viernes, 3 de octubre de 2014

Cúales son Los minerales imprescindibles para vivir

Si un mineral esencial que falta, su cuerpo no será capaz de desempeñarse al 100% | BBC Mundo 
 
Si un mineral esencial que falta, su cuerpo no será capaz de desempeñarse al 100%

El Zinc es necesario para la enzima que activa la vitamina A, que es vital para la buena visión. Sin esta enzima la vitamina A no es usada correctamente por el cuerpo. Esta deficiencia puede resultar en ceguera nocturna
Los minerales no tienen que ser un misterio. A pedido de BBC GoodFood, la nutricionista Jo Lewin ofrece un repaso general de los más esenciales y consejos sobre cómo obtenerlos forma natural.
El cuerpo humano usa los minerales para muchas cosas, entre ellas mantener a los huesos y las células de la sangre saludables.
Junto con las vitaminas, son componentes fundamentales de las enzimas y coenzimas.
Si un mineral esencial que falta, su cuerpo no será capaz de desempeñarse al 100%.
Por ejemplo, el zinc es necesario para la enzima que activa la vitamina A, que es vital para la buena visión. Sin esta enzima la vitamina A no es usada correctamente por el cuerpo. Esta deficiencia puede resultar en ceguera nocturna.

Calcio
El calcio es importante para la actividad de muchas enzimas del cuerpo y es esencial para el desarrollo y mantenimiento de huesos y dientes.
Además, la contracción de los músculos, la liberación de neurotransmisores, la regulación de los latidos del corazón y la coagulación de la sangre dependen del calcio.
Es posible que durante el crecimiento, el embarazo y la lactancia se requiera una mayor demanda.
La deficiencia del calcio en los niños puede provocar raquitismo, mientras que en los adultos puede contribuir a la hipertensión arterial y la osteoporosis.
Cómo conseguirlo
Consuma tres porciones de lácteos por día: tres rebanadas de queso, un yogur y un vaso grande de leche proporcionará la ingesta diaria recomendada (IDR).
Las mejores fuentes de calcio son los productos lácteos, los pescados de huesos pequeños como las sardinas y anchoas, los vegetales verdes, frutos secos como las almendras y las semillas de sésamo, tofu y albaricoques.
También se puede comprar el pan fortificado con calcio, pero es mucho mejor conseguirlo en fuentes naturales.
Fósforo
El fósforo es uno de los minerales más necesarios, pues juega un papel en el metabolismo energético, la absorción del calcio y la conversión de proteínas para el crecimiento, mantenimiento y reparación de células y tejidos.
Cómo conseguirlo
Es fácil de encontrar, está presente en la mayoría de los alimentos, incluyendo aquellos ricos en proteínas.
Las fuentes alimenticias son la carne, la leche, los cereales integrales, los frutos secos y las semillas.
Magnesio
El magnesio es esencial para activar muchas enzimas, músculos y funciones nerviosas.
Cuando hay una deficiencia, es posible sentir calambres musculares, dolores de cabeza, pérdida del apetito, insomnio y una predisposición al estrés.
Cómo conseguirlo
El magnesio está presente de forma abundante en los alimentos integrales (no procesados, no refinados).
Las mejores fuentes son: algas marinas, frutas cítricas, vegetales de hojas verdes como brócoli, frutos secos, repollo, cereales integrales y tofu.

Cromo
El cromo es vital para el factor de tolerancia a la glucosa (FTG), un sistema de enzimas que trabaja con la insulina para absorber la glucosa en las células, regulando los niveles de azúcar en la sangre.
Puede agotarse por el exceso de azúcares refinados o productos que contengan harina blanca, y la falta de ejercicio.
Su ausencia provocaría una intolerancia a la glucosa.
Cómo conseguirlo
Está presente en la levadura de cerveza, los cereales integrales, las papas, manzanas, nabos y bananas.

Hierro
Está presente en cada célula del cuerpo y es esencial para la vida humana.
Desempeña un papel central en la producción de la hemoglobina, presente en los glóbulos rojos, que transporta el oxígeno desde los pulmones a los tejidos del cuerpo y dióxido de carbono de los tejidos a los pulmones.
También está presente en varias enzimas clave para la producción de energía y el metabolismo, incluyendo la síntesis de ADN. La deficiencia de hierro -la más común del mundo- puede conducir a la anemia.
Cómo conseguirlo
Una porción de carne roja o de sardinas servida con algún vegetal de hoja verde y oscura como la col rizada (kale, en inglés) cumplirá los requerimientos de la IDR.
También está presente en las vísceras, las yemas de huevo y los cereales fortificados.

