¿Sabes Cómo cultivar quinua?. Preparación terreno cultivo de la quinua.Como plantar semillas de quinua. Técnica del cultivo quinua. Semillas de quinua.
Completa nutrición en una semilla: La Quinúa
El componente alimenticio que hace famosa a la quinoa es definitivamente la proteína, no sólo por la calidad de ella sino también por su elevado valor biológico. A diferencia de sus competidores como el trigo, el maíz o el arroz, que tienen no más de 14% de contenido proteico, el tesoro Inca posee entre 17% y 20% de este esencial aminoácido. De 100 gramos de proteína que pueden ser ingeridos por el ser humano, las contenidas en la quinoa son asimiladas por el organismo en un rango de 75, cifra sólo superada por los huevos cuyas proteínas son absorbidas en un rango de 95.
Otros aminoácidos que contiene la Quinua, en una composición sorprendentemente equilibrada, son la lisina, fundamental para el desarrollo cerebral y asociado a la inteligencia, y la metionina, indispensable para el metabolismo de la insulina. Este súper grano es, además, una fuente natural de manganeso, magnesio, hierro, calcio, vitamina E, cobre y fósforo, lo que lo hace ideal para quienes sufren de migrañas, diabetes o ateroesclerosis.
Contiene muy poca grasa, casi no contabiliza calorías, posee un índice glicémico bastante bajo (medición de la cantidad de carbohidratos que contienen los alimentos) y es una excelente opción para incluir fibra en tu dieta. Y como si no bastara, la quinoa es un alimento libre de gluten, por lo que es ideal para aquellas personas que no lo toleran o que presentan ciertas afecciones intestinales. ¡Qué mejor manera de cuidar la figura y la salud al mismo tiempo!
El estudio y análisis
de la agronomía del cultivo de la Quinúa, reviste importancia puesto
que de ella depende, que la producción sea eficiente y adecuada,
asímismo, influye decididamente en la obtención de un adecuado
rendimiento y calidad del producto.
REQUERIMIENTOS
DEL CULTIVO
Los requerimientos
importantes del cultivo de Quinuapara una adecuada producción son suelo,
pH del suelo, clima, agua, precipitación, temperatura, radiación
y altura.
SUELO
En lo referente al
suelo la quinua prefiere un suelo franco, con buen drenaje y alto contenido
de materia orgánica, con pendientes moderadas y un contenido medio
de nutrientes, puesto que la planta es exigente en nitrógeno y
calcio, moderadamente en fósforo y poco de potasio. También
puede adaptarse a suelos franco arenosos, arenosos o franco arcillosos,
siempre que se le dote de nutrientes y no exista la posibilidad de encharcamiento
del agua, puesto que es muy susceptible al exceso de humedad sobre todo
en los primeros estados.
El pH
La Quinua tiene un
amplio rango de crecimiento y producción a diferentes pH del suelo,
se ha observado que da producciones buenas en suelos alcalinos de hasta
9 de pH, en los salares de Bolivia y de Perú, como también
en condiciones de suelos ácidos encontrando el extremo de acidez
donde prospera la quinua, equivalente a 4.5 de pH, en la zona de Michiquillay
en Cajamarca, Perú.
Estudios efectuados
al respecto indican que pH de suelo alrededor de la neutralidad son ideales
para la quinua; sin embargo es conveniente recalcar que existen genotipos
adecuados para cada una de las condiciones extremas de salinidad o alcalinidad,
por ello se recomienda utilizar el genotipo más adecuado para cada
condición de pH, y esto se debe también a la amplia variabilidad
genética de esta planta.
Ultimas investigaciones
han demostrado que la Quinua puede germinar en concentraciones salinas
extremas de hasta 52 mS/cm, y que cuando se encuentra en estas condiciones
extremas de concentración salina el periodo de germinación
se puede retrasar hasta en 25 días (Jacobsen et al., 1998; Quispe
& Jacobsen, 1999).
CLIMA
En cuanto al clima,
la quinua por ser una planta muy plástica y tener amplia variabilidad
genética, se adapta a diferentes climas desde el desértico,
caluroso y seco en la costa hasta el frío y seco de las grandes
altiplanicies, pasando por los valles interandinos templados y lluviosos,
llegando hasta las cabeceras de la ceja de selva con mayor humedad relativa
y a la puna y zonas cordilleranas de grandes altitudes, por ello es necesario
conocer que genotipos son adecuados para cada una de las condiciones climáticas.
