El oro eléctrico del Arca de la Alianza
Todos recordamos como termina la primera película de Indiana Jones en busca del arca perdida pero
si hay alguien “olvidadizo” o que simplemente no la vio (pocos, seguro)
se lo recordaré: mientras los dos protagonistas permanecían atados en
un poste con los ojos cerrados, los alemanes caían fulminados por los
rayos y la energía que emergía del Arca de la Alianza. Esto podría
parecer fantasioso pero puede tener una explicación…
Según la tradición judía y cristiana, el Arca era un cofre que contenía las Tablas de la Ley con los Diez Mandamientos que Dios entregó a Moisés en el Monte Sinaí.
Según la Biblia fue mandada construir por Moisés tras ordenárselo el
propio Yahveh, siendo sus medidas 111cm x 67cm x 67cm y construido
con madera de acacia revestida de oro puro, tanto por dentro como por fuera. Sobre la cubierta y a modo de protección había dos querubines también de oro.
En los textos antiguos se describe que
todo aquél que lo tocaba moría al instante, y si nos apoyamos en la
ciencia encontramos una explicación en el hecho de que el cofre podía
funcionar como un condensador eléctrico gracias a sus placas de oro
(internas y externas) a modo de superficies conductoras separadas por un
material dieléctrico. Cuando el ambiente exterior era seco
(circunstancia habitual en aquella zona) se acumulaba mucha electricidad
estática explicando así las muertes atribuidas al “poder divino”.
Durante los diferentes traslados que
sufrió el Arca los sacerdotes no se atrevían a tocarla y se ayudaban de
varas de madera, a modo de aislante, portando una cadena de oro que
puede interpretarse como una forma de disipar a tierra la energía. No se
guardó en un mismo lugar hasta que se construyó el templo de Salomón
para después trasladarse a Siló donde permaneció hasta que la capturaron
los filisteos. Una
vez recuperada pasó por diferentes lugares hasta que David decidió que
debía estar en Jerusalén, y posteriormente, durante el reinado de
Salomón, se trasladó de Sión al templo,
en la explanada del monte Moria, donde actualmente se ubica la Cúpula
de la Roca y la Mezquita de Al-Aqsa. Su paradero en los siglos
posteriores son una incógnita. Nabucodonosor invadió Jerusalén
destruyendo el templo (586 a. C.) y se cree que acabó en Babilonia, pero no se sabe cuándo desapareció ni en qué circunstancias.
Existen muchas hipótesis sobre el lugar donde podría encontrarse. Unos dicen que en Etiopía mientras que otros en el Monte Nebo, incluso los hay que afirman que pueda estar en Escocia argumentando que la trajeron a Europa tras la Tercera Cruzada. En la película de Indiana, su protagonista, Harrison Ford, la busca en Tanis, un emplazamiento con cierta lógica pues es allí donde el arqueólogo francés Pierre Montet desenterró en el año 1939 las tumbas intactas de los faraones de las dinastías XXI y XXII, y es allí donde se cree que está enterrado el faraón Sheshonq I, que como veremos más adelante, podría tener mucha relación con el Arca.
Algunas teorías apuntan que fue destruida durante el saqueo de Jerusalén por el rey de Asiria Senaquerib, en el año 701 a. C., o por Nabucodonosor,
pero antes, en el 925 a. C., el faraón libio Sheshonq I, fundador de la
dinastía XXII, realizó una campaña contra Israel y Judea que acabó con
la conquista de Jerusalén y el saqueo del templo llevándose sus tesoros,
entre ellos el Arca de la Alianza. Actualmente podemos admirar un
bajorrelieve en el templo de Amón en Tebas que conmemora esta y otras
conquistas de Sheshonq I, siendo tomada como prueba del relato
bíblico. Murió dos años después pero su tumba no ha sido encontrada
todavía. Se piensa que puede estar en Bubastis, su ciudad natal, o en
Menfis, aunque tendría más sentido que se hiciera enterrar en Tanis,
junto a los otros faraones de esas dinastías. Pero lo fascinante es que
según otras fuentes se hizo enterrar… ¡con el Arca!
El Arca de la Alianza: Propiedades eléctricas
La biblia es clara en que el Arca de la Alanza contenedor de las tablas de los diez mandamientos.
Se trataba de una caja o arca que contenía las dos tablas (los Mandamientos o "Las Tablas De La Ley") que, según la Biblia, fueron escritas por Dios mismo y entregadas a Moisés en el Monte Sinaí, la vara florida de Aarón y un vaso de maná. Se guardaba en el Templo de Jerusalén y se llevaba al frente de batalla cada vez que había una guerra. El Arca simboliza la unión de Yahveh con el pueblo, y a ello debe su nombre. Se cree que desapareció con la destrucción del templo de Jerusalén por el emperador Tito.