Selenio
El selenio trabaja con la vitamina E para prevenir el daño de los radicales libres a las membranas celulares.
Es clave para un sistema inmunológico saludable, la fertilidad y el funcionamiento de la tiroides.
También ayuda a regular la presión arterial.
Cómo conseguirlo
Algunas nueces de Brasil o un sándwich de gambas hecho con pan integral proporcionarían la ingesta diaria.
Otras buenas fuentes son las vísceras, los mariscos, la mantequilla, el aguacate y los cereales integrales.

Zinc
Es parte de las más de 200 enzimas del cuerpo.
Juega un papel en más reacciones que cualquier otro mineral.
Sus niveles adecuados son necesarios para un buen funcionamiento del sistema inmune.
Su deficiencia resulta en una mayor susceptibilidad para contraer infecciones.
Es esencial para el mantenimiento de la visión, el gusto y el olfato.
Cómo conseguirlo
Está presente en pescados, mariscos, carnes rojas y magras, semillas, frutos secos, legumbres y cereales integrales.

Potasio
Ayuda a que los músculos y nervios funcionen correctamente, reduce el riesgo de problemas cardiovasculares y presión arterial alta, alivia la fatiga, la irritabilidad y la confusión.
Las personas mayores pueden sufrir del exceso de este mineral, pues sus riñones pierden la capacidad de eliminarlo.
Cómo conseguirlo
El potasio está presente en muchos alimentos, especialmente en frutas como el mango o plátano y verduras como acelgas, champiñones y espinacas.

Sodio
El sodio es un componente de la sal, que está naturalmente presente en casi todos los alimentos que comemos.
La mayoría de la gente come más sal de la que es buena para su salud. A los adultos se les recomienda consumir no más de 6 gramos de sal al día (el equivalente a 2,5 gramos de sodio).
Cómo conseguirlo
Tres cuartas partes de nuestro consumo de sal proviene de alimentos procesados, como los cereales para el desayuno, las sopas, salsas y otros enlatados.

Modelo Empresa Transnacional: el Saqueo e Impunidad institucionalizados.


Los seres humanos todavía no hemos rebasado la fase del egoísmo, la avaricia y nos hemos alojado en las formas económicas y amorales más absurdas que tienen que ver con el neoliberalismo, capitalismo  y la deshonestidad. Aspectos que han traído como consecuencia una doctrina basada en el Consenso de Washington que ha cambiado el espacio mundial y el de Latinoamérica, trayendo consigo la venta --privatización--  de activos de lo pueblos que componen toda la región Latinoamericana y otras en el mundo.

Es importante destacar cuatro países representativos de dicho saqueo como son: México, Brasil, Argentina, Colombia y Chile, cuyos bienes han pasado, como efecto de la modernidad y la globalización unidimensional, a ser parte de las grandes empresas trasnacionales y cuya doctrina reza que el no hacerlo significa no pasar a la época de las grandes reformas y de los grandes cambios tecnológicos, cuando en realidad este despojo en contubernio con los gobiernos en turno, representa un incremento en la pobreza y marginación de grandes colectivos.

Hoy por hoy vivimos un neoliberalismo deshonesto que surgió de las bases del comportamiento oportunista que se dio en Latinoamérica, en donde las masas fueron convencidas de las bondades de un nuevo modelo gracias a  su disciplina y fervor a los gobernantes que se trasformaron  con  la globalización y se pusieron la  investidura del libre mercado;  mediante un patrón de comportamiento indecoroso y de engaños.
Los grandes proyectos de las empresas transnacionales basados en el saqueo de recursos naturales y la destrucción del medio-ambiente a una escala nunca vista hasta ahora, se han convertido en la fuente principal de conflictos ambientales en América Latina. La proliferación de estas operaciones económicas es favorecida por planes que fomentan las exportaciones, fundamentalmente de materias primas, con miras "al crecimiento y el desarrollo" de una región con vastas riquezas minerales, con la mayor reserva de biodiversidad, con un tercio del agua dulce y cerca de un tercio de los bosques del planeta.

