viernes, 10 de enero de 2014

Técnicas de Manipulación de Masas: Retóricas de la intransigencia

Aqui, les dejo un conpendio de saberes usados en nuestra contra por el BIG BROTHER para controlar a las ahora masas, antes Pueblo:

Unidas a otros malos usos de los medios de comunicación, y de sutiles recursos que nos encaminan hacia el consenso y la eliminación de las voces discrepantes, las técnicas de manipulación de masas en el siglo XX, parten de la adaptación de las teorías de Freud por su sobrino Edward L. Bernays (1891-1995), que le sirvieron para incrementar la popularidad de varios presidentes y aumentar los beneficios de numerosas corporaciones estadounidenses, pasando por la Comisión Creel, que tardó sólo seis meses en convertir a la pacífica población americana en belicista, y la actualización de Goebbels para la Segunda Guerra Mundial, que consiguió un estado de “hipnosis colectiva” y la sumisión de millones de alemanes a la ideología nazi.

En este recorrido, la construcción de argumentos y discursos diseñados para frenar la consecución de derechos políticos, civiles y sociales en Europa es analizada por Albert O. Hirschman en “Retóricas de la intransigencia”, y por Carl Sagan en “El Mundo Y Sus Demonios. La Ciencia Como Una Luz En La Oscuridad” de la que dejo un extracto más adelante.

Pero hay mucho más, porque la ingeniería del consenso necesita de términos, conceptos fuertes y argumentos que voy a llamar “sucios”, que se usan magistralmente para conseguir el apoyo de las masas de ciudadanos. Nos ceban con la inmundicia mediática y publicitaria, directa o indirectamente, hasta conseguir que cada ciudadano no sea capaz de distinguir la paja de la información valiosa, y visten la paja con términos grandilocuentes, como la Libertad o la Democracia, ambas con mayúsculas.

Chomsky llamó al sistema actual imperante “lavado de cerebro con libertad”, y en él, la falta de libertad de pensamiento se disfraza con la libertad de expresión. La censura consiste en el silenciamiento o no difusión de las alternativas o voces desacordes con el establishment, y, como comentaba Pascual Serrano en la presentación de su libro “Medios Violentos”, a la que asistí hace unos días en Córdoba, la legitimación, frivolización y trivialización de la violencia y de la guerra que los medios ejercen, unida a la parálisis provocada por el terror y la desinformación premeditada y continuada de las claves que permiten comprender la política internacional, son usadas para lograr interiorizar la ausencia absoluta de responsabilidad, influencia y capacidad de intervención del ciudadano.


Democracia sí, pero mal entendida, esto es, representativa y no participativa. Nuestros derechos democráticos, en la práctica, se reducen al depósito de un voto cada cierto tiempo ( Voto y me olvido ). La lógica de la concentración del poder o monopolio económico hacia el que nos conducen, implica la reproducción del modelo estadounidense: bipartidismo fundamentado en prácticas neoliberales o dos opciones casi idénticas, la denominada “derecha” en lo económico y social y la denominada “izquierda” o socialdemocracia, que se reduce a lo social en mayor o menor medida según las tendencias ideológicas aprendidas en cada Estado. Más a la izquierda, la paja del terror rojo y la caída del bloque soviético, el concepto “radical”, eficaz como ninguno, para ocultar alternativas reales para la economía y un mundo diferente.

La Libertad, mancillada como nunca, sirve al propósito de los dirigentes de la economía mundial para dictar a “nuestros” representantes políticos por dónde deben discurrir las cosas;

Libertad para sus negocios; libertad para el libre tránsito de las mercancías, que no de las personas; liberalismo o neoliberalismo para eliminar trabas a la especulación; libertad para depositar sus ahorros en paraísos fiscales; libre explotación de los recursos naturales y personas del mundo empobrecido; libertad para contaminar y supresión de leyes reguladoras; libre concentración de empresas, de multinacionales, libertad para el monopolio y falsa libre competencia, por tanto; tratados de libre comercio para arruinar a pequeños productores incapaces de competir con nuestros productos subvencionados y más baratos; comercio libre de armas; globalización económica, o libre mercado mundial; despido libre; libertad para elegir ¿o más bien para consumir?; libertad para comprar extensas propiedades estatales, que antes nos pertenecían a todos; libertad de elección entre A y B, siendo A lo mismo que B; “Libertad Duradera”, para masacrar a la gente y robar sus recursos energéticos bajo la mirada de una estatua; libertad, en suma, de expresión, pero convenientemente silenciada o criminalizada cuando escapa los intereses de aquellos que controlan los grupos mediáticos y la economía.