Según se detalla en la Biblia, el Arca estaba hecha de madera de acacia negra, revestida por dentro y por fuera con láminas de oro puro. Medía 2,5 codos de longitud y 1,5 de ancho y alto, o sea 1,31 m de largo por 0,78 m de alto y ancho. Una guirnalda de oro la rodeaba en su parte superior. A ambos lados llevaba fijos cuatro anillos de oro a través de los cuales se insertaban dos pértigas de acacia recubiertas también de oro. Sobre la tapa del cofre o propiciatorio descansaban dos querubines, igualmente dorados.
La Biblia indica que el arca fue mandada a construir por Moisés y el diseño de la misma ordenada según Yaveh lo había dispuesto, usada en la conquista de Canaán; con la cual Josué consiguió abrirse paso en las aguas del Jordán al contacto de éstas con el Arca y durante siete días fue paseada en torno de Jericó, que cayó luego en poder de dicho caudillo.
Se trataba de una caja o arca que contenía las dos tablas (los Mandamientos o "Las Tablas De La Ley") que, según la Biblia, fueron escritas por Dios mismo y entregadas a Moisés en el Monte Sinaí, la vara florida de Aarón y un vaso de maná. Se guardaba en el Templo de Jerusalén y se llevaba al frente de batalla cada vez que había una guerra. El Arca simboliza la unión de Yahveh con el pueblo, y a ello debe su nombre. Se cree que desapareció con la destrucción del templo de Jerusalén por el emperador Tito.
Según se detalla en la Biblia, el Arca estaba hecha de madera de acacia negra, revestida por dentro y por fuera con láminas de oro puro. Medía 2,5 codos de longitud y 1,5 de ancho y alto, o sea 1,31 m de largo por 0,78 m de alto y ancho. Una guirnalda de oro la rodeaba en su parte superior. A ambos lados llevaba fijos cuatro anillos de oro a través de los cuales se insertaban dos pértigas de acacia recubiertas también de oro. Sobre la tapa del cofre o propiciatorio descansaban dos querubines, igualmente dorados.
La Biblia indica que el arca fue mandada a construir por Moisés y el diseño de la misma ordenada según Yaveh lo había dispuesto, usada en la conquista de Canaán; con la cual Josué consiguió abrirse paso en las aguas del Jordán al contacto de éstas con el Arca y durante siete días fue paseada en torno de Jericó, que cayó luego en poder de dicho caudillo.
El Arca de la Alianza poseía unas
características electromagnéticas que la hicieron peligrosa ante
cualquier manejo erróneo. Solo los sacerdotes especialistas podían
manipularla. Lo que apreciamos en Dendera es similar. Si ciertas naves
aterrizaron en el techo del templo, o los sacerdotes imitaran con esa
liturgia contactos producidos en tiempos más remotos, sería lógico
suponer que los dioses aportarían a los mortales su sabiduría y su
tecnología. Pero no es así, los dioses bajaron en sus naves para hacerse
cargo de una pila cargada en el sancta sanctorum del templo, por unas
energías que desconocemos pero que muchos sensitivos han logrado captar.
Los dioses habían obtenido su ofrenda en forma de electricidad. Dioses
que recorrían el cielo de Egipto y que descendían precisamente en el
templo dedicado a la Dama del Cielo, tal y como fue descrito por Berosso
o por Demetrio de Falera, director de la Biblioteca de Alejandría y
autor de la obra titulada "Acerca de las luces que se ven en el cielo,
puntos luminosos que se ven ocasionalmente en el cielo y que nada tiene
que ver con las estrellas".
Volviendo al Viejo Testamento, la descripción de un capacitor eléctrico es precisamente la misma que la descripción del arca de la alianza.
Un arco de corriente eléctrica es precisamente el proceso usado en los laboratorios científicos de hoy para producir oro monoatómico, antiguamente llamado mfkzt o sheem-an-na: el místico polvo blanco de la piedra de fuego.
En el repositorio secreto de la Cámara del Rey dentro de la gran pirámide, el primer explorador, el Califa Al-Mamun encontró como único mobiliario el cofre de granito, conteniendo no un cuerpo sino una capa de un polvo misterioso.
La conexión entre el Arca y Egipto no ofrece dudas.
Volviendo al Viejo Testamento, la descripción de un capacitor eléctrico es precisamente la misma que la descripción del arca de la alianza.
Un arco de corriente eléctrica es precisamente el proceso usado en los laboratorios científicos de hoy para producir oro monoatómico, antiguamente llamado mfkzt o sheem-an-na: el místico polvo blanco de la piedra de fuego.
En el repositorio secreto de la Cámara del Rey dentro de la gran pirámide, el primer explorador, el Califa Al-Mamun encontró como único mobiliario el cofre de granito, conteniendo no un cuerpo sino una capa de un polvo misterioso.