La situación se identifica en los últimos quince años con una globalización financiera y corporativa, que ha asumido una posición central en todos los negocios internacionales. Este mercado global entre empresas transnacionales define el rumbo de una acumulación: fuerte en el centro y débil en las periferias, desarrollando un estilo neo-colonial en la explotación de los recursos. Estas operaciones, dominadas por el capital transnacional y su búsqueda exclusiva de ganancias inmediatas, distorsionan las cifras del producto bruto de cada país, al incluirse la explotación de recursos en el rubro correspondiente a la producción nacional.

El proceso está marcado por la entrega abierta de territorio ( Lésase el libro: Las venas abiertas de América Latina de Eduardo Galeano ), exenciones tributarias, facilidades en las concesiones de aguas y de explotaciones mineras, servicios baratos generalmente provistos por fondos públicos, desprotección de la fuerza de trabajo, del medio-ambiente y de la salud y el modus vivendi de muchas comunidades. Este proceso se está dando de modo similar en diferentes países latinoamericanos, conformando en algunos casos verdaderos modelos de operación, donde las transnacionales, con una inversión mínima se llevan recursos de enorme valor, dejando un saldo de contaminación y destrucción del medio-ambiente y un empeoramiento de las condiciones económicas y de salud de las poblaciones afectadas directa o indirectamente por su accionar.

Como el objetivo básico es incrementar el capital, el mundo corporativo impulsa preferentemente el desarrollo de industrias que garanticen las mayores ganancias, como los monocultivos agroindustriales y la minería. Más aún, dentro de cada una de estas actividades se da prioridad al tipo de producción más rentable. Así, los monocultivos se orientan hacia la exportación de alimento animal o de celulosa, y la actividad minera muestra una tendencia a centrarse en la extracción de elementos tales como Oro y Uranio.

Frente a esta arremetida de las transnacionales que operan en el ámbito de la extracción de recursos, los gobiernos locales no han hecho la inversión necesaria en educación, capacitación, ciencia y tecnología para crear capacidades orientadas a la obtención de un potencial valor agregado dirigido a un "desarrollo hacia adentro". Mas bien, las nuevas promociones de técnicos y profesionales pasan a constituir otro aporte nacional al éxito de la inversión extranjera, al entrar de lleno al juego de la "competitividad" de los países, medida en términos del crecimiento de las exportaciones de las empresas transnacionales.

Todos los componentes de la ecuación -grandes corporaciones en busca de la máxima rentabilidad, organizaciones económicas intergubernamentales instrumentalizadas por el gran capital para la obtención de sus fines ( ONG y lobbys ), gobiernos y políticos locales lacayos, legislaciones débiles o inexistentes, desinformación y ausencia de espacios de participación ciudadana real, contribuyen a fortalecer la salida vertiginosa de los recursos de América Latina. Se establece así una suerte de destino manifiesto en el servicio de los intereses corporativos, cuya orientación es totalmente opuesta al desarrollo, al mejoramiento de la calidad de vida, la justicia social, la sustentabilidad. Por el contrario, y pese al ambigüo y autocomplaciente discurso macro-económico de gobiernos y élites nacionales, en buena parte de la región se vive un constante deterioro de las condiciones económicas y sociales de sectores mayoritarios de la población, incluso en países que se presentan como paladines de esta cruzada neoliberal. El caso de Chile es paradigmático, con su sorprendente y siempre creciente desigualdad en la distribución del ingreso.

Ocupación del territorio

El desarrollo de los proyectos extractivos exige ocupar e intervenir inmensas extensiones de territorio, utilizar enormes cantidades de agua pura y emplear substancias tóxicas de modo intensivo. La satisfacción combinada de estas necesidades implica la destrucción masiva del medio-ambiente y un deterioro grave de las condiciones de vida de las comunidades afectadas, que incluso pueden verse privadas del acceso a recursos vitales como el agua y los recursos marinos. Poco importa para este tipo de explotaciones que los territorios intervenidos sean ricos en biodiversidad o que sirvan de sustento a determinadas comunidades.