Nos hablan siempre de Goebbels, pero nada de Bernays.



Los medios de comunicación son los perros guardianes de  ciertos privilegios, que reaccionarán a cualquier iniciativa de transformación real de nuestra sociedad, conservando las estructuras asentadas bajo la retórica del miedo, de que cualquier propuesta de cambio significa una amenaza para los logros ya obtenidos, que hay que preservar, y que, en realidad, son los pilares sobre los que se sustentan las marcadas desigualdades, la destrucción del medio ambiente y la irracionalidad del crecimiento económico, o el salto al vacío, de cuyo vuelo ahora disfrutamos.

Dejo, pues, a continuación, algunos de los cimientos sobre los que se sustenta la dialéctica de los que ostentan el poder económico y político. Imaginen ejemplos prácticos. Es fácil.
goebbels

 Los Principios de quienes carecen de éstos.


1. Principio de simplificación y del enemigo único.

Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.

2. Principio del método de contagio.

Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.

3. Principio de la transposición.

Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.

4. Principio de la exageración y desfiguración.

Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

5. Principio de la vulgarización.

“Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”. Esto es tomado casi como una  cita del libro MEIN KAMPF de Aldolf Hitler.

6. Principio de orquestación.

“La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.

7. Principio de renovación.

Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

8. Principio de la verosimilitud.

Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.

9. Principio de la silenciación.

Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen al adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.

10. Principio de la transfusión.

Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

11. Principio de la unanimidad.

Llegar a convencer mucha gente que piensa “como todo el mundo”, creando una falsa impresión de unanimidad.

Estos son los principios de Paul Joseph Goebbels (1897-1945), ministro de propaganda del gobierno de Adolf Hitler en la Alemania Nazi. Figura clave del régimen, conocido por sus dotes retóricas y su capacidad persuasiva, promovió la depuración de los ambientes culturales y la más extensa difusión de los mitos nazis.

Goebbels se basó en estos principios para adiestrar a los alemanes con muy buen resultado. Es por ello, que son usados aún hoy por las democracias occidentales como eficaz herramienta propagandística.

En The Rhetoric of Reaction (Retóricas de la intransigencia), Hirschman describe los argumentos y discursos de quienes se opusieron en Europa al avance de los derechos políticos, civiles y sociales. Quienes se negaban al avance del sufragio universal reclamaron que éste acabaría con la libertad, la que suponía una conciencia del honor y del deber propio de los caballeros y no de los proletarios. Las leyes a favor de los pobres generarían incentivos para que los beneficiados por ellas se transformaran en holgazanes. Finalmente, el avance del Estado de Bienestar terminaría por destruir las libertades económicas y el sentido de empresa tan fundamental para el Occidente capitalista.

El profesor Albert O. Hirschman dedica un libro, The Rhetoric of Reaction, a describir las tesis utilizadas por los pensadores reaccionarios para atacar las propuestas de avance social y evitar el diálogo. Tres son los recursos fundamentales que destaca este académico de Princeton:

La tesis de la perversidad, donde se sostiene que toda acción deliberada para mejorar el orden social, político y económico sólo sirve para agudizar la situación que se desea remediar. La tentativa de empujar a una sociedad en cierta dirección tendrá como resultado que se mueva efectivamente, pero en la dirección opuesta. Así, políticas públicas pueden ser buenas en teoría, pero producirán efectos imprevistos, no deseados y perversos en la práctica.

La tesis de la futilidad, la cual argumenta que los intentos para llevar a cabo reformas sociales serán nulos o de alcance limitado debido a su fragilidad teórica. Todo pretendido cambio es, fue o será en gran medida de superficie, de fachada, cosmético, y por tanto ilusorio, pues las estructuras “profundas” de la sociedad permanecen intactas. Pretende que la medida propuesta se enfrentará a la dura realidad y que nada cambiará.

La tesis del riesgo, que afirma que el costo político y social de las reformas propuestas sólo sirve para poner en peligro los logros precedentes. El cambio propuesto, aunque acaso deseable en sí mismo, implica costos o consecuencias inaceptables. En definitiva, se nos advierte que la política propuesta acarrea cosas positivas, pero que ellas son de menor cuantía con respecto al riesgo de perder todo lo avanzado.

hisrchman



Extracto de “El Mundo Y Sus Demonios. La Ciencia Como Una Luz En La Oscuridad”de Carl Sagan.