La conexión entre el Arca y Egipto no ofrece dudas.
El Arca: Campos Etéricos y Eléctricos
El Arca es famosa por sus mortales descargas de energía. Aquellos
que no estuvieran cualificados para tocarla, o incluso mirarla, se
verían mortalmente afectados:
- Uzzah fue afectado por un relámpago de energía ardiente proveniente del Arca cuando el alargó la mano para tocarla. El Arca fue transportada sobre un carro jalado por bueyes, y repentinamente el buey cayó muerto.
- Setenta personas del pueblo de Beth Shemesh murieron al abrir el Arca y observar su interior. El Arca fue situada temporalmente allí para su regreso a custodia filistea.
- Los hijos de Aarón murieron cuando, sin permiso, intentaron ofrecer incienso al Arca y un rayo de energía brillante surgió y los consumió.
- Los de la rama kohachita de los levitas, quienes fueron asignados para transportar el Arca y los objetos relacionados con ella, se les instruyó que nunca tocaran o miraran estos objetos directamente, o morirían de inmediato.
Al intentar explicar esto, otros han notado que la caja de madera
dorada es semejante a un condensador, que es algo que almacena energía
eléctrica. En este caso, el condensador consta de dos electrodos de oro
que cubren a un aislante de madera. Ya que el Arca podía acumular y
guardar un voltaje eléctrico muy alto, algunos concluyeron que el Arca
no era más que un condensador enorme.
Un condensador lo suficientemente grande podía ciertamente
electrocutar a una persona. Pero según mis cálculos, la capacidad del
Arca solamente ronda entre los 3 a 5 nF máximo, lo cual le
proporcionaría apenas la sificiente energía para matar a una sola
persona bajo condiciones ideales si fueran cargados 300,000 volts. Ese
tipo de voltaje es muy difícil de alcanzar, aún sin considerar el hecho
de que se mantenga sin la debida relación entre la capa externa de oro y
la interna. Para arrojar una chispa lo suficientemente larga para
afectar a alguien a tan sólo unas pocas yardas de distancia, se
requerirían millones de volts. No hay manera de que un condensador de
madera pueda acumular por sí mismo el poder suficiente como para matar a
una muchedumbre, sin contar el hecho de que se rodee de un campo de
energía brillante y realice las proezas milagrosas que se le atribuyen.
Así que el Arca no pudo haber hecho lo que la Biblia dice que hizo,
al menos no de acuerdo a la ciencia convencional. El máximo error
cometido por los investigadores del conocimiento límite es confinar su
interpretación de la función de Arca de acuerdo a la perspectiva de la
física y la ingeniería convencionales. Como resultado de esta
suposición, deducen que solamente se trataba de un radio de chispa, un
condensador eléctrico, un transductor de energía sísmica, un cultivador
de algas para alimento, o algún otro aparato mundano. Aunque estas
suposiciones pueden explicar algunas de las supuestas características
del Arca, no pueden explicarlas a todas por completo.
La alta tecnología demiúrgica, no obstante, las explica todas. De la
misma manera que en la Alquimia, los principios científicos
convencionales pueden constituir una parte de la ecuación, pero no son
la únicas partes involucradas. Así que, aunque el Arca puede ser un
condensador, ese es sólo un pequeño aspecto de toda su función. Uno
tiene que ir más allá de la física regular para comprenderla.
Por ejemplo, no tiene ningún valor el hecho de que el Arca,
topológicamente hablando, sea un condensador esférico, en el cual un
electrodo esté situado en el interior de otro. De acuerdo a mi
investigación sobre física no convencional, lo que hace especiales a los
condensadores esféricos es que ellos pueden recibir, transmitir,
absorber y emitir ondas gravitacionales. Esto está muy relacionado con
los cambios en la densidad de carga que acompaña a los cambios del
potencial gravitacional. Si el Arca fuera un radio de chispa, tendría
que interceptar ondas de gravedad y contenerlas en arcos eléctricos
entre las dos figuras aladas. Pero dudo que esa fuera su función
primaria.
Además, cualquier persona familiarizada con la orgonomía se dará
cuenta de que el Arca está construida como un acumulador de orgón, el
cual es una caja cuyas paredes están hechas de capas alternas de
sustancias orgánicas e inorgánicas. Se dice que atrae y almacena energía
orgón, la está aparentemente conformada por cierto grado de energía
etérica cercana al plano material. Wilhelm Reich también observó una
relación entre los iones negativos y la energía orgón, aunque ambas
energías son distintas. Su relación puede ser como la que hay entre
gotas de agua y vapor de agua; uno es una condensación o una evaporación
de otro. Los efectos eléctricos del Arca, por lo tanto, pueden ser
efectos secundarios de procesos etéricos. Sin embargo, no se ha logrado
construir ningún acumulador de orgón con suficiente energía como para
freír a alguien.