AGUA
En cuanto al agua,
la quinua es un organismo eficiente en el uso, a pesar de ser una planta
C3, puesto que posee mecanismos morfológicos, anatómicos,
fenológicos y bioquímicos que le permiten no solo escapar
a los déficit de humedad, sino tolerar y resistir la falta de humedad
del suelo, a la quinua se le encuentra creciendo y dando producciones
aceptables con precipitaciones mínimas de 200-250 mm anuales, como
es el caso del altiplano sur boliviano, zonas denominadas Salinas de Garci
Mendoza, Uyuni, Coipasa y áreas aledañas a Llica, lógicamente
con tecnologías que permiten almacenar agua y utilizarlas en forma
eficiente y apropiada así como con genotipos específicos
y adecuados a dichas condiciones de déficit de humedad, sin embargo
de acuerdo a los ultimás investigaciones efectuadas se ha determinado
que la humedad del suelo equivalente a capacidad de campo, constituye
exceso de agua para el normal crecimiento y producción de la quinua,
siendo suficiente solo � de capacidad de campo ideal para su producción,
por ello los campesinos tienen la perspectiva de indicar y pronosticar
que en los años secos se obtiene buena producción de quinua
y no así en los lluviosos, lo cual coincide exactamente con los
resultados de estas nuevas investigaciones.
En suelos desérticos
y arenosos como el de la costa peruana, la capacidad de campo de los suelos
están alrededor del 9 % mientras que en el altiplano peruano los
suelos franco arcillosos alcanzan la capacidad de campo con el 22% de
humedad.
En condiciones del
sur de Chile, zona de las poblaciones Mapuches (Concepción) la
quinua denominada Quingua, da producciones aceptables con precipitaciones
pluviales que sobrepasan los 2000 mm de lluvia anual, lógicamente
con genotipos excepcionales de días largos y características
del grano diferentes a las quinuas de la zona andina. En general, la quinua
prospera con 250 a 500 mm anuales en promedio, en caso de utilizar riegos
estos deben ser suministrados en forma periódica y ligeros, los
sistemas de riego pueden ser tanto por gravedad como por aspersión
o goteo; se recomienda efectuar riegos por gravedad en la sierra y valles
interandinos, utilizando poco volumen de agua y con una frecuencia de
cada 10 días, considerando al riego como suplementario a las precipitaciones
o como para adelantar las siembras, o cuando se presenten severas sequías,
en caso de la costa donde no hay precipitaciones se recomienda utilizar
riego por aspersión por las mañanas muy temprano o por las
tardes, cerca al anochecer, para evitar la excesiva evapotranspiración
y que el viento lleve las partículas de agua a otros campos y no
se efectúe un riego eficiente.
En caso de riego
por aspersión, la experiencia nos ha demostrado que una frecuencia
de dos horas cada seis días es suficiente para el normal crecimiento
y producción de la quinua, en condiciones de costa árida
y seca del Perú. (Cardenas, 1999).
En lo referente a
la humedad relativa, la quinua crece sin mayores inconvenientes desde
el 40% en el altiplano hasta el 100% de humedad relativa en la costa,
esta alta humedad relativa se presenta en los meses de mayor desarrollo
de la planta (enero y febrero), lo que facilita que prosperen con mayor
rapidez las enfermedades fungosas como es el caso del mildiw, por ello
en zonas con alta humedad relativa se debe sembrar variedades resistentes
al mildiw.
En el caso de utilizar
riego por goteo, se debe sembrar en líneas de dos surcos para aprovechar
mejor el espacio y la humedad disponible de las cintas de riego.
TEMPERATURA
La temperatura media
adecuada para la quinua está alrededor de 15-20 ºC, sin embargo
se ha observado que con temperaturas medias de 10 ºC se desarrolla perfectamente
el cultivo, así mismo ocurre con temperaturas medias y altas de
hasta 25ºC, prosperando adecuadamente, al respecto se ha determinado que
esta planta también posee mecanismos de escape y tolerancia a bajas
temperaturas, pudiendo soportar hasta menos 8 ºC, en determinadas etapas
fenológicas, siendo la más tolerante la ramificación
y las más susceptibles la floración y llenado de grano.
Respecto a las temperaturas
extremas altas, se ha observado que temperaturas por encima de los 38 ºC produce aborto de flores y muerte de estimas y estambres, imposibilitando
la formación de polen y por lo tanto impidiendo la formación
de grano (Junta del Acuerdo de Cartagena, 1990), caso
observado en la zona de Canchones en Iquique, Chile y común en
los invernaderos de la sierra que no cuentan con mecanismos de aireación.