Resulta ilustrativo revisar el crecimiento de la superficie ocupada por estos proyectos. Entre 1990 y 2000 se deforestaron 467.000 km2 en América Latina para destinarlos a usos tales como la agroindustria y las explotaciones mineras (1). La deforestación de la Amazonia brasileña había llegado en 2005 a unos 680.000 km2, de acuerdo con un informe gubernamental que identifica con imágenes satelitales las áreas destruidas por plantaciones para celulosa, siembras de soya, empresas mineras y otros depredadores. ( http://www.mre.gov.br/ )

En 2002 las plantaciones de eucaliptos en Brasil sobrepasaban los 30.000 km2 y ahora se discute una ley que permite la devastación forestal prácticamente ilimitada. Se estima que Argentina perdió casi dos tercios de sus bosques originarios durante el siglo veinte. Gran parte de ese territorio está ahora ocupado por cultivos de soya, algodón y maíz transgénicos (140.000 km2) y plantaciones de pinos y eucaliptos. En Paraguay la superficie sembrada de soya creció entre 1995 y 2003 de 8.000 km2 a casi 20.000 km2. Para cultivar soya en Bolivia se deforestaron más de 10.000 km2 de bosque durante los últimos 15 años.

El área concesionada a proyectos mineros tiende a cubrir un promedio del 10% del territorio de los países en la región. Esta dimensión varía con la duración de las faenas (entre 5 y 20 años) y si las solicitudes de exploración y explotación se refieren más de una vez a un mismo sector. También hay que considerar que el área de influencia de la explotación minera es siempre mayor que la superficie concesionada, puesto que implica toda la infraestructura de vías de comunicación y accesos a suministros, fuentes de energía y agua. La energía proviene en parte de centrales hidroeléctricas -existentes o proyectadas- que ocupan a su vez más territorio, más agua y generan otros conflictos.

En Perú la superficie concesionada a las mineras creció de 1,49% en 1991 a 8,2% en 2006 (105.504 km2); en México, 3% en 1994 y 8%, en 2002 (158.595 km2); en Chile, 7,3% en 2002 y 10,6% en 2003 (80.000 km2); en Ecuador, 5% en 2000 y 16,7% en 2004 (45.513 km2). En este último país las solicitudes de concesiones cubrían el 69% del país en 2000 y el 84,5% en 2004.

Los daños

A las emisiones nocivas lanzadas por estas industrias al aire (CO², SO²), al agua y los suelos (dioxinas y derivados del uso de cianuro, arsénico y mercurio, entre otros), se agregó en los últimos años la contaminación con plaguicidas y transgénicos de los monocultivos. Además de provocar serios problemas de salud y deterioro de condiciones de vida a poblaciones campesinas de varios países, la aplicación masiva de agroquímicos está produciendo daños de otro tipo que en un futuro no tan lejano agravarán el panorama más allá de cualquier predicción. Se teme que la destrucción de su hábitat, el uso de plaguicidas y la introducción de cultivos invasores está causando la disminución de polinizadores, lo que pone en el peligro de extinción a muchas especies vegetales y la cadena sigue.

Las empresas transnacionales de plaguicidas producen también las semillas transgénicas y son propietarias de la mayoría de las patentes de biotecnología agrícola, con lo que pueden tener el control de la agricultura y de la cadena alimentaria a nivel mundial. La contaminación transgénica es un negocio adicional de estas industrias, que por la vía judicial exigen pago a los agricultores cuyos cultivos accidentalmente se han contaminado con semillas patentadas. Incluso cuando no pueden cobrar por sus patentes, como le ocurrió a Monsanto en Argentina, se beneficiaron con la venta de plaguicidas.

La operación de cada planta de celulosa requiere de cientos de miles de hectáreas de plantaciones, conocidas ya como "desierto verde" porque han significado la destrucción de una superficie similar o mayor de bosque nativo con la correspondiente pérdida de biodiversidad en flora y fauna, la contaminación y el agotamiento de cauces de agua. Además, la cantidad de agua que precisa cada una de estas fábricas en sus procesos es tan enorme que tienen que instalarse junto a grandes ríos para aprovechar el recurso y luego desecharlo seriamente dañado. Respecto a las plantas de celulosa recuerdese el caso de la instalada en Uruguay y me hace recordar a la super contaminante en Torrelavea, Cantabria a orillas del rio Saja-Besaya.

Empresas y gobiernos presentan en sus campañas a los monocultivos de árboles como "forestación". Sin embargo, los estudios confirman los efectos negativos de esta actividad al registrar destrucción de bosque nativo, disminución de biodiversidad y fuentes de agua, problemas de salud a comunidades vecinas, contaminación de agua y degradación de suelos.