Ya que fue un cofre con una tapa, el Arca presuntamente portaba
algo, y tal objeto pudo haber sido responsable de sus supuestos poderes.
La Biblia dice que el primer objeto que portó fue la tabilla(s) de
piedra, también conocida como la Alianza o el Testimonio, que Moisés
trajo del Monte Sinaí. Esa historia ficticia posee elementos de verdad, a
saber, que un objeto semejante a una piedra fue recobrado y colocado
dentro del Arca, después de lo cual la cargó de energía. De manera que
el Arca sirvió más como un contenedor, escudo y/o receptor para el
misterioso objeto colocado dentro. También fue llamada el Arca del
Testimonio, como si contuviera algo relacionado con el pacto celebrado
entre los hebreos y su Señor, que es un artefacto de piedra llamado El
Testimonio. A partir de este punto, cuando me refiera al Arca, estaré
hablando de el Arca con la fuente de su poder instalada dentro.
El hecho de que el Arca irradiara energía es sustentado también por
el detalle de que, cuando era transportada, era envuelta completamente
en un material aislante al que sus portadores se les prohibía que
tocaran o vieran directamente. Y cuando acampaban, el Arca era
custodiada dentro de una estructura conocida como el Tabernáculo. El
Tabernáculo era un sistema de tienda portátil diseñado para contener y
rodear de forma segura el Arca. La primera tienda alrededor del Arca
estaba hecha de fibra de lino, la segunda de pelo de cabra tejido, la
tercera de pieles secas de animales. Esta gran redundancia de capas
sobre capas parece constituir una protección para el Arca. Y tal
protección es solamente necesaria si el Arca estuviera emitiendo un
fuerte campo de energía.
La elección de materiales es significativa. La fibra de lino posee
una estructura cristalina espiral. Las hebras de pelo y la lana son
dieléctricas no-lineares, debido a que la médula, la funda y la corteza
de las hebras poseen diferentes constantes dieléctricas, lo cual los
hace excelentes atenuadores o reflectores de ondas gravitacionales /
escalares / longitudinales. Y el Barón von Reichenbach encontró,
mediante una experimentación exhaustiva, que la lana poseía la habilidad
de atenuar la energía etérica, de la misma manera en la que las
cubiertas de metal atenúan las ondas electromagnéticas.
El cobre, la plata y el oro fueron los únicos metales empleados para
construir el Arca y el Tabernáculo. Todos estos metales son
no-magnéticos, poseyendo solamente un electrón de valencia, y
compartiendo el Grupo 11 en la tabla periódica. El hierro fue
estrictamente prohibido. Incluso posteriormente, en la construcción del
Templo de Salomón, correctamente situada durante la Edad de Hierro, no
se utilizaron clavos de hierro. Por supuesto, el templo de Salomón fue
construido realmente alrededor del año 1520 a.C., lo que quiere decir
que todavía se hallaba en la Edad de Bronce, pero existe otra razón por
la cual el hierro no fue usado en ese entonces. El folklore dice que las
hadas y otros seres sobrenaturales le tienen aversión al hierro.
Físicamente, es solamente magnético, y posee una valencia de dos
electrones, pero etéricamente, puede tener efectos indeseables sobre
entidades y tecnologías etéricas. Por lo tanto, podemos inferir que los
materiales ferromagnéticos interferían con el funcionamiento del Arca,
salvo la sangre, que contiene hierro y que desempeñaba un papel
importante en su función.
Desde una perspectiva más amplia, podemos ver que el funcionamiento
del Arca incluía elementos etéricos y eléctricos. De nuevo hago mención,
el cofre de madera dorada no era la fuente de poder del Arca, sino el
objeto que contenía en su interior, y que irradiaba un intenso campo de
energía de naturaleza etérica, escalar y/o electro-gravitacional. Este
campo de energía podía también precipitar efectos eléctricos, pero esos
eran efectos secundarios más que primarios. La prueba de ello es la
construcción del Arca, el Tabernáculo y el Templo de Salomón, que
incorporaban principios de manipulación etérica y aislamiento. Todos
ellos serían diseñados de forma distinta si solamente se pretendiera que
fueran efectos eléctricos.
Así que, aunque el Arca poseía propiedades eléctricas, es
insuficiente decir que su función era su función era solamente
eléctrica. Esto se compara a reportes de encuentros de seres humanos con
naves alienígenas, en donde las naves exhiben fueres efectos de
interferencia eléctrica y electromagnética, pero esos no son suficientes
para explicar cómo pueden levitar las naves, ya que sus campos
primarios de propulsión son no-electromagnéticos. Estamos tratando con
tecnología demiúrgica, no con tecnología humana.
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