País'.
Para muchos expertos la creciente desigualdad en España es consecuencia de la política monetaria estatal. En opinión del economista Jesús Domínguez Mielgo, el empobrecimiento de la población es resultado inevitable del uso del euro y de las medidas de austeridad. "Esto se debe a la devaluación interior, el empobrecimiento generalizado de toda la población interior", aseveró Domínguez Mielgo a RT.

Españoles rodean el Parlamento en busca de "pan, trabajo y techo"


"Rodea tu Parlamento". Bajo este lema ciudadanos españoles se movilizan frente a edificios administrativos municipales y autonómicos en decenas de ciudades para pronunciarse en contra del Gobierno y en busca de "pan, trabajo y techo".
Esta reivindicación regional, convocada por la Coordinadora Estatal de las Marchas de la Dignidad, organizadora de las protestas multitudinarias de Madrid el pasado 22 de marzo, exige cambios tanto económicos como sociales. "Pan, trabajo y techo, el no al pago de la deuda y fuera los gobiernos de la troika", exigen.


Nos roban derechos y libertades, y nos reprimen con violencia
 
"Como trabajadores y trabajadoras no nos resignamos a vivir en un país en el que cientos de miles de familias han sido expulsadas de sus casas, donde los jóvenes se ven obligados a emigrar para encontrar un puesto de trabajo, donde el paro se sitúa en tasas de más del 25% y la pobreza ha afectado al 30% de la población haciendo mella en la infancia", reza la convocatoria publicada por el portal 'Tercera Información'. "Nos roban derechos y libertades, y nos reprimen con violencia", agregan.

En sus declaraciones a RT, el activista social Agripa Hervás expresa que el Ejecutivo actúa a espaldas del pueblo, al cual alimentan con medidas que en realidad son "migajas y caridad". "Es una política cosmética, de apariencia, con un claro fin electoralista cara a las próximas elecciones generales y municipales de 2015", agrega enfatizando "no se está atacando donde realmente existe el fraude y ahí reside el gran problema de este Gobierno que actúa a espaldas del pueblo español".

Por su parte, el Partido Comunista de España (PCE) ha respaldado las movilizaciones "en reivindicación de unas condiciones de vida dignas para las personas y en contra de los gobiernos que siguen los dictados de la troika".

En Madrid, la iniciativa arranca en la estación de metro Pacífico a las 16:00 horas GMT, para después marchar hasta la Asamblea de Madrid y rodearla de manera pacífica.


¿Cuánto dinero hay que tener para ser parte del 1% más rico de la población?








La concentración de la riqueza se ha vuelto un tema central en la discusión política.

Uno de los gritos de batalla más sonoros de los activistas contra la desigualdad es el de denunciar al "1%" más acomodado de la población.
De Londres a Manhattan, son innumerables las protestas que se han centrado en torno a la brecha cada vez más grande entre los más ricos y el resto, reflejadas, según estos activistas, en la pugna entre el 1% privilegiado y el otro 99%.
Sin duda muchos activistas encontrarán nuevos motivos para sus reclamos al conocerse un nuevo pronunciamiento de la ONG británica Oxfam, en donde predice que, si continúan las actuales tendencias, para 2016 ese 1% más próspero de la población será dueño de más de 50% de la riqueza de la humanidad.
Pero al revisar la letra menuda del informe, sorprende que para ser parte de ese "club" del 1% no hay que tener una riqueza de proporciones oligárquicas, ni jet privado ni mansiones en todos los continentes.
En estricto sentido, ni siquiera hace falta ser millonario.
Pues las estadísticas citadas por Oxfam indican que para ser parte del 1% de la población, lo que se precisa es tener US$798.000 en activos.

Una casa de clase media






Ser dueño de una casa típica de clase media en Londres convertiría a su propietario en un miembro del 1% más rico de la población mundial.
Una cifra que, por supuesto, está lejos de ser despreciable. Y que, sin duda, es inalcanzable para la enorme mayoría de la humanidad.Pero muchos habitantes de los países más desarrollados, quienes probablemente se identificarían ellos mismos como de clase media, podrían alcanzarla con relativa facilidad gracias al valor de sus viviendas familiares.
Situación que, en todo caso, refleja con más intensidad el abismo de desigualdad en que vive el mundo.
Y sugiere que la cifra del 1% no refleja tan precisamente al pequeño grupo de potentados que dominan cada vez más el escenario económico del mundo.
Para describirlos con mayor precisión, podría ser más útil hablar del 0,1%, o incluso del 0,001% superior de la población mundial, que es donde están los verdaderos multimillonarios.