La devastación que produce la minería queda patente en los grandes depósitos de escoria contaminada que han acumulado años de explotación en cada uno de los países. Esta destrucción continúa y se agrava a medida que crece el número de las explotaciones a tajo abierto de cobre y sobre todo de oro y uranio. Como en estos casos el mineral está diseminado en extensos terrenos, su extracción implica remover con explosivos grandes cantidades de roca y someter el material resultante a un proceso de lixiviación que emplea enormes cantidades de agua mezclada con ácido sulfúrico para extraer cobre y uranio, y con cianuro para recuperar el oro. Parte importante de estas labores se efectúa a más de mil metros de altura sobre el nivel del mar, cerca de fuentes acuíferas. Los desechos quedan ahí para siempre y se convierten en fuente de contaminación de aguas superficiales y subterráneas que al descender hacia los valles afectan a sectores con economías basadas en principalmente en la agricultura.

En 1998, 23 de los 29 proyectos mineros del departamento de Cajamarca en Perú correspondían a extracción de Oro. Las empresas socias del Consejo Minero -que extraen casi la totalidad del Cobre, Oro, Plata y Molibdeno de Chile- explotaban en 2004 nueve yacimientos de Oro en ese país. Ese mismo año se realizaban operaciones en 23 yacimientos de Oro en Centroamérica. La cifra tiende a aumentar en esa subregión: este año se otorgaron 16 licencias para exploración de Oro solamente en el altiplano guatemalteco de San Marcos.

En Latinoamérica únicamente Argentina, Brasil y México usan elemento Uranio para producir energía eléctrica, por lo que despertó preocupación la denuncia sobre exploraciones de elemento Uranio en Guatemala desde enero de 2005 y el otorgamiento de nuevas licencias este año para explorar el elemento radioactivo en ese país. En marzo de 2006 más de 32 empresas realizaban prospecciones y exploraciones de uranio en Argentina, Bolivia, Brasil, Guatemala, México y Perú ( http://www.wise-uranium.org/upsam.html ).

El negocio parece asegurado para los próximos años puesto que la Agencia Internacional de Energía Atómica anunció recientemente la instalación de 130 nuevas centrales nucleares y el precio del elemento Uranio sigue en ascenso. Dadas las precarias condiciones actuales para supervisar las explotaciones de elemento Oro cabe preguntarse cómo se va a controlar la extracción del elemento Uranio. Conviene recordar la mina de elemento Uranio de Wismut, que funcionó entre 1945 y 1990 en la ex República Democrática Alemana y dejó más de 5.000 mineros muertos de cáncer al pulmón.

En 2004 Perú contaba con ocho funcionarios para monitorear en terreno más de 6.200 concesiones mineras; ese mismo año el gobierno chileno dictaba un decreto para que la empresa Barrick Gold hiciera fiscalización aduanera a su propio proyecto de Plata y Oro en la frontera con Argentina ( ¡ Buitre cuidando carne !). Con tan mínima fiscalización estas industrias pueden ocultar buena parte de sus actividades, incluyendo escapes radiactivos o tóxicos, intencionados o accidentales. De hecho, en 1999 lluvias fuertes desenterraron centenares de tambores de cianuro de Sodio en Amapá, Brasil, en terrenos de una mina asociada al Grupo AngloGold/Anglo American. Hubo muertos y los peces desaparecieron del río Vila Nova, pero nadie se hizo responsable. En Chile, en 2005, a raíz de un accidente radiactivo en una planta de celulosa de Celco en construcción, se supo que la empresa había ocultado hechos similares en el pasado (Recordad el caso de TEPCO en Fukishima ). Poco después se descubrió que otra empresa de celulosa en Chile, CMPC, ocultó durante diez años un derrame de elemento Mercurio en una de sus plantas. Ni contar "La mano Negra de Texaco" que dejó mas de mil piscinas de desechos petroleros en la amazonia ecuatoriana.