Ad hominem – ( existe una conocida Falacia de Atinencia con ese nombre, ver Iving M Copy) En latín “para el hombre”, atacar al argumentador en vez del argumento (ej.Todos los días, en el telediario, de boca de los portavoces de ambos partidos mayoritarios).

Recurso a la autoridad – (ej. El presidente Nixon debería ser reelegido porque tiene un plan secreto para terminar con la guerra en el sur-este de Asia – al ser un secreto no había manera de que el votante pueda evaluar sus supuestos méritos, tan sólo le quedaba confiar en él porque es el presidente, lo cual demostró ser un error).

Consecuencias adversas – (ej. Un Dios que castiga y recompensa debe existir, porque si El no existiese, la sociedad sería mucho más caótica y peligrosa, quizás incluso ingobernable.) Una versión más cínica es la del historiador romano “Polybus”: “Dado que las masas son mutables, están llenas de deseos discordantes, pasiones y no se preocupan por las consecuencias de sus actos, deben ser imbuidos de temores que los llamen al orden. Los antiguos hicieron por tanto bien en inventarse dioses y el castigo después de la muerte”.

Recurso a la ignorancia – afirmar que lo que no se ha demostrado que sea falso debe ser verdad, y viceversa (ej. No hay evidencia clara de que no existan los ovnis no visitan la tierra, por lo tanto los ovnis existen. O: Puede haber trillones de otros mundos, pero no se conoce ninguno con los avances de la Tierra, por lo que seguimos siendo centrales en el universo) Esta falta de paciencia para con la ambigüedad puede criticarse con la siguiente frase: la ausencia de pruebas no es la prueba de la ausencia.

Rogar la respuesta, o presumir la respuesta – (ej. Debemos imponer la pena de muerte para desalentar los crímenes violentos. Pero ¿acaso se reduce la tasa de delitos violentos cuando existe la pena de muerte? O: La bolsa cayó ayer debido a un ajuste técnico y la retirada de beneficios por parte de los inversores – pero ¿hay alguna evidencia clara del rol causal del “ajuste” y la retirada de beneficios? ¿Se aprende algo gracias a esta supuesta explicación?).

Observación selectiva, o la enumeración de casos favorables, o como Francis Bacon lo expresaba, contar los aciertos y olvidar los fallos – (p, ej. Una nación se vanagloria de los grandes hombres que han sido presidentes, pero no mantiene silencio respecto a sus asesinos en serie).

Estadística con números pequeños – (ej. Dicen que una de cada cinco personas en el mundo son chinos. Esto es imposible porque yo conozco a centenares de personas y ninguna es china) O: He sacado tres sietes seguidos. Hoy no puedo perder).

Desconocer la Estadística – (ej. el presidente Eisenhower expresa su sorpresa y alarma ante el hecho de que la mitad del pueblo americano está por debajo de la media en inteligencia).

Inconsistencia – (ej. planificar prudentemente para el peor escenario posible en el caso de un enemigo militar potencial (NT – ¿recuerdan la doctrina del ataque preventivo? -al mismo tiempo que se descartan alegremente estudios científicos que avisan de posibles amenazas futuras porque “no están demostrados”) O: atribuir la caída en la esperanza de vida en la Unión Soviética a los fracasos del comunismo, pero nunca atribuir el elevado nivel de mortalidad infantil en EEUU – el más alto de las naciones industrializadas – a los fracasos del capitalismo. O: Considerar que es posible que el universo dure infinitamente en el futuro pero considerar absurdo que pueda durar infinitamente hacia el pasado).

Non sequitur – En latín, “una cosa no sigue a la otra” (ej. Nuestra nación prevalecerá porque Dios es grande. Casi todas creen lo mismo. Supone la incapacidad de ver diferentes alternativas).

Post hoc, ergo propter hoc – En latín “ocurrió después, por lo tanto fue causado por” (ej. El arzobispo de Manila una vez dijo: “Conozco a una persona de 26 años que tiene aspecto de tener 60 porque tomó píldoras anticonceptivas. O: No había armas nucleares antes de que las mujeres pudiesen votar.)