Dinero en serio






En Europa hay cerca de 11 millones de millonarios.
El pronunciamiento de Oxfam cita como una de sus fuentes al estudio "Global Wealth Databook" (Libro de datos sobre la riqueza global), revelado a final del año pasado por la firma financiera Credit Suisse.En el grupo del 1% más rico de la humanidad, de acuerdo a dicho estudio, hay 295.000 brasileños, 233.000 mexicanos y 70.000 colombianos.
En el mismo documento se estima que en todo el mundo hay cerca de 35 millones de personas con un patrimonio entre US$1 millón y US$50 millones, quienes holgadamente entrarían al club del 1%.
De ellos, 15 millones viven en Norteamérica, 11,7 millones en Europa y cerca de 6,7 millones en el este de Asia.
Lo que deja, según el informe, a 925.000 millonarios en India, África y América Latina.
Ahora bien, para entrar al grupo de personas con patrimonio ultra alto, según la clasificación del Credit Suisse, se necesitan US$50 millones.
De ellos hay 128.000 adultos en el mundo.
Nuevamente, cerca de la mitad de estos privilegiados, unos 62.000, viven en Estados Unidos.
En América Latina, Brasil es la que lidera con 1.900 individuos en esta categoría.
Y en el extremo de la riqueza global, Oxfam estima que 92 individuos en todo el mundo con patrimonio superior a los US$1.000 millones tienen juntos más dinero que la mitad más pobre de la humanidad.
"Es increíble la cantidad de riqueza en manos del 0,001% y por eso buscamos calcular la riqueza de los multimillonarios, los que representan la punta misma del iceberg", le dice a BBC Mundo Nick Galasso, asesor para investigación y políticas de Oxfam America.

La mitad más pobre






Unas 120.000 personas tienen una fortuna superior a los US$50 millones.
El informe del Credit Suisse señala que, con un patrimonio de US$77.000, se entra al grupo del 10% más pudiente del mundo.Y como lo muestra el mismo estudio, la mitad de la población del mundo tiene posesiones que valen menos de US$3.650.
El nivel de desigualdad que estas cifras reflejan "es preocupante, y no solo para aquellos en la base de la pirámide de ingresos y de riqueza", indica Robert Peston, editor de economía de la BBC.
"Una de las razones por las que preocupa es que la gente pobre con aspiraciones de ascender tiene incentivos grandes a contraer niveles excesivos de deuda para mantener sus estándares de vida, lo que aumenta la tendencia de la economía a sufrir crisis financieras", anota Peston.
"Otra razón es que los pobres en su conjunto gastan más que los ricos (pues un billonario no puede comprar más que unos cuantos yates, y buena parte de su fortuna se queda sin gastarse), por lo que el crecimiento ocurre generalmente más rápido cuando el ingreso se distribuye de manera más igualitaria", indica Peston.
¿Y las perspectivas de que esto cambie?
La atención al problema de parte de los dirigentes políticos mundiales parece estar aumentando. Pero todavía no se ven soluciones.
"En el ultimo año ha habido muchas declaraciones de líderes mundiales como Barack Obama o Christine Lagarde del Fondo Monetario Internacional sobre el aumento en la desigualdad, pero no se ha visto mucha acción y el problema está empeorando", le dice a BBC Mundo el asesor de Oxfam America Nick Galasso.







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Países mas Democráticos AL

¿Qué países de América Latina son los más y los menos democráticos?




Democracia es mucho más que votos, dicen los expertos.
América Latina "es incapaz de progresar en la democratización" y sólo dos países de la región -Uruguay y Costa Rica- califican como "democracias plenas", según un informe de The Economist Intelligence Unit (EUI) realizado para la BBC.
El estudio intenta cuantificar con un índice que va de 0 a 10 el estado de la democracia liberal en 165 estados independientes y dos territorios.
Los países son clasificados en cuatro categorías: aquellos que cuentan con "democracias plenas", los que son "democracias imperfectas", aquellos que tienen modelos "híbridos" y los "regímenes autoritarios".
Para llegar a sus conclusiones, los investigadores evaluaron no sólo el clásico acceso a las urnas, sino cinco factores más: proceso electoral y pluralismo, libertades civiles, funcionalidad del gobierno, participación política y cultura política.
"Elegimos estos criterios para dar una definición más fuerte, amplia y sólida que no sea solo tener elecciones y tener respeto a las libertades civiles", le explica a BBC Mundo Irene Mia, directora regional de Latinoamérica en EIU.
Y bajo esos parámetros, América Latina experimentó una regresión respecto del índice del año anterior.
"A pesar de la democratización en América Latina en las décadas recientes, muchos países de la región cuentan con democracias frágiles", se lee en el informe.
Sin embargo, entre los expertos no hay consenso sobre cómo definir –ni menos, medir- la democracia.