Reacción de los afectados

Pese a que las elites políticas hacen frente común con las empresas en las operaciones de blanqueo de imagen y en la represión de las protestas a través de paramilitares o mercenarios - práctica habitual en Africa y situación cada vez más común en países latinoamericanos como Colombia, Ecuador y Perú  - la reacción de las comunidades ha ido en aumento al conocerse el real impacto de estos proyectos sobre su salud, sus patrimonios ambientales, sus culturas y sus economías. Comienza a saberse que estas operaciones industriales generan falsas expectativas de empleo y ni siquiera aportan ingresos a los gobiernos nacionales, ya sea en impuestos o regalías. A las movilizaciones indígenas y campesinas en Brasil, Bolivia, Colombia, Guatemala y Ecuador, que se han enfrentado por años a las compañías mineras, petroleras y forestales, se agregan ahora las protestas de sectores ciudadanos que rechazan la instalación de megaproyectos destructivos del medio-ambiente en Argentina, Brasil, Chile y Uruguay. La gente también está reaccionando contra las políticas que por un lado impiden que la población tenga acceso a los recursos vitales y por otro los entregan al negocio transnacional, como sucede con la privatización del agua y la concesión a privados de los mares territoriales y bordes costeros. Se suma a lo anterior una oposición cada vez más fuerte a los tratados de libre comercio bajo los términos de las corporaciones transnacionales, que facilitan el saqueo y la destrucción de recursos al disminuir aún más las débiles regulaciones nacionales.

La reacción frente a las protestas es asumida indistintamente por las empresas o los gobiernos, por separado o en conjunto. Son numerosos y repetidos los casos de abusos a los derechos humanos cometidos para facilitar la instalación y desarrollo de estos negocios. Estos atropellos van desde la persecución de opositores individuales hasta la represión masiva y el desplazamiento de comunidades. Estos últimos años se han reportado casos graves de esta índole en Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, Paraguay y Perú. Pero la represión puede tomar otras formas, como en Chile, donde se echa mano a leyes antiterroristas para encarcelar a dirigentes de comunidades indígenas que defienden sus derechos territoriales frente a la expansión de las empresas forestales. La mayoría de éstas se halla involucrada en denuncias por participar en acciones represivas contra comunidades indígenas, por conflictos de tierra o destrucción de bosques.

Afianzadas en la región durante los regímenes dictatoriales de la segunda mitad del siglo veinte, estas industrias no constituyen una fuente importante de empleo, nunca lo son. Más bien prescinden de la población, excepto como mano de obra barata ocasional. Su accionar destructivo del entorno promueve el despoblamiento de las zonas donde operan.

Los beneficios

En definitiva, los únicos beneficiados reales resultan ser las empresas inversoras y sus accionistas. En 2004 los ingresos de las 10 empresas mineras más grandes que operan en Latinoamérica fueron de más de 130 mil millones de dólares (Alcoa, AngloGold/Anglo American, Barrick Gold, BHP-Billiton, Meridian Gold, Newmont, Noranda, Phelps Dodge, Placer Dome y Rio Tinto). Cinco empresas forestales productoras de celulosa tuvieron ingresos por US$10.501 millones en 2004 (Aracruz Celulose, Celulosa Arauco, CMPC, Bahia Sul Celulose, Votorantim Celulose) Tres productoras de semillas transgénicas y plaguicidas tuvieron ingresos por US$20.645 millones en 2005 (DuPont Agriculture & Nutrition, Monsanto y Syngenta). Cargill, la empresa de agronegocios señalada como caso ilustrativo de lucro con la destrucción de la Amazonia, tuvo ingresos de más de 63 mil millones de dólares en 2003.

Entre 1994 y 2001, el Banco Mundial, a través de su Corporación Financiera Internacional (CFI), otorgó préstamos por más de 790 millones de dólares para proyectos mineros en Bolivia, Brasil, Chile, México, Perú y Venezuela (a Anglo American, BHP-Billiton, Barrick Gold, Mitsubishi, Mitsui, Newmont, Pan American Silver y Rio Tinto, entre otras). En Aracruz y Bahia Sul hay participación del Banco Mundial, a través de la CFI (http://www2.ifc.org/ogmc/eirprojects.htm, acceso 8 de noviembre de 2004).

Por otro lado, desde 1988 hasta 2005 el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA) había girado garantías por un total de US$1.110,6 millones a proyectos mineros en general. Los nombres de las empresas señaladas anteriormente se repiten entre los beneficiados.

La Corrupción de las transnacionales.