Pregunta sin sentido – (ej. ¿Qué ocurre cuando una fuerza irresistible se encuentra con un objeto que no se puede mover?) Las dos cosas no pueden existir al mismo tiempo.

Exclusión de punto intermedio, o falsa dicotomía – se trata de considerar sólo los extremos en un continuo de posibilidades intermedias (ej. “Claro, ponte de su parte, yo siempre me equivoco”, O: “O amas a tu país, o lo odias”, O: Si no eres parte de la solución, eres parte del problema”).

Corto plazo frente a largo plazo – se trata de un subconjunto tan importante de la exclusión del punto intermedio que le he dedico atención especial (ej., No tenemos recursos para alimentar a niños malnutridos u ofrecer educación pre-escolar. Tenemos que afrontar urgentemente la inseguridad ciudadana. O: ¿Cómo podemos explorar el espacio o dedicar recursos a la ciencia básica con el déficit que tenemos).

Cuerda resbaladiza, relacionada con el intermedio excluido – (ej., Si permitimos el aborto en las primeras semanas de embarazo, será imposible impedir el asesinato de un niño recién nacido. O, inversamente: Si el estado prohíbe el aborto incluso en el noveno mes, llegará pronto el momento en que nos diga qué podemos o no hacer con nuestro cuerpo en torno a la concepción).

Confusión entre correlación y causalidad – (ej., Un estudio indica hay más homosexuales entre universitarios que entre personas con menos educación, por lo tanto la educación es causa de homosexualidad).

Caricatura – ridiculizar para facilitar la crítica (ej., Los científicos suponen que las cosas vivas se crearon por pura casualidad. O: Los defensores del medio ambiente se preocupan más por los ciertos búhos y sapos que por las personas humanas).

Medias verdades – (ej. Cualquier propuesta electoral, en especial las relativas a los impuestos).

Eufemismos – ponerle nombre atractivo a las cosas indeseables (en vez de guerra, pacificación, salvaguarda de intereses nacionales, muertos "CASUALTIES" "COLATERAL DAMAGE"etc).

Popaganda o cómo hacer dinero manipulando el inconsciente de las clases populares.


Este es solo un ejemplo: la primera meta, fue persuadir a las mujeres para que fumasen rompiendo los tabúes que había en aquel momento (por encargo del presidente de la Corporación Americana del Tabaco). Uno de los escasos psicoanalistas en EEUU le explicaría que el cigarrillo era un símbolo fálico, del poder masculino; con lo que si pudiera encontrar una forma de relacionar el cigarrillo con un reto a ese poder masculino, las mujeres fumarían (y, bueno, tendrían sus penes, esas cosas). En una multitudinaria marcha anual en Nueva York, Bernays persuadió a un grupo de mujeres jóvenes, debutantes en la marcha, para que entraran en esta y ante una señal encendieran cigarrillos; mientras tanto, había informado a la prensa de que se preparaba una protesta en la que un grupo de mujeres pretendía encender sus “antorchas de la libertad”, que sería el término en el que se centraría todo. El mensaje, sería que cualquiera que apoyase este tipo de igualdad, lo haría encendiendo sus propias “antorchas de la libertad” (y qué hay más americano que eso…). Desde entonces, las ventas de cigarrillos a mujeres empezarían a ascender, haciendo fumar en mujeres un acto aceptable, a través de este acto simbólico.

Rapidamente Bernays sacó la conclusión; podía hacerse que la gente se comportara de forma irracional si se enlazaban productos con sus emociones y deseos. Es decir, la idea de que fumar hiciera más libre a la mujer era irracional en sí, pero podía hacerles sentir más independientes. Los objetos, podrían ser poderosos símbolos sobre la forma en que querrías que otros te vieran; la compra del producto no debería apelar a motivos racionales, sino a las emociones. Podrías sentirte mejor comprando esta o esa cosa.

Esto fascinó a las corporaciones norteamericanas, preocupadas porque en una economía en la que se fabricaban los bienes “necesarios” y se vendían como necesidades, podría llegar un momento en el que teniendo suficientes cosas la gente dejara de comprar. Así, lo que debían transformar, era la forma del público de concebir los productos; de una cultura de la “necesidad” a una cultura del “deseo”. Buscando estas motivaciones de la mente humana al servicio del producto, la popularidad de Edward Bernays entre la norteamérica corporativa se dispararía.

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