RADIACIÓN
La radiación
es importante, por que regula la distribución de los cultivos sobre
la superficie terrestre y además influye en las posibilidades agrícolas
de cada región. La quinua soporta radiaciones extremás de
las zonas altas de los andes, sin embargo estas altas radiaciones permiten
compensar las horas calor necesarias para cumplir con su período
vegetativo y productivo. En la zona de mayor producción de quinua
del Perú (Puno), el promedio anual de la radiación global
(RG) que recibe la superficie del suelo, asciende a 462 cal/cm2/día,
y en la costa (Arequipa), alcanza a 510 cal/cm2/día;
mientras que en el altiplano central de Bolivia (Oruro), la radiación
alcanza a 489 cal/cm2/día y en La Paz es de 433 cal/cm2/día,
sin embargo el promedio de radiación neta (RN) recibida por la
superficie del suelo o de la vegetación, llamada también
radiación resultante alcanza en Puno, Perú a 176 y en Arequipa,
Perú a 175, mientras que en Oruro, Bolivia a 154 y en La Paz, Bolivia
a 164, solamente, debido a la nubosidad y la radiación reflejada
por el suelo (Frere et al., 1975). Vacher et al. (1998)
determinaron que las condiciones radiativas en el Altiplano de Perú
y Bolivia, aparecen muy favorables para la agricultura. Mencionan que
una RG elevada favorece una fotosíntesis intensa y una producción
vegetal importante, y además una RN baja induce pocas necesidades
en agua para los cultivos.
FOTOPERIODO
La quinua por su
amplia variabilidad genética y gran plasticidad, presenta genotipos
de días cortos, de días largos e incluso indiferentes al
fotoperíodo, adaptándose fácilmente a estas condiciones
de luminosidad, este cultivo prospera adecuadamente con tan solo 12 horas
diarias en el hemisferio sur sobre todo en los Andes de Sud América,
mientras que en el hemisferio norte y zonas australes con días
de hasta 14 horas de luz prospera en forma adecuada, como lo que ocurre
en las áreas nórdicas de Europa. En la latitud sur a 15,
alrededor del cual se tiene las zonas de mayor producción de quinua,
el promedio de horas de luz diaria es de 12.19, con un acumulado de 146.3
horas al año (Frere et al., 1975).
ALTURA
La quinua crece y
se adapta desde el nivel del mar hasta cerca de los 4,000 metros sobre
el nivel del mar. Quinuas sembradas al nivel del mar disminuyen su período
vegetativo, comparados a la zona andina, observándose que el mayor
potencial productivo se obtiene al nivel del mar habiendo obtenido hasta
6,000 Kg/ha, con riego y buena fertilización.
PREPARACIÓN
DE SUELOS
La preparación
de suelos para la quinua es una labor importante, que determinara el éxito
futuro de la instalación del cultivo, por ello, esta debe efectuarse
con el esmero necesario, en la época oportuna, con los implementos
adecuados y utilizando tecnologías, formas y características
propias para el cultivo, dado el tamaño reducido de la semilla
y dependiendo del tipo de suelo a ser utilizado.
Antes de iniciar
la preparación de suelos es necesario ubicar y seleccionar, aquel
que tenga una pendiente adecuada, de buena fertilidad con textura franco
arenosa, que esté bien nivelada y que no se encuentre en una zona
inundable, heladiza, ni demasiada salina, la cual se reconoce por su morfología,
textura, orientación y presencia de plantas indicadoras.
Si la siembra se
efectuara en un suelo nuevo o virgen se debe roturar con un arado de vertedera
o de discos de tal manera que la parte externa quede enterrada en el suelo,
esta labor debe efectuarse al finalizar las lluvias, esto implica en la
zona andina en el mes de marzo o inicios de abril, luego proceder a mullir
el suelo con una rastra cruzada de discos o picos ya sea rígidos
o flexibles de acuerdo a la textura del suelo; esto permitirá que
se produzca una rápida descomposición del material orgánico.
Una vez se esté
próximo a la fecha de siembra se procederá nuevamente ha
desmenuzar el terreno de tal manera que este quede en condiciones óptimas
para recibir a la semilla, para ello se debe pasar una rastra cruzada,
seguida del paso, del rodillo desmenuzador y finalmente una niveladora
o tablón de tal manera que el suelo quede bien nivelado y los terrones
desmenuzados. El mismo día de la siembra debe efectuarse el surcado
del terreno, con una surcadora y con el distanciamiento adecuado a la
variedad utilizada.