"Estancamiento"



Uruguay es el país latinoamericano más democrático, según el informe.
De acuerdo con el estudio de EIU, en América Latina "los niveles de participación política son generalmente bajos y la cultura democrática es débil".
La mayor parte de los países de la región, según el estudio, ha logrado establecer "elecciones libres y justas" y el respeto a las libertades civiles.
De hecho, en ambos factores, Latinoamérica se posiciona mejor que sus pares de Medio Oriente, África y Europa del Este.
Pero el proceso democrático está estancado, asegura el documento.

Democracias plenas

La región "es incapaz de progresar en la democratización", señala el estudio. Uruguay y Costa Rica con la excepción, con índices de 8,17 y 8,03 respectivamente, lo cual permite incluirlos en la categoría de "democracias plenas".
Estas, según el IEU, se entienden como países donde no sólo las libertades civiles y políticas básicas son respetadas, sino que son la base de una "cultura política que conduce al florecimiento de la democracia".
En términos generales, la democracia plena mejor evaluada, con el número uno del índice, es Noruega, con 9,93.
Del otro extremo, en América Latina Cuba (3,52) y Haití (3,82) son los peor evaluados.
Ambos países son considerados por el informe de EIU como "regímenes autoritarios".
Sin embargo, el concepto de "democracia popular o participativa", como define el gobieno cubano su propio sistema político, no es comparable al concepto de "democracia liberal", bajo el cual se entiende el índice.
De todo el listado, el país menos democrático es Corea del Norte, con un índice de 1,08.

Las imperfectas

Chile (7,80), Brasil (7,38), Panamá (7,24), Argentina (6,84), México (6,68), Colombia (6,55), Perú (6,54), El Salvador (6,53) y Paraguay (6,26) están consideradas por el índice como "democracias imperfectas".
Esta categoría abarca aquellos estados que, según el estudio, tienen elecciones libres y justas, libertades civiles básicas respetadas, pero presentan debilidades en otros aspectos como gobernabilidad, bajos niveles de participación y una cultura política poco desarrollada.


Chile es considerada por el índice como una democracia imperfecta.
Sin embargo, los límites entre las categorías del informe son difusos, según le explica a BBC Mundo Francisco Panizza, profesor e investigador de London School of Economics (LSE) y experto en Democracia y Derechos Humanos en América Latina.
"Muchos otros índices ponen a un país como Chile como una democracia plena (...). No existen las democracias perfectas, pero yo diría que países como Chile, Brasil, Uruguay, son democracias en general de buena calidad", señala el experto.

Híbridos y autoritarios

El índice de EIU identifica una última categoría a la que denomina "regímenes híbridos".
En estos sistemas existen, según el estudio, irregularidades sustanciales en las elecciones que usualmente las alejan de ser libres o justas, el gobierno presiona a los partidos de oposición y cuentan con serias debilidades más prevalentes que las democracias imperfectas.
Además, en esos países, el Estado de Derecho es débil y el poder judicial no es plenamente independiente.
El EIU enmarca en este grupo a Ecuador (5,87), Honduras (5,84), Guatemala (5,81), Bolivia (5,79), Nicaragua (5,32) y Venezuela (5,07).


Venezuela tiene un índice de 5,07 y es considerado un regimen híbrido.
Sin embargo, según el profesor de London School of Economics, el punto de división entre democracias imperfectas y regímenes híbridos "no está hecho con demasiado rigor".
Por ejemplo, en el caso de Bolivia, asegura Panizza, "en muchos sentidos el gobierno de Evo Morales profundizó la democracia al integrar y dar participación a amplios sectores excluidos de la sociedad, como los indígenas".
"En Ecuador no cabe duda de que la reelección de Correa reflejó muy claramente la popularidad que tiene el presidente Correa en Ecuador", dice el académico.


Cuba es el país de América Latina con peor evaluación, según el índice.
Otros países como Nicaragua, Guatemala y Honduras "tienen problemas en lo que tiene que ver con la neutralidad del Estado, la vigencia del Estado de Derecho y uso de la libertad de prensa, pero aun así las elecciones siguen siendo libres y sin coerción, por lo que no podría hablarse de regímenes híbridos".