La magnitud alcanzada por estas instalaciones productivas resulta posible gracias a la participación interesada de la elite política, que actúa como facilitadora de concesiones y encubridora de una inmensa contaminación ambiental, a la vez que abandona su rol cautelar de los derechos económicos y sociales de los sectores mayoritarios de la población. Ya no es la clásica corrupción ligada al indebido enriquecimiento personal o de pequeños grupos. Ahora se trata de elites políticas nacionales integradas al tejido de las transnacionales, con sus funcionarios saliendo y entrando de puestos públicos a privados (en directorios de empresa, agencias de lobby o de asesorías) o a cargos en organismos intergubernamentales, colocando a sus familiares y correligionarios en puestos de poder, obteniendo financiamiento para los partidos políticos, recibiendo honores y participación en fundaciones u otras plataformas para seguir en el negocio.

Todo se enmarca en una legalidad ad hoc, diseñada en muchos casos por juristas y economistas vinculados a las pasadas dictaduras militares y luego ampliada y perfeccionada por las corporaciones y los gobiernos civiles. En las negociaciones previas y en la puesta en marcha de cada industria opera el arte de la no transparencia, fenómeno ya documentado en el caso de las petroleras a nivel mundial. La aplicación de políticas neoliberales coordinadas e impuestas a través del Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y Organización Mundial de Comercio, en convivencia con las redes políticas locales, crea un ambiente favorable para estos proyectos, traducido en débiles obligaciones laborales, ambientales y de fiscalización, grandes facilidades financieras y amplia disponibilidad de mano de obra barata. Tales condiciones permiten a las empresas operar con un ostensible desprecio por las comunidades a las que afectan y utilizar procesos destructivos y contaminantes rechazados en países desarrollados.



Esta situación se ha ido enraizando profundamente hasta constituirse en el modelo natural de hacer las cosas, --el único viable, según los lacayos que nos gobiernan-- que origina un convencimiento gubernamental reforzado por los dogmas neoliberales predominantes en la clase política. Los países latinoamericanos deben "crecer hacia fuera", en brazos corporativos. Se trata de "la única vía posible de crecimiento", afirman a coro el sector empresarial y los políticos, la oligarquía postrada al imperio. Este desastre -- este anti-sistema o sistema default-- se ha constituido así en sistema, y el avance de una crítica se hace difícil ya que debe enfrentar a la totalidad de las fuerzas involucradas en este exitoso esquema de explotación neo-colonial y de alienación, quizás el más perfecto de la historia. La información disponible nos dice que en la región nos encontramos con una pérdida brutal de recursos naturales y humanos, con una gigantesca distorsión en el desarrollo y con un proyecto destinado a causar situaciones de pobreza y deterioro ambiental irreversibles.


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jueves, 2 de octubre de 2014

Elecciones Brasil 2014: Gana Dilma Rousseff

Elecciones en Brasil: Una carrera estrecha para Dilma Rousseff


Cristián Zúñiga P. | 18:55 hrs.

eleccion brasil

Los comicios presidenciales de acercan a pasos agigantados en Brasil y luego del término de la Copa del Mundo, ya no hay excusas para que las dirigencias políticas no sean parte del debate en torno a los reclamos ciudadanos de mejores condiciones de vida, especialmente en las grandes ciudades y enfrentar con decisión el flagelo de la corrupción. En la carrera presidencial, el contendor de la opositora Social Democracia, Aécio Neves acortó la distancia con la Presidenta Dilma Rousseff a solo 8 puntos en la intención de voto, mientras tanto, la carta del Partido Socialista, Eduardo Campos, suma un 10%.


