El día de su primera publicación fue el 29 de septiembre de 1964 en
la revista Primera Plana. Para Quino es el día del nacimiento de Mafalda
como personaje de historieta.
Cualquier otro cálculo de cumpleaños es incorrecto.
El mal entendido se debe a que en una tira del propio Quino
publicada (el 15 de marzo de 1966 ) en el diario El Mundo habría nacido
en 1960 y a que en la biografía publicada (el 2 de junio de 1968) en
la revista Siete Días dice que nació “en la vida real” el 15 de marzo
del 62. Ni una ni otra fecha son de tener en cuenta
Pensar en una cronología para un personaje de historieta es difícil,
Mafalda sigue siendo niña y siempre será así, por eso Quino considera
que el día de cumpleaños de Mafalda es el día de su primera publicación
en medios gráficos, 29 de septiembre de 1964.
Mafalda cumple 50 años sin perder nada de vigencia
En 50 años cambiaron muchas cosas del mundo
pero el mundo sigue siendo en esencia el mismo. Uno de los instrumentos
más precisos para medir esto es cualquier tira cómica de Mafalda. La
niña entre inocente y profundamente reflexiva creada por el
historietista argentino Joaquín Salvador Lavado Tejón -mejor conocido
como Quino- confirma que 50 años no es nada y que el mundo fue y será...
el mundo, en 1964 y en el 2014 también. Y no hay que olvidarse que,
como decía Mafalda: "No es cierto que todo tiempo pasado fue mejor. Lo
que pasaba era que los que estaban peor todavía no se habían dado
cuenta".
La magnitud del alcance de Mafalda queda evidenciada
por los homenajes que ha recibido, especialmente por estas fechas.
Francia, España y Argentina se han rendido a sus pies. Quino fue
declarado el martes pasado Doctor Honoris Causa de la estatal
Universidad de Buenos Aires (UBA), mientras se desarrollan varias
exposiciones sobre el personaje: "Quino por Mafalda", que se puede ver
en el Museo del Humor en la Costanera Sur de Buenos Aires; "Mafalda en
su sopa", que se exhibe en una sala de la Biblioteca Nacional en el
barrio de Palermo; y también "El mundo según Mafalda" en la Usina del
Arte de La Boca.
"Me siento el Felipe de mi historieta, apabullado y
chiquito por recibir un título como este", dijo Quino al otorgársele el
título honorífico en la sede del Consejo Superior de la Universidad de
Buenos Aires por parte del rector de esa casa de altos estudios,
Alberto Barbieri, la semana pasada.
Quino, de 82 años, recibió en mayo de este año tardío
pero merecidísimo Premio Príncipe de Asturias, convirtiéndose en el
primer dibujante en llevarse un galardón que en su historia había ido a
parar a manos de nombres como Ryszard Kapuscinski o Umberto Eco, quien
por otra parte es confeso admirador de la niña. Poco antes, en marzo, le
había sido concedida la Legión de Honor, la más importante distinción
de Francia, en el Salón del Libro de París.
"Mafalda decía lo que ningún diario decía y de una
manera tan elegante y sutil que no podía ser censurada", dijo en esa
oportunidad la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner.
El recorrido de Mafalda por las viñetas empezó
oficialmente -con un intento previo dentro de una campaña publicitaria
poco antes- el 29 de septiembre de 1964 en el semanario Primera Plana de
Buenos Aires. En ese momento Quino llevaba diez años publicando sus
trabajos en diferentes medios y diez años después de dar a conocer a
Mafalda, decidió dejar el personaje, que de todas formas nunca lo dejó a
él.
Quino solo volvió a dibujar a Mafalda ocasionalmente,
por ejemplo para Unicef o, en 1987, tras un fallido golpe de Estado
contra el por entonces presidente argentino Raúl Alfonsín.
Para entonces, Quino ya era ciudadano universal.
Natural de Mendoza, hijo de inmigrantes andaluces, a los años 90
adquirió la doble nacionalidad española y desde hace un buen tiempo una
escultura de Mafalda descansa sentada en un banco ubicado a pocos metros
de la casa donde vivía el autor en el barrio de San Telmo.
¿Qué diría Mafalda del mundo en el 2014? Tendría sin
dudas mucho material. "No sé qué diría", confesó el propio autor al
recibir el Príncipe de Asturias.