Riesgos

El informe advierte que existen riesgos que afectan a la democracia en general en la región.
"El crimen descontrolado en algunos países –particularmente la violencia y el tráfico de drogas- así como la corrupción, están teniendo un impacto corrosivo sobre la democracia en América Latina", explica el informe.
Pero estos no son los únicos peligros.
"Los problemas más graves para la democracia en la región siguen teniendo que ver con las debilidades institucionales de los Estados, los continuos niveles de desigualdad socioeconómica y los bajos niveles de educación", le explica a BBC Mundo Francisco Panizza, profesor e investigador de London School of Economics (LSE) y experto en Democracia y Derechos Humanos en América Latina.
Un índice más preciso debiera contemplar también estos factores, apunta Panizza.





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¿Cómo eliminar la celulitis?

De origen francés, la palabra celulitis se refiere a los depósitos de grasa debajo de la piel que le dan a ésta un aspecto de “cáscara de naranja” principalmente en la zona de los glúteos, los muslos y el antebrazo. Este problema ha sido ampliamente relacionado con las variaciones en el ciclo hormonal.
La celulitis se produce por la acumulación de grasas y líquido en los tejidos. A lo largo del tiempo, el intercambio reducido de fluidos entre los tejidos lleva a una acumulación interna de depósitos de grasa y los adipositos se multiplican adquiriendo un mayor tamaño. Entre otros factores importantes, esto provoca la conocida “piel de naranja”. Los tejidos pierden su elasticidad y tonicidad, perjudicando el aspecto de la piel que se ve menos firme.
La aparición de la celulitis está vinculada a la reducción en el intercambio intercelular y la retención de líquidos. Cuando las células de la piel pierden vitalidad, la piel pierde su forma, pierde humectación y se torna menos firme.

¿Por qué adquiere la piel este aspecto?

La celulitis es el resultado del agrandamiento de los nódulos hipodérmicos femeninos que dan a la piel la apariencia de “pocitos”. El aspecto visible surge de la oposición de dos fuerzas, el tejido conectivo vertical que tira la piel hacia abajo y la retención de líquido y las células de grasa agrandadas que empujan contra la piel hacia arriba.

¿Cómo eliminar la celulitis?

De todo lo que puedes hacer para combatir la celulitis, debes saber que el 80% de tus probabilidades de éxito dependen de tu alimentación. Para no extender mucho más el vídeo no ahondé en esto, pero aquí te dejo algunos factores clave que debes tener siempre presente para eliminar la piel de naranja:
  1. Come una dieta balanceada que consiste en la proporción adecuada de proteínas, hidratos de carbono complejos, y grasas.
  2. La dieta debe contener una alta cantidad de fibra y proteína magra.
  3. La ingesta de grasas trans deben ser eliminada por completo, las grasas saturadas deben reducirse al mínimo.
  4. Come alimentos ricos en ácidos grasos omega y ácidos grasos esenciales.
  5. Evita los alimentos chatarra y comida rápida, que contienen el colesterol malo.
  6. Agrega frutas y verduras frescas a tu dieta.
  7. Bebe por lo menos 2 litros de agua cada día y evita las bebidas azucaradas con cafeína.



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Corrupción en Venezuela

¿Por qué es única la corrupción en Venezuela?

Hoy, el país regentado por  Nicolás Maduro volvió a salir mal librada en el índice de percepción de la corrupción de Transparencia Internacional. He aquí las razones.


¿Por qué es única la corrupción en Venezuela?
¿Por qué es única la corrupción en Venezuela?

Hacer un trámite en Venezuela no sólo es cuestión tener los papeles en orden. También de conocer a alguien que lo agilice. O pagar una “comisión” para garantizarlo.
Desde sacar la licencia de conducir hasta comprar la leche, pasando por encontrar trabajo o conseguir un permiso de construcción, muchas de las interacciones sociales que uno establece en esta tierra petrolera suelen implicar cierto nivel de corrupción.
En términos criollos, los trámites implican que uno “pague pa’l refresco”, “pa’l café” o, en suma, se “baje con algo” (pague una suma de dinero). Una fórmula de la que, alternativamente, se puede zafar si se tiene “un primo” o incluso “un amigo” bien ubicado (o “enchufado”). Aunque eso no garantiza que el encargo salga gratis, porque el “enchufado” en cuestión bien puede terminar preguntando, y de nuevo en criollo, “¿cuánto hay pa’ eso?”
Es un círculo cotidiano del que es difícil escapar y abarca desde lo micro a las esferas más altas del Estado.
Y quizá esto suene familiar en cualquier país de América Latina, pero el caso de Venezuela
como confirmó este martes una vez más el índice de percepción de corrupción de Transparencia Internacional (TI)
tiene características únicas en el continente.
Entre los 177 países incluidos en el reporte, compuesto con la opinión de cientos de expertos y entidades especializadas, Venezuela está en el puesto 160, con 20 puntos de 100.
De los países latinoamericanos, solo Haití está por detrás de Venezuela, con 19 puntos. Y Somalia, Corea del Norte y Afganistán
con 8 puntos
son considerados los países más corruptos del mundo.
Desde que se empezó a publicar el reporte, en 1993, Venezuela siempre ha figurado entre los países más corruptos.
Pero ¿qué es lo que hace el caso de la corrupción en Venezuela tan particular?