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Las elecciones presidenciales del próximo 5 de octubre en Brasil ya entraron en tierra derecha, luego de la polémica Copa del Mundo adjudicada por Alemania, y de una cita que dejó un enojo en la población con el gobierno de la Presidenta Dilma Rousseff, por las altísimas sumas de dinero gastadas en la organización del certamen planetario.
Lo que parecía sería una fiesta nacional se fue desvaneciendo mucho antes del inicio del Mundial, debido a las crecientes protestas de miles de brasileños reclamando en las calles de Sao Paulo o Río de Janeiro, incluso mucho antes del inicio de la competencia futbolística.
Este ambiente de malestar generalizado se puede explicar en gran medida por el frenazo de la economía de ese país, que luego de registrar una expansión del 7,5% en 2010 en el último año de Lula en el poder, el crecimiento con Dilma Rousseff fue del 2,7% en 2011 y del 1% en 2012, y en el 2013 llegó a un 2,3%, con una tasa similar en 2014.
Además, del tema económico, el malestar por los gastos del Mundial y los escándalos de corrupción han golpeado la figura de la Jefa de Estado, al punto que las encuestas indican que si ganara en octubre próximo la victoria sería muy estrecha, donde no se descarta la realización de una incierta segunda vuelta.
Este era el panorama en Brasil a menos de un mes antes del Mundial.
Este era el panorama en Brasil a menos de un mes antes del Mundial.
Los datos de las encuestas muestran este descenso de la candidata oficialista, y si en enero de este año tenía una cómoda ventaja cercana  a los 30 puntos, ahora esa diferencia ha disminuido ante la fuerte alza del su más cercano adversario, el nieto de Tancredo Neves.
Aécio Neves, candidato opositor del Partido de la Social Democracia Brasileña, pudo disminuir considerablemente la brecha en intención de voto con la actual Mandataria a ocho puntos. En marzo, la diferencia era de 27. El otro candidato es Eduardo Campos del Partido Socialista, quien obtiene el 10%.
Respecto de este tema el académico del Instituto de Asuntos Públicos (INAP) de la Universidad de Chile, Jaime Baeza, señaló que la competencia por el sillón presidencial es muy estrecha y no descartó una segunda vuelta para dirimir al próximo mandatario.
“Con Aécio Neves es probable que haya un escenario de segunda vuelta. Hay que tomar en consideración que tanto los centros urbanos de Río de Janeiro y Sao Paulo están en manos de la oposición, siempre lo han estado, y la diferencia la constituyen los campos y el Nordeste. En la medida que la Presidenta Rousseff no sea capaz de obtener un apoyo sustancial en esos sectores y en las zonas pobres urbanas, la probabilidad de una segunda vuelta es muy alta”, indicó.
El candidato Aécio-Neves.
El candidato Aécio-Neves.

En tanto, el profesor del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago. Fernando Estensoro, dijo que la Clase Media brasileña está descontenta porque la plata de los impuestos se gasta en sostener una burocracia corrupta, poniendo el desafío hacia el futuro sobre la modernización del Estado.
“Se plantea la disyuntiva de cómo enfrentar la modernización del Estado, y este desafío lo va a tener cualquiera que resulte elegido. Luego está el tema de cómo Brasil logra atraer mayores inversiones, porque no es que Brasil no reciba inversiones, pero se trata de una economía muy grande y para poder dinamizarla se necesitan enormes flujos de inversión exterior”, señaló.
Por su lado, el ex ministro de Economía Carlos Ominami aseguró que la actual cercanía de los candidatos Neves y Rousseff en la carrera por llegar al Palacio de Planalto, incluso estaba dentro de los cálculos del PT, en el sentido de que la Mandataria debería ser reelecta en segunda vuelta con un resultado relativamente estrecho.
En esa línea, el también economista se manifestó confiado de que Dilma Rousseff sería reelecta para un segundo mandato, sin embargo, admitió que para este eventual segundo período se hacía necesario introducir una serie de cambios respecto de lo que fue el primer mandato.
“Estos cambios tienen que ver con la política económica. Brasil tiene que poder retomar una senda de crecimiento mayor, ha estado creciendo muy poco durante el último tiempo, hay un gran tema de reforma política, el sistema político brasileño tiene un nivel de desprestigio frente a la ciudadanía gigantesco y en tercer lugar hay temas de política exterior”, indicó Ominami.
Ahora queda saber si el destino político del pueblo brasileño se define el 5 de octubre o quedará en suspenso hasta el 26 de ese mes en la segunda vuelta. La palabra parece tenerla una ciudadanía demandante, que no soporta más corrupción y que exige mejores condiciones de vida.


39% de los brasileños respalda
la gestión de Dilma Rousseff



Rousseff haciendo campaña junto a trabajadores AFP

INTERNACIONAL. La aprobación del Gobierno de Dilma Rousseff alcanza 39%, dos puntos por encima desde la medición de febrero. Es el segundo mejor desempeño que tienen la mandataria brasileña desde junio de 2013, de acuerdo a la encuesta de Datafolha.  


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