Tal vez no haga falta más de Mafalda ni sea
necesario que Quino vuelva al papel porque sus reflexiones, lúcidas,
profundas, inteligentes y al mismo tiempo simples, no precisan ser
reformuladas y resisten al tiempo.
"Dicen que el hombre es un animal de costumbres, más
bien de costumbre el hombre es un animal", "Lo malo de la gran familia
humana es que todos quieren ser el padre", "Hoy entré al mundo por la
puerta trasera": hay una variedad que no deja de sorprender en el vasto
universo de Mafalda. "Nunca pensé que Mafalda estaría vigente después de
50 años, me conmueve mucho este homenaje", aseguró Quino.
El creador detrás del gran personaje
Nacido en Guaymallén, provincia de Mendoza,
Argentina, el 17 de julio de 1932, Quino no solo es humorista gráfico
sino también un pensador. Su apodo no es casual: lo utilizaban en su
familia para diferenciarlo de su tío, que al igual que él se llamaba
Joaquín y era ilustrador. Por fuera del universo de Mafalda, Quino ha
publicado más de una veintena de libros de humor, en su gran mayoría
dedicados al público adulto y con grandes dosis de humor negro. El más
reciente de ellos, editado en 2012, se titula ¿Quién anda ahí? Además,
desde ese mismo año, doce libros de Mafalda están disponibles en formato
e-book de Kindle, traducidos al idioma inglés. Junto con
ese lanzamiento, la obra completa de Quino tiene un lugar en las redes
sociales y en la página web oficial del artista. Una versión animada de
Mafalda también existe desde los años 90, aunque no con la popularidad
que obtuvo la original en el papel.
Mafalda, la mítica niña rebelde e incisiva creada por el humorista gráfico Quino, Joaquín Salvador Lavado, cumple este lunes 50 años desde su primera publicación en el mundo, y su imagen infantil perdura en el imaginario popular de los argentinos.
"Nunca pensé que Mafalda estaría vigente después de 50 años, me conmueve mucho este homenaje", declaró el mes pasado Quino cuando el Ministerio de Educación presentó la colección "Mafalda para armar", destinada a las escuelas públicas de Argentina.
El artista nacido hace 82 años en la provincia argentina de Mendoza (oeste) y ganador del Premio Príncipe de Asturias 2014, se dijo entonces "muy conmocionado" por la edición de 10 millones de juegos de "Mafalda para armar", una selección de tiras en base a cuatro ejes temáticos.
Quino ilustró además una publicación para las escuelas sobre los Derechos del Niño, de la que se editaron 2.350.000 ejemplares en castellano y en siete lenguas de pueblos originarios.
Venerada por varias generaciones de argentinos, Mafalda es uno de los personajes de ficción que forman parte de la Galería de Ídolos Populares de la Casa Rosada (sede del Poder Ejecutivo).
La niña irreverente "decía las cosas que no se podían decir en épocas en que las palabras estaban prohibidas, interpelaba a la sociedad", dijo en marzo la presidenta Cristina Kirchner en un homenaje a Quino.
No obstante, las reflexiones de la niña terrible que cuestiona al mundo con implacable ingenuidad se recrean en afiches, camisetas, bolsos, tarjetas, útiles escolares y todo tipo de productos que replican su imagen.
"Paren el mundo, que me quiero bajar", es una de las frases célebres de esa niña que detesta la sopa, hija de clase media de una familia de Buenos Aires y preocupada por la paz mundial y la realidad política de su época.
"No es cierto que todo tiempo pasado fue mejor. Lo que pasaba era que los que estaban peor todavía no se habían dado cuenta", reflexionaba, y advertía que "lo malo de la familia humana es que todos quieren ser el padre".
Una escultura de Mafalda, sentada en un banco de plaza a metros de la casa donde vivía Quino en el tradicional barrio de San Telmo de Buenos Aires, es destino obligado de los turistas que se sacan fotos abrazados a la niña argentina más popular en el mundo. En otra punta de la capital, en el barrio de Colegiales, una plaza lleva su nombre.
En Buenos Aires se realizan en la actualidad tres muestras dedicadas a la niña rebelde: "El mundo según Mafalda" en la Usina del Arte, un renovado centro de exposiciones de la alcaldía capitalina en el barrio de La Boca.