TAMAÑO, CONTROL, INVESTIGACIÓN
El estadounidense Robert Klitgaard define la corrupción como el uso de una posición de poder para fines individuales.
No solamente de poder político, sino de cualquier tipo: desde el vigilante que arma negocio con los parqueaderos hasta el agente de viajes que consigue pasajes más baratos, ambos ejemplos muy típicos de Venezuela.
El economista, conocido como el “experto en corrupción más importante del mundo”, dice que en el escenario ideal para que se desarrolle la corrupción hay monopolio del poder y discrecionalidad, así como falta de rendición de cuentas.
Y en Venezuela, le dice a BBC Mundo la directora de la organización Transparencia Venezuela, Mercedes de Freitas, eso aplica más que en cualquiera país latinoamericano: “Nuestro Estado es el más poderoso, el más cerrado y el menos expuesto al escrutinio”, declara.

ESTADO OMNIPRESENTE
Venezuela es el noveno exportador de petróleo en el mundo, un millonario negocio que controla un Estado cuya relación con la ciudadanía siempre ha sido a través de subsidios y gasto público. De dar, pero no recibir. O, como se hizo del común durante la bonanza de los años 70, “no me den, pónganme donde ‘haiga’”.
Por otro lado, dice De Freitas, “la rama ejecutiva venezolana es muy poderosa y no hay separación de poderes real, así que eso limita la rendición de cuentas y el acceso a la información”.
“En un país donde la gente nunca ha tenido que contribuir a lo público con impuestos, porque hay un Estado paternalista que soluciona todo con plata del petróleo, no se le exige al gobierno que sea transparente, sino que solucione”, asegura.
El sociólogo estadounidense especializado en Venezuela David Smilde explica que “como los recursos públicos son considerados recursos naturales, ‘de todos’, hay una tolerancia con que la gente saque tajada para fines privados”.
Solo el 1,4% de los venezolanos cree que la corrupción es uno de los problemas prioritarios de abordar, de acuerdo a una encuesta de agosto por la agencia Datanálisis. El crimen
40%
y el desabastecimiento
21,2%
son considerados más prioritarios.

LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN
Diferentes gobiernos han emprendido luchas contras la corrupción. El presidente Rafael Caldera
que había ganado las elecciones en 1993 sobre una ola de descontento debida, en parte, a la corrupción
creó el cargo de “comisionado anticorrupción”.
Hugo Chávez ganó su primera elección, en 1998, con un fuerte discurso en contra de la corrupción. Un problema que, como él mismo admitió, no logró controlar. Y ahora su sucesor, Nicolás Maduro, dice que éste será un tema prioritario de su agenda en 2014: es uno de los objetivos que promete abordar con los poderes habilitantes que le otorgó el Parlamento.
Pero, según le dice Smilde a BBC Mundo, “la idea venezolana de luchar contra la corrupción no es fomentar la sanción y la transparencia, sino poner a la gente adecuada, ‘a tu gente’, en el poder, que fue lo que hizo Chávez”.
Expertos coinciden en que el arraigo de la corrupción en Venezuela no es culpa del chavismo, sino que viene de antes. La diferencia, sin embargo, es que el barril de petróleo durante estos 15 años de chavismo pasó de estar a US$8 a costar US$100. Y a más dinero, más potencial para corrupción.
Las acusaciones de corrupción a gran escala en las altas esferas del chavismo son muy comunes, pero pocas veces pasan de la denuncia.
Algunos casos sonados incluyen la importación de millones de toneladas de comida a punto de podrirse (caso “Pudreval”) y el “escándalo de la valija”, la detención de un ciudadano que viajaba en un avión oficial, Guido Antonini Wilson, con una maleta con casi US$800.000 en efectivo no declarados.
La sospecha, no obstante, siempre está, como escribió recientemente el columnista de línea chavista Carlos Lanz Rodríguez: “Hoy podemos reivindicar el ESTADO DE SOSPECHA (sic) sobre todas aquellas personas vinculadas al proceso revolucionario que ostentan los vehículos Hummer, los relojes Cartier, los lentes Gucci, ropas de marca, la colección de caballos y yates, los apartamentos lujosos en Miami, los aviones privados”.