ROTACIÓN DE
CULTIVOS
En el caso de utilizar
terrenos ya sembrados anteriormente con otros cultivos, es conveniente
rotar con aquellos que no sean de la misma familia y de preferencia usar
suelos en los que se haya sembrado papa u otro tubérculo para aprovechar
lo desmenuzado del terreno y los nutrientes residuales; esto también
permitirá la menor incidencia de plagas y enfermedades del nuevo
cultivo.
La rotación
que se sugiere en el altiplano es papa-quinua-habas (tarwi) cebada (avena)-
forrajes (pastos cultivados), en otras condiciones donde solo es posible
sembrar quinua, evitar en lo posible el monocultivo de quinua, pues permite
que el suelo se esquilme y la incidencia de plagas y enfermedades se incremente.
En condiciones de costa utilizar la rotación: papa-quinua-maíz
(trigo)-hortalizas-alfalfa.
SIEMBRA
La siembra se debe
realizar cuando las condiciones ambientales sean las más favorables.
Esto está determinado por una temperatura adecuada de 15-20 ºC,
humedad del suelo por lo menos en 3/4 de capacidad de campo, que facilitará
la germinación de las semillas. La época más oportuna
de siembra dependerá de las condiciones ambientales del lugar de
siembra, generalmente en la zona andina, en el altiplano y en la costa,
la fecha óptima es del 15 de septiembre al 15 de noviembre, lógicamente
se puede adelantar o retrasar un poco de acuerdo a la disponibilidad de
agua y a la precocidad o duración del período vegetativo
de los genotipos ha sembrarse, en zonas más frías se acostumbra
adelantar la fecha de siembra sobre todo si se usan genotipos tardíos.
Experimentos efectuados
en costa indican que se puede sembrar durante todo el año, sin
embargo en el invierno se retrasa el crecimiento y también se deprime
la producción. Cuando no se tenga referencias sobre la fecha de
siembra, es conveniente efectuar en la misma fecha que se siembra el maíz.
Existen varios sistemas de siembra en la quinua: directa, por transplante
y asociada a otros cultivos.
Para la siembra directa
se utiliza 10 Kg de semilla procedente de semilleros básicos o
garantizados, los cuales han sido producidos bajo control y supervisión
de un técnico y con condiciones especiales de fertilización,
control de plagas y enfermedades, labores culturales estrictas y de cosecha
sobre todo Rouging de plantas atípicas, extrañas y eliminación
de ayaras (plantas con semillas de color negro, pardo o amarillentas,
del mismo fenotipo que la variedad cultivada), la siembra directa puede
efectuarse al voleo, cuyo uso está siendo desestimado en los últimos
años por los problemás agronómicos que presenta,
como dificultad de las labores culturales, empleo de mayor cantidad de
semillas, desuniformidad de germinación, siendo lo recomendable
efectuar en surcos distanciados de 0.40 hasta 080 m, dependiendo de la
variedad ha utilizar. En costa se recomienda 0.50 m entre surcos, con
una densidad de 5 Kg /ha; en el altiplano seco de los salares se siembran
en hoyos distanciados a un metro entre hoyos y entre surcos , teniendo
hasta 4 plantas por hoyo; este es un sistema de siembra ancestral, excepcional
y único para dichas condiciones secas, áridas, frías
y salinas, utilizando únicamente 3 Kg /ha de semilla seleccionada.
También existen
siembras asociadas a otros cultivos sobre todo al maíz en los valles
interandinos, a las habas a la papa y en muchos casos a la cebada y otros
como oca en el altiplano, en algunos casos solo como bordes o como siembras
intercaladas o solo presencia de algunos surcos en otros cultivos.
Existe el sistema
de siembra por transplante que se usa en los valles interandinos donde
hay abundante presencia de agua para el riego y últimamente se
esta generalizando su uso en la costa sobre todo para evitar el exceso
de plantas que aumenta la cantidad de mano de obra para el entresaque
o raleo que es escasa en la costa e incrementa el costo de producción,
para ello se efectúa una cama almacigera mezclando estiércol,
arena y tierra en la proporción de 1:2:3. luego se surca con la
mano a un distanciamiento de 10cm entre surcos y se siembra a razón
de 1 Kg/ha, se aplica riego por aspersión hasta que las plántulas
alcancen una altura de 10-15 cm y se procede al transplante, con este
sistema se tiene la cantidad de plantas necesarias por hectárea,
alcanzando en promedio a 200,000 plantas por hectárea. La profundidad
de siembra directa no debe de pasar de los 2 cm puesto que el tamaño
de la semilla no permite mayor profundidad de enterrado.