Otra retrospectiva de creaciones del dibujante, "Quino por Mafalda", se puede ver en simultáneo en el Museo del Humor en la Costanera Sur de Buenos Aires, mientras que "Mafalda en su sopa" se exhibe en una sala de la Biblioteca Nacional en el barrio de Palermo. Otras actividades se organizaron en Godoy Cruz, en Mendoza, la provincia natal de Quino.
Mafalda, la mítica niña rebelde e incisiva creada por el humorista gráfico Quino, Joaquín Salvador Lavado, cumple este lunes 50 años desde su primera publicación en el mundo, y su imagen infantil perdura en el imaginario popular de los argentinos.
"Nunca pensé que Mafalda estaría vigente después de 50 años, me conmueve mucho este homenaje", declaró el mes pasado Quino cuando el Ministerio de Educación presentó la colección "Mafalda para armar", destinada a las escuelas públicas de Argentina.
El artista nacido hace 82 años en la provincia argentina de Mendoza (oeste) y ganador del Premio Príncipe de Asturias 2014, se dijo entonces "muy conmocionado" por la edición de 10 millones de juegos de "Mafalda para armar", una selección de tiras en base a cuatro ejes temáticos.
Quino ilustró además una publicación para las escuelas sobre los Derechos del Niño, de la que se editaron 2.350.000 ejemplares en castellano y en siete lenguas de pueblos originarios.
Venerada por varias generaciones de argentinos, Mafalda es uno de los personajes de ficción que forman parte de la Galería de Ídolos Populares de la Casa Rosada (sede del Poder Ejecutivo).
La niña irreverente "decía las cosas que no se podían decir en épocas en que las palabras estaban prohibidas, interpelaba a la sociedad", dijo en marzo la presidenta Cristina Kirchner en un homenaje a Quino.
"Paren el mundo, que me quiero bajar"
Mafalda fue creada originalmente por Quino como soporte de una publicidad de electrodomésticos que finalmente nunca vio la luz, quedó olvidada por dos años en una carpeta hasta que fue publicada por primera vez el 29 de septiembre de 1964 en el semanario Primera Plana. La tira pasó luego al diario El Mundo, donde se publicó hasta el 25 de junio de 1973. Sus libros fueron traducidos a 26 idiomas y sólo en Argentina se vendieron más de 20 millones de ejemplares.No obstante, las reflexiones de la niña terrible que cuestiona al mundo con implacable ingenuidad se recrean en afiches, camisetas, bolsos, tarjetas, útiles escolares y todo tipo de productos que replican su imagen.
"Paren el mundo, que me quiero bajar", es una de las frases célebres de esa niña que detesta la sopa, hija de clase media de una familia de Buenos Aires y preocupada por la paz mundial y la realidad política de su época.
"No es cierto que todo tiempo pasado fue mejor. Lo que pasaba era que los que estaban peor todavía no se habían dado cuenta", reflexionaba, y advertía que "lo malo de la familia humana es que todos quieren ser el padre".
Una escultura de Mafalda, sentada en un banco de plaza a metros de la casa donde vivía Quino en el tradicional barrio de San Telmo de Buenos Aires, es destino obligado de los turistas que se sacan fotos abrazados a la niña argentina más popular en el mundo. En otra punta de la capital, en el barrio de Colegiales, una plaza lleva su nombre.
El mundo Mafalda
Entre los múltiples homenajes que se han realizado este año en Francia, España y Argentina, Quino fue declarado el martes pasado Doctor Honoris Causa de la estatal Universidad de Buenos Aires (UBA), mientras se desarrollan varias exposiciones sobre el personaje más famoso de su tira cómica.Susanita, la que sueña con casarse y tener muchos hijos; Libertad, la más revolucionaria; Felipe, el soñador; Manolito, el comerciante y Guille, el hermanito, completan la galería de seres entrañables de la historieta, que incluyó a la tortuga Burocracia.En Buenos Aires se realizan en la actualidad tres muestras dedicadas a la niña rebelde: "El mundo según Mafalda" en la Usina del Arte, un renovado centro de exposiciones de la alcaldía capitalina en el barrio de La Boca.
Otra retrospectiva de creaciones del dibujante, "Quino por Mafalda", se puede ver en simultáneo en el Museo del Humor en la Costanera Sur de Buenos Aires, mientras que "Mafalda en su sopa" se exhibe en una sala de la Biblioteca Nacional en el barrio de Palermo. Otras actividades se organizaron en Godoy Cruz, en Mendoza, la provincia natal de Quino.