SISTEMA
Para sacar una cuenta de ahorros este corresponsal ha tenido que ir cuatro veces al banco, siempre con requisitos que antes no habían pedido. He esperado, en total, cinco horas para que me atiendan. La última vez se quedaron con los documentos y dijeron que llamarían al día siguiente. Ha pasado una semana.
Pareciera necesario, en lugar de ser una opción, tener un contacto en la gerencia del banco para sacar una cuenta.
Así funcionan las cosas en Venezuela. Tanto en lo público como en lo privado. “El sistema venezolano te impide hacer las cosas por el camino legal”, dice De Freitas. “Así que hay un incentivo que promueve la corrupción”.
Pagar una multa, por ejemplo, suele ser bastante difícil y muchos desconocen cómo se hace. Lo usual es que la infracción se resuelva después de que el infractor le pregunta al policía “¿cómo podemos resolver esto?”, y entre los dos llegan a una suma satisfactoria.
“Donde hay una cola”, asegura De Freitas, “hay un riesgo de corrupción. Y en Venezuela todo es una cola”.

IMPUNIDAD
Según la fiscalía venezolana, alrededor del 90% de los crímenes al año quedan impunes.
Para De Freitas, no hay entes de control y sanción que impidan la corrupción. “Los tribunales, la fiscalía y el Congreso, que son los órganos que tienen potestad, atribución y competencia para investigar, no lo hacen”, asegura.
En Venezuela no se puede informar sobre la escasez, o del dólar paralelo. El gobierno tiene la legitimidad de hablar por horas en cadena nacional obligatoria por radio y televisión. Y los créditos que da la Asamblea Nacional al ejecutivo para emergencias se suelen aprobar para elecciones o proyectos sociales.
“Esos”, dice De Freitas, “son unos de varios ejemplos en los que el Estado legaliza la opacidad, la impunidad y las arbitrariedades”.

Cultura
La pregunta es si los venezolanos son corruptos por naturaleza: si hay una explicación histórica o cultural a que sea normal pagar una “comisión” para agilizar la venta de un apartamento ante un notario público.

De Freitas cree que no: “Yo he visto suecos que se corrompen acá y venezolanos en Noruega que actúan al pie de la letra de la ley. No es la gente, es el Sistema”.
Venezuela está fundada en una cultura del personalismo, dice la activista, que “implica estar bajo el ala protectora de alguien en una relación emocional o transaccional”.
Smilde comparte esta idea, y argumenta que el sentido de moralidad social de los venezolanos es muy personalista. “Los venezolanos tienden a no pensar en términos de principios abstractos y normas éticas, sino en términos de individuos concretos que ‘hacen lo correcto por los demás’. Así, una persona que utiliza un cargo público para dar empleos, favores y especial atención a las personas en su red personal es visto como alguien que ‘no se ha olvidado’ de su pueblo”.
“El venezolano confunde la complicidad con la solidaridad”, dice De Freitas. “Sobre todo si se trata de alguien cercano ”.
Por eso, para sacar una cuenta de banco, se necesita de algo más que tener los papeles en orden.


 

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Delito en uniforme: La situación de la Policía venezolana

La secretaria de Defensa y Orden Público del estado Zulia, Odalis Caldera, anunció la intervención de la Dirección de Investigaciones Penales del cuerpo policiaco de la región Zuliana por presuntos casos de extorsión esto ocurrió en el año 2009 y ¡ahora hoy 20 de enero de 2015: Intervenida otra vez!. La jefa del departamento, explicó que el procedimiento corresponde a casos de extorsión relacionados con tráfico de drogas y la investigación se extenderá por 90 días. Explicó Caldera que todas las propiedades y funcionarios del organismo serán sometidos a revisión al tiempo que se prevé una declaración jurada de bienes por parte de los oficiales. La Fiscalía de Venezuela tiene 755 casos de homicidios en los que estarían implicados policías durante 2008 y el primer trimestre de 2009, indicó la titular de ese departamento, Luisa Ortega Díaz.

Gaceta Oficial N° 40.583


En la Gaceta Oficial N° 40.583 de fecha 19 de enero de 2015, que circula este martes, aparece publicada la resolución del ministerio de Interior, Justicia y Paz, mediante la cual se intervienen cuatro cuerpos policiales municipales en los estados Monagas, Miranda y Zulia, y se designan las juntas interventoras de los organismos de seguridad.



Delito en uniforme : La situación de la Policía venezolana... común en la región


    
        Por Francisco Olivares

      

        "El sueldo de los policías rasos es miserable, si me quejo yo, que soy oficial". La investigación realizada por Conarepol recogió, en la voz de los uniformados, el drama que vive el policía".

        "Para esa zona donde hay unos 2.000 barrios se disponen sólo tres patrullas y muy pocas motos. Prácticamente uno cuenta es con un radio que le permita comunicarse para trasladar de un sitio a otro las personas que a veces llaman¿ ¡mira que hay un problema aquí en un barrio del sector tal y mandas una patrulla, pero si a los dos minutos te llaman de otra parte, ya te queda sólo una. Te menciono eso, porque son problemas diarios en la policía y a veces los vecinos creen que uno es ineficiente porque no llega al lugar. Yo he sido patrullero y por mi experiencia sé que a veces los que patrullan tienen que comprar su material, es difícil, es difícil, cuando eso te lo tiene que dar la misma policía, pero ellos lo hacen, los patrulleros lo hacen, ellos compran sus hojas, reúnen entre los grupos, recogen mensualmente y eso lo debe tomar en cuenta el Estado, aparte de que somos subpagados, tenemos que comprar nuestro material para hacer el trabajo, o sea, muchos funcionarios a veces compran sus uniformes, se compran sus zapatos, o sea, estamos mal". (Crepol, José)

        "Yo tengo tres años en la policía que no recibo un cartucho, o sea, que la policía me dote a mí de un cartucho, tengo que comprarlos. Para mí eso es increíble, inconcebible, que yo entre en un cuerpo policial y me digan que no hay pistolas para que salgas. En otra policía de esta ciudad, los funcionarios tienen que llegar antes de las cinco de la mañana para ir al parque de armas a retirar armas porque no hay; las que hay no alcanzan para todos los funcionarios; los que no tienen, los mandan sin pistolas". (Caopol, Edgar).

        Estos comentarios corresponden a funcionarios activos que participaron en los talleres de autopercepción policial realizados en varios estados y municipios del país por la Comisión Nacional para la Reforma Policial. En las entrevistas se preservó la identidad de los funcionarios de manera que los testimonios no estuviesen contaminados por alguna injerencia externa. En ellos se reflejó el drama de la seguridad y la precariedad de esas instituciones, visto a través de los uniformados.

        La injerencia política en los cuerpos policiales, la corrupción en la que incurren la mayoría de los funcionarios, el militarismo como filosofía, la falta de seguridad social, un nivel educativo en el que sólo 3% tiene grado universitario, los bajos salarios y una dotación inadecuada para enfrentarse a la delincuencia son algunos de los males que acompañan al funcionario policial en su particular batalla diaria.

        Pero el policía es sólo una de las cuatro patas de la mesa en el drama de la inseguridad que vive el país. Con casi 100 mil asesinatos en 8 años, Venezuela se ubica como uno de los países con más alto índice de homicidios por armas de fuego en el continente. En esa guerra no declarada es la policía el primer control en la calle contra la delincuencia y por lo tanto el punto de partida de ese drama.

        Lamentablemente, 15 personas son asesinadas cada semana por policías, según cifras de Provea. Y los propios funcionarios estiman que cerca de 80% de los policías han incurrido en actos de corrupción.

        La encuesta de victimización realizada por Consultores 21 en 2001 reveló que 80% de las víctimas de la delincuencia manifestaron no haber denunciado el hecho alegando que la policía y el sistema de Justicia no harían nada por resolver el caso. Esto revela una crisis profunda en esas instituciones y explica la desconfianza de la población hacia sus policías.

        Desconfianza en la policía
        "Ahí detenemos a un delincuente con bastante cantidad de droga y una vez que intentamos sacarlo, la comunidad de las barriadas, parte alta, tiraba botellas, piedras, objetos contundentes, muchas veces se exponía la integridad de los mismos funcionarios en peligro (¿) Una vez que se hace una aprehensión de un delincuente en una barriada, en un sitio popular, donde verdaderamente no sé con qué fines lo defienden, tratan de anular la actuación policial. Los hechos, la escena de los hechos la perturban completamente, a lo mejor para darle una connotación de la actividad policial de otra forma (¿) en el momento de la aprehensión se atraviesan a la patrulla, no la dejan salir. Muchas veces agreden a los funcionarios". (Anapol, Jacobo).

        "En el cerro no podemos llevar mucho las patrullas, porque la gente del cerro les espicha los cauchos. A veces nos hemos llevado tropiezos porque nos metemos por donde no es y la gente allá recibe a la policía a botellazos, lanzan lavadoras viejas, piedras. Avisan a los delincuentes para que se escondan". (Crepol, José).

        Formación militar
        Soraya el Achkar, secretaria técnica de la Conarepol, sostiene que la policía es una institución creada a partir de los gobiernos de turno, a la medida de los partidos políticos y han crecido como un pequeño ejército del gobernador o del alcalde. Esas policías se descentralizaron sin haber creado una política nacional que las rigiera.

        Por eso es que las policías no se asumen como cuerpos profesionales con procedimientos claramente definidos, señala El Achkar. En esencia son policías "militarizadas" cuya formación se ha orientado hacia la guerra, la lucha contra el enemigo. En esa concepción, el policía identifica al ciudadano como el enemigo que es el presunto delincuente.

        En las investigaciones del equipo de Conarepol se encontró que la formación que reciben los funcionarios está basada en el castigo y una visión de la autoridad basada en el temor.
        Ese es un estilo de obediencia que no ayuda a enfrentar los problemas con la ciudadanía porque estos funcionarios están acostumbrados a obedecer. Por el contrario, la relación con el ciudadano debe ser de diálogo y negociación, y no de órdenes.

        "Hace unos meses en un vehículo que se encontraba estacionado en la vía pública, como a las 10 p.m., se estaba negociando una panela de droga, aproximadamente 1½ kilogramo de presunta cocaína. Una comisión de la policía iba pasando por el lugar y se encontró con tal situación, inmediatamente llamamos al fiscal para reportar el asunto, se detuvo a las personas que se encontraban allí, entre esos había unos estudiantes. Hubo una llamada del jefe del retén de la policía, que había órdenes de arriba para dejar en libertad a los detenidos. El fiscal estuvo a punto de ser despedido". (Guapol 1, Pedro).

        "Hay funcionarios que actúan en función de los intereses del jefe. Si el jefe es amigo de la licorería tal, entonces yo como subalterno no le cierro la licorería porque ese es un amigo de mi comisario". (Idapol 2, Matías).

        Los testimonios recogidos en el estudio de Conarepol determinaron que esa es una práctica común. "Si un policía se niega a una orden del jefe, puede ser expulsado del cuerpo o castigado", afirma El Achker.

        "Matraca" y corrupción
        En el tema de la corrupción se encontró que también la sociedad es responsable de la conducta desviada del policía. Así lo revelan algunos testimonios:

        "Muchos vecinos están de acuerdo con que el policía mate al delincuente, en vez de seguir juicio penal, y hay personas que lo proponen a la policía, hasta proponen pago de dinero si la policía logra quitarles de encima a los malandros. He escuchado a compañeros que dicen que ya yo no hago nada a cambio de nada; esos son antivalores en la policía; ya se están acostumbrando los policías a recibir dinero de la gente". (Guapol 1, Pedro).

        "Yo sé que hay policías corruptos y malandros; no quiero defenderlos, pero yo los entiendo. Cuando usted tiene familia, además vive al lado del malandro, es difícil convivir. Yo conozco un compañero que paraba carros en una vía pública y pedía dinero a los choferes que no tenían sus papeles en regla; eso es "matraca", pero a su vez la esposa estaba enferma, necesitaba dinero para hacerle un tratamiento. ¡Cómo no voy a justificar esa situación!". (Crepol, José).

        "Extorsión, cobro de vacuna, todo eso hacen los policías. Cuando hablo de cobro de vacuna hay funcionarios, y los he visto, que en la zona donde venden la droga le cobran al "jíbaro" de la zona para no tocarlo". (Caopol, Edgar).

        "Yo misma he llamado en primer lugar a los funcionarios involucrados en problemas delictivos; les pregunto la razón; a veces los he entendido cuando me hablan de la enfermedad de un pariente, el sueldo de los policías rasos es miserable, si me quejo yo, que soy oficial, qué decir de un subalterno. Yo misma no los sanciono, los reporto o no, o lo dejo pasar porque comprendo a veces por qué lo hacen; claro, son casos de casos. Yo no los justifico en el 100%, pero a veces sí". (Guapol 2, Carmen).

A fin de cuentas lo que terminan haciendo es: 


La necesidad de depurar los cuerpos policiales es motivo central en buena parte de los planteamientos oficiales, pero su concreción presenta dificultades y riesgos que impiden su realización.
Quienes hablan de los riesgos destacan que si se despide a 100 agentes de dudosa conducta se están colocando en la calle, sin el relativo control de la institución, a 100 potenciales delincuentes con experiencia en el uso de armas y conocedores de las tácticas que utilizan los cuerpos de seguridad contra el delito. 


Y después nos preguntamos: ¿por qué hay tanta inseguridad? Si hasta el CICPC, remasterizado de la PTJ, esta podrido en tan solo 16 años de Revolución y Socialismo s.XXI.




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